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Sobrevivió el PSOE, fiasco de Podemos Unidos y de Ciudadanos

Ni ha habido ‘sorpasso’ de Unidos-Podemos al PSOE ni una mayoría de izquierdas superior a la suma del centroderecha, que por el contrario se ha impuesto por 13 escaños de diferencia. Pablo Iglesias no lo logró. El candidato de Unidos Podemos, la coalición de izquierdas que insistió en fraguar, no ha funcionado en las urnas: ni es la principal alternativa al PP ni concretó un sorpasso al PSOE. Apenas 2 escaños más que el 20-D. Por separados, Podemos e Izquierda Unida habían obtenido 1,2 millón de votos más que juntos.

Los resultados electorales del 26 de junio suponen el descalabro de todas las encuestas preelectorales que vaticinaban el sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, que no llega a producirse, al quedar los socialistas como segunda fuerza con los mismos 90 escaños, por detrás del PP, que consigue 135.

Escrutado el 96% de los votos, el PP se sitúa como fuerza Nº1 pero con mucha más holgura de lo que preveían todas las encuestas, incluido el barómetro del CIS, y consigue 14 diputados más.

La encuesta que más se acercó a los resultados para este partido fue NC Report para La Razón que dio a los populares una horquilla entre 125 y 130, más ajustada a los datos reales que la del CIS que otorgaba al PP entre 118 y 121 diputados.

Sin embargo, el sorpasso, que se daba por hecho, según los sociólogos, no se ha producido y Unidos Podemos y sus confluencias han obtenido 71 diputados, lo mismo que daría al sumar los 69 actuales más los dos de IU.

La encuesta que más acierta es la de Gad /ABC que les otorgó 77 diputados, muy lejos de los 88-92 previstos por el CIS. Entonces:

** El PP ha vuelto a ganar las elecciones con claridad e incluso con mayor margen que en los pasados comicios al cosechar con 137 escaños;

** el PSOE se mantiene como 2da. fuerza, con 85 diputados a pesar de registrar menos apoyo (5 menos que el 20D);

** Unidos Podemos sigue siendo 3ro., con 71 diputados; y

** Ciudadanos es la 4ta. fuerza, con 32 diputados.

Los datos están lejos del vuelco, apuntado por todos los sondeos, de la formación de Pablo Iglesias sobre la de Pedro Sánchez y sólo confirman la victoria clara del PP, con 14 escaños más que en diciembre, y el descenso significativo de la formación de Albert Rivera, que logra 8 menos que hace seis meses. La coalición de Iglesias y Alberto Garzón se queda así muy lejos de su objetivo: superar a los socialistas en escaños y votos y obligarles así a un pacto de izquierdas.

El PP ha ganado más de 400.000 votos respecto al 20 de diciembre, hasta llegar al 33,03%, rozando los 8 millones de papeletas. Todos los demás grandes grupos pierden votos: el PSOE pierde más de 268.000 (obtiene el 22,67%) y supera los 5,4 millones de votos. Unidos Podemos se deja 1,23 millones de papeletas en estas elecciones (llegan al 21% de los votos y Ciudadanos, casi 500.000 (13,05%).

Con los datos del escrutinio, la suma del centroderecha superaría ampliamente a la suma del centroizquierda, acentuándose aún más la tónica registrada el pasado 20D. PP y Ciudadanos sumarían 169 escaños, mientras que la de PSOE y Unidos Podemos no llegarían a la cota de los 160 escaños, al sumar 156. En ambos casos estarían lejos de la mayoría absoluta.

Tras los cuatro partidos mayoritarios y al margen de los partidos catalanes (ERC y CDC), PNV obtendría 5 diputados, EH-Bildu se haría con dos y Coalición Canaria, un diputado.

El resultado de este 26-J, en el que Unidos Podemos consigue 71 diputados, invalida de forma nítida la estrategia adoptada por la dirección, especialmente las tesis de Iglesias y del líder de IU, Alberto Garzón.

La coalición, alentada hace 2 años y medio por la idea de la transversalidad, hizo durante toda la campaña equilibrios con su identidad y con el legado de la federación de izquierdas. La alianza dio lugar a una suma de mensajes de difícil encaje o comprensión para los electores, que, lejos de desactivar el discurso del miedo esgrimidos por sus rivales, se tradujo en el mitin de cierre en una exaltación del concepto de patria y una reivindicación de lo que fue el Partido Comunista Español.

Unidos Podemos no adelantó al PSOE ni en escaños ni en votos. Durante toda la campaña, los portavoces de la alianza insistieron en el mensaje de que el número de sufragios tenía más relevancia que el de diputados para llevar la iniciativa de las negociaciones. La dirección de Podemos siempre había dado por hecho que, sumando sus más de 5 millones de votos de diciembre y los 900.000 de IU estarían por encima del PSOE.

Al final, quedaron a 380.000, por debajo de los socialistas.

La estrategia, que desde su inicio se propuso disputar a los socialistas la hegemonía de la izquierda, se ha enfrentado de nuevo a una paradoja: Pablo Iglesias no dejó en ningún momento de la campaña el discurso de la mano tendida y, al tiempo, se esforzó en demostrar que el secretario general del PSOE, Sánchez, era su mayor rival en las urnas.

Hasta reivindicó a José Luis Rodríguez Zapatero como el mejor presidente de la democracia. Y se desdibujó.

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