EL NUEVO PROYECTO Y LA ADVERTENCIA A SCIOLI

La ANSES, los benditos '90 y una Cristina que quiere permanecer viva

La presidenta Cristina Fernández anunció ayer el envío al Congreso de un proyecto por el cual quedará prohibida la venta de las participaciones accionarias del Estado nacional en las empresas de servicios públicos y energéticas que tienen acciones que son propiedad de la Anses, a menos que se acuerde por medio de una autorización expresa de las dos terceras partes del Congreso. Durante el mismo acto justificó que con el proyecto de ley se busca que "ya nadie pueda vender lo que pertenece a los argentinos con una sola firma, como ya tuvimos malas experiencias" en directa alusión a las privatizaciones de empresas públicas durante la década del ?90". Ocurre que en la Rosada, suponen que la oposición o parte de ella se negará a convalidar la propuesta, y sueñan con volver a colocar a Cambiemos en los '90. Así, en los próximos días, volverá el debate: 'corporaciones' frente al 'proyecto nacional o popular', y la fuerte necesidad de mostrar que Cristina Fernández y su proyecto siguen vigentes. Llegó incluso la advertencia para Scioli, quien pese a las diferencias parece no tener más opción que continuar en la línea que ella trazó o "¿quedar en la historia como el traidor de un pueblo?".

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Cristina Fernández dejará un nuevo corset a quien la suceda en el poder a partir del 10 de diciembre. Ayer, por cadena nacional, anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso nacional para disponer que las acciones que la Anses tiene en 45 empresas privadas líderes (participación societaria que el organismo previsional heredó de las AFJP cuando éstas fueron estatizada en 2008) no podrán ser vendidas sin el consentimiento de dos tercios de la Cámara Baja y del Senado.
 
Requisito éste que se exige sólo para aprobar la necesidad de una reforma constitucional o para enjuiciar y destituir al presidente, al vice, ministros o jueces de la Corte Suprema. 
 
El mismo proyecto establece la creación de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en Empresas (ANPE), que tendrá como finalidad el control del manejo de las acciones del Estado en firmas del sector privado. A su vez, la Presidenta también informó la remisión de una iniciativa para declarar de “Interés Público” a las participaciones accionarias en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) que administra la Anses.
 
“Queremos conformar una agencia para definir cómo se administran estas acciones porque tienen un valor estratégico muy importante”, subrayó. 
 
La agencia estará presidida por el Director de la Anses, Diego Bossio, y su Directorio lo conformarán dos miembros del Poder Ejecutivo y dos del Poder Legislativo (uno por la primera minoría y otro por la segunda). También se conformará una Comisión Bicameral permanente integrada por ocho senadores y ocho diputados. 
 
La Jefa de Estado sostuvo que “según los valores de mercado los activos totales en acciones en poder del Estado es de 548 mil millones de pesos, o unos 55 mil millones de dólares”. 
 
De este modo, antes de dejar el poder, Cristina refuerza elementos clave de dos leyes que ella impulsó. Tal como recuerda el diarios 'Los Andes', la condición sine qua non de que sólo se podrán vender acciones del Estado nacional en empresas privadas (sociedades anónimas) sin el aval de dos tercios de las dos cámaras del Congreso fue introducida por primera vez en mayo de 2012, cuando se debatió y aprobó la reestatización de YPF y la expropiación de las acciones que entonces tenía Repsol (el 51%). 
 
A fin de 2012, el Congreso aprobó otra iniciativa de la Casa Rosada que también puede leerse como un antecedente del anuncio que ayer realizó la Presidenta. Se trata de la ley que reformó el Mercado de Capitales, la cual le dio mayores facultades de control a la Comisión Nacional de Valores (CNV) sobre las empresas que cotizan en bolsa, entre ellas algunas de las más importantes en las que la Anses tiene acciones.
 
Desde hace dos años y medio, pende sobre la cabeza de los dueños de estas firmas líderes la posibilidad de que la CNV decida, a pedido de la Anses -socio minoritario- medidas severas como la designación de veedores con poder de veto de resoluciones o la intervención de la empresa por 180 días. 
 
