ANÁLISIS

Tres puntos clave que indican que Scioli corre los riesgos de Larreta

Los 3 puntos que dejaron al borde de un cambio de mando a la Ciudad de Buenos Aires y que llegaron, para la mayoría, de manera sorpresiva, acapararon hoy la tapa de la mayoría de los diarios porteños. Los análisis que se hicieron respecto a aquel resultado no dejaron, sin duda, bien parado a ningun candidato, ni siquiera a los presidenciables que festejaron.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Quedó definido ayer que el candidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, será el próximo jefe de Gobierno porteño tras ganarle en el balotaje a su contrincante de ECO, Martín Lousteau. 
 
Sin embargo, el pequeño margen que le dio el triunfo (51,6% a 48,4%) fue la gran sorpresa y protagonista de la mayor parte de los análisis que hicieron hoy de aquel resultado los principales matutinos porteños.
 
'Clarín' no oculta su "sorpresa" al consignar que "el PRO ganó la Ciudad por sólo 3 puntos". Al mismo tiempo, edita que, pese a que las encuestas "daban una amplia ventaja", advierte que "fue masivo el traspaso" de votos kirchneristas al candidato de ECO, Martín Lousteau. El matutino eleva la palabra de Scioli.
 
"Bienvenidos al desconcierto", inicia su nota Santiago Fioriti titulada "Macri cambió el discurso: es menos anti K. Al año en el que políticamente todo podía y puede pasar pero que, aun así, transita de modo tan frenético, con tantas piruetas discursivas, que a veces no es posible creer en todo lo que se ve. Ya se ha dicho que Cristina dejó de agitar su dedo acusador desde el púlpito y que otra vez modera sus palabras para ser, o tratar de ser, la dirigente en la que confió más de la mitad del país en 2011. Se ha dicho también que Daniel Scioli no podía aspirar a ser el heredero y que hoy ya no solo lo es sino que el mundo naranja ha terminado siendo un altar ante el que se inclinan conservadores, piqueteros y progresistas que procuran retener el poder.
 
Mauricio Macri también jugará una carta inesperada para los próximos veinte días. Se venía insinuando, pero anoche se blanqueó ante las cámaras: el jefe de Gobierno dejará de privilegiar su rol antikirchnerista, como lo ha hecho en los últimos doce años. Las últimas encuestas y el análisis que le hicieron sus estrategas revelan que la Presidenta se irá con un nivel de imagen más alto que el que pronosticaban hasta no hace tanto. Los dardos a Cristina podrían transformarse en un pérdida de tiempo. Los cuestionamientos serán hacia el Gobierno o hacia Scioli, que no vendría a representar exactamente lo mismo. Raro. Pero en eso trabajan en el PRO: en los matices que separan las palabras del eslogan “continuidad o cambio” que ellos construyeron.
 
(...) “Tenemos que abandonar el extremo. Vamos a transmitir que respetaremos las cosas que la gente valora de este Gobierno. Debemos ir por un camino del medio”, decía ayer uno de los asesores más cercanos a Macri.
 
¿Pero eso lo decía Massa? –preguntó Clarín– La fuente contestó: “Sí, pero Massa ya no está en el escenario (...). Las cifras macristas revelarían que hay cerca de un 20 % de la población que aún no decidió su voto y que no quiere un cambio profundo.
 
(...)"
 
En otra nota titulada "La pena ajena que puede ser la propia", Leonardo Mindez, editor de Clarín, explicá por qué "Daniel Scioli puede ser el próximo Larreta":
 
"Fuera de carrera desde el 5 de julio, en una actitud bien argentina, el kirchnerismo sacaba pecho anoche de la “desgracia” ajena. Se entiende: su archirrival para la elección nacional, Mauricio Macri, sufrió más de la cuenta para que su fuerza revalide títulos en su territorio base. La elección cómoda que el macrismo había soñado como catapulta hacia las primarias nacionales, se convirtió en un ciénaga impensada que abre un interrogante sobre la fortaleza de Macri como contendiente.
 
