CORRUPCIÓN SIN CASTIGO

El teorema Stolbizer preocupa al Gobierno, que piensa desplazar a Casanello

¿Por qué no hay otros arrepentidos como Leonardo Fariña?, se preguntan en el PRO, donde no abunda la gente que proviene de la política, y por eso no encontrará respuestas a su enigma. La tentación es avanzar pero también hay gente de la propia fuerza partidaria que no quiere. De todos modos, tal como sucedió con José Francisco López, los K se entierran solos, sin necesidad que le faciliten el salto al vacío. El problema es que las causas judiciales interminables pueden, por generalización del escepticismo, debilitar a quienes por ahora favorecen. El asunto es muy delicado y merece alguna profundización.

Las causas por corrupción pública consumen un promedio de 14 años. Y sólo el 5% reciben condenas, según las estadísticas de la diputada Margarita Stolbizer: ¿por qué, entonces, alguien se apresuraría a declararse 'arrepentido' y testificar contra todo el mundo? Esa acción tan audaz como desesperada es para Leonardo Fariña, un personaje marginal, que no es de 'la política', opinan los políticos procesados. Para el Ejecutivo Nacional la cuestión es: ¿Cómo estrechar el cerco hacia la delación inmediata sin tener que modificar las leyes que los gobernadores resisten?

Una idea es correr a Sebastián Casanello, el juez que impugna el detenido Lázaro Báez, e intentar construir una nueva relación con quien fue tan cercano a los Kirchner. Esta cuestión tiene un riesgo: la pública defensa de Casanello que hizo el papa Francisco. Otro: Casanello tiene causas que pueden alcanzar hasta el presidente Mauricio Macri.

Otra idea que deambula por el Mundo Macri consiste en quitar a Alejandra Gils Carbó, o mermar su poder sobre los fiscales federales. En esta cuestión el ministro de Justricia, Germán Garavano, estuvo bastante condescendiente con la jefa del Ministerio Público, o bastante incompetente, depende de cómo se lo evalúe. Ahora le piden que 'se ponga los pantalones'.

En tanto, mientras la corrupción K estremece a quienes se hacían los distraídos o por temor o por conveniencia pero nunca por desinformación, es cada vez más evidente la dificultad del Ejecutivo Nacional para capitalizar todos los acontecimientos.

El problema más concreto se refiere a la economía, escenario en el que todos sus diagnósticos resultaron errados. Desde el 01/07, Macri tiene 6 meses (2do. semestre) para enviar señales de recuperación que sean lo suficientemente convincentes para encarar un año electoral. Desaparecido el kirchnerismo (en igual período), sólo el éxito electoral revalidará liderazgos.

Aquí algunos recortes acerca de todo esto:

Joaquín Morales Solá, en La Nación, escribe acerca del festival judicial por corrupción que derrumba la ambición K aunque él manifiesta una aparente certeza en que ocurirá un 'quiebre' entre los detenidos, y así llegarán (no lo dice pero es la ambición oficialista) hasta Cristina Fernández de Kirchner. En el mundillo de la política se duda que un militante político se declare 'arrepentido' con facilidad porque la trama judicial es compleja y siempre hay otra oportunidad. Pero es muy interesante el planteo de Morales Solá reproduciendo las expectativas del macrismo:

"(...) En la cárcel de Ezeiza, Lázaro Báez y José López están a punto de correr una carrera para ver quién llega primero a la puerta del arrepentido. El delito por el que se enriquecieron es el mismo (la obra pública) y por lo tanto sólo vale el primer arrepentido. Ex funcionarios kirchneristas apuestan a que esa carrera la ganará José López. "Tiene una personalidad difícil, siente un viejo rencor por Julio De Vido y, encima, ahora éste se desprende de él. No tiene ningún motivo para callarse", aseguran.

Pero las complicaciones judiciales de todos los hijos de Báez en las últimas horas podría acelerar la carrera de éste hacia la condición de arrepentido. Báez tiene un problema: no quiere arreglar con el juez Sebastián Casanello, con quien dice que estuvo vinculado de la peor manera durante dos años. Lo hacía en nombre de él y de Cristina Kirchner. La afirmación tiene que probarse y las pruebas son difíciles, si no imposibles, en el terreno del que habla Báez. La otra aseveración del preso de Ezeiza es que se cruzó con Casanello en la quinta de Olivos, cuando el magistrado esperaba para verse con la ex presidenta. Esta denuncia podría probarse, aunque tampoco será un trámite fácil.

