CRISIS

Venezuela se queda sin financiación china para el 2016

Venezuela negoció nuevas condiciones para el sistema rotativo de endeudamiento que mantiene con China desde 2007. La crisis desatada por la baja del precio del petróleo lleva al gobierno de Maduro a no pagar capital en 2016 y 2017 aunque sí intereses. Venezuela tampoco recibiría nuevos recursos chinos durante ese período.

El gobierno de China negoció nuevas condiciones para el pago del esquema rotatorio de endeudamiento que mantiene desde 2007 con el gobierno de Venezuela. El acuerdo incluye que Venezuela no pagará capital en 2016 y 2017, pero sí cumplirá con la cancelación de los intereses de la deuda. Durante ese período el país asiático no desembolsará recursos para nuevos tramos, aseguraron de manera extraoficial fuentes venezolanas y chinas cercanas a las negociaciones.
 
Agregaron que el pacto convenido busca aliviar la carga financiera a Venezuela en momentos en que el ingreso petrolero ha venido cayendo como resultado de la disminución de los precios del crudo y por la desaceleración en la producción de barriles por Petróleos de Venezuela.
 
“Un período de gracia debería ser autorizado por la Asamblea Nacional porque es un cambio de condiciones”, señaló el analista financiero Miguel Octavio. Sin embargo, recordó que los acuerdos del Fondo Chino no fueron aprobados por el Parlamento cuando se firmaron.
 
El Fondo Conjunto Chino-Venezolano está formado por 2 esquemas de financiamiento. El primero es el Fondo Binacional China-Venezuela, que se constituyó en 2007 por 6 millardos de dólares, de los cuales 2 millardos de dólares los asignó el gobierno de Venezuela a través del Fondo de Desarrollo Nacional y 4 millardos de dólares correspondieron al crédito del Banco de Desarrollo de China. Todo este tramo se terminó de pagar en 2011.
 
El segundo es el Fondo Gran Volumen que fue creado en 2010 con un crédito por 20 millardos de dólares, de los cuales 50% se entregaría en dólares y 50% en yuanes. Ambos financiamientos se cancelan con el envío diario de barriles de crudo, sujeto al comportamiento del precio del petróleo; es decir, si cae la cotización se debe destinar un mayor número de barriles a China.
 
Esta es la razón por la cual el Ejecutivo busca desde el año pasado mejorar las condiciones de pago, en vista de que el fisco se encuentra en una situación muy vulnerable. De acuerdo con el más reciente informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, solo en lo que va de 2016 el descenso en el bombeo ha sido de 221.000 barriles por día. Esta situación dificulta que la petrolera cumpla con sus responsabilidades con los clientes tradicionales y con el esquema de financiamiento con el país asiático.
 
“Creo que los chinos lo saben y por eso en las dos o tres veces que me he reunido con alguien de ese país siempre advierten que les preocupa el default, porque saben que en ese caso ellos estarían en la posición más débil”, señaló Octavio.
 
El total de acreencias con China entre los 2 fondos será de 18,9 millardos de dólares para el cierre de este año, según la firma inglesa Barclays Capital. Si se divide esa cantidad entre 31 millones de habitantes –que es la población aproximada de Venezuela– se tiene que la deuda per cápita es de 609,7 dólares.
 
Las relaciones con el socio. Las relaciones con China se han ido fortaleciendo desde hace más de una década. El gobierno de Hugo Chávez se encargó de estrechar los lazos con un país que necesitaba asegurarse materia prima energética para garantizar su desarrollo. Actualmente, de acuerdo con las fuentes, las relaciones entre ambos países son manejadas por el ex secretario de la Asamblea Nacional y ahora embajador en China, Iván Zerpa, una figura muy cercana a la primera dama, Cilia Flores.
 
El hijo de Iván Zerpa, Simón Alejandro Zerpa, es el comisionado presidencial para el Fondo Conjunto Chino Venezolano y responsable del manejo de los recursos y de la negociación de tramos nuevos, aunque en este momento están congelados. El destino del dinero que se maneja en el fondo chino es responsabilidad del ministro de Planificación, Ricardo Menéndez. Advirtieron las fuentes que en su oficina se decide a qué proyectos se le asignan los recursos. Sin embargo, ni el Ministerio de Planificación ni el de Finanzas han mostrado balances del uso de tales fondos.
 
El economista Alejandro Grisanti destaca que los venezolanos deben entender y ver a los chinos como socios comerciales de largo plazo. “China es el país que más importa petróleo en el mundo y que viene incrementando estas importaciones con mayor rapidez. Sin embargo, es necesario seguir avanzando en las negociaciones para que los recursos obtenidos de ese país puedan usarse de manera más transparente”.
 
Para el experto petrolero Francisco Monaldi, Venezuela no debió endeudarse durante el boom de precios, sino más bien pagar deudas y ahorrar. Destacó que los acuerdos con China son poco transparentes y, por tanto, es difícil evaluar si las condiciones son atractivas para el país. Además, agregó, no hay rendición de cuentas de cómo se ejecutan y sirven, como Fonden, para crear un presupuesto paralelo.
 
Lo negativo que observa Monaldi con estos acuerdos es que parte de los recursos que se obtienen deben ser destinados a la adquisición de productos chinos y compañías chinas, mientras que  con otras fuentes de financiamiento no tendrías esas limitaciones. No obstante, al igual que Grisanti, considera que dependiendo de las condiciones no cree que haya que descartar este tipo de mecanismos en el futuro “si se hace transparentemente y resulta mejor que otras alternativas de financiamiento”.

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