Scioli no demoró en sacar la cuenta más provechosa. Sumó los votos en blanco a los de Martín Lousteau y aseguró que “la mayoría de los porteños votó por un cambio”. Entre sus colaboradores, auguraban que el resultado de anoche abriría nuevas dudas entre los votantes opositores sobre el mejor candidato para enfrentar al kirchnerismo. Y de ahí, entremezclado con sus propios deseos, auguraban el fin de la polarización con el PRO y un nuevo crecimiento de Sergio Massa. Así, volvería al escenario más deseado por los K: la división del voto opositor que facilitaría el triunfo de Scioli en primera vuelta.
 
Pero hay otra lectura posible de lo ocurrido anoche que no es agradable para la Casa Rosada. Es la que indica que, para los oficialismos, el piso de votos se asemeja demasiado a su techo. Larreta llegó a un 45 % en la primera vuelta y se le hizo cuesta arriba sumar apenas 5 puntos más para imponerse en el balotaje, cuando toda la oposición se juntó en su contra.
 
Todas las encuestas aseguran que Scioli tiene 35 puntos o algo más asegurados para la Presidencia. Pero en su comando de campaña admiten que lo más difícil es crecer desde ahí los cinco o diez puntos que necesita para definir la elección en primera vuelta el 25 de octubre. Ni que hablar si hay balotaje. Allí Scioli se convertiría en Larreta: solo, contra todos".
 
'La Nación' abre su edición con un análisis similar al de 'Clarín' y fija que "Larreta venció a Lousteau por sólo tres puntos" y que "sucederá a Macri" durante los siguientes cuatro años en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El diario sábana ve un balotaje "mucho más ajustado que lo previsto" en donde el candidato del PRO subió 6 puntos respecto de la general y el de ECO creció casi 23. El matutino consigna un "empañado" relanzamiento presidencial de Macri.
 
Así, Carlos Pagni, en su nota "Macri, obligado a revisar su estrategia", analizó: "quiere decir que uno de los candidatos más competitivos a la Presidencia se asomó al abismo de la derrota en su propio reino. Un desenlace que anoche se festejó en La Plata, en Santa Cruz y, con un tono de autosugestión, también en Tigre. Macri debe revisar su estrategia.
 
(...) Sobre la insegura plataforma de anoche Macri debe relanzar su candidatura, afectada por la presunción de que el peronismo, con Daniel Scioli a la cabeza, tiene el trofeo casi asegurado. Un espejismo tan evanescente como el que hace unos meses daba al propio Macri como indiscutible ganador. O como el que prometía hasta ayer una marcha triunfal de Larreta.
 
El primer reto de Macri es ajustar su relación con la UCR. (...)
 
Macri deberá ahora aliviar las tensiones que afectan a su propia corriente. La ensoñación de una oferta "Pro puro", aconsejada por Durán Barba, es incompatible con la formación de una coalición. Una campaña vacía de definiciones, apostando sólo al candidato y su "círculo amarillo", tampoco hace juego con la necesidad de representar sectores sociales y tradiciones conceptuales muy diversas.
 
El dilema de Macri no es reductible a una opción entre el marketing post o antipolítico, y una partidocracia anquilosada. El ciclo histórico en que le toca actuar, signado por el tenaz y profundo vacío de representación de los sectores no peronistas, lo obliga a encarar una reconstrucción de la política a través de la política.
 
El acuerdo alcanzado con la UCR y la Coalición Cívica es la materia prima, insuficiente pero indispensable, de esa operación. ¿Está en condiciones Macri de liderar ese proceso? ¿Podrá convocar detrás de sí a sectores que no pertenecen a su fuerza? Son incógnitas decisivas para la polarización electoral que él pretende promover (...)
 
(...) Por otra parte, si Macri no identifica su pretensión de ser "el cambio" con algunos contenidos, corre el riesgo de que sus competidores agiten en el electorado el miedo a lo desconocido. Es lo que hace Scioli cada vez que dice: "Qué sé yo qué querrán cambiar...". Macri debe superar un peligro grave para cualquier político: que su identidad sea definida por sus rivales.
 
(...)".
 
En el otro extremo, el diario 'Página/12', afirma también que en un balotaje "muy ajustado", Rodríguez Larreta se convirtió en el nuevo jefe de Gobierno porteño tras ganarle "por un pelito" a Martín Lousteau. 
 
