El Observatorio de la Economía Mundial, dirigida por el exministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, advierte en su publicación N° 28 sobre el “bajo crecimiento e incertidumbre” en la economía internacional, con malas noticias para los países que dependen de sus materias primas ya “ no se recuperan debido al aumento de la oferta, la desaceleración de China y la revaluación del dólar”.
INFORME
Oscuro panorama para la economía internacional: “Bajo crecimiento e incertidumbre”
Las conclusiones pertenecen al Observatorio de la Economía Mundial que dirige el exministro de Economía, Remes Lenicov, sobre la base de las últimas estadísticas globales publicadas por el FMI donde se proyecta que este año el mundo tendrá un crecimiento moderado, del orden del 3,2%, dos puntos porcentuales por debajo del promedio de la década pasada. En tanto, la publicación de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín advirtió que los precios internacionales de los productos básicos no se recuperarán debido al aumento de la oferta, la desaceleración de China y la revaluación del dólar.
El Observatorio, que depende de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín analiza las últimas estadísticas globales publicadas por el FMI donde se proyecta que este año el mundo tendrá un crecimiento moderado, del orden del 3,2%, dos puntos porcentuales por debajo del promedio de la década pasada, la nota la siguen dando los países en desarrollo que presentan un mayor crecimiento que los países desarrollados.
La expansión del comercio mundial seguirá siendo muy moderada, incluso este año podría crecer menos que el PIB. Se espera un leve repunte en 2016, principalmente como consecuencia del fortalecimiento de la demanda interna de los países en desarrollo.
En cuanto a la energía, el precio del petróleo disminuyó 32% entre agosto de 2015 y marzo de 2016 a causa de una elevada oferta por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), mientras que el precio de los metales descendió 9% debido principalmente a la desaceleración de China, su principal demandante.
A continuación el informe:
El crecimiento mundial de este año será modesto: 3,2%. Es muy parecido al del 2015 (3,1%) y menor a la proyección realizada por el FMI en enero. Se mantendrá 2 puntos porcentuales por debajo del promedio de la última década, y si bien los países en desarrollo (PED) continúan creciendo más que los países desarrollados (PD), las diferencias no son tan elevadas como en años precedentes.
Para 2017 se estima un crecimiento mayor: 3,5%. Refleja una gradual normalización de las condiciones financieras y un desempeño algo mejor de los PED, en particular, en el caso de los países que sufrieron graves retracciones en 2015–16 (entre ellos, Brasil, Rusia y algunos países de América Latina (AL) y Oriente Medio). Igualmente hay que esperar algunos meses para poder hacer una proyección más firme para el año que viene.
Países Desarrollados: el pronóstico para 2016 indica el mismo crecimiento del año anterior. El comportamiento esperado de los principales países y regiones será el siguiente:
- Estados Unidos: el crecimiento continuará al mismo ritmo que el de los dos últimos años: 2,4% y se espera una leve alza en 2017.
- Unión Europea (UE): se proyecta para 2016 una desaceleración de su ya bajo crecimiento: 1,8%. Entre los más grandes los que más crecen son España y Reino Unido. Grecia volverá a caer y Portugal seguirá creciendo a tasas muy bajas. Para 2017 la región tendrá un crecimiento levemente superior: 1,9%.
- En Japón, el crecimiento seguirá siendo muy débil: 0,5%, y se prevé caída en 2017.
- Entre otros grandes PD el crecimiento será también moderado en Suiza (1,2%), en Canadá (1,5%), y en Australia (2,1%). El de mayor crecimiento será Corea: 2,7%.
El crecimiento de estos países es muy modesto, porque además de los problemas financieros derivados de la gran crisis de 2008/9 hay cuestiones más estructurales que dificultan el crecimiento sostenido, como el estancamiento demográfico y el bajo aumento de la productividad. La demanda se puede sostener por la flexibilidad y expansión monetaria y la baja en el precio del petróleo. Pero sigue siendo problemático la muy baja tasa de inflación y el elevado endeudamiento, público y privado. El FMI dice que los PD para recuperar un crecimiento más alto deben continuar con la flexibilidad monetaria y una política fiscal que estimule la actividad económica (menos impuestos y aumento de gastos). Por el lado de la oferta deben hacer reformas estructurales, tales como reducción de los impuestos al trabajo, disminuir barreras a la entrada para los mercados de bienes y servicios, el fomento de la productividad y reformas en el sistema financiero para poder hacer más atractivos los créditos.
