CRISTIANISMO EN EXPANSIÓN

Compleja negociación del Vaticano y China (comunismo, credo y Estado)

El cristianismo avanza en China pero hay 2 enfoques posibles acerca del motivo de lo que está sucediendo: unos creen que es la obra de lo que no ve (al fin de cuentas, así prosperó el cristianismo original), y otros opinan que es gracias al esfuerzo humano (que podría mejorarse si se obtuviese un acuerdo con el gobierno comunista). La diferencia es profunda. El Vaticano considera prioritario establecer 'reglas de juego' con Beijing, y es la gran negociación secreta que está transcurriendo en el presente.

El 24% de los países tienen restricciones a las actividades religiosas. La lista incluye a algunos de los países más poblados del mundo: entonces, la falta de libertad religiosa afecta al 74% del total de habitantes del planeta.

Los datos (son de 2014) fueron publicados por el Pew Research Center de USA, que evaluó los datos de 198 países para analizar el grado de libertad religiosa y los actos de hostilidad relacionada con la religión.

Comparada con los datos de 2013, la situación global presenta un leve aumento en materia de restricciones gubernamentales, y un aumento notable de los actos terroristas realizados por grupos extremistas como ISIS, Boko Haram o Al Qaeda.

La región más afectada por la ausencia de libertad religiosa es el Medio Oriente y el Norte de África, seguidos por la región de Asia y el Pacífico. Los países con un índice promedio y menores restricciones son Europa, América y África Subsahariana.

La lista de los países más poblados que padecen ausencia de libertad religiosa incluyen a China (el país con mayor índice de restricciones gubernamentales), Egipto, Indonesia, Rusia, Turquía (donde se registran restricciones tanto por parte de las autoridades como por parte de la sociedad civil) y Pakistán (el país con mayor índice de hostilidades sociales relacionadas con la religión).

La expansión

Uno de los editores asociados de la World Christian Encyclopedia, Justin Long, opinó: "El cristianismo está creciendo rápidamente en lugares que hace pocas décadas se consideraban inalcanzables. (...) en mi investigación he identificado 10 países donde las iglesias crecen rápidamente", señala Long, desde la Red de Trabajo para Misiones Estratégicas en Asia Suroriental.

1. Nepal

Un misionero protestante calculaba 25 cristianos en Nepal en el año 1960. Hoy Justin Long habla de 1 millón de cristianos, y el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) de 2004 habla de 576.000 cristianos en el reino del Himalaya (sólo 7.000 católicos).

Nepal tiene 23 millones de habitantes y 132.000 refugiados de Bhután. Esta monarquía es el único país oficialmente definido como "un reino hindú", aunque el hinduismo no es estrictamente hablando la religión del Estado. Hay una guerrilla que controla partes aisladas del país y no hace fácil las cosas a los cristianos.

Pese a todo, el cristianismo crece el doble de rápido que el budismo (8% a 9%) o el islam (4%). La mayoría de los cristianos del país son pentecostales o evangélicos carismáticos. En 25 años puedan ser más de 2 millones de cristianos.

2. Burkina Faso

Un país pequeño en medio del Sahel africano, sin salida al mar, pobre y azotado por hambrunas. La mitad son musulmanes. De 12 millones de habitantes, 2 millones son cristianos. La mitad de ellos son de espiritualidad carismática, habiendo ocurrido un crecimiento impactante entre 1983 y 1990. Hay una oleada misionera actualmente entre sus 72 grupos étnicos.

3. Singapur

Es una diminuta ciudad estado en una isla pero una potencia financiera y comercial. En ella viven casi 4 millones de habitantes… y la mitad del agua potable que beben la importan de la vecina Malasia. Las leyes son muy estrictas: en 2004 se legalizó mascar chicle en lugares públicos aunque, hay que apuntarse en un registro estatal de mascadores de chicle....

Viven 500.000 cristianos asiáticos, quienes ganan adherentes entre las familias de cultura y religiones tradicionales chinas.

