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Radio online: Pandora se reinventa contra Apple y Spotify

En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus para introducir males en la vida de los hombres, después de que Prometeo, yendo en contra de su voluntad, les otorgara el don del fuego. Pandora también es un proyecto iniciado el 06/01/2000 por un grupo de tecnólogos amantes de la música y músicos, con la idea de crear un análisis comprensivo de la música. Por ello denominaron el proyecto como The Music Genome Project, (algo así como el Proyecto del Genoma Musical). Ofrecen emisoras de radio personalizadas a través de Internet: el usuario sugiere el nombre de una canción y la página genera una estación de radio con una lista de música "genómicamente" parecida a la que se solicitó en la consulta. El usuario tiene la posibilidad de marcar las canciones como de su agrado o desagrado e ir personalizando sus estaciones. También puede proponer alguna nueva canción, e incluso mandar música de la que el usuario sea autor. Pero tan brillante idea, ahora está en crisis.

por JOHN PAUL TITLOW

NUEVA YORK (Fast Company). Para alguien que se acaba de bajar de un vuelo cansador a través del país a las 6:00, Tim Westergren parece extrañamente energizado. Tal vez es la adrenalina, y sería difícil culparlo si hubiese una pizca de terror también. 2 días atrás Westergren se encontró de pronto a sí mismo con un nuevo trabajo: jefe ejecutivo de Pandora, la compañía de radio en internet que co-fundó hace 16 años.

Mucho ha cambiado desde aquellos primeros días, la compañía ha atravesado un difícil camino. Después de inventar la radio personalizada por internet, tal como la conocemos, Pandora juntó más de 80 millones de usuarios, se hizo publica en la Bolsa de Valores de USA, se peleó con la industria de la música, se amigó con ella, tomó posiciones en el negocio de la música, y en el camino integró su servicio de radio a 1.700 tipos de dispositivos.

Pero hay algunas notables acciones que Pandora no hizo. Para comenzar, no se ha vuelto una enorme compañía rentable (la mayoría de sus trimestres financieros reportó pérdidas), y su producto central no ha cambiado tan dramáticamente, aún cuando la demanda de descarga continua se ha multiplicado y así la competencia se hizo picante.

Pandora se está preparando para hacer unos cambios mayores en su producto y su modelo de negocios en los siguientes meses; y ruega que funcione. Es por eso que Westergren voló de Nueva York a California esta mañana. La tarea frente a él es enormemente desafiante; sin mencionar urgente.

“Tengo en claro como el agua lo que debería estar haciendo”, comenta Westergren, quien reemplaza a Brian McAndrews, de abrupta salida de la compañía a fines de marzo después de 2 años y medio como CEO. “Sin embargo ¿por qué yo debería estar haciendo este trabajo en primer lugar? y ¿cuáles son las cosas más importantes?”

Durante su 1ra. semana de trabajo, Westergren se concentró en “reunir las tropas” internamente y encontrarse con 2 de los grupos más importantes de Pandora: los sellos discográficos y los inversores.

Antes de su excursión a Nueva York, él estaba en Los Ángeles juntándose con ejecutivos de la música y artistas. Y antes de eso, fue el anfitrión de una reunión en la casa principal de la compañía en Oakland, inaugurando un nuevo organigrama con su nombre en la cabeza, y roles definidos para cada ejecutivo. “No puedo recordar la última vez que dormí plácidamente”, comenta Westergren entre bocados de un almuerzo de sushi, “pero nunca me he sentido más encendido de lo que me siento ahora”.

Eso es buenísimo, ya que Westergren tiene su trabajo personalizado para él. En 2015 la compañía falló en aumentar su audiencia más allá de los 81 millones de oyentes que tenía a principio de año. Y mientras que facturó US$1.160 millones el año pasado, todavía le faltaban US$170 millones para llegar a una rentabilidad, a causa de su costoso y obstinado sistema de pagos de licencias musicales organizada de forma federal. Esa estructura de cuotas, que no se aplican en la radio terrestre o en servicios de música por demanda como Spotify, se comen fácilmente la mitad de las ganancias de Pandora, haciendo constantemente difícil conseguir alguna rentabilidad.