Países en Desarrollo: se espera un muy leve aumento en el crecimiento en relación a 2015. El comportamiento de los principales países y regiones será el siguiente:
- China se desacelerará a 6,5% este año y a 6,2% en 2017 debido al cambio de modelo (ver Boletín N° 27, marzo 2016).
- India seguirá creciendo a tasas altas: 7,5% en 2016 y 2017 debido al consumo privado (beneficiado por el abaratamiento de la energía), a la inversión y a la recuperación industrial.
- ASEAN-5 (Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam): considerado como un todo, esta región seguirá creciendo al mismo nivel de los últimos años, a una tasa de 4,8%. Los de mayor crecimiento serán Vietnam y Filipinas.
- AL en 2016 caerá por segundo año consecutivo: -0,5%. Existen diferencias sustanciales entre los países. Por un lado, América del Sur sigue sufriendo los efectos de la disminución de los precios de las materias primas; por el otro, México y América Central se están beneficiando de la recuperación de los Estados Unidos y, en la mayoría de los casos, de la caída de los precios del petróleo. Esa diferencia se puede ejemplificar con los dos países más grandes de la región: Brasil volverá a caer: 3,8%, mientras que México volverá a crecer: 2,4%. En toda la región, el de mayor crecimiento será Perú (3,7%) y el de mayor retracción será Venezuela (-8%). Se estima que en 2017 AL tendrá una leve recuperación: 1,5%, pero seguirá siendo la región con menor crecimiento del mundo.
- Rusia seguirá en recesión (-1,8%) y afectará negativamente a toda la región adyacente.
- África subsahariana crecerá 3%, algo menos que en 2015.
- Oriente Medio, Norte de África, Afganistán y Pakistán han desmejorado debido a las nuevas caídas de los precios del petróleo y a la agudización de los conflictos y los riesgos de seguridad. El crecimiento global de la región está proyectado en 3,1% en 2016.
En este grupo de países sobresale el rebalanceo de la economía china que tendrá un crecimiento sostenible pero a tasas de alrededor de 6,5%, la continuada recesión en Brasil y Rusia y el mantenimiento de la fortaleza de India. Además, debido a la caída de los precios de los productos básicos, muchos PED exportadores están sufriendo las consecuencias y tendrán un muy bajo crecimiento. La gran mayoría tuvo que devaluar su moneda para intentar sostener sus exportaciones, reducir su gasto público y soportar la salida de capitales. El FMI señala que los PED deberían reducir las vulnerabilidades macroeconómicas y financieras, mientras que para el largo plazo deberían realizar todas las reformas necesarias para aumentar la productividad, y en el caso de los dependientes de exportaciones de productos básicos, diseñar estrategias de diversificación productiva y mecanismos anti-cíclicos. Propone también tipos de cambio flexibles y reformas en el sistema financiero para brindar solidez y crear mecanismos de préstamos a largo plazo para la inversión productiva.
LA INFLACIÓN MUNDIAL CONTINÚA SIENDO MUY BAJA
La inflación, medida por los precios al consumidor, aumentará en los PED de 0,3% anual a 0,7%, pero sigue estando muy por debajo de los objetivos de sus bancos centrales. Por su parte, los PED tendrán una menor inflación, que pasará de 4,7% anual en 2015 a 4,5% para este año. Estas tendencias continuarán en 2017.
Entre los PD se puede observar que en la zona del euro la inflación alcanzará a 0,4% en 2016 (frente a poco más de cero en 2015) gracias a la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE). En Japón se pronostica una deflación (–0,2%) por efecto del abaratamiento de la energía y el fortalecimiento del yen. En Estados Unidos se preve que la inflación se elevará a 0,8% en 2016 —en comparación con 0,1% en 2015— a medida que el mercado laboral se acerque al pleno empleo, aunque la apreciación del dólar y la caída de los precios del petróleo están empujando los precios a la baja.
En los PED la presión a la baja generada por la caída de los precios de las commodities ha quedado de alguna manera neutralizada por el traslado a precios de las devaluaciones. En China, la inflación se mantendrá en niveles bajos (1,8%). En Brasil, se prevé que la inflación disminuirá ligeramente a 8,7% —frente a 9,0% el año pasado—, mientras que en Rusia la inflación bajará de 15,5% en 2015 a 8,4% en 2016; sin embargo en ambos países estos niveles superan los objetivos de sus propios bancos centrales.