La caída de José López a los pies de un convento de General Rodríguez (¿por qué en ese lugar suceden todas las tragedias del kirchnerismo?) ocurrió cuatro días después de una reunión del cristinismo puro en plena conspiración. Estaban el infaltable Luis D'Elía; Fernando Esteche, jefe del violento Quebracho; Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda (suele convocar a asambleas con el lema "Fuera Macri"), y Gabriel Mariotto, ex titular de la Afsca y ex vicegobernador de Daniel Scioli. El encuentro fue una comida en el restaurante El casal de Cataluña. No fue sólo una reunión social. Todos ellos (más el intendente de Berazategui, Patricio Mussi, que no estaba esa noche) forman un subgrupo cristinista furiosamente antimacrista que todavía está en acción. Antes del caso de José López, se proponía desestabilizar el conurbano movilizando a la gente hacia los supermercados. La pólvora se mojó después de que José López cayera con nueve millones de dólares en sus manos.

Las conjuras de esa secta son el extremo opuesto de lo que sucede en el peronismo. El revoleo de dólares de José López provocó un efecto dominó que dejó al cristinismo como una bancada casi insignificante en la Cámara de Diputados, donde hasta hace seis meses gobernó a sus anchas. Una revolución sorda, inquieta y persistente está llegando hasta el presidente del PJ, José Luis Gioja, porque éste votó el miércoles contra el proyecto de sacarle a De Vido los fueros para que la Justicia allanara su casa. Fue una votación simbólica más que práctica. Después de un mes de debate sobre si ese allanamiento se haría o no, es probable que De Vido haya sacado de su casa hasta las fotos de Néstor y Cristina Kirchner.

"Nos equivocamos con Gioja", tronó el jueves uno de los dirigentes peronistas que más trabajaron para ungirlo presidente del partido. Gioja admite en la intimidad todos los argumentos de los rebeldes, pero asegura que su misión es unir a los peronistas de cualquier laya. Ése es el punto de desacuerdo insalvable con el resto del peronismo. Gran parte del justicialismo sostiene que sin una renovación de dirigentes y de prácticas el peronismo no volverá al poder durante 15 años. "Juntar a La Cámpora con Urtubey o con Massa es como si en los 80 Cafiero hubiera hecho una lista de unidad con Herminio Iglesias", explica uno de los rebeldes. Hubiera sido una lista inútil y perdidosa.

¿Quiénes forman parte de la revolución? Los gobernadores nuevos: Domingo Peppo, de Chaco; Gustavo Bordet, de Entre Ríos; Juan Manzur, de Tucumán, y Juan Manuel Urubey, de Salta. También los acompaña el de San Juan, Sergio Uñac, aunque con más prudencia; él fue vicegobernador de Gioja y es su sucesor. El movimiento renovador se completa con varios intendentes del conurbano, liderados por Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta. Tratan de tomar distancia de los José López y los Aníbal Fernández de este mundo en un intento, vano o no, de que su partido se escape de las comisarías. (...)".

Mariano Spezzapria, en el diario El Día, de La Plata, explica las dificultades que tiene la Administración Macri para capitalizar el derrumbe K:

"Un ministro le echó la culpa de la inflación a otro ministro. Un diputado quiso golpear a otro diputado. Un juez y un fiscal llamaron a una conferencia de prensa y un superior les negó el lugar para realizarla. Los tres hechos ocurrieron en los últimos días y fueron una muestra del clima que se respira en los poderes del Estado, donde nadie luce satisfecho con la cruda realidad nacional.

El ministro que apuntó contra su colega del Gabinete nacional fue Alfonso Prat- Gay. Al exponer ante el Consejo de las Américas en Nueva York, admitió que la inflación anualizada llega al 42%, 17 puntos más del promedio del 25% que proyectó para 2016. Pero el titular de Hacienda aclaró que gran parte de ese incremento se debe al alza de las tarifas, dispuesta por su colega Aranguren.

El diputado que se abalanzó sobre otro en medio de una discusión caliente fue el camporista Andrés Larroque, en una reacción desencajada con su compañero Leonardo Grosso justo antes de que el Movimiento Evita anunciara su retirada del bloque del Frente para Victoria. La grotesca detención de López y los fueros de De Vido precipitaron una nueva ruptura en el kirchnerismo.