4. India

Tiene unos 1.030 millones de habitantes, de los que 62 millones son cristianos. La mitad de los cristianos de India son carismáticos. Y con motivo de la potente emigración laboral india hacia el Golfo Pérsico, se ha utilizado esa vía para ingresar a Catar, Bahrein y hasta Arabia Saudita. Por ejemplo, el movimiento católico Jesus Youth, ha logrado crear grupos no oficiales de espiritualidad carismática en diversos países islámicos del Golfo. Según ForumLibertas, la diócesis católica de la capital, Delhi, es la primera del mundo en financiar una película popular de aventuras y romance al más puro estilo de Bollywood.

El nacionalismo hindú -algo absolutamente novedoso- reacciona frente al crecimiento del cristianismo. Dilip Singh Judev, parlamentario en el estado de Chhattisgarh, declaró su voluntad de "reconvertir, de todas las formas posibles, a 300.000 cristianos al hinduismo". Es novedoso porque el hinduismo nunca fue una religión misionera ni proselitista. Ya en 2004 la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada, en su informe sobre persecución contra cristianos le dedicó 10 páginas a la India por el auge del nacionalismo hindúque apunta a cristianos y musulmanes como rivales e incluso enemigos.

5. Vietnam

Al igual que China, se trata de un país bajo régimen comunista que empieza a crecer económicamente, abriendo algunos espacios de libertad. Cuenta con casi 80 millones de habitantes, incluyendo 6,5 millones de cristianos, en su mayoría católicos aunque las iglesias pentecostales y evangélicas carismáticas son las que más crecen.

En 1999 un decreto dio libertad a los ciudadanos para "seguir, no seguir o cambiar de religión" pero con unas penas severísimas para quien "use la religión para minar la unidad del Estado".

Se estima que en estas condiciones de "vigilancia condicionada", el cristianismo vietnamita triplicará su cantidad hacia 2050. Si el comunismo diera paso a un régimen de mayor libertad ideológica, el proceso podría ser más rápido.

6. Benin

Junto a Nigeria es cuna del vudú, tiene 6,5 millones de habitantes, más de la mitad menores de 15 años. Hacia 2050, su población podría ser de 21 millones de habitantes. Cada año hay 120.000 benineses que se suman a las iglesias cristianas, o sea que en 2050 podrían ser un 40% de la población.

La expansión del cristianismo en el sur del país provoca choques con el islam que es fuerte en el norte. No será grave si el islam continúa en la línea pragmática y sincrética tradicional de África, pero puede complicarse si cae en la órbita del fundamentalismo financiado desde Sudán y Arabia Saudí.

7. Rusia

Con la caída del comunismo, millones de rusos acudieron en masa a bautizarse como ortodoxos, episodio más sociológico que religioso. La Iglesia Ortodoxa, debilitada tras 70 años de comunismo, no ofreció formación a los recién bautizados.

El 57% de los rusos se consideran cristianos, el 33% se siguen considerando agnósticos, ateos o irreligiosos, y cerca del 8% son musulmanes. Son 84 millones de cristianos poco evangelizados.

Los católicos y protestantes –especialmente los pentecostales- crecen mucho más rápido que los ortodoxos, sobre todo lejos de Moscú, en una Rusia cuya población decrece a causa del aborto generalizado, la crisis de la familia, la anticoncepción, la emigración y la combinación de alcohol y drogas.

8. Bangladesh

La antigua Bengala Oriental tiene 130 millones de habitantes y desde que se independizó de Pakistán en una cruel guerra civil en 1971, la corrupción, la pobreza y 18 golpes de Estado han marcado un país de absoluta mayoría islámica.

Justin Long afirma que hay 1 millón de cristianos. Pero Ayuda a la Iglesia Necesitada dice que son casi 15 millones de cristianos. La diferencia es consecuencia de que lograr conversiones en un país de legislación islámica es muy difícil, casi secreto, para protegerse de ataques fundamentalistas y otras amenazas (incluyendo el grupo Huji, en la órbita de Al-Qaeda).

Hay muchas conversiones entre las castas inferiores de la minoría hindú, que son un 12% de la población.