Con la imagen de la cabeza calva de Larreta ilustraron la tapa del diario agregando "un pelito" por sobre la misma. Allí realzan el protagonismo del voto en blanco y advierten que el candidato de ECO "ganó en nueve de las quince comunas".
 
"La sorpresa robó cámara", titula su nota de opinión, Mario Wainfeld, donde sostiene que se produjo "una diferencia mucho más estrecha que las que presuponían las encuestas, el resultado de la primera vuelta y los márgenes conseguidos por Mauricio Macri en los ballottages de 2007 y 2011".
 
Dentro del texto incluye también un "reto" al FPV: 
 
"(...)Uno de los hechos más contundentes de la jornada es que PRO apenas creció desde dos semanas atrás en número real de votos (...).
 
Casi puede decirse que el buen desempeño en la primera vuelta edificó antes un techo que un piso del delfín de “Mauricio”.
 
No se repitió la costumbre PRO de imponerse en todas las comunas (...), el opositor lo batió en nueve de las quince.
 
(...)
Imposible corroborar científicamente qué sucedió. Es diáfano que hubo una traslación masiva de sufragios. “La gente” se empecina en implicarse e influir cómo y dónde puede... intuye uno.
 
En simetría con esta lectura, el número de votos en blanco no ascendió taaanto dadas las contingencias y la convocatoria de partidos y referentes a ejercitarlos.
 
La proyección nacional de las elecciones provinciales es una tentación en la que debe caerse de modo moderado. La CABA, como la mayoría de los territorios que ya se pronunció, revalidó a su Ejecutivo. Fue del modo más apretado que recuerde el PRO.
 
(...) De cualquier modo el macrismo no tiene por qué quejarse de los porteños que lo relegitimaron en las PASO y las generales.
 
Su desdicha fatigó otras comarcas: Santa Fe y Córdoba son las más conspicuas. (...)
 
El líder de PRO recalculó, enfilando por la “ancha avenida del medio” de la que suele hablar el tercero en discordia, el diputado Sergio Massa. El Frente Renovador que nada pudo celebrar en la ronda de votaciones locales ayer seguramente pasó un buen momento viendo el score final.
 
En el FpV también cundió el buen humor aunque sus dirigentes porteños deberían preguntarse si no es hora de pelear mejor ese territorio esquivo. Procurar ser o hacer “mejor” piensa el cronista en muchos órdenes de la vida empieza por ser o hacer “distinto”. En este caso, distinto de una acción política espasmódica con candidatos que no caminan la ciudad día tras día durante cuatro años. La CABA es una rara avis institucional y fáctica, con derechos de provincia (no todos) y características de ciudad. “El territorio” existe todos los días, su población también, tanto como sus necesidades, problemas, organizaciones, dolores y fiestas. 
 
(...)".
 
Luis Bruschtein, en la nota "Los tres puntos del destino", fue mucho más rudo con el macrismo: "Si hubiera ganado Martín Lousteau, se habría convertido en el nuevo jefe de Gobierno de la Ciudad y habría terminado con la carrera de Mauricio Macri. Solamente tres puntos salvaron de la catástrofe al aspirante presidencial por el centroderecha. La diferencia entre seguir en carrera y despedirse de la política fueron apenas unos pocos votos".
 
'Tiempo Argentino' titula "Susto para Macri: ajustadísimo triunfo de Larreta en la Ciudad". Según el matutino, el macrismo "perdió en 9 de las 15 comunas" y, además, subraya el "insólito discurso" del líder del PRO, quién "recurrió a la agenda política" del FpV.
 
Además, en un corto análisis que Analía del Franco tituló "Deterioro sucesivo del PRO", se leyó: "No soy muy adepta a pensar que en las elecciones locales condicionan mucho las nacionales, pero en esta situación el PRO ha sufrido un deterioro sucesivo: fue muy reñido el resultado en las PASO;  hubo 20 puntos de diferencia en la general, que ayer Horacio Rodríguez Larreta no logró mantener y obtuvo 51 puntos pero con menos gente que lo votó que hace 15 días. No son condicionantes a las nacionales, pero ha sido una imagen de deterioro sucesivo en su propio enclave, donde el PRO nació como partido local. Este resultado lo condiciona a Mauricio Macri; es un golpe fuerte al interior del PRO, porque baja el exitismo y no puede polarizar un voto antikirchnerista.
 
