CONTRA LOS HACKERS

Unidad X: USA quiere defenderse de los ciberataques desde Sillicon Valley

USA está preparando un centro de defensa contra ciberataques en Sillicon Valley, buscando atraer talentos que quieran participar del escenario en el que su país cada vez recibe más ataques de hackers rusos y chinos. Según un informe de la consultora PwC, los ciberataques contra grandes compañías y organismos, pero también contra ciudadanos y Gobiernos, se incrementaron en 2014 en un 48%, hasta alcanzar la inimaginable cifra de 42,8 millones de incidentes.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El Secretario de Defensa de USA, Ashton Carter, anunció durante una conferencia en la escuela de Negocios de Stanford la apertura de un centro de defensa en Silicon Valley. 
 
El centro funcionará en Moffet Field, una antigua base de la NASA, donde hoy funciona la Singularity University. Su nombre oficial será Unidad X de Innovación de Defensa. La X es una referencia a la experimentación, una de las claves que hacen de la bahía de San Francisco un lugar especial.
 
La idea básica es atraer a desarrolladores y expertos de Silicon Valley, también con perfil académico, se impliquen en la defensa de su país. Carter tiene claro que no podrán competir con los desorbitados sueldos de esta zona, también que no será un empleo a largo plazo. “En Washington la burocracia sirve para protegerse, en el mundo actual no tiene tanto sentido. Aquí es todo más abierto y se puede buscar talento más activo. Queremos hacer de este centro un lugar flexible. Sabemos que no seremos tan atractivos como el sector privado, pero la relevancia de la misión nos ayudará a atraer a los mejores. Esperamos que los aspirantes lo vean como un hito vital. Tenemos que ser abiertos en la contratación, aunque sea por un tiempo limitado. Por desgracia, mucho de lo que hacemos debe ser secreto, pero sé que los profesionales asumirán el compromiso de confidencialidad”, subrayó.
 
Entre sus planes entra contar con capital riesgo para promover la investigación de nuevas armas y sistemas de monitorización, pero sin entrar en la vorágine inversora de Silicon Valley: “No vamos a comprar empresas o jugar a inflar valores. Queremos buscar resultados y mejorar este país. Tenemos problemas excitantes y retamos a las personas, pero no nos interesan las finanzas por sí solas”.
 
El máximo responsable del Pentágono reconoció un ataque de háckers rusos que dejó al descubierto algunos de sus servidores. “No éramos conscientes de ello. Durante 48 horas tomaron información. Minimizamos su impacto, pero este episodio evidencia la necesidad de defender nuestras redes, como cualquier otro consejero delegado de una empresa. El problema es que no sabemos lo que no sabemos”, expuso para reforzar la necesidad de impulsar la colaboración entre empresas y gobierno. Durante el debate posterior surgió una duda: ¿Cómo encajar la ruptura del hácker con la disciplina militar?
 
El ataque a Sony ha marcado un antes y un después en este aspecto, tanto que ha abierto la puerta a responder con fuerza similar: “Las consecuencias de cada agresión se verán caso por caso. En el caso de Sony, el presidente se mostró firme. Fue un ataque deliberado contra la libertad de expresión de USA”.
 
El centro, cuya directiva no se ha desvelado, tendrá como prioridad mantenerse al tanto de las amenazas mundiales, con un equipo listo para operar cuando se requiera, la vigilancia del Departamento de Defensa y todas sus dependencias, así como el territorio de USA, sus empresas y los intereses de las mismas fuera de sus fronteras. Dentro del programa se incluye un punto en el que ya incidió, sin demasiado éxito, el presidente Obama en su última visita en este mismo centro, la creación de alianzas para detectar futuros ataque colaborando con empresas tecnológicos.
 
Antes de llegar a la administración Carter ejerció como profesor universitario, de ahí que insiste en la necesidad de contar con académicos en puestos dedicados a la estrategia: “Tenemos que hacer el sistema más permeable, que compartir conocimiento sea parte de la carrera de alguien, una forma de enriquecer a la sociedad y no un freno para su carrera”.
 
Tras su paso por Stanford, Carter se dirigió a Facebook, a pocos kilómetros del centro educativo de mayor prestigio de la Costa Oeste, para encontrarse con la número dos de la red social. Después, con Andreessen Horowitz, uno de los grandes inversores de Silicon Valley, cuya fortuna se fraguó con Netscape, el primer navegador de Internet pensado para todos los públicos.
 
