PSICOLOGÍA SIGLO 21

Photoshop modifica nuestra percepción de la belleza

En 1987, Thomas Knoll, un estudiante de la Universidad de Michigan (USA) escribió un programa en Macintosh Plus, al que llamó Display, para mostrar imágenes a escala de grises en pantallas monocromáticas. Su hermano, John Knoll, empleado de Industrial Light & Magic, le aconsejó convertir su programa en un programa editor de imágenes. En 1988, Thomas se tomó un receso de 6 meses de sus estudios para trabajar en el programa junto con John, y quisieron rebautizar el programa como ImagePro, pero ya se encontraba registrado. Más tarde lo llamaron Photoshop. Es notable cómo ha impacto el Photoshop en la estética contemporánea, tal como lo plantea Julio Terrén, Cirujano Plástico y Doctor en Medicina.

MADRID (NCyT). Pieles impecables, cuerpos tonificados, cabellos sedosos, y ninguna arruga. El ideal de belleza que nos hacen llegar los medios de comunicación, y lo que muchas personas interiorizan como normal, es cualquier cosa menos normal, es falso, es una realidad distorsionada. Las celebridades aparecen más y más jóvenes en las portadas de revistas cuando en realidad, y como no podía ser de otra manera, están envejeciendo. Un fenómeno que hace que nos preguntemos: ¿Está alterando la edición fotográfica nuestro ideal de belleza?
 
El fotógrafo inglés Henry Peach Robinson define a la perfección cuál debe ser el objetivo de la fotografía: «No puedo afirmar que una fotografía tenga que ser un hecho real, literal y absoluto... pero debe representar la verdad». Y es que no es lo mismo retocar el brillo, la saturación, el contraste o el encuadre de una fotografía que distorsionar la imagen real de un/una modelo. La edición de imagen y los retoques excesivos son un juego muy peligroso.
 
Pese a que muchos de nosotros somos conscientes de los trucos y los retoques que se aplican a las fotografías, no son menos las personas que se convierten en víctimas de deseos de belleza inalcanzables, llegando a pensar que la realidad es lo que se nos muestra en los medios de comunicación. No es ético tratar de vender un tratamiento de medicina estética con una imagen de una señora de 60 años a la que se le ha "generado", con la ayuda de Photoshop, un rostro de treintañera, o presentar colecciones de ropa con modelos cuyos cuerpos han sido totalmente moldeados por ordenador. Hay una delgada línea que separa el uso del abuso en lo referente a los retoques fotográficos.
 
Pero pese a la creencia popular, el retoque fotográfico no es un fenómeno nuevo, ha formado parte de la fotografía desde el principio. Antes de la irrupción de las nuevas tecnologías, los retoques fotográficos se realizaban a mano, usando pinturas, tintas, técnicas de collage y aerografías. Por poner un ejemplo: George Hurrell, maestro de la fotografía de Hollywood, utilizaba colorantes directamente sobre la propia película, haciendo las imperfecciones menos visibles.
 
El Nacimiento de Venus, el célebre cuadro de Sandro Botticelli (1445-1510), en su versión original ilustra este artículo. Las proporciones corporales de la mujer en el centro de la imagen corresponden a lo que se podría esperar de la bella diosa Venus, al menos para la sociedad europea de aquella época.
 
¿La percepción de la belleza en la sociedad actual ha cambiado mucho desde tiempos de Botticelli?
 
Una mujer bella, por ejemplo una diosa como Venus, ¿debería estar muchísimo más delgada, tanto como por ejemplo las versiones adelgazadas digitalmente de algunas modelos cuyo peso es sin embargo el correcto según los criterios médicos? ¿Hasta qué punto es lícito el retoque digital al representar cuerpos humanos?
 
La artista italiana Anna "Utopia" Giordano (Annautopiagiordano.it), ella misma también modelo, ha logrado remover conciencias con su impactante proyecto Venus, en el que ha confeccionado versiones de cuadros clásicos en los que ella ha adelgazado a sus protagonistas principales, como por ejemplo la Venus de Botticelli, la Venus del Espejo de Velázquez y otras muchas.
 
 
Su interesante iniciativa, un toque de atención sobre la volubilidad de los criterios estéticos de belleza, ha merecido la atención de exposiciones en espacios culturales como por ejemplo el Museo Het Valkhof de Nimega, Países Bajos. La imagen nos muestra El Nacimiento de Venus, con la diosa en la citada versión adelgazada.
 
Por suerte, en los últimos tiempos han proliferado las campañas que denuncian el exceso de retoque fotográfico, como la protagonizada por la marca Dove, que trataba de transmitir que la belleza puede ser redonda o tener imperfecciones. Las grandes marcas se han dado cuenta que el exceso de Photoshop puede provocar el rechazo por parte de los consumidores.
 
No es ético tratar de manipular a las personas con imágenes que representan ideales estéticos inalcanzables. Como sociedad estamos abrazando, poco a poco, el hecho de que no tenemos que ser perfectos para ser hermosos, y parece que los medios de comunicación están empezando a reflejar esta tendencia.

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