NEXT TO NORMAL & CASI NORMALES

Algo de Luz en Buenos Aires

Los elencos de Broadway y de Buenos Aires de la comedia musical Casi Normales se reunieron en el teatro Astral para hacer un recital con la música de la obra, una noticia importante para los amantes del gènero musical.

por GUSTAVO HIERRO
 
CIUDAD DE BUENOS AIRES (La Taquilla Teatro).  “Next to Normal & Casi Normales - El recital” fue una celebración que hizo vibrar de emoción a un público entusiasta, en su mayoría muy familiarizado con las excelentes canciones escritas por Brian Yorkey y compuestas por Tom Kitt, y cantadas con orquesta en vivo en castellano y en inglés.
 
La experiencia, que se repitió el viernes 11 y el sábado 12,  es una secuela directa de un recital de similares características que se produjo en marzo de 2013, cuando el elenco argentino fue recibido por el “cast” original en el Lincoln Center de Nueva York. En aquella oportunidad, del mismo modo en que acaba de ocurrir en la réplica porteña, ambos elencos ofrecieron una interpretación a dos idiomas del cancionero de la obra.
 
La historia –que trata sobre una madre con trastorno bipolar, el efecto de su enfermedad en su familia, el abuso de psicofármacos y los límites éticos de la psiquiatría moderna- estrenó en Broadway en abril de 2009 y permaneció en cartel hasta cumplir 700 funciones en 2011. En el año de su apertura recibió premios Tony en tres de las once categorías por las que fue nominada: Mejor banda sonora original, mejor orquestación (recibidos por Kitt y Yorkey) y mejor actriz protagónica, lauro que quedó en manos de Alice Ripley, una de los representantes del elenco original que participa de las galas en Buenos Aires. La obra también obtuvo un Pulitzer como Drama en 2010.
 
El camino que Casi Normales hizo en Buenos Aires fue aun más promisorio que en su país de origen: la obra tuvo seis temporadas con éxito arrasador entre 2012 y 2015.
 
Fue tal el acompañamiento del público a la versión argentina, que el propio Yorkey visitó nuestro país para ver con sus propios ojos los alcances del fenómeno Casi Normales en el Cono Sur. De aquel viaje, y gracias a la excelente relación que lograron cultivar el autor y los responsables argentinos de la obra, surgió la posterior invitación para participar de la gala en Nueva York.
 
Así lo explica Yorkey: “El éxito de Next To Normal nos ha hecho vivir muchísimas experiencias realmente únicas, pero hay una que quiero con el alma. Sucedió en el Lincoln Center, en el ciclo American Songbook, cuando el Original Cast de Next To Normal y el elenco de Casi Normales compartieron escenario. Fue una experiencia inolvidable, que ustedes van a vivir ahora en Buenos Aires.”
 
Aquel recital en los Estados Unidos recibió reseñas muy auspiciosas de la prensa norteamericana, que elogió la calidad artística del elenco argentino visitante. El entusiasmo fue total, y en parte la supervivencia de la obra en cartel por otros dos años en Buenos Aires se debió a la mística que creó aquel primer cónclave de elencos.
 
Pasados algunos meses desde la salida de cartel de Casi Normales –la última temporada terminó en marzo de este año-, parte del elenco porteño recibió en el escenario del Astral a algunos representantes de la puesta original, quienes, como ya aclaramos, no interpretan la obra desde su salida de cartel, en enero de 2011.
 
Claro que esto no significó una limitación para artistas experimentados como la ya mencionada Ripley (The Rocky Horror Show, Side Show, Sunset Boulevard, Les Miserables), quien vino acompañada por cuatro de sus ex compañeros de rubro: J. Robert Spencer (Jersey Boys, Side Show), Louis Hobson (West Side Story, Miss Saigon, Hair, Bonnie and Clyde, Les Miserables y Evita, donde interpretó al Che), Jennifer Damiano (Spiderman, Spring Awakening) y Kyle Dean Massey (Pippin, Xanadu, Wicked).
 
