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China reproduce la "silk road" en Latinoamérica

Los megaproyectos viales de China en Latinoamérica buscan reproducir en Latinoamérica la antigua "ruta de la seda" (silk road) que atravesara en el pasado Asia y Europa. Así, el proyecto ferroviario bioceánico que cruzará Brasil y Perú, uniendo el océano Atlántico con el Pacífico, sigue avanzando a caballo de 35 acuerdios bilaterales entre Pekín y el gobierno de Dilma Rousseff, con una inversión prevista en los 53.000 millones de dólares.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La antigua Ruta de la Seda (Silk Road), pionera del comercio chino, parece haberse convertido en una inspiración para el Gobierno de Pekín no solo por las posibilidades de intercambio con Europa, Asia y África, sino también para extender sus lazos con el mundo y llegar, gracias al tren, a América del Sur. Los principales intereses del Gobierno chino para impulsar la construcción de un ferrocarril transoceánico entre Brasil y Perú son acelerar el intercambio comercial y aumentar su actividad en la región.
 
Cuando en mayo pasado la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el primer ministro chino, Li Keqiang, firmaron 35 acuerdos bilaterales por 53.000 millones de dólares y anunciaron el lanzamiento del megaproyecto ferroviario, las dudas sobre su materialización comenzaron a desaparecer.
 
La influencia de Pekín es cada vez más fuerte en la región y sus inversiones aumentan miles de millones de dólares en cada año. Tanto es así que, según detalla el portal Público, en la última década los intercambios comerciales entre el país asiático y Latinoamérica se multiplicaron por 22, a lo que se suma que, en enero último, el presidente Xi Jinping se comprometió a invertir 250.000 millones de dólares en diez años.
 
El planeado ferrocarril tendrá un recorrido de más de 5.000 kilómetros, atravesará el Amazonas y los Andes —donde transitará a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar— y demandará un presupuesto de 50.000 millones de dólares. El análisis de su viabilidad deberá estar completo en mayo del año próximo.
 
En un comienzo, el trazado del tren solo incluía a Brasil y a Perú, pero su paso por Bolivia supondría reducir unos cuantos kilómetros de trayecto y de combustible. De concretarse, según el portal El Espectador, este país sería uno de los más beneficiados debido a la posibilidad de traslado de sus reservas de minerales, como hierro, litio y magnesio, cuyo mayor comprador es justamente China.
 
El proyecto representa una vía alternativa para los mercados
 
Tras firmarse el acuerdo, en mayo último, entre Rousseff y Li, la mandataria brasileña declaró: "Será un nuevo camino rumbo a Asia que se abrirá desde Brasil, llevará primero a Perú y después, a China", publicó el portal El Comercio.
 
De esta manera, la Ruta de la Seda transoceánica disminuirá los tiempos de los intercambios comerciales, ya que evitará que las materias primas sudamericanas, principal producto de interés para China, deban llegar hasta el canal de Panamá, desde donde aún les restan 30 días de navegación para arribar al puerto de Tianjin, en el sur de Pekín.
 
Este megaproyecto se complementa con la iniciativa de construir en Nicaragua un canal interoceánico que elimine el monopolio del canal de Panamá. La obra estará a cargo del multimillonario de Hong Kong Wang Jing, quien firmó un contrato por 40.000 millones de dólares que otorga a China la concesión de 50 años para su construcción y 50 más para su explotación.
 
Así, los vínculos comerciales entre el Gobierno chino y América Latina buscan afianzarse y refrendan los US$ 102.000 millones que otorgó en préstamos a la región entre 2005 y 2013. Estas cifras llevan a Pekín a aspirar a ser, en menos de una década, el mayor socio mundial de la región, por encima de Estados Unidos. 
 
Al conocerse la iniciativa, el profesor de la Universidad de Boston y estudioso de los vínculos entre China y América Latina, Kevin Gallagher, declaró, según BBC Mundo, que este tren "sería un trofeo y una pieza clave de toda la relación", aunque advirtió que "debe hacerse bien o se puede volver una pesadilla".
 
Trenes chinos
 
El último tren de unidad eléctrica múltiple (UEM), un tipo de tren interurbano de alta velocidad, puesto en servicio para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de Brasil, salió el miércoles de la línea de producción de la Corporación de Vehículos Ferroviarios de Changchun. Hasta ahora, la firma china ha entregado un total de 100 UEM al país sudamericano.
 
Después de entrar en funcionamiento, los trenes UEM recorrerán las cinco líneas ferroviarias principales de Río de Janeiro, entre las que se incluyen el Estadio Maracaná, la sede de la inauguración del solemne evento deportivo.
 
Un tren UEM cuenta con cuatro vagones y puede alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora. Su diseño adopta los estándares internacionales más avanzados. Los ingenieros chinos fortalecieron los cuerpos del tren para permitirles que aguanten una carga de 363 toneladas, 2,5 veces más que los modelos europeos. Además, estos vehículos disponen de un sistema de aire acondicionado avanzado para soportar el calor brasileño.
 
"Esta norma equivale a que un impacto frontal de un camión de 80 toneladas a una velocidad de 36 kilómetros por hora, no deforma ni daña al cuerpo del tren, garantizando plenamente la seguridad de las personas dentro del vagón", indicó Zhao Yao, director del proyecto Río de Janeiro de la empresa china.
 
En 2009, la Corporación de Vehículos Ferroviarios de Changchun firmó un contrato con Brasil por 30 UEM, que empezaron a funcionar en Río de Janeiro el 20 de marzo de 2012. Por su funcionamiento estable y la alta comodidad, han ido ganando muchos clientes. En 2012 y 2014, el gobierno brasileño reservó 70 más, aumentando la cooperación con la empresa china.
 
''Los trenes UEM, fabricados por la Corporación de Vehículos Ferroviarios de Changchun tienen un funcionamiento excelente. No sólo ofrecen a los ciudadanos cariocas una oportunidad de experimentar la alta calidad de los productos ''Hechos en China'', sino que también sirven como una puente para los intercambios culturales entre los dos países", apuntó un dirigente de la compañía de la logística de transporte de Río de Janeiro en la ceremonia de entrega de ayer.
 
"Esperamos que más ciudades brasileñas puedan disfrutar de los servicios del ferrocarril de primera clase de China", añadió. 

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