EL COMERCIO CRECE LENTAMENTE
La expansión del comercio mundial seguirá siendo muy moderada, estimándose que este año crecerá incluso menos que el PIB. Se espera que repuntará poco a poco a partir de 2016, principalmente como consecuencia del fortalecimiento de la demanda interna de los PED.
El comportamiento de la cuenta corriente sigue la tendencia observada desde hace unos años: los PD van mejorando y alcanzarán un superávit de 0,7% del PIB mientras que los PED seguirán desmejorando, previéndose para 2016 un déficit de 0,2% del PIB.
LOS PRECIOS DE LOS PRODUCTOS BÁSICOS NO SE RECUPERAN
Los precios de las materias primas han caído ininterrumpidamente desde 2011/12. Las causas principales de este comportamiento son: el aumento de la oferta, la desaceleración de China y la revaluación del dólar. Entre 2011 y 2015 el Índice de Energía del FMI retrocedió casi un 50_%, el de Metales un 45% y el de Granos un 37%.
En los últimos meses, la abundante oferta de alimentos fue la causa principal de los descensos en los precios agrícolas que acumularon una baja de 4% entre agosto de 2015 y marzo de 2016. Si bien los fenómenos climáticos afectaron negativamente las cosechas en algunas regiones, los elevados stocks preexistentes hicieron que este hecho no se reflejara en los precios internacionales.
El precio del petróleo disminuyó 32% en dicho período también a causa de una elevada oferta por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), mientras que el precio de los metales descendió 9% debido principalmente a la desaceleración de China, su principal demandante (consume casi la mitad de los metales del mundo).
Según proyecciones del FMI, en 2016 el precio de las materias primas agrícolas se verá afectado negativamente por las abundantes cosechas, los altos niveles de existencias y la desaceleración de la demanda. En 2017 se prevé una leve mejora de estos precios. Por otro lado, el precio de los metales descendería tanto en 2016 como en 2017.
LOS HECHOS MÁS SIGNIFICATIVOS Y LAS CONSECUENCIAS MACROECONÓMICAS DE LOS REAJUSTES MUNDIALES
- Repercusiones del cambio de modelo chino: la desaceleración del crecimiento y el rebalanceo de su economía impacta a todo el mundo: el debilitamiento de sus importaciones afecta a sus principales socios y caen los precios de las materias primas; además provoca devaluaciones en muchos países para compensar la pérdida del comercio con China.
- Descenso del precio de las materias primas, en particular del petróleo: las ultimas caídas adicionales de los precios de las materias primas, en especial del petróleo, ha determinado que en algunos de los países más afectados, las contracciones hayan sido drásticas. En estos países, una pérdida de ingreso de un punto porcentual provocada por un debilitamiento de los términos de intercambio supuso una disminución de 0,6 puntos porcentuales del crecimiento de la demanda interna en 2014–15 respecto a 2012–13.
- Caída de la inversión en energía y minería: otro de los principales canales de transmisión de los efectos de la baja de precios de las materias primas son las repercusiones sobre la inversión, en especial en energía y minería, dos actividades que requieren mucho capital. Durante el auge de los precios de las materias primas, la inversión fue elevada, pero en los últimos años se ha reducido drásticamente. Por ejemplo, las estimaciones de inversión en el sector del gas y el petróleo en los principales países exportadores de energía sufrieron una caída de 24% en 2015 respecto al año anterior; este descenso equivale al 0,3% del PIB mundial. La debilidad de la inversión se ha ampliado a los países exportadores de productos extractivos en general.
- Desaceleración de la inversión y el comercio: la debilidad de la inversión comentada antes sumado a la desaceleración de China y la caída de Rusia y Brasil explican una gran parte del debilitamiento de la actividad manufacturera y el comercio mundiales. Hay que notar que estos tres países representan el 30% de la inversión y el 15% del comercio mundial.
- Disminución de los flujos de capital hacia los PED: se registró una desaceleración de las entradas de capital y por primera vez desde la última gran crisis se registraron ventas netas de tenencias de cartera por parte de inversores extranjeros en los PED; en 2015 salieron u$s 531.000 millones netos, la mayoría de China. A consecuencia de ello en casi todos estos países disminuyeron las reservas.
