DE LA MANO DE GABRIEL MARIOTO, MARIO ISHII Y ALBERTO SAMID

Scioli blanquea problemas y desconfianzas en el Conurbano

De la mano de Gabriel Mariotto, Mario Ishii y Alberto Samid, debutó en el Gran Buenos Aires la corriente ?Scioli Presidente? con la consigna de sumar como sea voluntades peronistas desahuciadas en las PASO. La sospecha de que los intendentes tendrían responsabilidad en la inercia electoral alimenta la expectativa de una trinidad que no parece constituida para captar votos en los sectores medios.

por DANIEL BILOTTA
 
LOMAS DE ZAMORA (Especial para Urgente24). La responsabilidad delegada en Juan Gabriel Mariotto para organizar la línea “Scioli Presidente”, que debutó la semana que pasó en el Conurbano bonaerense, es la confirmación de que el núcleo íntimo del candidato presidencial atribuye algún tipo de  responsabilidad a los intendentes de la región en la inercia electoral que arrojan los sondeos: el gobernador no se impondría para Presidente en la 1ra. vuelta según esas proyecciones.
            
Sin esa conclusión previa no puede explicarse la tardía aparición de esta corriente que tiene en Mario Ishii un brazo tendido hacia la 1ra. Sección y en Alberto Samid un nexo articulador hacia la 3ra., junto a Mariotto: la reunión inaugural de su mesa de conducción tuvo por sede al Mercado Central, en el partido de La Matanza, organismo público del que es vicepresidente el carnicero cuya concurrencia a La Ñata vetó Cristina Fernández de Kirchne, y donde tiene domicilio Mario López, flamante operador del titular del Senado bonaerense.
            
Pero hay otra definición igual de trascendente. Del peronismo deberían provenir los votos necesarios para revertir la peor elección de esa fuerza en la región desde 1983. Más que una interpelación dialéctica, lo que se persigue la sociedad transitoria entre el vicegobernador, el senador provincial y el  idóneo en carnicerías es devolver al juego a los punteros desahuciados en las PASO.
            
No solo se trata de obstruir la peronización lanzada por Mauricio Macri  a través de los sindicalistas que no comulgan con el Gobierno Nacional (en especial Gerónimo “Momo” Venegas y Hugo Moyano). También existe la intención de zamarrear a los jefes comunales. Entregados, en apariencias, a una modorra proselitista que retacearía respaldos a la campaña en momentos en que María Eugenia Vidal amenaza convertirse en algo más que la aparición de un nuevo fenómeno pasajero.
            
Uno de los desafíos que plantea a Scioli esta flamante trinidad es hacer de  Aníbal Fernández su beneficiario indirecto. Aliado coyuntural de La Cámpora, el jefe del Gabinete de Ministros de la Nación devino en objetor de conciencia del gobernador y custodio del modelo por orden de la presidente Cristina Fernández.
            
Es un extraño y hasta irónico déja vú. Fue la misión que Cristina le encomendó a Mariotto en 2011, al convertirlo en compañero de fórmula de Scioli. La presencia de Ishii contribuye a coronar la impresión: se trata del frustrado cazador de traidores a Néstor Kirchner, aquellos que en 2009 ayudaron a provocarle la mayor derrota electoral que conoció, antes de fallecer en 2010.    
 
Sin esa experiencia no podría entenderse el protagonismo adquirido por La Cámpora en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias, para posicionar dirigentes propios, con un aporte decisivo de recursos para torcer voluntades.         
 
Mariano Cascallares, de Almirante Brown, camina por un delgado hilo de alambre sobre el vacío en que amenaza convertirse la interna del oficialismo. Lo supo cuando elogió a Mariotto en vísperas de las PASO y sufrió, de inmediato, el congelamiento del diálogo con Martín Insaurralde.
           
El intendente de Lomas de Zamora es gravitante para Scioli pero también para Aníbal Fernández: fue él quien le impuso a Diego Molea, rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, la realización de un acto en la casa de estudios, a favor del candidato a gobernador; requisito indispensable para aceptar su regreso al sistema político que él abandonó mientras acompañó a Sergio Massa.
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Mariotto se excusó con el jefe del Gabinete de Ministros de la Nación por su ausencia en una ceremonia cuya esencia bautismal fue disimulada por el rector de la UNLZ. “No le damos la bienvenida porque es un hijo de la casa”, dijo Molea, a quien el vicegobernador culpó por su inasistencia: no fue invitado.
            
Fernández se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la UNLZ, donde fue compañero de estudios de Cascallares y de la que egresó también Molea, quien la controla a través de la decana María Fernanda Vázquez, reconocida militante radical y candidata a concejal por el Frente Renovador.         
            