9. Corea del Sur

Los coreanos son un pueblo muy espiritual que, a menudo, escogen varias religiones al mismo tiempo. Por ejemplo, un 15% de animistas y seguidores de religiones tradicionales, otro 15% de budistas, y 11% de confucionistas en realidad combinan bastante las 3 ramas de espiritualidad oriental. Además, diversas sectas y grupos de nuevas espiritualidades reúnen hasta 15% de la población, incluyendo la secta Moon, que pese a hablar de Jesucristo no puede considerarse cristiana.

Hay un 41% de cristianos, es decir, 19 millones de personas. Los católicos afirman que tienen 150.000 bautismos de adultos al año. Y Corea del Sur envía misioneros católicos a Rusia, China, Mongolia, África, América Latina…

Durante la tiránica ocupación japonesa en la 2da. Guerra Mundial, muchos cristianos coreanos fueron ejecutados por negarse a adorar al Emperador del Japón, y eso dio credibilidad a los cristianos, y extendió su fe entre muchos coreanos.

Desde hace años, las iglesias cristianas de Corea esperan la caída del régimen de Corea del Norte, para evangelizar a esa otra mitad.

10. China

Desde la muerte de Mao Zedong, en 1976, China ha ido permitiendo más resquicios de libertad religiosa. Según Justin Long, en 1970, tras décadas de persecuciones, sólo había en el país 1,5 millón de cristianos. Hoy él menciona unos 90 millones de cristianos… en un país de 1.286 millones de habitantes, de los que la mitad se considera agnósticos y un 29% seguidores de religiones tradicionales.

De los cristianos, se calcula que unos 60 millones pertenecen a iglesias pentecostales o evangélicas carismáticas, las de más rápido crecimiento. Hay 12 millones de católicos, la mitad en las comunidades clandestinas fieles a Roma.

Se calcula que -con o sin persecución- los cristianos en China para el año 2030 sean 120 millones. Pero ¿qué ocurriría si hubiese una impensada libertad religiosa?

El número de cristianos en China ha crecido de manera impresionante en los últimos años. A pesar que el gobierno de Beijing trata de detener el avance del cristianismo, no lo ha conseguido.

El Partido Comunista Chino observa a las iglesias cristianas como una de las amenazas a su férreo control para continuar en el poder. "El gobierno dice que el cristianismo es una religión extranjera. Evalúan nuestro crecimiento como una invasión de la cultura occidental a China", afirma un pastor protestante chino.

El matutino del Partido Comunista Chino, Global Times, reconoció en 2015 la "sorpresa" que había causado "en la sociedad china" el "explosivo aumento" del cristianismo.

Esta situación explica la prioridad que le concede a China, el papa Francisco, quien una y otra vez ha expresado su deseo de visitar ese país, pero sólo obtuvo el silencio de Beijing... aunque hay negociaciones intensas.

La persecución

Los católicos chinos están marcados por la división: hay un catolicismo representado por la Asociación Patriótica de los Católicos Chinos, instituida en 1957 para lograr el control del Estado comunista sobre los católicos; y un culto católico genuino pero ilegal.

De todos modos, el Vaticano hace constar que hay obispos de la Asociación Patriótica que están en plena comunión con Roma. Otros, en cambio, están bajo el poder político. Por su parte, la Iglesia clandestina sufre continuas persecuciones y vive en condiciones muy difíciles.

Se estima que un 60% de los católicos chinos pertenecen a la “Iglesia oficial”, controlada por la Asociación Patriótica y un 40 % integrarían la Iglesia clandestina. La proporción puede variar mucho. Hay 138 diócesis dirigidas por 79 obispos 'oficiales', el 90% de los cuales ha sido reconocido por el Vaticano.

Los sacerdotes oficiales son más de 2.200. Existen 19 seminarios aprobados por el gobierno, en los que estudian más de 1.300 seminaristas. Se ignora el alcance del culto clandestino. El número de obispos clandestinos es incierto, pero se calcula que podrían ser unos 50, o quizá más.

