CAUCUS EN IOWA

Ex colonia francesa espera a Donald Trump y Hillary Clinton

Los primeros europeos que visitaron Iowa fueron los exploradores franceses Louis Jolliet y Jacques Marquette, en 1673. Llegaron navegando por el río Misisipi. El territorio estaba habitado por los indios sauk, mesquaki, potawatomi, oto, misuri, pero básicamente los ioway o ayuhwa (quiere decir "dormidos" aunque ellos se llamaban a sí mismos "pahotcha", caras empolvadas; o "Bah-kho-je" nieve gris). Por eso el territorio se llama Iowa, que ingresó a USA como parte de la Compra de Luisiana, en 1803. En una pequeña localidad del estado, LeClaire, Iowa, junto al río Mississippi, se encuentra el museo Buffalo Bill (seudónimo de William Frederick Cody) porque es la cuna de quien fue soldado, cazador y showman. Cada 4 años, Iowa está en boca de todo el mundo porque allí comienzan las primarias presidenciales.

En algún punto entre Los Ángeles y Washington, D. C., existe un Estado llamado Iowa. Con demografía 92% por blancos (muchos descendientes de alemanes), cuyo Regimiento Voluntario Nº3 de Infantería batalló en la Guerra Civil por Abraham Lincoln y contra el esclavismo.
 
Iowa es el mayor productor de soja y etanol de USA, pero es olvidado por el resto de los estadounidenses la mayor parte del tiempo... hasta que, cada 4 años, esa zona predominantemente rural y conservadora, se convierte en el centro político-electoral del país. El lunes 01/02 se realizarán en Iowa, tal como sucede cada 4 años, su "caucus" o asambleas partidarias, evento en el que Demócratas y Republicanos se reúnen en precintos y eligen quién será su candidato a Presidente para las elecciones de noviembre. Es el pistoletazo de inicio de la carrera por la Casa Blanca.
 
Los resultados de esas votaciones determinan cuántos delegados le serán otorgados a cada candidato para las convenciones nacionales de cada uno de los partidos: en USA tanto la elección de los candidatos como la del Presidente es indirecta o sea a través de un colegio electoral. 
 
En ambos partidos (USA sigue siendo bipartidista), una candidatura no es oficial hasta que sea votada en la convención nacional, que serán en julio. 
 
“El Estado es pequeño. La población es mayoritariamente blanca. La cantidad de gente que acude a los caucus es absurdamente baja. Los Demócratas ni siquiera tienen un voto secreto. Y eligen muy pocos delegados para la asamblea de nominación de cada Partido. Entonces, ¿por qué nos importa tanto quién gana?”, se preguntan muchos que se dicen sorprendidos por la inflación mediática. 
 
En total, Iowa representa solo el 1% de los delegados en las convenciones nacionales. El Estado presenta 52 delegados, de los 4.700 que hay. Y el nivel de participación en los caucus de Iowa suele ser muy bajo. Según la web Vox, 1 de cada 5 votantes registrados, en promedio, asisten a los "caucus", ya sean Demócratas o Republicanos. 
 
Pero lo que debería ser un resultado insignificante, por corresponder a un Estado pequeño y perdido en algún lado del Medio Oeste norteamericano, poco representativo en la demografía del resto del país, se ha vuelto, importante. Quien pega primero, pega 2 veces, afirma el refrán. Iowa es el inicio de una serie escalonada de caucus y elecciones primarias.
 
La clave: superar las expectativas
 
Ganar en Iowa no significa que un candidato triunfará a nivel nacional. Sin embargo, tener un resultado por debajo de lo esperado, suele ser letal, explica David P. Redlawsk, investigador de la Universidad Drake, de Des Moines (capital de Iowa) y co-autor del libro “¿Por qué Iowa? Cómo los caucus y las elecciones secuenciales mejoran el proceso de nominación presidencial”.
 
 
Entrevistado por el diario español El País, Redlawsk reflexionó: “Mientras nos acercamos al día de los caucus, habrá una serie de expectativas propiciadas por factores como los sondeos, la atención mediática, la recaudación de fondos que hagan los candidatos.” Así se construyen expectativas en torno a quién va a ganar y quién va a perder. 
 
“Si cumples las expectativas está bien. Pero lo que realmente logra la atención mediática, es hacerlo mejor de lo esperado. Nuestro libro evidencia que los candidatos que superan sus expectativas cosechan mayor atención mediática tras los caucus”, explica Redlawsk. 
 
Y agrega: “Esa atención mediática lleva a hacerlo mejor en New Hampshire (el segundo Estado tras Iowa que escoge al candidato de cada partido) y las primarias siguientes. No significa ganar, simplemente significa que la atención mediática tras Iowa (conlleva la) predicción de que lo harás mejor de lo que lo habrías hecho sin esa mayor atención”.
 
