REGRESANDO A LA NORMALIDAD

Planetas a la izquierda

Desde 1983 a la fecha se instalaron definiciones populares grotescas: la derecha es mala y la izquierda es buena. Entonces, abundaron los gobiernos que ejecutaban políticas de derecha pero se decían de izquierda porque o regalaban cajas PAN (Raúl Alfonsín) o entregaban AUH (los Kirchner) pero destrozaban a los más vulnerables con tasas de inflación elevadísimas. El resultado fue que hoy todos quieren ser de centro, un espacio donde pululan pensamientos muy diferentes entre sí. Inclusive hay quienes le aconsejan a Mauricio Macri autodefinirse de centro, un líder político que frecuenta desde hace años FAES (la fundación vinculada al Partido Popular español). Ayudaría mucho, ya que tanto se habla de fin de ciclo o de cambio de época, comenzar un sinceramiento de las ideas. Luego, la hipocresía: porque le habían prometido a los líderes de la toma del hotel Bauen votar la expropiación, varios diputados (Claudio Lozano, Victoria Donda, Víctor De Gennaro, Nicolás del Caño y Myriam Bregman) decidieron dar quórum a una sesión insana. Está muy bien que inauguren su ciclo de alianza con el Frente para la Victoria y se quiten la careta de que eran diferentes cuando se parecen bastante. Sobre todo esto escribió 'el Bigote' Acosta:

por RAÚL ACOSTA
 
ROSARIO (Especial para Urgente24). Todavía los planetas no terminaron de alinearse. Pero vislumbro que viene un período, los próximos 4 años, cuando los planetas estarán cómodamente alineados.
 
Algo de eso sucedió el jueves 26 de noviembre en la Cámara de Diputados de la Nación.
 
Se está alineando la izquierda, tan apreciada y la derecha, tan vilipendiada.
 
¿A qué me refiero? En la República Argentina se ha instaurado que decir “sos de derecha” es un insulto. En el resto del mundo civilizado no es así. En Argentina sí. “Callate, que vos sos de derecha”. Esa identificación cierra las discusiones. Hay vergüenza en los portadores sanos y regodeo en los que insultan con  la calificación: de derechas.
 
En España se alternan el PSOE y el PP y uno es el Partido Socialista Obrero Español, centro izquierda, como su nombre lo indica;  el Partido Popular para el otro lado: la centro derecha. Así se asume y así gobierna. La señora Ángela Merkel, tal vez la economía occidental mejor organizada no es, precisamente, “de izquierdas” . Y los países nórdicos tienen un socialismo de Estado absolutamente diferente y son de centro izquierda. Cuando pierde el PP, sube el Partido Socialista. Lo mismo Inglaterra. Y , a su modo, republicanos y demócratas estadounidenses transparentan esta resolución.
 
En donde están en común es en la eficiencia. Y donde también están en común es, en lo posible, en denunciar la corrupción.
 
Acá tuvimos un gobierno que se proclamó progresista, que no condenó la corrupción. Hay dos puntos altísimos de esa corrupción entronizada que han sido difíciles de manejar para todos los periodistas de centro izquierda. Estos dos Himalayas, estos dos Aconcaguas, se llaman Calafate y Amado Boudou. Nadie puede desconocer que ha habido corrupción, mal uso de la función pública y enriquecimiento ilícito en Calafate. Y nadie puede sostener, claramente, la defensa al vicepresidente Boudou.
 
¿Qué va a pasar desde el 10 de diciembre?  El 10 de diciembre asume un gobierno de centro derecha en la República Argentina, que sostiene la eficiencia, tal como sostienen la eficiencia las dos veredas; la eficiencia como un eje.
 
Un gobierno de centro derecha que, de hecho, no asume Videla, Massera, Agosti, ni asume el terrorismo de Estado. Es, simplemente, un gobierno de centro derecha. Punto. Sin pecado concebido. Asume el siglo XXI ¿Se entiende? Siglo XXI La centro izquierda argentina no lo quiere entender así. No le conviene. Debería oponerse sólo con criterios de eficiencia, no de memoria torcida, de relato. No puede. Calafate y Boudou lo impiden.
 
En esta alineación de los planetas aparece, del centro hacia la izquierda, un espacio cómodo y tranquilo. Me explico. Los periodistas de centro izquierda, tranquilos contra un gobierno de centro derecha; los políticos de centro izquierda, tranquilos contra un gobierno de centro derecha. Se alinean los planetas: de este lado, los de una camiseta, de otro lado, los de otra camiseta. Nadie le puede imputar, a la oposición, que sea una alevosía o ensañamiento enojarse y criticar a Macri. enojarse con Macri. Es lo que corresponde. Desde el 10 de diciembre la contra réplica desaparece. Nadie puede decirle al crítico: “Callate que vos sos Calafate, sos Boudou”,
 
Se alinean los planetas de tal modo que va a ser más cómodo, menos dificultoso, con mucho menos muertos en el placard ser de centro izquierda. No habrá contradicción.
 
Ojalá se blanquee, a través de Macri, que ser de centro derecha no es pecado. Básicamente no debería ser pecado porque el peronismo, originante de tantas cosas en el país,  es de centro derecha. Si esto no bastare, porque el gobierno de centro derecha de Macri ganó las elecciones por el voto popular y, si lo ganó por el voto popular y sos de centro izquierda, pero bien democrático, bancate cuatro años. Al menos eso.
 
Esto, en el plano nacional se visibilizó  en las resoluciones de la Cámara de Diputados. Claudio Lozano, Víctor de Gennaro, Victoria Donda, Nicolás del Caño y Myriam Bregman, gente de los partidos de izquierda en la República Argentina acompañando a los Kirchner hasta el último torniquete a la democracia legislativa. ¿Por qué? Porque viene esa alineación de los planetas. Van a estar todos de este lado. Con toda la batería de artículos, de adjetivos, de memorias, en contra de la derecha. ¿Y qué es lo que va a tener que hacer la derecha? Comportarse dentro de la legalidad y asumir que le van a pegar bofetadas, muchas bofetadas.  Si lo hace consolidará un partido, un porvenir, una vereda de la democracia.
 
En el medio, un aliciente. La Corte Suprema de Justicia ha dicho: “Nosotros existimos”. Todo el cagazo que tuvieron con los Kirchner desaparece y la Corte Suprema de Justicia dice, por finnnn, "somos un Poder independiente, fallamos conforme nuestra idea de Derecho, y no jodan más, dennos 3 jueces desde el 11 de diciembre". Porque recuerdo que todo el mundo se hace el tonto, pero el 11 de diciembre Carlos Santiago Fayt es un jubilado.
 
Esto pone a los planetas alineados en este punto. La Corte Suprema de Justicia de la Nación no le tiene miedo a Macri, como le tenía miedo a Néstor Kirchner. El Poder Legislativo, esto es, en parte los diputados, van a cobrar peaje por todo. El Senado será un Olimpo. Todos dioses. El Ejecutivo va a tener que poner la otra mejilla y negociar punto por punto su “ejecutividad”. No es un mal comienzo planetario.

Dejá tu comentario