El dirigente peronista, Julio Bárbaro, se hizo presente el pasado viernes 20/05 en el Vaticano para visitar a su amigo Jorge Bergoglio -hoy, papa Francisco- e intentó "separar la paja del trigo", pero la realidad marca otro camino.
JULIO BÁRBARO
Bonafini con el Papa: Audacia vaticana para atraer al 'mundo progre'
El dirigente peronista Julio Bárbaro, luego de una charla privada en el Vaticano junto a su amigo (de hace 50 años) Jorge Mario Bergoglio -hoy, papa Francisco- salió a defenderlo tajantemente por la polémica que rodea al sumo pontífice al conocerse el sabor amargo que le quedó al Sumo Pontífice luego de la derrota de Daniel Scioli durante el balotaje 2015: “Decir que el Papa es peronista es un tanto injusto con su amplitud. Es absurdo". Sobre la polémica visita de Hebe de Bonafini durante el mediodía de este viernes 27/05 en la residencia Santa Marta, agregó con tono evangelizador: “Es no entender que la fe está por encima mío. Si la bronca entre uno y otro no entiendo que el sacerdote la supere, es porque no entiendo que exista alguien por encima de mi pequeñez, que alguien escape a mi limitación. El Papa es la demostración de que se puede estar más arriba de la pequeñez".
“Decir que el Papa es peronista es un tanto injusto con su amplitud. Es absurdo porque la mayoría de quienes lo dicen no entienden lo que es el peronismo, tampoco comprenderán lo que es el Papa. Dos incomprensiones juntas dan un gran caos. Es ridículo que los peronistas que los dicen lo hacen como si el peronismo se hubiese convertido en papado, y los liberales que lo dicen lo hacen como si el daño del peronismo hubiese llegado al Vaticano. Ni lo uno, ni lo otro”, declaró a Vatican Insider en relación a la incomodidad que se vive en la escena política argentina por el sabor amargo que le quedó al Sumo Pontífice luego de la derrota de Daniel Scioli durante el balotaje 2015.
“Es un hombre de fe que surgió de uno de los lugares más complejos de la sociedad. El papa puede ir a rezar al muro de los lamentos con un rabino y un islámico porque salió de ese caos. Que ese caos pueda dar personajes como el Papa es maravilloso, pero eso no soluciona los conflictos que el caos tiene en su seno”, insistió.
Tras la charla privada, Bárbaro habló por el papa y aseguró que lo vio preocupado sobre hacia dónde va la humanidad, no hacia dónde se dirige la Argentina. “Adónde va la Argentina es un problema político, dónde va la humanidad es un problema de la Iglesia universal”, profundizó.
“Él fue uno de los que más duro se enfrentó con los Kirchner. Tanto que Néstor Kirchner le pagó un libro a (Horacio) Verbitsky en su contra. Y ahora lo consideran como un kirchnerista. No cabe duda que es un hombre que coloca a la religión al margen y por encima del poder. No la hace dependiente del poder. Confrontó al poderoso de los Kirchner y ahora confronta al poderoso de los Macri con la misma actitud. No lo hacía contra Kirchner porque era macrista. O contra Macri porque es kirchnerista. En realidad él le exige al poder la justicia que la sociedad necesita y que él sabe, desde su Iglesia, que no se está dando. Toda la vida se le pidió a la Iglesia que se separe del poder y cuando lo hace nos molesta”, agregó.
Rápidamente iniciada la charla con el medio papal, se refirió a las críticas lanzadas contra el jefe de Estado por recibir durante el mediodía de este viernes 27/05 a unna de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, afirmando que son producto de “una falta de comprensión” y “una falta de grandeza”. “Es no entender que la fe está por encima mío. Si la bronca entre uno y otro no entiendo que el sacerdote la supere, es porque no entiendo que exista alguien por encima de mi pequeñez, que alguien escape a mi limitación. El Papa es la demostración de que se puede estar más arriba de la pequeñez. Algunos lo podemos ver con admiración, pero a la mayoría le da bronca. ¿Por qué, si se puede ser grande, yo soy tan enano? Nosotros tenemos enanos que son gigantes”, graficó.
Enojada una parte importante de la sociedad argentina por recibir a la polémica dirigente social, envuelta en casos de corrupción y agresión, Bárbaro agregó: “Cuando Francisco se reencuentra con su peor enemigo no está haciendo política, porque no existe nada que se logre ahí más que la madurez de las partes”.
Luego, en su muro de Facebook salió a cruzar a quienes están en la vereda de enfrente al peronismo: "El peronismo fue una parte de la realidad. Cada uno tendrá su idea al respecto, pero seguir reiterando dogmas y agresiones es solo una expresión de decadencia intelectual. Menos mal que la historia nos regaló un Papa, si no, no imagino a quien se dedicarían a criticar tantos pretenciosos pensadores. Eso sí, les queda “el populismo”, término comodín que con sólo emitirlo los instala del lado de los buenos sin necesidad de confesar nada más".
Interesante que haya obviado contar que tal es su amistad con Bergoglio que hasta él mismo se encargó de afiliarlo en el Partido Justicialista hace muchos años.