Ataques
 
Según un informe de la consultora PwC, los ciberataques contra grandes compañías y organismos, pero también contra ciudadanos y Gobiernos, se incrementaron en 2014 en un 48%, hasta alcanzar la inimaginable cifra de 42,8 millones de incidentes
 
De esa cifra, la cifra más alta desde 2010, son responsables organizaciones chinas y rusas principalmente. Los primeros dedicados al robo de propiedad intelectual y los segundos más apuntados al espionaje y la criminalidad más común.
 
Para el director de Europol, Robin Wainwright, el cibercrimen se ha convertido en la mayor amenaza para la seguridad europea junto al terrorismo. "La amenaza es enorme. Es ahora la prioridad número uno, junto al terror. Se está convirtiendo en un problema global y necesitamos más que nunca instrumentos para hacerle frente", dijo Wainwright el viernes, último día de la Conferencia Global sobre el Ciberespacio celebrada la semana pasada en La Haya.
 
Muchos de los ataques se dirigen contra grandes bancos y entidades financieras y son cada vez más importantes por su "sofisticación en cuanto al malware (software maligno) utilizado y por la sofisticada ingeniería social para identificar a los empleados de los bancos" y asegura que, aunque varios de estos casos han saltado a las páginas de los periódicos, muchos no llegan a conocerse. Según sus datos, hay entre 100 y 1.000 capos detrás de estos atentados, la mayoría procedentes de Rusia o de Ucrania. "Es peligroso porque ha habido pérdidas multimillonarias. Pero lo importante es que pone de manifiesto una capacidad cada vez mayor", aseguró.
 
Muchos expertos temen que, mientras crecen los focos de tensión geopolítica en todo el mundo, el ciberespacio se convierta en un frente virtual en el que, aparte de dirimirse conflictos con golpes a las infraestructuras de un Estado, por ejemplo, haya cada vez más empresas que sufran incidentes no directamente relacionados con sus actividades sino por razones políticas, como le ocurrió a Sony con el estreno de La entrevista, el filme que parodia al dictador norcoreano Kim Jong-un.
 
Pero si el diagnóstico está claro, más difícil parece como hacerle frente. La urgencia del problema se puso de manifiesto con la sola presencia de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en La Haya. "Los ciberataques impulsan cada vez más guerras asimétricas y conflictos híbridos", dijo la jefa de la diplomacia europea. " Y la tendencia aumentará", añadió. Muchos de los participantes coincidieron en el objetivo de garantizar la seguridad en el ciberespacio en todos los ámbitos, pero no surgió ninguna nueva estrategia para hacerle frente, a excepción del manifiesto final y de la creación de un Foro Global sobre Ciberexperiencia, un grupo de expertos de 45 países firmantes de la Declaración de Budapest de 2001, el primer tratado contra el cibercrimen, la mayoría pertenecientes al Consejo de Europa pero también USA, Japón o Panamá. El grupo se reunirá anualmente en la ciudad holandesa para combatir los nuevos desafíos de una Internet abierta y libre."Lidiamos con una tarea colectiva", aseguró en uno de los seminarios Keit Pentus- Rosinarius, ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, un país que es vanguardia mundial del desarrollo digital y víctima reciente de un ataque ruso. "Nadie puede hacerlo solo. Necesitamos cooperación a nivel global. Además, la ciberseguridad no es sólo una cuestión de seguridad, sino también de desarrollo".
 
Durante toda la conferencia, flotó la idea de la imperiosa necesidad de crear un tratado para enfrentarse a los nuevos riesgos, pero no pareció calar entre muchos representantes de los Gobiernos, a pesar de que Holanda instó a USA  a una mayor cooperación internacional y a que se pusiera en marcha una normativa internacional que impida a un Estado atacar las infraestructuras y las redes de otro. "No se necesita un nuevo tratado", aseguró Christopher Pointer, de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Cibernéticos del Departamento de Estado norteamericano. En cambio, para Matt Thomlinson, vicepresidente de Seguridad de Microsoft, "el progreso en las cuestiones de ciberseguridad no es real. No es suficiente".
 
Joseph S. Nye, el politólogo estadounidense que acuño la idea del soft power (poder blando), se mostró más optimista: "Deben existir normas, pero necesitamos un tiempo para desarrollarlas. Los problemas de ciberseguridad empezaron en los 90, así que es una cuestión relativamente nueva. Estamos progresando, pero aún somos jóvenes y necesitamos tiempo". Mientras el tiempo corre, la próxima conferencia, será en México en 2017, una segunda oportunidad para darle más oportunidades a un Internet para todos.

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