Es posible que la compañía busque compradores, de acuerdo a un reciente reporte en el The New York Times. La empresa ha mantenido “conversaciones preliminares” con potenciales compradores con el apoyo del banco Morgan Stanley, pero no está claro que vayan a terminar en un acuerdo, según fuentes conocedoras de esos contactos citadas por el periódico.

Aún con Westergren en la cabeza, esa opción permanece en la mesa; la compañía no ha comentado oficialmente al respecto. Peo ahora, él parece totalmente comprometido en darle nueva vida a este sistema que ayudó a construir hace tantos años. “Hay algo acerca de haber estado aquí desde el origen”, nos cuenta Westergren. “Sé cómo es que está todo articulado. Sé cómo funcionan las cosas. Conozco dónde están nuestras debilidades y nuestras fortalezas”.

Antes de este inesperado cambio que supone cambiar de CEO, Pandora estaba muy ocupada diagramando un nuevo curso. A fines de 2015, adquirió

> los restos del competidor de Spotify, Rdio,

> un vendedor de tickets de concierto, Ticketfly; y

> Next Big Sound, una start-up que rastrea música online y ofrece análisis detallados de artistas y músicas.

Las adquisiciones señalaron una doble estrategia: transformar a Pandora en un lugar al estilo de Spotify para escuchar música, más comprensible, mientras que, a la vez, la vuelven un valioso (y con suerte lucrativo) recurso para músicos.

La cronología para lanzar estas nuevas iniciativas, Westergren asegura, no ha cambiado, aunque cualquier ejecutivo operando en el espacio digital musical que siempre está en fluctuación, tiene dudas al brindar fechas exactas.

“Queremos ser una ventanilla única para artistas y para nuestra audiencia”, comenta Westergren. “Y toda esa actividad se transformará en un set de negocios”. Lo más interesante es que estas actividades no serán devoradas por el sistema de pago de regalías fijas (tan costoso) que grava los productos convencionales de la radio Pandora. Esto no sugiere que las  ganancias explotarán una vez que se encienda el switch, pero si todo va de acuerdo al plan, Pandora espera que el camino por delante sea menos turbulento.

Es tentador ver la promoción de Westergren como si fuese Jack Dorsey (el CEO cofundador de Twitter): Una compañía tecnológica luchando para hacer crecer su base de usuarios, regresa a su carismático cofundador para ayudar a enderezar la nave a través de aguas cada vez más llenas y competitivas. (N. de la R.: también lo hizo Dell). Pero, tal vez, es cierto que si alguien puede lograrlo es Westergren. Él trae a la mesa lo que ve como 2 ventajas distintas:

> experiencia como músico -él cree que le da un gran punto de ventaja para juzgar la industria de la música y a los artistas-; y

> un rostro que es muy familiar dentro de la compañía.

Puede ser que lleve poco tiempo con este nuevo título pero Westergren ha sido por largo tiempo cofundador y jefe animador de Pandora, sirviendo como el rostro público de la compañía ante la prensa, encabezando audiencias públicas en ayuntamientos con oyentes, y sentándose en reuniones de ventas con representantes de anunciantes, entre muchas otras cosas. ¿Quién mejor que él para liderar la organización en malas épocas?

Pandora necesita parecerse más a Spotify

Si la vida es desafiante para Pandora, puede que tenga menos que ver con los malos pasos que la compañía dio a través de los años y más con las fuerzas que se han alzado alrededor de ella. No se equivoquen al respecto: El concepto original de Pandora -una personalizada radio online basada en los gustos de sus oyentes y potenciada por un algoritmo entrenado por expertos musicales-, era una espectacular innovación cuando comenzó en 2005.

Pandora cambió la forma en que millones de personas escuchaban música, generó innumerables imitadores y redujo el share de las radios convencionales en un 10%.

Pero en 2016, sólo la radio personalizada no basta. Como negocio, es increíblemente caro de operar, y es muy difícil de consolidarlo más allá de USA, Australia y Nueva Zelanda, a causa de las normas de licencias musicales (derechos y regalías) que gobiernan las emisoras de radio por internet. Mientras tanto, las expectativas de los oyentes de Pandora han cambiado.

