UN TEMA DELICADO

Pérez Corradi, la peligrosa obsesión para llegar a 'la Morsa'

Llegar a Aníbal Fernández es un objetivo del macrismo, aparentemente. El ex jefe de Gabinete de Ministros en 2 ocasiones, ex ministro del Interior y ex ministro de Justicia, ex senador nacional, ex ministro de Trabajo provincial, ex diputado bonaerense, ex intendente de Quilmes, etc. goza de una elevada impopularidad que le permitió triunfar a María Eugenia Vidal, y cerca de Mauricio Macri creen que podría sumarle una ola de popularidad al Presidente. Ibar Esteban Pérez Corradi se supone que es la puerta hacia Fernández pero no es tan sencillo. Hay cierta inocencia en el macrismo en eso de que detienen a cualquiera y entonces habla, habla y habla todo lo que le conviene a la autoridad en funciones. Aquí algunas novedades.

¿Será tan sencillo como lo presenta Joaquín Morales Solá?

"(...) Pérez Corradi es el que está más cerca de soltar la lengua delante de la Justicia. Sabe que una condena a cadena perpetua lo aguarda en la Argentina por el triple crimen de General Rodríguez. Sólo la condición de arrepentido ante jueces y fiscales podría mermar, en algo al menos, el tamaño de la pena. Información en poder de la justicia argentina sostiene que Pérez Corradi confirmó en su prisión de Paraguay las afirmaciones que hizo aquí Martín Lanatta, uno de los prófugos de enero de la cárcel de General Alvear. Lanatta repitió varias veces que el verdadero jefe de todos ellos, incluido Pérez Corradi, era el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Incluso, Pérez Corradi coincidió con Lanatta en que la fuga de éste y de su hermano Cristian junto con Víctor Schillaci fue facilitada con el propósito de asesinarlos posteriormente. Los Lanatta y los Schillaci son, para la justicia argentina, los autores materiales del triple crimen. Pérez Corradi es el autor intelectual."
Joaquín Morales Solá,
diario La Nación, de Ciudad de Buenos Aires.

 

En el medio, sin embargo, hay otras cuestiones y personajes. ¿Acaso alguien cree que María Gladys Delgado Brítez grabó el audio por pura casualidad o es que han intervenido abogados en el tema porque es parte de la estrategia de la defensa de Ibar Esteban Pérez Corradi? El audio, según ABC Cardinal, la radio de ABC Color, fue grabado horas después de la captura de Pérez Corradi, en Foz de Yguazú, Brasil, el domingo 19/06, confirma que él vivía en Paraguay con protección de la mafia árabe de Ciudad del Este y con cobertura permanente de la Policía Nacional.

 

De acuerdo al diario ABC Color, "El narcotraficante vivió los primeros meses de su estadía en el país en el exclusivo condominio Paraná Country Club, en Hernandarias, en la mansión de “su jefe”, un empresario árabe ya identificado por los organismos de seguridad."

María Gladys Delgado Brítez, de 24 años, explicó el primer ingreso de Ibar Esteban Pérez Corradi a territorio paraguayo:

> “Él vino en marzo, y yo le conocí en agosto (de 2012). Él nunca me contaba nada. Yo sentía como que había algo raro. Era mi cumpleaños, en agosto, y me dice ‘te voy a decir lo que yo hago: yo hago solamente suplementos de gimnasio’, me dijo, y me llevó a mostrar (su producto). Después, en octubre y noviembre me llevó al country. Solamente me llevaba viernes y sábados. Yo le decía ‘¿por qué no me llevas todos los días?’. Y él me dijo ‘porque no quiero que conozcas gente que te pueda perjudicar a futuro’”.

> “Él vino para hacer un negocio aquí, y después se volvió para Argentina. Pasó por frente a su casa (en Buenos Aires) y había lleno de policías (sic). Y fijate lo que pasó: él le pregunta a un policía qué pasó. Y le dijo que estaban buscando a un tipo. Y él era. Entonces él dijo ‘acá ya no me voy a quedar, porque ya fui preso’. Y estuvo viviendo en un departamento, al lado de la Policía, en Argentina”.

Supuestamente, Pérez Corradi se instaló en la mansión de un empresario chino en el Paraná Country Club. Según el diario Clarín, sería un tal Chen Chun Chao, quien incluso tiene documento argentino. La investigación de la Agencia Federal de Inteligencia de Argentina (AFI) identificó también a un clan de origen árabe que opera en la Triple Frontera, al mando de los hermanos José Mohamad Khalife y Armando Abdallah Khalife, quienes aparecen como dueños de la empresa MK Import Export, de Ciudad del Este.