- Turbulencias financieras y cambiarias: los reajustes señalados antes, unidos a varios factores no económicos como las tensiones geopolíticas generan una incertidumbre considerable en los mercados financieros, cambiarios y bursátiles. Fundamentalmente entre agosto de 2015 y febrero de 2016, las monedas de los PD tendieron a revaluarse, mientras que las de los países exportadores de materias primas tendieron a debilitarse aún más. Además, hubo fuertes caídas en las bolsas de todo el mundo, alta volatilidad, y un aumento de la aversión al riesgo a escala mundial.
RIESGOS QUE PUEDEN DESMEJORAR LAS PREVISIONES
El FMI considera que hay riesgos que pueden debilitar aun más la economía mundial. La materialización de cualquiera de ellos podría incrementar la probabilidad de que ocurrieran otros sucesos desfavorables. El escaso margen de maniobra que las políticas de los PD y PED parecen tener frente a los shocks negativos está exacerbando las inquietudes en torno a estos potenciales escenarios desfavorables. A corto plazo, los principales riesgos giran en torno a:
- Riesgos para la estabilidad financiera generados en los PED: Tras seis años de crecimiento económico decreciente y una disminución de las entradas de capital, los PED son cada vez más vulnerables a cambios en la dirección de los mercados. Las importantes devaluaciones de la moneda ocurridas en los últimos dos años han erosionado los márgenes financieros de las empresas que tienen una elevada deuda denominada en dólares pero, a la vez, limitados ingresos en dólares. Los amortiguadores fiscales también se han desgastado: los coeficientes deuda pública/PIB de la mayoría de los PED se encuentran notablemente por encima de los niveles de 2007. La acumulación de reservas internacionales, que en su momento fue rápida, se ha transformado en una pérdida de reservas en varias economías. Si el repliegue de los flujos de capital se acentúa, las condiciones financieras podrían deteriorarse en estos países y redoblar la presión a la baja a la que se encuentran sometidas sus monedas, produciendo efectos desfavorables en las empresas y dificultades de financiamiento.
- Consecuencias de la transición económica de China: el cambio de modelo de crecimiento es inevitablemente complejo. Las empresas chinas han perdido rentabilidad en los últimos años a medida que el crecimiento se desaceleró. Esto, además, les dificulta hacer frente al servicio de las obligaciones de deuda, lo cual eleva el nivel de los préstamos bancarios en mora. Como la capacidad de crédito de los bancos es cada vez más limitada, las empresas están recurriendo a los mercados de capital. La combinación de la fragilidad de los balances empresariales con un nivel elevado de préstamos en mora e ineficiencias en los mercados de capitales está creando riesgos para la estabilidad financiera. Esto complica la tarea de las autoridades de lograr un reequilibramiento de la economía relativamente calmo con una reducción simultánea de las vulnerabilidades creadas por un apalancamiento excesivo. El limitado avance de las reformas clave y el recrudecimiento de los riesgos de los sectores empresarial y financiero han suscitado inquietudes en torno al crecimiento a mediano plazo y desatado turbulencias en los mercados financieros dentro y fuera del país.
- Riesgo de mayor tensión en los países exportadores de petróleo: las nuevas caídas de los precios del petróleo podrían obligar a los países que lo exportan a recortar aun más el gasto. Pero además, en un contexto de baja inflación, la posibilidad de que los precios del petróleo disminuyan aún más plantea el riesgo de deflación y aumento de las tasas de interés reales.
- Impacto de un posible empeoramiento en los mercados financieros y bursátiles: los mercados de acciones sufrieron grandes pérdidas a nivel mundial a fines de 2015 y comienzos de 2016. Los mercados han repuntado desde marzo. No obstante, los índices bursátiles continúan muy por debajo de los máximos registrados a mitad de 2015 y son inestable. Un empeoramiento tendrá efectos negativos sobre la riqueza, el consumo y el crecimiento.