Si superar las expectativas es clave en Iowa, obtener un resultado por debajo de ellas, puede destruir a un candidato. 
 
“Un ejemplo es (el Demócrata) Howard Dean en 2004. Se esperaba que ganara, pero acabó tercero. Fue catalogado como un perdedor y básicamente fue su final”, puntualizó Redlawsk. 
 
En la misma dirección apunta el politólogo Dennis Goldford, de la Universidad Drake, al portal Vox: “Los caucus son sobre quién supera las expectativas y quién fracasa en hacerlo. ¿Y quién determina las expectativas? Vos y yo.” 
 
Iowa importa porque todo el mundo piensa que importa. Los medios, los miembros de cada partido, los activistas, los candidatos, hasta los votantes, creen que los resultados de Iowa revelan mucho sobre las chances de cada candidato a nivel nacional, y eso es lo que vuelve a los caucus de ese Estado, determinantes.
 
Una campaña de película
 
La campaña presidencial, que ya supera cualquier escenario que podrían haber imaginado los guionistas de Hollywood, está a punto de ponerse aún más interesante, señala el semanario británico The Economist
 
Los precandidatos Bernie Sanders (demócrata) y Donald Trump (republicano), 2 hombres a los que se les prestó poca atención en 2015, cuando anunciaron sus candidaturas, podrían terminar arrebatándole las nominaciones a sus contrincantes. 
 
Entonces, un socialista y un millonario belicoso que no asusta a su audiencia sin importar lo descolocado de sus declaraciones, tienen al establishment de los Demócratas y de los Republicanos preocupados. 
 
Y, tal como si esto fuera poco, surgió un 3er. candidato posible: el ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, lo suficientemente preocupado por el avance de Trump entre los Republicanos y los tropezones de la candidata ungida Hillary, frente al socialista Sanders, como para proponerse él mismo como 3ra. opción... que ya recibió el apoyo del australiano nacionalizado estadounidense Rupert Murdoch, dueño de Fox News, el canal de noticias que aman dlos republicanos.
 
Bloomberg se lanzaría, quizás, como una alternativa por fuera de los Demócratas y los Republicanos. Su potencial candidatura, sin embargo, no obtuvo una bienvenida calurosa por parte de los medios. 
 
Según encuestas, Trump y Sanders a la cabeza
 
De momento, las encuestas muestran a Donald Trump liderando en Iowa la interna del Partido Republicano. Según la Universidad Quinnipiac, obtendrá el 31% de los votos. Pero supera al senador por Texas, Ted Cruz, por una diferencia de apenas 2 puntos porcentuales, cifra menor al margen de error de la encuesta. 
 
Sin embargo, otras encuestas presentan una diferencia de 11 puntos entre el emprendedor inmobiliario y la estrella del recontraconservador Tea Party. 
 
Otro 'Tea Party boy', el senador por Florida, Marco Rubio, se encuentra en un distante 3er. lugar, con el 13%. 
 
Ningún otro candidato republicano obtuvo más del 7%. 
 
Por el lado de los Demócratas, Hillary y Sanders se encuentran peleando cabeza a cabeza, con distintas encuestas presentando diferentes ganadores. 
 
 
La Universidad Quinnipiac presenta como ganador a Sanders con el 49% de los votos, seguido por Hillary con el 45% y el gobernador de Maryland, Martin O’Malley, está en un distante 3er. lugar con el 4%. 
 
Sin embargo, plantea El País, Bernie Sanders ya ganó, sin importar cuáles sean los resultados, porque logró imponer su agenda de cambio y anti Wall Street, y demostró que un candidato de izquierda (fue independiente toda su vida hasta que en 2015 ingresó a los demócratas) puede desafiar a una maquinaria tan eficiente como rentable en USA: el matrimonio Clinton. 
 
Iowa puede ser combustible para el socialdemócrata, como también podría dinamitarlo, si los resultados le dan por debajo de lo esperado. “Al igual que Obama (en 2008), Sanders hace soñar; tal como Obama, él confía en la movilización de los jóvenes". 
 
La cuestión es si Sanders se parecerá más a Obama, quien efectivamente logró que los jóvenes participaran en los caucus, o a Howard Dean, aquel candidato, también del diminuto estado de Vermont, que en 2004 entusiasmó a los jóvenes (e introdujo las redes sociales a la política electoral. Su 'community manager' luego fue contratado por Obama) y parecía que iba a revolucionar la política pero pinchó en Iowa, y acabó derrotado por el senador John Kerry, que es tanto —o más— del establishment que los Clinton, afirma El País.
 