El crecimiento de servicios 'on demand' tal como Spotify, SoundCloud y App Music, les ha dado más control sobre su experiencia auditiva, permitiéndoles encontrar y escuchar cualquier canción que quieran, cuando quieran. A través de playlists y varios algoritmos, estos servicios ofrecen una personalización y organización musical, y una función de radio que de alguna forma se articula, generalmente, con su experiencia de música 'on demand'.

No es de extrañar que el crecimiento de Pandora se estancara. En 2015 recaudó más dinero que los álbumes físicos por primera vez en la historia, impulsado por una explosión en la transmisión por internet. En diciembre, incluso, el famoso nuevo catálogo de The Beatles apareció entero en los mayores servicios de transmisión por internet. Y en abril 2016, Kanye West, con su “Life of Pablo”, se convirtió en el 1er. álbum en llegar al puesto Nº1 en el ranking Billboard sin vender ninguna copia física. Pandora sigue siendo excepcionalmente experta en la entrega de estaciones de radio personalizadas basadas en el artista y la canción pionera.

Pero, para muchos, no basta con ajustar sus estaciones con el botón del 'like'. Cuando escuchas algo que te gusta en Pandora, es probable que vayas a Youtube, SoundCloud, Apple Music o Spotify, para guardar ese nuevo tema: faltan funciones al software. “No queremos que hagas eso”, dice Westergren. Es por eso que Pandora estuvo trabajando en nuevas opciones para sus usuarios. A principios de 2014, el jefe financiero de Pandora, Mike Herring, se juntó con Sara Clemens, una ex ejecutiva de Microsoft que dirigió el desarrollo de negocios y expansión internacional para la Xbox.

Durante el almuerzo ellos discutieron el particular set de desafíos y oportunidades de Pandora como negocio. “Ambos estábamos muy alineados en cuanto a esta oportunidad de escalar un mercado de música”, nos cuenta Clemens, quien pronto se uniría a Pandora como jefa ejecutiva de Estrategias. “Un lugar donde fans y artistas puedan conectarse de una forma sin precedentes. ¿Cuáles son los servicios que necesitas construir para crear la experiencia más agradable para ambos grupos?".

Hacia mediados de 2014, Clemens y otros jefes de Pandora se juntaron con los equipos de Ticketfly, Next Big Sound y Rdio y empezaron a cartografiar un nuevo y más ambicioso futuro para la compañía. Los experimentos previos de la compañía, que ayudaban a los artistas a programar giras y vender sus entradas, sugerían que Pandora podría jugar un nuevo y único rol en la música en vivo.

A mediados de 2015, Pandora se unió a The Rolling Stones para ayudar a promover su nueva gira; y ayudó a pre-vender 55.000 entradas en 24 horas. La asociación, que surgió de una relación existente de publicidad con la empresa de promoción turística de la banda, demostró cómo el alcance y tecnología de Pandora podría ser usada para vender entradas a los fans. Seguramente ese proceso puede ser realizado con menos complicaciones si Pandora fuese dueña de la plataforma que vende los tickets.

Mientras tanto, discusiones previas con Next Big Sound acerca de incluir a Pandora como una compañía analizadora/procesadora de datos de la industria ha evolucionado en una dirección: Pandora compró Next Big Sound para mejorar su autoservicio y herramientas de datos para artistas.

Por su parte, Rdio estaba luchando para mantenerse al día en su batalla con Spotify y App Music, reportando pérdidas de US$ 2 millones por mes y directo hacia la quiebra.

Cuando muchos en la industria de la música gritaban en contra de la música de difusión libre bajada en aplicaciones, Pandora buscaba una nueva fuente de ingresos y se enfocó en Rdio; principalmente, su stock tecnológico, equipo de producción, ingenieros, y grupo de negocios: US$ 75 millones para absorberlos. Eso podría parecer contrario a la necesidad de buscar nuevos negocios dado que la transmisión 'on demand' por internet no es un negocio altamente rentable. Pero, a diferencia de lo que es el negocio propio de la radio, la musica 'on demand' le permite a Pandora negociar los permisos de licencias con el sello discográfico; y experimentar con modelos de negocios de suscripción.

