CONFLICTO INSTITUCIONAL

Dicen que la Corte Suprema definirá el futuro del juicio político a Dilma

El convulso proceso de destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff se ha enredado de nuevo en un embrollo institucional. En un impredecible giro a la crisis política el flamante titular en funciones del Parlamento, Waldir Maranhão, suspendió el impeachment. Pero el presidente del Senado ha ignorado esta decisión y ha ordenado seguir. Todo indica que el tema llegará al Supremo Tribunal Federal, que decidirá, profundizando la crisis de Brasil.

Ante la pugna entre los 2 líderes de la Cámara Alta y la Baja, muchos en Brasil esperan que el Tribunal Supremo de Justicia resuelva, una vez más, el destino político del país.

Todo estaba previsto para que el miércoles 11/05 el Senado votase afirmativamente, según todos los pronósticos, la apertura del proceso de impeachment o juicio político. Automáticamente, la presidenta Dilma Rousseff tendría que dejar el cargo mientras se le juzgaba durante 180 días. El vicepresidente, Michel Temer, con sus ministros, se preparaba ya para asumir el poder.

Pero la sorprendente e inesperada decisión del presidente interino del Congreso, Waldir Maranhão, ha llenado de incertidumbre jurídica el proceso: si hubo irregularidades o vicios en la votación en Diputados, el proceso es nulo hasta que vuelva a votarse, insisten muchos.

Cámara alta

El presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, calificó como un "juego con la democracia" la decisión del jefe interino de la Cámara baja, Waldir Maranhao, de anular la sesión que admitió el impeachment de la mandataria Dilma Rousseff, y ordenó continuar con el proceso, ya avanzado en la Cámara alta.

Calheiros calificó también como "intempestiva" la decisión de Maranaho y rechazó su pedido, indicando proseguir con el trámite que el próximo miércoles podría suspender por hasta 180 días a Dilma Rousseff en el ejercicio de la presidencia.

Renan Calheiros leyó su decisión ante el pleno del Senado, lo que provocó gritos de protesta de senadores oficialistas. El parlamentario contestó también el argumento de Maranaho, indicando que los legisladores votaron con plena conciencia, y cuestionó el formato de la comunicación de la suspensión, un oficio.

"Aceptar esta diversión con la democracia sería quedar comprometido con el atraso del proceso", dijo Calheiros.

Cámara baja

En tanto, el presidente interino de la Cámara de Diputados, Waldir Maranhao, y ante la amenaza de ser expulsado de su agrupación, el Partido Progresista (PP), y perder el mandato, Maranhao divulgó un comunicado en el que informó que revocaba su decisión.

"Revoco la decisión por mi proferida el 9 de mayo del 2016, por medio de la cual fueron anuladas las sesiones del plenarios de la Cámara de Diputados ocurridas los días 15, 16 y 17 de abril de 2016", informó el legislador, quien había justificado su decisión, que en la mañana del lunes 09/05 conmocionó a la política brasileña, indicando que buscaba "salvar la democracia".

El presidente de la Cámara de Diputados comunicó también su nueva postura en un escrito enviado al presidente del Senado, Renan Calheiros, en el que anuncia que revoca la anulación del juicio político sin dar explicaciones.

Ahora sí que la desprolijidad es enorme. Cualquiera puede ir a quejarse al Supremo Tribunal.

Calheiros, quien es del mismo partido político que el vicepresidente Michel Temer (el PMDB), dice que el cuerpo legislativo votará el miércoles el inicio del proceso de destitución, necesita mayoría simple, y la presidenta Dilma Rousseff será inmediatamente suspendida del cargo bajo la acusación de "delito de responsabilidad".

Pero no hay que olvidar que Maranhao explicó también que había anulado la votación por una petición de la Abogacía General de la Unión (AGU), que apuntó "vicios que declaran nula de pleno derecho" esa sesión de la Cámara baja.

Y ese es el tema de fondo que aún no fue resuelto.

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