Una música diferente 
 
Mucha atención: en Iowa puede pasar cualquier cosa. 
 
Según la revista The New Yorker, los "caucus" del lunes 01/01 podrían ser un recordatorio de que los habitantes de Iowa, especialmente los que escogen candidatos republicanos, “a menudo escuchan a bateristas diferentes que el resto de América”. 
 
Los votantes cristianos evangelistas, por ejemplo, tienen un rol muy importante (recordar aquella Christian Coalition que hizo Presidente por los republicanos a Ronald Reagan), y en elecciones anteriores han mostrado la capacidad de dar vuelta un resultado esperable. 
 
“Entonces, dejen que Iowa sea Iowa, y después dejemos que el resto del país decida cuán mucho o poco realmente importa” ese resultado, advierte The New Yorker. 
 
New Hampshire será el siguiente Estado en que se medirán los candidatos, con elecciones primarias el martes 09/02, a apenas 1 semana de los caucus de Iowa. 
 
La revista estadounidense mencionada dice que los resultados en New Hampshire sí importan más, aunque también tienen el historial del elemento sorpresa. Los votantes, quienes acostumbran decidirse a último momento y desafían a las encuestas, terminan eligiendo a alguien que ofrezca un prospecto de cordura y experiencia, por lo que “la gran sorpresa en New Hampshire puede ser la cordura”, vaticina The New Yorler. 
 
“Si agrupas a Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur (los 4 primeros Estados en votar) descubres que, combinados, representan razonablemente bien a los dos partidos. Iowa es mayoritariamente blanco, en Carolina del Sur la mitad de los votantes demócratas serán afroamericanos, Nevada tiene una significativa población hispana. Creo que es mejor mirar al proceso como conjunto”, le expresó David P. Redlawsk a El País.
 
Los “perritos de maíz”
 
“La confusión es mala para la democracia, así que intento entender los caucus de Iowa, un evento político referencial que, una vez cada 4 años, le recuerda a los estadounidenses que hay un Estado llamado Iowa en algún punto entre Los Ángeles y Washington, D.C.”, explica Rex Huppke, del periódico Chicago Tribune
 
En el año 1972, “los Demócratas movieron el caucus presidencial primario de Iowa a enero, dándole su estatus de primero a nivel nacional, forzando a los candidatos presidenciales a cambiar su dieta a una basada en los ‘perritos de maíz’”. (Se trata de una salchicha recubierta con una masa de pan de maíz que se fríe en aceite, especialidad culinaria típica del Estado). 
 
Huppke desmitifica la idea de que los "caucus" de Iowa sean premonitorios de lo que ocurrirá a nivel nacional, e ironiza: “Hacer campaña en Iowa es muy importante, porque el candidato que gana Iowa tiene una buena chance de no convertirse en el próximo Presidente.” 
 
De hecho, desde 1976, apenas 3 candidatos Republicanos que ganaron en Iowa fueron luego el nominado presidencial del partido. 
 
Los Demócratas tienen mayores aciertos, con 5 ganadores de Iowa resultando después los nominados. 
 
2 ejemplos en que el resultado fue premonitorio para los Demócratas son los casos de Barack Obama (2008) y de John Kerry (2004)
 
La otra cara de la moneda, y en el caso de los Republicanos, serían los ejemplos de 
 
> Rick Santorum, quien ganó Iowa en 2012 y el nominado presidencial terminó siendo Mitt Romney; y 
 
> Mike Huckabee, quien fue el elegido de Iowa en 2008, y terminó perdiendo la nominación nacional frente a John McCain.
 
Caucus Republicanos vs. caucus Demócratas
 
En los caucus, Demócratas y Republicanos se reúnen por separado en asambleas, que funcionan en distintos precintos a lo largo y a lo ancho del Estado (son en total 1.744, según Fox News). 
 
Los "caucus" comienzan alrededor de las 19:00 y pueden tardar horas, por lo que suele participar únicamente la gente muy comprometida políticamente. 
 
El funcionamiento del "caucus" de los Republicanos y el de los Demócratas, es muy distinto. Cada partido puede elegir sus propias reglas. Así, en el Partido Republicano el voto es secreto y se escribe en un papel, mientras que en el Partido Demócrata la preferencia todo sucede a mano alzada y voz en cuello, agrupándose físicamente los votantes de cada candidato.
 
Los votantes republicanos se juntarán en 900 sitios a través de Iowa, que pueden ser desde iglesias a librerías, pasando por centros comunitarios. 
 