A fines de 2016, Pandora lanzará su propio servicio de suscripción de música 'on demand', una vez que los contratos de licencias y logística, y los detalles de diseño estén listos. Es fácil imaginarse un clon de Spotify apilado encima de una aplicación de Pandora. Pero es mucho más complejo, insiste Chris Phillips, el jefe de Producción de Pandora, y el hombre que está a cargo del proceso de integración del rompecabezas de Pandora: una librería 'on demand', ventas de tickets, y un arsenal de datos.

“Lo abordamos en forma diferente”, según Phillips, argumentando que la mayoría de los servicios que transmiten música por internet comienzan con una enorme librería 'on demand' y después buscan radios personalizadas y listas de reproducción como una idea tardía. “Estamos comenzando a partir de esta simple y personalizada radio, añadiendo el valor agregado que nos parece adecuado”.

Pandora sabe, por ejemplo, si te gusta algo de Carly Rae Jepsen, tal vez la estación Carly Rea sea te provoque placer en el trabajo, o capaz le has dado repetidos 'likes' a sus canciones cuando las escuchas en la estación de Pandora. Conociendo esta información, Pandora puede colgar con confianza su último disco frente a vos, esperando atraerte al botón para suscribirte al servicio 'on demand'. El truco estaría en concretar estos lanzamientos en forma elegante, sin molestar al oyente. “Uno puede imaginar muchas formas en las cuales podríamos autocompletar tu colección de música virtual”, cuenta Westergren.

Trucos como estos pueden ayudar a Pandora a alcanzar su objetivo principal que es convertir el 10% de los oyentes de radio por internet (lo que sería unos 8,1 millones de personas) en suscriptores pagos. Esto apunta a los oyentes de Pandora que todavía no han invertido US$ 10 por mes por el servicio de música. No sería tan difícil. Sí resultaría complicada la gente que ya está enganchada con Spotify y App Music. De hecho, ponerse al día con los 40 millones de suscriptores que pagan Spotify y/o Apple, será una ardua batalla para Pandora.

Simplemente miren a Tidal, que peleó duro para llegar a los 3 millones de suscriptores después de persuadir a los fans con exclusividades de artistas como Rihanna y Kanye West.

A su favor, Pandora está tratando de construir más que una copia de Spotify. En primer lugar, Clemens me asegura, la compañía no se va a apegar al modelo 'todo lo que puedas bajar por US$ 10', que domina los servicios de suscripción de música hoy en día. “Una de las cosas que la industria de la música ha hecho en su propia contra a través de los años es crear este límite del precio de US$ 120 anuales, independiente de cuánto la gente le guste la música”, comenta Clemens, refiriéndose a la etiqueta de los servicios de Spotify. “Si veo a la industria del juego de azar por ejemplo, la gente está dispuesta a pagar miles de dólares si son superfanáticos”.

Pandora ya tiene 3,9 millones de suscriptores para sus usuarios de “Pandora One Tier”, que elimina propagandas de la descarga continua de radio por internet. La compañía no comenta cómo Pandora One Tier será afectada por las nuevas ofertas 'on demand'. Pero cualquiera sean las explicaciones de los médicos, Clemens y Westergren claramente imaginan diferentes tipos de precios que atienden a los fanáticos de diferentes niveles de intensidad.

¿Cómo se vería si alquilaran el acceso a un álbum nuevo por un periodo de tiempo? Se pregunta Clemens. “¿Te gustaría ser capaz de comprarlo y escucharlo ilimitadamente? O, si sos un súper fan y sale una pre venta para el concierto que se realizará en tu ciudad ¿te gustaría saberlo de antemano?". El inminente lanzamiento de su servicio 'on demand' puede ayudar a Pandora a posicionarse para expandirse hacia otros países, dependiendo de los acuerdos negociados con las discográficas. El sistema de licencias obligatorio usado por las radios de Pandora en USA no se transfiere fácilmente al exterior, pero contratos directos con los sellos discográficos como parte de una nueva iniciativa 'on demand' puede ayudar a destapar uno de los cuellos de botella más grandes para el crecimiento de la compañía.

La compañía no se comprometerá a ninguna fecha cronológica respecto a su lanzamiento al exterior, pero es una clara prioridad para Westergren. Spotify ya opera en más de 60 países, y Apple está disponible en 113.