Ayer, la Presidenta leyó una por una el nombre de las empresas en las que la Anses tiene participación y se dirigió varias veces a la audiencia señalándole que “ustedes, los trabajadores y los jubilados” son los dueños de las mismas. Entre las empresas que destacó están los bancos Macro (31% de las acciones en manos de la Anses), el Grupo Banco Galicia (20%), Patagonia, BVVA Banco Francés y el Banco Hipotecario (64% es del Estado pero el control es de los privados).
 
Además, nombró las empresas siderúrgicas Aluar (9%), Tenaris y Siderar (26%); las compañías de energía Petrobrás (11%), Distribuidora de Gas Cuyana, Edenor, Metrogas, Gas Natural BAN o Transportadora Gas del Sur. A ellas se suman Telecom; emprendedores inmobiliarios como el Grupo IRSA y Nordelta (25%); el shopping Alto Palermo; las empresas alimenticias Molinos Río de la Plata y San Miguel (principal exportadora de limones, allí la Anses tiene el 27%); la firma que maneja los subtes porteños, Metrovía; el frigorífico Quickfood o el Grupo Clarín (donde la Anses tiene el 9% de las acciones).
 
Ciertamente, con esta iniciativa busca condicionar a un futuro gobierno, luego de que deje el poder en diciembre. Esto es, cualquiera que llegue a la Presidencia no pueda enajenar las acciones o devolverlas a las empresas originales.
 
Fuentes cercanas al Gobierno coinciden en que el proyecto de ley tiene visos electorales. Según explica el diario 'La Nación', habría sido iniciativa del ministro Axel Kicillof, para contrarrestar una idea que trascendió desde las usinas de Pro, de vender parte de las acciones en cartera del FGS de la Anses a cambio de financiamiento.
 
"Muchos estaban prometiendo ventas de acciones a cambio de financiación", reconoce una fuente que conoce de cerca el funcionamiento de la Anses. "Ahora eso será imposible. Vender una acción va a costar tanto como reformar la Constitución", explicó.
 
Cuando Cristina enumeró las empresas con acciones en manos de la Anses, como Techint, Banco Macro y Clarín, en un discurso cargado de ironías, les dijo a sus funcionarios y sus militantes "pónganse contentos que son dueños de Clarín".
 
Según se estima, en la Casa Rosada suponen que la oposición o parte de ella se negará a convalidar la propuesta. Así sueñan con volver a colocar a Cambiemos en los '90 instalando en los próximos días el debate: "corporaciones" frente al "proyecto nacional o popular".
 
Pero no todos los palos fueron para la oposición. Al propio Daniel Scioli, Cristina le dejó un claro mensaje, una suerte de advertencia. ¿Amenaza? Para la Presidenta, de sucederla, el gobernador no tiene más opción que continuar en la línea que ella trazó. "¿Alguien quiere quedar en la historia como el traidor de un pueblo?", dijo durante la cadena nacional número 32.
 
'Página/12' recortó las palabras para los desmemoriados: "'Estoy convencida de que el candidato a presidente y vice van a seguir y continuar con estas políticas porque han participado de ellas y porque hay un pueblo que no está dispuesto a dar un paso marcha atrás y ellos también quieren formar parte de esta gloriosa historia', dijo CFK en uno de los patios. Por primera vez, Daniel Scioli fue testigo de esa ceremonia, junto a funcionarios del gobierno nacional, y fue bendecido por la concurrencia militante con un aplauso.
 
'¿Ustedes creen que alguien quiere quedar en la historia como la persona que traicionó los ideales del pueblo y las políticas de las que formó parte y tanto nos costó llevar adelante?', agregó la mandataria ante los militantes que se congregaron a escucharla en los patios de la Rosada, instándolos a dar su voto al gobernador bonaerense pero, a la vez, marcando el camino que debería seguir en un eventual gobierno suyo, en caso de ganar las elecciones presidenciales.
 
Es el respaldo más explícito que brindó hasta ahora CFK a su candidato, desalentando cualquier equivalencia entre Scioli y el principal rival del kirchnerismo en los comicios, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. 'No tiene que ver con tal o cual candidato sino con qué proyecto político de país llevamos adelante', dijo la Presidenta, que además les pidió a sus seguidores que 'no hagan comparaciones' entre ella y el hombre designado para sucederla. 'Somos distintos, pero las ideas y el proyecto seguirán adelante', advirtió".
 

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