COMPLICADÍSIMO ESCENARIO SI NO HAY UNIDAD

Increíble pero en 2015, la oposición busca un 'cisne negro'

Es ridículo que con una estanflación terrible, un deterioro del empleo, un desequilibrio fiscal, en default financiero externo selectivo y casi sin reservas de libre disponibilidad en el Banco Central, el Frente para la Victoria amenace a la oposición con permanecer en el poder. Y es más grotesco aún que los opositores dependan de un 'cisne negro' para ganar los comicios 2015. Pero es la realidad acerca de la que escribe Claudio Chiaruttini en su editorial para su programa dominical. La teoría de los Eventos del Cisne Negro se refiere a un acontecimiento no previsto, quizá una casualidad: es una metáfora que encierra el concepto de que cuando un evento es una sorpresa (para el observador) y tiene un gran impacto, después del hecho, este evento sorpresivo es racionalizado por retrospección.

La teoría del Cisne Negro la desarrolló el investigador miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York, Nassim Nicholas Taleb, para explicar los eventos extraños que están fuera del ámbito de las expectativas normales de la historia, la ciencia, las finanzas y la tecnología. Se refiere sólo a los eventos inesperados de gran magnitud, atípicos, extremos, y su papel dominante en la historia. 
 
 
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Son tiempos de operaciones políticas, desgaste de candidatos y de maniobras de marketing político de creación de percepciones entre los dirigentes políticos y líderes territoriales para que se mantengan en el espacio, vuelvan al que estaban o pase a uno diferente. 
 
Sin embargo, pese a ello, cuando se acerca el momento para cerrar alianzas, 5 hechos aparecen claramente en el escenario político: 
 
1. Lejos está el kirchnerismo de ser una fuerza política agotada, dispersa y en retirada. No solo hacen un uso y abuso impecable, políticamente hablando, de la caja y del poder; sino también, tienen totalmente sometidos al peronismo y a los dirigentes peronistas claves. 
 
2. Cristina Fernández despejó el camino para la elección presidencial para Daniel Scioli como nadie hasta ahora. En unas paso atomizadas, quizás, el gobernador de Buenos Aires sumara más votos que sus competidores del Frente para la Victoria, pero se hubiese ubicado tercero, como ocurrió con Mariano Recalde en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 
 
3. La elección se perfila polarizada entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. Sergio Massa, cada semana, se aleja un poco más de ambos, pese a los esfuerzos que hace por mantenerse. Y son pocos los especialistas que consideran que esta situación puede ser rota por sí mismo (aunque el gobernador de Buenos Aires y el Jefe de Gobierno porteño pueden sufrir la aparición de un llamado 'cisne negro' en cualquier momento y cambiar todo). 
 
4. Si hoy fueran hoy las elecciones, el gobernador de Buenos Aires estaría muy cerca de ganar en 1ra. vuelta. En el fondo, la polarización termina por mejorar las condiciones electorales para Daniel Scioli, pese a que reduce la distancia con respecto al segundo. 
 
5. Está en manos de Sergio Massa romper la polarización, a favor de Mauricio Macri, con una alianza política o, en caso contrario, ser otra de las personas que permitirá a Daniel Scioli ser el futuro Presidente de la Nación. 
 
Es curioso, pero la maniobra política y comunicacional lanzada para vaciar al Frente Renovador desde adentro, en el fondo, ha convertido a Sergio Massa en el “Gran Elector” de las elecciones, dado que su caudal de voto, si se libera del peso de tener que seguir al ex intendente de Tigre, deberían enriquecer la colecta que realicen Mauricio Macri y Daniel Scioli, este último, en mucha menor cuantía, pero sufragios esenciales para acercarlo al mítico 40% en la primera vuelta. 
 
¿Cuál fue el error de Sergio Massa? Hubo muchos, como en todos los candidatos, pero hay 6 que son claves para entender el proceso que termina por arrebatarle 5 de los intendentes con más peso en la 1ra. Sección Electoral, justo la zona donde acumuló la mayor cantidad de votos en las exitosas elecciones del 2013. 
 
1. Su plan era sumar al Frente Renovador a los intendentes de las 70 ciudades más importantes de la Argentina. En Buenos Aires, no llegó a 30 y, en el interior, no llegó a una docena. 
 
