DURA DERROTA DE BRASIL

Lula de paseo K mientras S&P le quitaba el 'investment grade' a Dilma

La agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's le retiró este miércoles el preciado grado de inversión a Brasil, al cortar el rating del país de "BB+" a "BBB-", después de que el gobierno brasileño admitiera el deterioro del panorama fiscal para 2016 con una proyección de déficit de más de US$8.000 millones. S&P dio señales de que puede poner a la deuda brasileña aún más adentro del terreno especulativo al mantener la perspectiva negativa para la nota del país. La decisión de la agencia es un gran revés para el gobierno, que enfrenta una crisis económica y política y venía buscando los medios para mantenerse entre los países reconocidos como buenos pagadores por las agencias de clasificación de riesgo.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Para el mercado, la rebaja en la calificación de Brasil era dada por sentado y, por tanto, ya tenía su precio determinado —es decir, los agentes económicos contabilizaban parte de ese coste las decisiones o la previsión de tasas futuras—. Sin embargo, el proceso parece haberse acelerado con la presentación del primer presupuesto con déficit desde que Brasil alcanzó la estabilidad monetaria y los desencuentros públicos entre miembros del equipo económico sobre qué hacer con el agujero fiscal.
 
Horas antes de que se conociera la baja en la calificación, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, dijo a a la revista IstoÉDinheiro: "Si perdemos el grado de inversiones, vamos a tener que juntar los pedacitos para recomponernos. [La recuperación] va a ser mucho más dificil".
 
Luego, a menos de 6 semanas tras la última revisión de la calificación de Brasil, S&P, una de las firmas más prestigiosas del mercado de calificaciones de deuda, atribuyó la decisión a la propuesta presupuestaria para 2016, que anticipa un déficit de al menos 30.000 millones de reales (unos 7.000 millones de euros). Además, la agencia no ha descartado una rebaja adicional.
 
En julio, Standard & Poor's había mantenido el grado de inversión para la economia brasileña, pero mudó la perspectiva de "estable" a "negativa". La calificadora tenía la previsión de que Brasil tuviera una retracción de al menos 2% en la economía este año. Según la firma, las investigaciones de los casos de corrupción en los sectores público y privado fogonearon la incertidumbre política en el corto plazo.
 
S&P fue la primera de las tres principales agencias de clasificación de riesgo en conceder a Brasil el grado de inversión, en abril de 2008, durante el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Es ahora la primera en poner a Brasil de vuelta en grado especulativo.
 
En un comunicado, S&P dijo que los retos políticos de Brasil siguen creciendo, y pesan sobre la habilidad y capacidad del Gobierno de cumplir con el ajuste iniciado en el segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff. La agencia explicó que esa situación “podría suponer tres años seguidos de déficit primario y aumento continuado de la deuda si no surgen rentas posteriores o se adoptan medidas para recortar gastos”.
 
Rechazo a nuevas impuestos
 
El PMDB, partido de la coalición oficialista, sigue sumando voces contrarias a las intenciones del Ejecutivo de aumentar impuestos para cerrar la brecha fiscal. Este miércoles (9) el presidente do Senado, Renan Calheiros, dijo que su partido no está de acuerdo con que exista una "necesidad urgente" de elevar la carga tributaria aumentando impuestos.
 
La presidente Dilma Rousseff y su ministro de Hacienda han defendido el aumento de tributos como una forma de cerrar el déficit presupuestario proyectado para 2016, de unos 30.500 millones de reales (8.700 millones de dólares). La presidenta incluso avisó que el país tendría que tomar un "remedio amargo" para superar la crisis fiscal que se avecina.
 
"El aumento de impuestos es algo que más adelante puede ser discutido, pero hay un paso previo que es el corte de gastos, la eficiencia del gasto público, y es eso lo que hay que poner en primer lugar", dijo el presidente del Senado este miércoles en Brasilia.
 
Consultado sobre si la suba de tributos no sería útil para reforzar las finanzas de los estados que gobierna el PMDB, Calheiros dijo que los gobernadores están preocupados por la situación financiera y fiscal de los estados, y entienden que es prioritario reducir el déficit fiscal, pero que primero hay que hacer "los deberes de casa, que consisten en cortar gastos" y mejorar la calidad del gasto público.
 
Lula en Argentina
 
El jefe político de la presidente Dilma Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, se encontraba de visita en la Argentina proselitista a favor del candidato Daniel Scioli. No era el mejor escenario para Lula porque la Argentina se encuentra casi fuera del mundo, en especial del universo testeado por las calificadoras de riesgo.
 
En un acto conjunto con Lula, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner habló de “defender” los logros de los últimos 12 años “contra pequeños grupos de poder” que “se ve claramente en toda la región” que intentan “volver a instalar las políticas neoliberales que llevaron al fracaso, al hambre y a la desocupación”. 
 
Por eso, ella agregó, “uno debe hacerse fuerte” a través de “la fuerza de las ideas, la fuerza de las convicciones, la fortaleza que hay que tener para defender lo logrado” ante los intentos de restauración en todos los países de Sudamérica. La alternativa es la “integración de la región” siguiendo las líneas de “una etapa inédita en la historia de las relaciones entre Brasil y Argentina” inaugurada por da Silva y Néstor Kirchner. “Siempre nos habían tratado de enfrentar, no era casualidad, es que necesitaban a Argentina y a Brasil separados y divididos para subordinarnos”.
 
Ella destacó el espíritu de la Cumbre de Mar del Plata en la que Néstor Kirchner, junto a Lula, el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales resistieron el intento de los Estados Unidos de imponer un Area de Libre Comercio en todo el continente. “Le dijimos no al ALCA, pero le dijimos no a la subordinación y a la dependencia de nuestro país a cualquier otra soberanía que no sea la soberanía del pueblo, y pudimos construir una América del Sur distinta, con crecimiento e inclusión social, con millones de gentes incorporadas a la educación, a la salud”, recordó la Presidenta.

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