El vicegobernador viene de concretar una iniciativa descartada por el jefe del Gabinete: la reincorporación al espacio oficialista de históricos militantes de diásporas en el peronismo. El concejal de San Vicente, Julio César Goya, y los de Esteban Echeverría, Marcelo Simonetti y Sergio Peñaloza, todos del Frente Renovador.
            
Junto al ex miembro de la mesa chica de Rubén Darío Giustozzi en Almirante Brown, Roberto Bastanza, iniciaron el trámite por intermedio de Daniel Gurzi, derrotado candidato a intendente en Quilmes por Francisco “Barba” Gutiérrez.   
            
Con la designación al frente de la empresa avícola intervenida Cresta Roja, por los próximos 120 días, Fernández limitó la participación de Gurzi en cualquier otro menester que no fuese esa intervención. Seguro candidato al gabinete ministerial si se impusiera el oficialismo, el frustrado candidato se resiste a negociar con Gutiérrez: aliado circunstancial de Scioli vía el senador provincial Alberto de Fazio, con quien debió acordar para enfrentar al jefe de Gabinete de Ministros y ex alcalde de Quilmes.
          
Acaso para no desvirtuar el objetivo primordial que consiste en ganar las presidenciales pero también para disimular la crisis de crecimiento en las expectativas por la candidatura del gobernador, en el entorno de Mariotto prefieren no hablar de cuestiones  consideradas menores pero a la vez delicadas, tal como las disputas en los Municipios con los intendentes.
            
En particular de la 3ra. Sección, con el padrón electoral más numeroso. A propósito: ¿Qué dirá Fernando Gray, de los ediles que hallaron en Mariotto la vía para responder a Scioli, con quien mantiene alianza el intendente de Esteban Echeverría? El escaso protagonismo proselitista de los barones de esa porción del Conurbano, llama la atención cerca del candidato y alienta a quienes concurrieron al Mercado Central.
            
El cierre de las listas de las PASO el  20/06 aporta indicios de que lo que está en juego no es de su interés particular. “Lo único que hacíamos era escuchar las noticias de lo que se decidía en otro lado. Esto no va a volver a pasar”, se juramentaron algunos de los jefes comunales reunidos en la sede del PJ nacional del barrio de Once, literalmente ninguneados en la integración de la lista de legisladores provinciales y nacionales.
            
La falta de representación parlamentaria de Scioli y el hecho de que ninguna fuerza lograría mayoría propia en el Congreso el 10/12, fomentaría  un mercadeo de interbloques minoritarios que deberían negociar las nuevas autoridades para garantizarse quórum: es la expectativa del ex jefe de la bancada del FR, Giustozzi.
           
Pero también de parte de quienes pretenden quebrar la modesta representación que integra a Eduardo Fabiani, tironeado por su hijo y concejal de Almirante Brown, Juan Fabiani, para 'cerrar filas' con Cascallares. Lo mismo que pretende la mesa “Scioli Presidente”, para añadirle el peso simbólico de un diputado nacional bonaerense.
             
La Cámpora no es indiferente a la intención de Mariotto de reforzar con un orden territorial la posibilidad de llegar a un ministerio si Scioli es electo. La renovación de autoridades en el club Banfield el sábado 03/10 servirá de banco de pruebas de esa disputa. Con el auspicio encubierto de Manuel Cordero, la lista “Frente para un nuevo Banfieldse opondrá a la reelección del presidente Eduardo Spinosa, quien esta vez lleva como vice al N°2 de Scioli.
            
Ex secretario de la gestión de Spinosa y a cargo del área de Desarrollo Social en el Municipio de Lomas mientras duró el forzado acuerdo entre Mariotto e Insaurralde cuando asumió en reemplazo del renunciante Jorge Rossi, Cordera responde a Santiago Carreras, a quien debería su paso de personal temporario a planta permanente del Senado de la provincia de Buenos Aires.
            
Demiurgo de confianza de Máximo Kirchner en cuestiones de imagen pública -donde la política juega su representación en combinación con el fútbol-, Carreras le debe al hijo de la Presidente de la Naciónel el ser candidato a reelegir en ese cargo, al que llegó por intermedio del vicegobernador.
            
Además, él es el interventor de hecho en la AFA, donde sigue de cerca los movimientos del actual tesorero, Spinosa, a quien se atribuye perseguir un acuerdo con Marcelo Tinelli para lograr su respaldo a la Presidencia de la entidad si él mismo no logra acceder a ella. ¿Avalará Scioli esa iniciativa? Es una incógnita de tantas alrededor de su proyecto presidencial.

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