Una agresiva expansión internacional no solucionará de por sí los desafíos de Pandora de un día al otro. Pero cuando se pulsa sobre la cuestión de la competición por el espacio 'on demand', Westergren vuelve a su mágico número: 81 millones de oyentes activos. “Esa es nuestra ventaja estratégica”, insiste. “Tenemos una audiencia y podemos poner el producto frente a ellos de una forma convincente. Y ese también es nuestra vidriera: ¿Quieres llegar a las masas? Nosotros somos quienes podemos hacerlo, al menos en USA".

Frustrado por la popularidad de las opciones gratuitas de música 'on demand' de Spotify y YouTube (cuyos ingresos no dan tanto dinero a discográficas y artistas), la industria de la música estará más que feliz de abrazar a un compañero que empuje a los oyentes hacia el botón de pago. La pregunta es si Pandora puede improvisar suficientes beneficios únicos para que valga la pena a los usuarios.

¿Podrá Pandora volverse un Ticketmaster para los débiles?

Para muchos artistas, hacer una gira les da más dinero que vender los discos. En el área de descarga por internet, esta realidad se vuelve más real, especialmente para la clase media de los músicos sin un considerable músculo en el mercado discográfico. De hecho la economía de la música transmitida por internet (ya sea apoyada con publicidad o con suscripciones) no siempre favorece a los artistas en términos financieros. Mientras la aritmética de este nuevo ecosistema se agita y tiembla, muchos argumentan que los músicos simplemente necesitan hacer dinero por otro lado: merchandising, contratos de licencia para películas y TV, conciertos.

Pandora está ocupada posicionándose a sí misma para jugar un importante rol: la adquisición de Ticketfly es clave para la compañía. Es una nueva fuente de ingresos (un porcentaje de la venta de entradas), en forma independiente de los elevados pagos de derechos de reproducción. También es una forma para que Pandora ayude a los artistas de una forma directa y benéfica. Y para que los oyentes tengan un amplio rango de opciones en el servicio de transmisión por internet.

Ticketfly le permitirá hacer algo a Pandora que sus competidores no pueden: vender entradas de conciertos directamente a los fans dentro de la aplicación. Usando su personalización potenciada con datos, Pandora quiere apuntalar en forma inteligente la venta de entradas a conciertos, incluyendo las pre-ventas y los pases VIP, a las personas más probables de comprarlos. Esas ofertas pueden venir en forma de publicaciones transmitidas por internet (inteligentemente puestas después de una canción del artista que está en gira) o en notificaciones apuntadas a los superfans al momento en que un show se anuncia.

Si el diseño de la aplicación móvil recientemente lanzada por Ticketfly es de alguna utilidad, la experiencia de comprar entradas en sí misma será casi sin esfuerzo. “Una de las razones por la que compramos Ticketfly, en lugar de hacernos socios, es porque queríamos intensificar el proceso entero”, explica Phillips. “Desde descubrir las entradas a ir a comprarlas, que sea verdaderamente fácil”.

Cualquiera que haya intentado comprar sus entradas por celular apreciará lo que Phillips y su equipo están haciendo aquí. Si Pandora va a lograr que la experiencia de comprar entradas sea lo menos compleja posible, no solo será algo bueno para los usuarios sino una potencial ventaja para los artistas y locales. Ticketfly sirve como un local de pequeño a mediano tamaño, el cual siempre apuesta por pequeños shows, ya sea bandas locales, o alguien en gira fuera de su ciudad. La tecnología de personalización de Pandora puede ayudar a vender los tickets que de otra forma no se venderían, incluyendo llegar a gente que quiere ver a la banda tocar en vivo pero no se enteran cuándo ni dónde pero que sin embargo están dando una pista sobre sus intereses cada vez que le dan al botón 'like'.

Para shows que pueden no venir a tu ciudad (o que pueden no estar en el local Ticketfly), Pandora está planeando una 2da. fase para su estrategia de música en vivo: transmisión por internet en vivo. Pandora ya hizo una prueba piloto de transmisión por internet en vivo con actos como los de G-Eazy, Fall Out Boy, Jack White y Mumford and Sons; los cuales, según Phillips, fueron “enormemente exitosos”.