El juez Casanello y el fiscal Marijuan convocaron a los medios a los tribunales de Comodoro Py para informar de importantes avances en la investigación sobre lavado de dinero que mantiene preso a Lázaro Báez. Pero el camarista Slokar, que integra la agrupación Justicia Legítima, les impidió utilizar una sala acorde y la conferencia terminó haciéndose en un pasillo abarrotado.

En los tres hechos, que a primera vista parecieron inconexos, predominó el internismo sobre las cuestiones de fondo. Esa actitud de los protagonistas hace que muchas veces naufraguen los análisis basados en generalizaciones, que enfocan al Gobierno, el Parlamento y la Justicia como bloques indivisibles, en el que todos los actores tiran del mismo carro hacia un destino común.

En el Gobierno cayó como un baldazo de agua fría la decisión del pueblo británico que determinó la salida de ese país de la Unión Europea. Si algo le faltaba a la economía argentina era que los mercados financieros entraran en un período de volatilidad y que los inversores regresen a posiciones conservadoras, a raíz de la incertidumbre que provoca la crisis en el Viejo Continente.

En la Casa Rosada y en el Palacio de Hacienda siempre tuvieron una fuerte expectativa en que se materializara un “boom de inversiones” extranjeras que dinamizaran la actividad. Detrás de ese objetivo se concretó el acuerdo con los “holdouts”, en la búsqueda de normalizar la situación financiera del sector público y tomar créditos a tasas razonables para un país en desarrollo.

Por eso el denominado “Brexit” resulta negativo para los planes económicos del Gobierno. Y también para las Provincias que este año aún no colocaron deuda en el mercado internacional, como es el caso de Salta, cuyo gobernador Juan Manuel Urtubey pretendía conseguir una tasa de interés más baja pero que ahora –ante el nuevo contexto global- difícilmente la pueda conseguir. (...)".

Eduardo van der Kooy en el diario Clarín explica otra dificultad que aparece en el despertar judicial acerca de la corrupción K con la que convivió (y de la que se benefició, en parte) durante 12 años. A la vez él anticipa nuevos pesares para la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, quien, hasta ahora, logró sobrevivir con aparente tranquilidad:

"(...) El espectáculo de los jueces guarda indisimulada funcionalidad para este tránsito difícil de Macri. Pero la eternización de las causas, como hasta el presente, podría convertirse en una trampa. No se trata sólo del problema de la lentitud. También, de las argucias legales que posibilitan que esos trámites se traben. Las causas por corrupción pública consumen un promedio de 14 años. Y sólo el 5% reciben condenas, según las estadísticas de la diputada Margarita Stolbizer.

El Presidente no podría tolerar, sin daño, que ese procedimiento se repita. Porque siempre envuelve su discurso con la prédica de la transparencia. Y porque la expectativa popular está en la cima. Tan alta, que hasta soslaya desprolijidades que el Gobierno no resuelve. Hay una denuncia contra el ministro de Energía, Juan José Aranguren, por incompatibilidad con la función pública. Posee acciones en la petrolera Shell.

En el macrismo hierve un debate sobre la conveniencia de enviar señales a la Justicia para que la impunidad de la década pasada no quede indemne. Para que los jueces no crean que alcanza sólo con la acuarela del paisaje. Por lo pronto, se observa una asistencia del Estado que antes no existía. La UIF (Unidad de Información Financiera) fue clave para que Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan embretaran a los cuatro hijos de Báez en operaciones con dinero negro en Suiza. El empresario K se acerca a la idea de acogerse a la figura del arrepentido. Pésima novedad para Cristina.

Aquí habría que detenerse. Llamó la atención la alta exposición del juez Casanello, proclive siempre a pasar inadvertido. Una rueda de prensa con pompa para anunciar su éxito sobre la ruta del dinero K. ¿Lo habrá hecho para frenar la intención inicial de la Sala II de la Cámara Federal de apartarlo de la causa?

Otra de aquellas señales sería limitar facultades de Alejandra Gils Carbó. La procuradora general constituye un estorbo para la actividad de muchos fiscales. Ese proyecto impulsado por el ministro Germán Garavano recibió en su momento críticas de la oposición. Pero las cosas sufrieron un vuelco después del escándalo de López. El kirchnerismo volvió a quebrarse en Diputados –se apartó el Movimiento Evita– cuando debió resistir una propuesta del macrismo para autorizar un allanamiento en un departamento de De Vido. Los peronistas tradicionales aparecen hipersensibilizados por el calibre de la corrupción que amaga con salpicar a todos ellos. (...)".

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