Más del 60% de los obispos ha cumplido los 75 años, y un 50% de los obispos tienen más de 80 años. Ahí aparece un conflicto permanente: la ordenación de clérigos.

Desde hace 3 años no se consagraban obispos católicos en China. La anterior ordenación, la del obispo de Shanghái, Taddeo Ma Daqin, tuvo un final borrascoso: durante la ceremonia, él anunció que se distanciaba de la Asociación Patriótica, por lo que fue inmediatamente sometido a medidas coercitivas, y todavía hoy le impiden ejercer el ministerio.

En cambio el procedimiento que se siguió para la ordenación episcopal de Jozeph Zhang Yilin, obispo oficial de la prefectura (municipio) Anyang, es de las ordenaciones episcopales "con consenso paralelo", procedimiento utilizado desde 2004: así muchos jóvenes obispos católicos chinos fueron elegidos y ordenados con el reconocimiento del gobierno + la pública y declarada aprobación del Vaticano.

Se la consideró una solución provisoria, en un accidentado camino (concepto utilizado en cierta ocasión por el cardenal Tarcisio Bertone) hacia un acuerdo sobre la cuestión de la selección de los obispos en China.

En 2007, en su "Carta a los Católicos Chinos" (uno de los ejes de su Pontificado), el emérito Benedicto XVI expresó su deseo de encontrar "un acuerdo con el Gobierno para resolver algunas cuestiones relacionadas con la elección de los candidatos al episcopado".

Joseph Ratzinger insistió en que "la solución a los problemas existentes no puede ser perseguida mediante un permanente conflicto con las legítimas autoridades civiles".

Sin embargo, en junio 2016, según el diario Asia News, en la prefectura de Handan, la policía y la Oficina de asuntos religiosos prohibió a los fieles de la diócesis reunirse para rezar en una jornada de oración y de ayuno, convocada por el obispo, como gesto de reparación por la profanación de la Eucaristía.

Fuerzas del orden de esa ciudad explicaron que la diócesis carecía del permiso para reunir a los fieles que provengan de diversos distritos. Algunos sacerdotes fueron puestos bajo vigilancia, e intimados a no salir de sus viviendas. El obispo Stefano Yang Xiangtai fue obligado a cancelar el encuentro, considerado "ilegal" por la Oficina de Asuntos Religiosos.

Además, el régimen comunista sigue con su campaña de retirar las cruces de las iglesias en la provincia de Zhejiang, argumentando que va en contra del ornato de la ciudad. En 2015 también emitió órdenes de demolición de iglesias, por no contar con los "permisos" correspondientes.

Diversos líderes cristianos protestaron recientemente contra estas acciones del gobierno, en la ciudad costera de Wenzhou, conocida como la "Jerusalén del Este", debido a su gran población cristiana. En los últimos 2 años, más 1.200 cruces se han quitado por la fuerza de edificiosotras estructuras dentro de la ciudad, según el diario inglés The Guardian.

Para el pastor Bob Fu, dirigente de la Asociación de Ayuda a China -un grupo de activistas instalado en USA-, la eliminación de los símbolos de su credo forma parte de "un experimento oficial, parte de la ideología maoísta del presidente Xi Jinping. Quieren contener la influencia creciente del cristianismo en la sociedad china".

La 'poda' de cruces llegó a provocar el inusual resquemor público de asociaciones cristianas establecidas bajo la tutela del Gobierno como el Movimiento Patriótico de las 3  Autonomías, uno de cuyos líderes más significados en Wenzhou, el pastor Joseph Gu, se atrevió a difundir en 2015 una carta pública criticando la acción de Beijing.

El gobierno reaccionó con la detención de varios clérigos -incluido el propio Gu- y del abogado Zhang Kai, quien lo asesoraba en pugna legal para evitar la remoción de cruces.

Sin embargo, la proximidad de la reunión del G-20 en Hangzhou (será en noviembre de 2016, el estreno de Mauricio Macri en reuniones del G-20) habría congelado la ofensiva gubernamental contra la comunidad cristiana en esa provincia: tanto Gu como Zhang Kai recobraron su libertad.