El equipo de producción de Pandora está planeando hacer un mayor énfasis para shows transmitidos por internet en vivo, los cuales pueden ser apuntados a fans según sus gustos. No sería la primera vez que una compañía le da la opción a los fanáticos de sintonizar un concierto en vivo, Pero la combinación del tamaño de Pandora y su capacidad de apuntar a los oyentes podría hacer otro complemento irresistible para los fanáticos de la música.

Si la compañía es exitosa en atraer a la audiencia a estos eventos en vivo, tanto virtuales como en carne propia, podrían generar no solo una nueva fuente de ingresos para Pandora; también algo que es más que valioso: más información.


 

Es todo por la información

El servicio de radio por internet de la compañía fue construido encima del genoma del set de datos de música de Pandora, que fue creado por docenas de musicólogos, quienes se sentaron con sus auriculares y manualmente se pusieron a etiquetar cada canción con términos descriptivos basados en su estilo, instrumentación y diversos matices musicales. Al envolver miles de canciones en detallados metadatos, el proyecto Genoma musical permitió a Pandora crear un algoritmo que le permitiera enlazar a las canciones por sus estilísticos y sónicos atributos, y después, crucialmente, aprender de sus oyentes sus preferencias musicales.

Cada vez que un oyente le da al botón 'like'l o al 'no like', le enseña al sistema algo acerca de su gusto musical. Esa inteligencia fue usada para personalizar las estaciones para oyentes individuales, y ayudaron a entrenar al sistema de Pandora con la relación entre los artistas, las canciones y los oyentes alrededor de su plataforma. Lo que Amazon y Netflix hicieron con las películas de terror y telenovelas (la clásica herramienta de recomendación “a la gente que le gusta esto, también le gustará esto otro”) Pandora preparó a su sistema para hacerlo con canciones.

Mientras Pandora crecía, también lo hacia su base de datos y músculo de personalización. Para millones de oyentes, esta fórmula tiene mucho más sentido que la del modelo “uno para muchos” de las radios terrestres, la cual históricamente atascó una angosta selección de música popular en la garganta de las masas. Con el tiempo, modificó la tecnología subyacente de Pandora con piezas móviles: máquinas que escuchan para ayudar a darle una escala al trabajo de los musicólogos, y al mismo tiempo un nuevo nivel de 'curadores' de carne y hueso que ayudan a darle una capa extra de toque humano a esta experiencia. Ahora, Pandora, se sienta encima de una masiva (y potencialmente lucrativa) montaña de datos, y 9.000 millones de estaciones creadas por usuarios, y 65.000 millones de 'likes' le han enseñado al cerebro artificial de Pandora. En promedio, un usuario de Pandora escucha más de 20 horas de música al mes.

Tan poderosa herramienta de datos, está limitada por lo mismo que inhibe la experiencia del usuario de Pandora: toda esa habilidad de aprender acaba tan pronto el usuario cambia a Spotify, SoundCloud o Apple Music para guardar canciones y así poder escucharlas más tarde, o explorar un álbum entero o listas de reproducción a voluntad. Esto es una gran vulnerabilidad competitiva para Pandora, especialmente mientras Spotify ofrece su propia e innovadora herramienta de conservación de música como Fresh Finds y Discover Weekly. La tecnología que les da fuerza a estas características (así como las estaciones de radio personalizadas de Spotify) viene de Echo Nest, la compañía de música inteligente que Spotify adquirió en el 2014.

Echo Nest no es tan buena como Pandora cuando se trata de radios personalizadas. Pero se le está poniendo rápidamente al día. Mientras tanto, las características de Spotify como Discover Weekly están probando ser un gran éxito entre la audiencia dándoles una razón menos para abrir la aplicación de Pandora. Mientras tanto, la lista de reproducción construida a mano de Apple Music y la vieja escuela de la estación de radio Beats One, han asombrado a los oyentes y genera una especie de zumbido que hace que viejos pioneros de la radio por internet se sientan celosos.

Al saltar a las suscripciones 'on demand', Pandora espera añadir una más profunda capa de datos y entendimiento a su cerebro artificial. Al crear estaciones basadas en artistas y canciones con 'likes', los oyentes le pueden enseñar a Pandora un montón; pero comportamientos como guardar álbumes y escucharlos o repetirlos o añadirles canciones a la lista de reproducción es mucho más informativo (como Spotify y Apple ya lo saben). Ahora mismo, si estás obsesionado con el nuevo álbum de Rihanna, Pandora no tendrá idea. Estos son el tipo de puntos ciegos que el servicio necesita llenar. Especialmente si quiere apuntar a los superfans con beneficios especiales.