Un representante de cada uno de los candidatos presidenciales “hablará/gritará durante algunos minutos, explicando por qué su candidatos es el o la mejor opción para deshacer todas las cosas horribles que hizo Barack Obama”, bromea el Chicago Tribune, y los votantes luego escribirán su elección en un papel y lo entregarán
 
El proceso de los demócratas es más complejo. Allí, los votantes se agrupan físicamente, según su candidato. Los grupos tienen unos minutos para intentar convencer a otros de cambiar de lugar. 
 
Un dato clave: si un candidato Demócrata no consigue el suficiente apoyo en un precinto (15% de los presentes), él o ella es eliminada, al estilo de un reality show, y sus electores deben elegir a otro candidato. Los votantes se convencen los unos a los otros de que se cambien de grupo, hasta que se llega a una situación en que sólo quedan los candidatos viables. 
 
“Es una especie de carnaval, donde los seguidores de los candidatos dicen, ‘¡Vení con nosotros, a nuestro grupo!’”, le relató el politólogo Dennis Goldford, de la Universidad Drake, al portal Vox
 
El Chicago Tribune ironiza sobre cómo será ese proceso, y caracteriza a los seguidores de Bernie Sanders como un grupo que, para demostrar su lealtad al socialdemócrata, mantendrá “el ceño fruncido durante 5 minutos mientras él promete cosas que no pasarán” (en alusión a los discursos fervorosos pero según muchos, inconsistentes, de Sanders). 
 
Mientras tanto, los seguidores de Hillary Clinton “serán elegidos en base a quién puede eliminar emails de su teléfono lo más rápido posible” (una referencia al escándalo que contaminó la campaña de la ex secretaria de Estado, acusada de utilizar un mail privado para la función pública, y borrar mails que podían contener información confidencial). 
 
Mientras tanto, quienes apoyan al 3er. candidato, Martin O’Malley, “serán ubicados en un rincón e ignorados.” 
 
En Iowa, un candidato demuestra gestión
 
Las ventajas del sistema de "caucus" es que obliga a los candidatos a celebrar eventos en que deben interactuar con el votante medio, algo a lo que no están acostumbrados. 
 
Redlawsk destaca que es el único momento de la política estadounidense en que la gente se junta a hablar de política, y funcionan como un grupo deliberando para llegar a una decisión. 
 
Los candidatos pueden literalmente estrechar las manos de todas las personas que los podrían votar, y eso los lleva a prestar atención a los votantes. 
 
“Las preguntas que hace la población de Iowa no son locales. Son todas las grandes preguntas que se hacen los estadounidenses, como terrorismo, política de refugiados o economía. El estereotipo es que todo recae sobre agricultura, pero no oyes tantas preguntas sobre ello”, explica Redlawsk. 
 
Yendo a Iowa, los candidatos aprenden a gestionar y organizar una campaña. Los candidatos que no son capaces de hacerlo, fracasan. Los candidatos que son capaces de construir una estructura, lo cual es indicativo de cierto talento administrativo, tienen muchas más posibilidades. 
 
La revista Foreign Policy se pregunta en qué estaba pensando el senador por Texas, Ted Cruz, apenas unos puntos por debajo de Donald Trump en las encuestas de los Republicanos en Iowa, cuando salió a criticar el subsidio al etanol cuando Iowa es el mayor productor de soja y biocombustibles.
 
El candidato de cada partido que ha ganado los "caucus" de Iowa desde 1980, ha sido un partidario del etanol y los programas gubernamentales que lo apoyan. 
 
Pero Cruz, en una estrategia revolucionaria, cree que puede ir tras el etanol y todavía conseguir votantes. Esto puede ser porque el etanol ya no aparece como una cuestión tan central para la economía del Estado del Medio Oeste como anteriormente, pero a de todos modos, sigue siendo una jugada muy riesgosa, que podría terminar costándole el Estado a Cruz. 
 
El senador por Texas afirmó en la revista Politico que “no debería haber mandatos ni subsidio alguno para ningún recurso energético, ya sea etanol, petróleo, gas o cualquier otro”. 
 
Trump rápidamente saltó al ataque y vociferó su amor por el etanol y los mandatos gubernamentales que lo apoyan. 
 
Hasta el gobernador republicano de Iowa, Terry Branstad, rompió su tradición de mantenerse fuera de la contienda pre-caucus, y se pronunció contra Cruz: su “postura anti-combustible renovable” lo hace perder el caucus, manifestó. 
 
Pero, paradójicamente, señala Foreign Policy, Cruz consiguió acercarse aún más a Trump en las encuestas, luego de que comenzara su diatriba en torno al etanol. Los votantes Republicanos dirán el lunes 01/02 si etanol sí o etanol no, si el subsidio es intocable como plantea el Gobernador, o si hay otros puntos que para el Estado son prioritarios.

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