El chino era el financista que compraba desde Asia los precursores químicos, que a su vez ingresaban al Paraguay a través de la importadora de los árabes, y Pérez Corradi “cocinaba” el producto en su laboratorio en el Paraná Country Club. Sin embargo, la joven paraguaya defiende a su pareja argentina: “Él hacía cosas ilícitas, pero no es que vendía drogas ni nada. Yo me embaracé de mi nena y ahí me dijo 'vamos a vivir juntos'. Vivimos en (el barrio) San José (de Ciudad del Este). Ahí vivimos un año. Pero yo le dije 'no quiero más estar en esta casa, porque la casa es grande'. Yo vivía apenas. Buscamos un departamento y encontramos en el centro (de Ciudad del Este) y me parecía mejor. Vivimos casi dos años en ese departamento, frente a la Escuela Guasú, y luego salimos de ahí porque la Policía le dijo que tenía que volar de ahí. Yo no me quería mudar”.

> “Nunca me contaba todo. Sentía como que había algo raro. En octubre o noviembre (de 2012) me llevó al Country. Solo me llevaba viernes y sábados, hasta que yo me embaracé de mi nena (que ahora tiene 4 años) y ahí me dijo que vamos a vivir juntos. Vivimos en (el barrio) San José (de Ciudad del Este). Ahí vivimos un año. (...) “buscamos un departamento y encontramos en el centro (de Ciudad del Este) y me parecía mejor. (...)".

Uno de los supuestos protectores del argentino es un suboficial de nombre Derlis Mallorquín, quien según cuenta María Gladys Delgado Brítez “es pariente de mi mamá”. Este agente prestaba servicios, irónicamente, en la oficina regional de la división Antimafia de la Policía paraguaya, que depende del departamento de Inteligencia y, a su vez, de la subcomandancia. Pérez Corradi fue detenido en Foz de Yguazú, Brasil, aunque se encuentra detenido en el cuartel de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE), en Asunción.

> “Estaba en problema con él, y le dije 'vamos al psicólogo', para tratar de recuperar nuestra relación. Y él me dijo, 'bueno, vamos' (en mayo de 2015). Después, aparece un auto blanco, detrás de mi auto. Paran y me dicen: 'Policía, tenemos que verificar el auto', y le llevaron. Entre 10 por ahí le llevaron. Cuando le agarraron, arreglaron ellos. Yo ni siquiera entré al arreglo. Me dijeron 'salí nomás vos afuera, señora'. Ahí en Interpol, en la división del Área 4, mi marido me prestó el teléfono y me dice 'hablá con fulano'. Hablé y le dije 'mi marido quiere que le pases la plata, porque le agarraron'. El tipo vino, me dio la plata y yo les entregué esa plata (a los policías), 100.000 dólares, porque 150.000 dólares luego me dijeron. Yo me quedé con 10.000 dólares en casa”. > "(...) tres a cuatro días después, volvieron otros policías y empezaron a buscarle por la calle. Eran los de Interpol, eran como 10 por ahí. Yo tengo una grabación de cuando fue el arreglo. Y de eso lo que ellos tienen miedo, que yo presente esa grabación. Porque se van a cagar toditos. (...) Ellos le ofrecieron el documento a él. La gente de Interpol. Por 20.000 dólares, la cédula. Y el pasaporte ya fue regalo. Anda nomás ya a reclamar, le dijeron, y nos fuimos (a Identificaciones)."

> "(...) él nunca pagó nada, jamás. Cuando le agarraron, ahí sí empezó a pagar. Cuando se le agarró, él pidió para ir a Estados Unidos, pero ellos no quisieron. Quisieron arreglar. Le sacaron plata y dejaron que siga su camino. Pero estaban constantemente pidiéndole esto, aquello (...) después le dijeron (los policías de Interpol) que ya no podían aceptar, porque vos tenés muchos problemas. (...) Yo tengo un teléfono fijo, y ahí me empezaron a llamar. Decile a tu marido que entregue la plata, me decían. En la última llamada, me dicen yo sé que tu hijo se va a la escuela, que tu mamá esto, aquello (...) Sé bien que es la Policía. Yo estoy cansada de que mis hijos pasen amenazas”.

Pérez Corradi, María Gladys y sus 2 hijos vivieron los recientes 7 meses en Foz de Yguazú, Brasil, donde fue detenido por la Policía Civil.

 

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