Esta información no sólo es crucial a la hora de vender entradas de conciertos. Le permitirá a Pandora conocer qué música te gusta escuchar, sino también sabrá cuales artistas te motivan para gastar tus ingresos disponibles en entradas, salir de tu sillón e ir a ver un concierto en vivo. Ese nivel de compromiso dice mucho más que el número de 'likes'. Y ese tipo de inteligencia será difícil para otros servicios de música de replicar sin un servicio propio de venta de entradas. Con esta adquisición, Pandora trata de darle al clavo de nuevos recursos de ingresos, pero no deberían ser vistos como un cambio de la dirección de la radio. De hecho, estas nuevas cañerías de datos podrían alimentar el algoritmo central del servicio, haciendo el cerebro detrás del servicio de radio de Pandora mucho más inteligente y, para las esperanzas de la compañía, más lucrativa.

Ganándose los corazones y las mentes de los músicos

Tim Westergren se enternece al recordar sus días de músico de gira. Es nostálgico recordar el transporte de los equipos de local a local para YellowWood Junction, el equipo de rock acústico en el que él tocaba el teclado a mediados de los '90. En cambio, él cree que su experiencia como artista le da a Pandora una única perspectiva, especialmente ahora que es el CEO de la compañía. Puede ser que él no tenga el mismo credo de industria musical que Jimmy Iovine, de Apple, o Jay-Z, de Tidal, pero al menos puede hablar el mismo lenguaje que la gente que hace música, quienes a veces son bastantes escépticos con cualquiera con la palabra “ejecutivo” en su título.

“Ser el CEO es como administrar mi banda”, comenta Westergren. “Tiene las mismas cosas, las posibilidades de tener éxito son casi cero. Es un creativo esfuerzo con un montón de diferencias artísticas. Sos pobre como la mierda y tenés stress financiero. Es exactamente lo mismo”. Esto es un golpe de narrativa con un giro empresarial, pero es difícil de descartar al mirar a las recientes estrategias de Pandora, las cuales ayudan a los artistas con nuevas herramientas y oportunidades. Eso era verdad cuando Westergren era simplemente un cofundador; y, ahora, la concentración de la compañía en la necesidad de los artistas seguramente se afilara más.

A fines del 2014, Pandora lanzó su plataforma de mercados de artistas (AMP), parcialmente bajo la guía del entonces cofundador Westergren. A través del tablero de mando de la AMP, los artistas y directores pueden tener un desglose analítico al estilo Google de los lugares donde su música está siendo reproducida, cuántas estaciones Pandora nuevas están siendo creadas con sus canciones, y cuantos oyentes y 'likes' tiene cada tema. La compañía inauguró AMPcast, el cual le permite a los artistas grabar sus propios mensajes de audio para auto-promocionarse, y apuntar ese audio (y una aplicación de video) directamente a los teléfonos móviles de los fans.  En una campaña beta, un pequeño cuarteto de cuerdas usó el AMPcast para publicar su nuevo CD con un link para comprarlo. En 20 minutos consiguieron US$ 3.000.

En otra campaña, el artista de EDM, Steve Aoki, utilizó el AMPcast para ayudar a promover un disco que se estrenaba exclusivamente en Pandora. Este anuncio logró hasta un 18% de clics, humillando a la promociòn con banners y anuncios en redes sociales. “Creo que fue el lanzamiento de álbum más exitoso que jamás hemos hecho”, cuenta Matt Colon, cofundador de Deckstar Managment, quien maneja a Aoki y a otros grandes nombres artísticos. Colon cuenta que su compañía utilizará más a Pandora conforme maduren sus herramientas enfocadas a los artistas. Hasta hace poco, nos cuenta, no tenían idea qué alcance tenía Pandora en las bases de fans de artistas como Aoki. “Soy tan culpable como cualquier otro en subestimarlos", confiesa Colon. “Pero cuando vi los números, quedé asombrado. Hay un montón de funcionalidad que no sabíamos que existía”.

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