Activistas religiosos no creen que esta decisión sea el resultado de un cambio de estrategia oficial sino "de la persistente presión internacional y de las plegarias; y del hecho de que el daño político sería mayor que los beneficios de sentenciar a estas personas, que no han cometido ninguna actividad ilegal".

De acuerdo con informes recientes, unas 1.700 iglesias fueron demolidas en los últimos 2 años. Más de 500 cristianos fueron detenidos por la policía para ser interrogados, y 60 cristianos están presos, entre ellos unos 28 pastores.

Según el más reciente informe de la misión de China Aid, desde 2008 se observa un aumento constante en los casos de detenciones de líderes, cierre y demolición de templos.

La negociación

El Vaticano plantea una instancia de negociación gubernamental con China. El Vaticano ambiciosa una autorización para una expansión controlada pero oficial de su culto en el país de mayor población del planeta. Además, le importa la unificación de los católicos chinos, hoy separados por esa división entre lo oficial y lo clandestino, tal como ocurre con otros cultos cristianos.

Entre 2007 y 2008, representantes chinos y vaticanos (concurrió el entonces ‘vice-ministro del ExteriorPietro Parolin) se reunieron varias veces en Roma y en Beijing buscando un acuerdo general sobre la cuestión de los nombramientos episcopales chinos.

No ocurrieron otras novedades y Parolin fue 'promovido' a nuncio en Venezuela. En marzo de 2010, una Comisión Vaticana sobre China emitió un comunicado en el que, entre otras cosas, se pedía a los obispos chinos que no participaran en las reuniones convocadas por los organismos políticos.

Entre noviembre de 2011 y julio de 2012, el gobierno chino reinició sus ordenaciones episcopales sin el consenso del Obispo de Roma. Y el Vaticano declaró que los obispos ordenados en forma ilegítima eran excomulgados.

Con Francisco, Parolin regresó al Vaticano, como secretario de Estado. En China se designó Presidente a Xi Jinping. El objetivo de Francisco fue regresar a las ordenaciones episcopales "tácitamente consensuadas".

En el Vaticano se valora que no haya ocurrido ninguna ordenación de un obispo ilegítimo (ni siquiera Joseph Ma Yinglin, presidente del Colegio de los Obispos chinos, una especie de Conferencia Episcopal no reconocida por el Vaticano). Aparentemente Beijing pretende dejar  la  puerta abierta a nuevas negociaciones en relación a las ordenaciones episcopales.

José Han Zhi-hai es obispo de Lanzhou desde hace 12 años, pero los funcionarios políticos chinos no han reconocido oficialmente su ordenación episcopal. Desde su ciudad, capital de la provincia del Gansou (al noroeste del país), reflexionó: "Si la Iglesia y China se reconcilian, para nosotros no sería solamente un acercamiento político y diplomático entre 2 estados o 2 aparatos. Hay mucho más en juego".

También: "Papa Francisco ya comenzó a mandar signos claros de acercamiento. Nosotros tenemos confianza y esperanza en lo que hace el Papa. Sabemos que no todo depende de nosotros, pero nosotros tenemos que hacer lo que nos toca."

Sin embargo, en Vatican Insider, escribió Gianni Valente acerca del cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, un crítico del tipo de 'pax' sino-vaticana que parece estar cobrando forma con las negociaciones en curso entre los funcionarios chinos y vaticanos, confirmadas incluso por el deseo reiterado del papa Francisco de viajar a China, algo que no pudieron concretar sus antecesores.

El prelado Joseph Zen, salesiano, exhortó a los católicos chinos "a emprender el camino de la disociación silenciosa, y también con respecto a eventuales medidas y prácticas que podrían ser aprobadas oficialmente por el Obispo de Roma, como 'extrema ratio' para esquivar las implicaciones de un posible y futuro acuerdo entre Beijing y la Sede Apostólica."