(...)hubo un posicionamiento fuerte anti Macri. Esto marca que los votos no son más cautivos, no son de nadie y sobre todo en el electorado porteño, donde el 80% dice no pertenecer a un partido político. 
 
Con este resultado, también se cae el mito del voto transversal a Macri, que ya no es tanto y quedó sostenido por la columna norte de la ciudad, desde Núñez hasta Recoleta".
 
'El Cronista' titula "Larreta le ganó por poco a Lousteau y Macri cambia su eje de campaña". El financiero subraya que Macri festejó "pero destacó la AUH y dijo que no privatizará YPF ni Aerolíneas". Además, agrega que Scioli "se apuró" a felicitar a Lousteau y "buscó rédito con críticas al macrismo".
 
El diario también apunta a las encuestadoras y advierte que "ninguno se acercó al resultado final".
 
Rosendo Fraga escribe para el diario: "Las elecciones se ganan por un voto y por ello, sin duda el PRO ha ganado la segunda vuelta de la elección de Jefe de Gobierno porteño. Pero las expectativas determinan los efectos del resultado. Se esperaba que el macrismo ganara por 10 puntos. Incluso sus bocas de urna, daban ese resultado. Frente a esta expectativa, el triunfo por 3 puntos, implica retener el gobierno porteño, pero no favorece a Macri en sus aspiraciones de llegar a la Presidencia.
 
(...)Pero el triunfo del PRO por sólo 3 puntos, hace que tanto Scioli como Massa, los competidores de Macri en las presidenciales, sienten que han obtenido un triunfo.
 
(...)
Si la Ciudad de Buenos Aires hubiese tenido el mismo sistema que el país, Rodríguez Larreta hubiera ganado en la primera vuelta el 5 de julio, ya que obtuvo más del 45% de los votos. (La Constitución Nacional exige 45% para ganar en la primera vuelta o 40% y diez puntos de ventaja sobre el segundo). (...)
 
Pero el triunfo del PRO porteño, confirma algo que vienen anticipando las últimas elecciones presidenciales en América del Sur y las elecciones adelantadas que han tenido lugar en el país este año: quien está en el poder corre con ventaja para ganar y más si la oposición está dividida.
 
De las diez elecciones anticipadas que se han realizado, el oficialismo local se ha impuesto en nueve, –incluyendo Tierra del Fuego, donde un aliado del gobierno fue sustituido por el FPV–, y sólo perdió en Mendoza, frente a una coalición que reunió a la casi totalidad de las fuerzas opositoras.
 
El 19 de julio, el PRO se vio beneficiado de ser el oficialismo local, pero en la elección presidencial será a la inversa.
 
El caso de Lousteau, es un ejemplo de cómo en política, a veces se puede ganar perdiendo. Aunque ha sido derrotado, el porcentaje obtenido lo ubica como segunda fuerza electoral porteña, habiendo reducido sustancialmente la diferencia en su contra que existió en la primera vuelta, a alguien que lleva apenas dos años actuando en la política porteña.
 
Para Macri, el triunfo era la condición necesaria, pero no suficiente para su éxito en la elección presidencial.(...)
 
El triunfo tan ajustado, no genera certeza de ganar. Se trata de la última elección de distrito adelantada antes de las PASO nacionales del 9 de agosto y desde esta perspectiva, no llega con el mejor resultado, aunque haya ganado".
 
Por último, 'Ambito Financiero' habla del "ajustado margen" que separa a Rodríguez Larreta de Martín Lousteau. 
 
El diario asegura que este resultado "golpea directamente" a la campaña presidencial de Mauricio Macri. Según edita, el resultado es "clave" para las PASO de agosto.
 
Es Pablo Ibáñez quien inicia la nota con ese resultado: "Los sobrios tres puntos con que Horacio Rodríguez Larreta venció a Martín Lousteau en el balotaje porteño clausuran, con un inesperado mal trago para Mauricio Macri, el raid de elecciones locales y prolongan, aunque su efecto suele ser sólo anímico, un intenso sprint de veinte días de campaña hasta las primarias del 9 de agosto."

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