Del lado argentino fueron de la partida Alejandra Perlusky, Mariano Chiesa, Fernando Dente, Matías Mayer y Manuela del Campo. La función dejó claro que cada uno de estos brillantes intérpretes nacionales mantiene hinchada propia, fanáticos que aplauden a rabiar cada una de sus intervenciones.
 
Este curioso entusiasmo sólo puede atribuirse al colosal suceso que Casi Normales tuvo en su historia porteña. La pasión y entrega del público es total, pero también la de los intérpretes. Una vez más, opina Yorkey: “Conocer estos artistas excepcionales, su gran talento y profunda pasión por esta obra, ha sido uno de los mayores placeres de mi vida. Cantan como ángeles y estrellas de rock, encarnan estos personajes con pasión y gracia. Y siempre me llenan de alegría y esperanza.”
 
Acaso en esa última frase del autor se esconde el secreto del éxito de Casi Normales: se trata de una historia oscura y con una enorme carga de angustia, que finalmente renace de sus propias cenizas como un llamado a la esperanza y a la idea de que, en última instancia, la luz y la vida van a prevalecer.
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En cuanto al recital en sí mismo, los temas musicales se suceden en la misma secuencia que tienen en la obra y son interpretados por el ensamble o por los solistas de ambos elencos, con letras que se alternan entre las versiones en inglés y en español. La mélange de lenguas ofrece un atractivo adicional al show, y debe destacarse en especial el talento de los actores argentinos a la hora de interpretar las letras en inglés (no puede decirse lo mismo de sus colegas estadounidenses, que no pueden hacer avanzar su español más allá de la palabra “tostada”).
 
Las superposiciones o equívocos (y hasta algún olvido de letra, como le ocurrió a Alice Ripley) son sorteados con oficio y buen humor por ambos elencos, y recibidos con benevolencia por el público, que encuentra en los errores una oportunidad más para aplaudir y divertirse. Esta complacencia tiene que ver, también, con el hecho de que un espectáculo de esta naturaleza está destinado a los iniciados en las brumosas aguas de los Casi Normales.
 
Los números musicales quedaron separados por entrevistas livianas al elenco estadounidense que realizó el periodista Guido Zaffora, quien decidió zambullirse en el cholulismo e indagar bastante poco (y traducir menos) sobre las carreras de sus entrevistados. En rigor, poco importaron al público estos momentos, que esperaba ávido la próxima canción, y en todo caso aportaron algunas cuotas de humor a cada pausa.
 
Con dirección musical de Matías Cabello, la orquesta de siete músicos ejecutó impecablemente la partitura e incluso supo disimular, en diversas oportunidades, los baches en los que por momentos incurrieron los cantantes.
 
Los diez intérpretes tienen su momento de lucimiento, aunque comprensiblemente el elenco argentino cede buena parte de su protagonismo al de Broadway. Los momentos más álgidos del recital se dan, al igual que en la obra, en el comienzo (“Sólo un día más”), cuando canta todo el ensamble, al igual que en algunos de los hitos solistas, como “Sin las montañas”, “Superboy y la chica invisible”, “Soy real”, “La decisión”, “Promesas” y “Ey”. La apoteosis llega con “Luz”, un bello final a diez voces, en castellano y en inglés, potente y conmovedor.
 
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NEXT TO NORMAL & CASI NORMALES
 
Ficha técnica
 
Libro y letras de Brian Yorkey
Música de Tom Kitt
Dirección Musical: Matías Cabello
Dirección General: Sebastián Irigo
Elenco: Alice Ripley, Robert Spencer, Louis Hobson, Jennifer Damiano, Kyle Dean Massey, Alejandra Perlusky, Mariano Chiesa, Fernando Dente, Matías Mayer y Manuela del Campo
Músicos: Matías Cabello, Santiago Augusto Greco, Fernando Valles, Paula García Presas, Gonzalo Daniel Fuertes, Mariana Levitin y Mateo Gabriel Terrile
Producción Ejecutiva: Andra Papini y Damián Armocida
Fotografías: Aníbal Vecchio
 
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