Desde su blog personal, Zen invitó a "mantener la calma", reconoció que en la Iglesia "la autoridad suprema es el Papa, Vicario de Cristo en la Tierra" pero "al final de cuentas es la conciencia el último criterio para juzgar nuestro comportamiento. Entonces, si según su conciencia el contenido de cualquier acuerdo es contrario al principio de nuestra fe, no tienen que seguirlo".

Zen se encuentra preocupado por lo que implicaría la negociación Estado/Estado para una cuestión que es de fe. Obviamente no es la mirada del Vaticano, que es un Estado y a la vez el eje de un supuesto poder espiritual. El Vaticano reclama la legitimación de la expansión de su culto en China, en un acuerdo con el gobierno comunista, lo que le permitiría además expandirse más que los otros cultos cristianos, a través de escuelas, iglesias y otras infraestructuras. La fe es una cuestión de añadidura. No es la mirada de quienes han resistido durante décadas y tienen un concepto práctico y profundo de la espiritualidad y de su relación con DiosEn especial tienen un enfoque militante acerca del significado de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Valente agregó: "(...) "Ustedes", escribió el cardenal a los hermanos y hermanas del Continente, "no deben nunca, por ningún motivo, unirse a la Asociación Patriótica". En la parte final de su breve mensaje, el anciano purpurado pronostica un futuro de catacumbas para los que no quieran aceptar el acuerdo entre la Santa Sede y China, y, según su opinión, deberán estar listos a renunciar a la práctica pública de los sacramentos y de la vida eclesial que hoy connotan y alimentan la condición ordinaria y cotidiana de los católicos chinos.

(...) El llamado del cardenal Zen a ignorar eventuales decisiones futuras aprobadas por el Papa representan una fractura anunciada, después de la movilización que lleva 20 años del alto prelado de Hong Kong contra todos los pasos que ha dado la Sede Apostólica en el terreno de las relaciones entre los aparatos chinos y la Iglesia católica que no consideraba adecuados. El arsenal del cardenal de 84 años incluye deslegitimar las posiciones que no comparte y que presenta siempre como ambiguas y, según su opinión, que ceden en el nivel de la sana doctrina, por lo que serían sospechosas de presuntos oportunismo y contubernio interesado con el poder chino y, sobre todo, una representación fija y preconfeccionada de la vida del catolicismo chino durante los últimos 70 años, con el objetivo de ocultar todos los datos que la realidad que no sirven a su lucha constante.

(...)  Para Papa Wojtyla y para Papa Ratzinger, que los obispos pertenecieran formalmente a la Asociación Patriótica de los católicos chinos nunca fue, en sí misma, un obstáculo para la plena y reconocida comunión sacramental y jerarquía entre esos obispos y el Sucesor de Pedro. Y nadie impuso que salieran formalmente de la Asociación Patriótica como condición para obtener el mandato pontificio al propio ministerio episcopal. (...)".

Así Valente defiende los próximos movimientos del papa Francisco. Pero el asunto tiene miradas diversas y hasta divergentes, según lo analice desde la fe o desde la ambición humana. Y los límites a la relación con el Estado

.

John Tong Hong, obispo de Hong Kong que reemplazó al cardenal Joseph Zen Ze-Kin, intentó mediar entre las partes: "Los regímenes comunistas temen que la religión compita con su influencia en el espíritu, las ideas e incluso la acción de las personas. Se dan cuenta de que las religiones son un elemento fundamental en la vida de las personas que no van a desaparecer del horizonte de las sociedades humanas y que al contrario el número de sus fieles va aumentando. Tienen miedo de esta evolución. Después de un acontecimiento como el del 11 de septiembre su temor se acrecentó, porque se dieron cuenta de que las ideas religiosas podían también conducir a la guerra. (...) He aprendido que 'time can prove', el tiempo puede dar cuenta de las cosas. A veces, sólo a largo plazo puedes reconocer si una cosa es justa o equivocada, si una elección ha sido dictada por buenas o malas razones. En la inmediatez transitoria del momento no puedes juzgar claramente las cosas. A la larga emerge la verdadera intención de las personas."

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