2. Saltó de la estrategia de alianza de intendentes contra Gobernadores a tejer un excelente acuerdo con Gerardo Morales que le acercó 6 precandidatos a Gobernador con grandes chances de imponerse en las elecciones. Pero nunca llegó a convencer al resto el radicalismo. 
 
3. Fue derrotado por las operaciones políticas del PRO en la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical que se reunió en Gualeguaychú; pero, lo peor, fue que nunca estructuró una maniobra comunicacional o política para revertir la decisión radical. Y, cuando llegó, fue tarde para evitar su impacto externo e interno. 
 
4. La búsqueda de un acuerdo con el Peronismo Federal fue tardío, lo descolocó con los radicales y no permitió hacer una alianza con figuras claves como Carlos Alberto Reutemann, que terminaron por cerrar con Mauricio Macri y criticando al ex Intendente de Tigre. 
 
5. Las relaciones humanas de Sergio Massa, como líder de un proyecto político de envergadura, dejaron mucho que desear. Eso atentó contra el acuerdo con Carlos Alberto Reutemann, retrasó las charlas con José Manuel de la Sota y puso en peligro apoyos como los de Jorge Busti. A eso hay que sumarle el “entorno” de la familia Galmarini, que ha sido llamada “los Yoma de Massa”, con toda crueldad. 
 
6. Mucha de la imagen, posicionamiento, despliegue y apoyos a Sergio Massa se lograron a fuerza de encuestas. Hoy, gran parte de su desmoronamiento como proyecto político, está relacionado con el resultado de encuestas que lo muestran fuera de la polarización de los votantes. 
 
Pero estas observaciones no deben dar por muerto a Sergio Massa como presidenciable. Sin embargo, las encuestas confirman que su proyecto a pedido fuerza, que no atrae votantes y que no aparece como competitiva ante Mauricio Macri, el otro candidato con el cual comparte la misma franja de votantes (salvo una minoría, que se considera peronistas “puros”). 
 
Mauricio Macri, además del bochorno en la cancha de Boca Juniors, debe enfrentar dos elecciones complejas: ganar en Santa Fe y retener la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Algunas encuestas dicen que Miguel del Sel no está cerca del triunfo y el crecimiento de Martín Lousteau preocupa a la cúpula del PRO. En Santa Fe se han puesto muchas expectativas del macrismo y una derrota no beneficiaría al Jefe de Gobierno porteño, como tampoco un triunfo muy estrecho sobre ECO en la Ciudad. 
 
Quizás fue riesgoso colocar demasiadas expectativas en Miguel del Sel y en Horacio Rodríguez Larreta, pero los liderazgos políticos implican tomar decisiones complejas donde el premio es grandes y, el castigo, es aún más grande. Y, en ese sentido, Mauricio Macri y sus estrategas decidieron tomar ambos riesgos. Y, en su momento, pasarán a “cobrar” o “pagar”. 
 
Mauricio Macri sabe que necesita a Sergio Massa para ganar en Buenos Aires. Sergio Massa pierde mucho si sale tercero en la Primera Vuelta. El Jefe de Gobierno porteño sabe que una alianza con el ex intendente de Tigre es clave en su proyecto político personal, en tanto que el titular del Frente Renovador no le interesa un pacto con su par del PRO. 
 
Sin duda, es una decisión difícil para ambos, donde uno quiere pagar poco y, el otro, no le interesa ni cobrar algo. Sin embargo, ambos pueden perder en una mala negociación, dado que pueden ser culpados de abrirle la puerta al kirchnerismo (o pseudokirchnerismo) a un nuevo ciclo de Gobierno, porque para los votantes opositores, Daniel Scioli es la continuidad soft del Gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. 
 
¿Es posible una alianza entre Mauricio Macri, Sergio Massa, Ernesto Sanz, Elisa Carrió, Gerardo Morales, Julio Cleto Cobos, José Manuel de la Sota y Luis Juez? Parece imposible. Es una ilusión que buscan muchos votantes. Pero habrá algunos que la acepten y, otros, que no. Sin embargo, el mix de pactos provinciales y nacionales podría dar una conformación que no sea “piantavotos”. Pero es difícil que los egos cedan posiciones. 
 
Daniel Scioli avanza en la carrera presidencial sin tropiezos. Sergio Massa y Mauricio Macri tienen mucho que definir y, de sus decisiones, los argentinos, de ganar o perder. Lo que viene es una negociación compleja que definirá quién será el futuro Presidente de la Nación.

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