- Expansión monetaria y tasas de interés negativas en los PD: pareciera que ya no alcanza para estimular la economía: en los últimos años los bancos centrales de Estados Unidos, la UE y Japón expandieron fuertemente la emisión de dinero y redujeron o mantuvieron las tasas de interés en niveles nunca antes registrados, llegando en algunos países de Europa y en Japón a contar con tasas negativas para los depositantes; la tasa de interés de corto plazo promedio de los PD es 0,36%. Pero la demanda de consumo e inversión no reacciona como pensaban y el ahorro sigue superando a la inversión. Muchos están planteando rediscutir los efectos de esta política monetaria y sumar otros tipos de políticas, como la expansión fiscal. Por lo sucedido, muchas de las ideas que se tenían sobre el impacto positivo de la política monetaria y fiscal sobre la recuperación no se están cumpliendo en la realidad, por eso es que se suma a la lista de riesgos. Otros plantean que se debe combinar la política de expansión de la demanda agregada con reformas por el lado de la oferta, pero esto es para el largo plazo.
- Posibles demoras en la normalización de las condiciones de las economías en recesión: las economías de Brasil y Rusia, que juntas generan alrededor de 6% del PIB en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) vienen sufriendo una contracción desde 2014. Si bien es espera que se vayan recuperando, la incertidumbre sigue siendo elevada y puede impactar al conjunto de la economía.
- Tensiones y conflictos geopolíticos: la incidencia de conflictos armados y actos de terrorismo ha aumentado en los últimos años. La situación que están atravesando partes de África y Oriente Medio podría hacer recrudecer las tensiones nacionales e internacionales y provocar nuevos trastornos en el comercio, el turismo y los flujos financieros. En Europa, la escalada de refugiados está poniendo duramente a prueba la capacidad de absorción de los mercados de trabajo de la UE, así como sus sistemas políticos, atizando el escepticismo en torno a la integración económica y la gobernanza de la UE.
- Estancamiento secular y disminución del producto potencial: en la UE y Japón el riesgo de una demanda interna muy débil y de un mayor debilitamiento del producto potencial continúa suscitando inquietud. Además, el abaratamiento del petróleo y de otras materias primas plantea un riesgo de deflación en los PD. El impacto sobre los PED de estos fenomenos provocará una desaceleración de su crecimiento, y el desempleo, sobre todo en muchos países de la UE, no podrá reducirse.
India
Sobresale en un mundo que crece poco y en el que hay incertidumbre. En 2015 creció más que China y se prevé que en este año 2016 sucederá lo mismo. En años anteriores igualmente tuvo una alta tasa de crecimiento: en lo que va del siglo creció a una tasa promedio de 7,3% anual.
Su modelo económico es muy particular porque su estrategia se basa en tener una macroeconomía bastante balanceada, una integración hacia el mundo a través de los servicios y empezar, lentamente, a abrir la economía a la inversión extranjera directa (IED) y aceptar la participación privada en áreas que estaban en manos estatales. Pero no hay un programa como el que tienen los chinos (ver Boletín Nº 27, marzo 2016). En los últimos años redujeron la inflacion (10 a 6%) y el déficit fiscal (de 4,5 a 3,5_%) y la tasa de interés la redujeron a 6,75%. Por cierto que hay algunos problemas coyunturales como la caída de las exportaciones, el bajo crecimiento del crédito y la reducción de la inversión como porcentaje del PIB: bajó de 39% en 2011 a 35% en 2015, pero igualmente sigue siendo muy alta.
La economía está sobre-regulada, el Estado domina varios sectores, incluyendo bancos, e históricamente siempre tuvieron una cierta desconfianza en el mercado.
India tiene potencial para crecer sostenidamente: son 1,25 MM de personas de las cuales la mitad tiene menos de 25 años y su PIB per cápita en PPA es 11% del de los Estados Unidos y la mitad del de China. Pero para crecer sostenidamente tendrán que hacer cambios importantes porque la industria es intensiva en capital y los servicios tecnológicos en mano de obra calificada, y no pueden absorber a los jóvenes que están ingresando en el mercado laboral.
Además, tendrán que mejorar el funcionamiento del mercado laboral y el de las empresas monopólicas del estado, facilitar la apertura de nuevas empresas, realizar fuertes inversiones en infraestructura, recapitalizar a los bancos públicos, facilitar el acceso a la tierra, reducir controles que dificultan el desarrollo de nuevas actividades, participar activamente de las cadenas internacionales de valor, aumentar la competitividad de la industria e incluso de los servicios informáticos que están perdiendo dinamismo; ambas actividades están creciendo poco y generan pocos empleos. También tienen que mejorar la educación general que es de baja calidad.
1 Nota: Este informe se basa en la información de FMI, World Economic Outlook, abril 2016.