UN MINISTRO EN PROBLEMAS

Muy delicada coyuntura de Alfonso Prat-Gay

La economía de Cambiemos no marcha tal como esperaban sus arquitectos. El mes 7 ingresa a su tramo final y la Administración Macri intenta dilatar las expectativas que creó, mientras se pregunta si Alfonso Prat-Gay estará haciendo lo correcto o tendrá razón el mercado que sospecha hace tiempo de la efectividad del ministro de Hacienda y Finanzas.

por EDGAR MAINHARD

"5 ministros de Mauricio Macri tienen mejor imagen que el Presidente", habia enfatizado el encuestador Jorge Giacobbe como demostración de que el mandatario no compite con sus subordinados, y entre los 'populares' mencionó a Alfonso Prat-Gay.

"No hay ministro de Hacienda que debe ajustar el déficit fiscal con buena imagen", recordó un economista 'de la derecha', quien exhibió el comunicado del Fondo Monetario Internacional con las previsiones para la economía argentina 2017.

El FMI explicó que Brasil, Uruguay, México y la Argentina son, en ese orden, los 4 países de la región más endeudados en relación a su Producto Bruto Interno, superando el promedio de las economías emergentes. En el caso argentino (cuyo ratio deuda/PBI ya se acerca según el FMI al 50%), los CDS (seguros contra default) negociados para la deuda argentina se acercan a US$ 400 millones contra US$ 300 millones de CDS para Brasil. El FMI advirtió que “los países con pesadas cargas de deuda y que soportan importantes presiones del mercado deben acelerar el ajuste de las políticas fiscales”.

Esta cuestión imperativa vuelve 'malos' ante la opinión pública a los ministros de Hacienda. Pero si Prat-Gay es popular resulta que no está ajustando el gasto público.

"Por eso la prisa para abandonar el default: para recurrir al endeudamiento para financiar la coyuntura", explicó un funcionario de la Casa Rosada que simpatiza con el ministro de Hacienda y Finanzas.

No son muchos en esa condición. Ya se sabe que Mauricio Macri pensaba en Carlos Melconián para su ministro de Economía, pero luego decidió descentralizar el área y satisfacer el lobby de Elisa Carrió (crítica de Melconián) y de Ernesto Sanz, quien en nombre de la UCR apoyó a Prat-Gay. El hoy ministro había gozado de buenos maestros de ceremonias ante los radicales: Javier González Fraga (quien fue su jefe en la consultora Alfa) y Ricardo Gil Lavedra (quien fue su compañero de fracaso en la primaria abierta de Cambiemos). Macri aceptó dar un paso atrás.

El problema de Prat-Gay, dicen, es que a julio 2016 sólo conserva el vínculo irrompible con su compañero de la ex consultora Alfa, Pedro Lacoste. Con el resto, ni hablar. Y la lista de los colaboradores en crisis ya incluye al exitoso Luis Caputo, secretario de Finanzas, ejemplifican los conocedores del Palacio de Hacienda.

En cambio con Federico Sturzenegger nunca hubo compatibilidad. En verdad, el decreto N°834 publicado el 07/07 en el Boletín Oficial sólo fue un ejemplo más de las discrepancias profundas acerca de cómo resolver el ajuste en esta transición que atraviesa la economía de Macri.

Prat-Gay quería, con la firma de Gabriela Michetti, entregarle al BCRA una Letra intransferible a tasa Badlar menos 1 punto, y la web La Política Online recordó que fue "exactamente como hizo Boudou cuando precipitó la salida de Martín Redrado del organismo en el 2010. Y tal como siguió haciendo el kirchnerismo a partir de la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central y la creación de la figura de “reservas excedentes o de libre disponibilidad”."

En el 2do. Informe de Política Monetaria que hizo el presidente del Banco Central, ratificó que no ampliará el financiamiento al Tesoro Nacional más allá de los $160.000 millones convenidos a principio de año y que, dada la inflación esperada para 2016, pueden cubrir la expansión de demanda de pesos del público sin causar más inflación.

La gestión de Sturzenegger es apoyada por la mayoría de los economistas reconocidos por las empresas, pléyade que cuestiona con énfasis inversamente proporcional a Prat-Gay.

En la Administración Macri, bajar la tasa de inflación por descenso del consumo es la decisión que todos se encuentran dispuestos a avalar pero el problema es que el consumo ha bajado mucho más que la inflación, y eso es socialmente peligroso, afirman mientras acusan a Prat-Gay por la situación.

Prueba de ello es la embestida sindical que anticipan los 3 sectores de la CGT que trabajan en un mecanismo de reunificación.

Además, ya lo dijo el economista José Luis Espert a Pablo Duggan (AM 950 Belgrano): "El enfriamiento de la economía no tiene nada que ver con el problema de la inflación, así como no tiene relación la recesión con la baja de la inflación. Son temas diferentes."

Y el mercado cree que tiene futuro la emisión de deuda que se ajustará por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER): los Boncer 2021, que devengarán una tasa de interés de 2,5% nominal anual, pagaderos por semestre vencido el 22/01 y 22/07 de cada año hasta su vencimiento.

"Es una buena alternativa, en un momento en el que hay cierto riesgo de que la inflación siga sorprendiendo al alza. Creo que todavía hay margen para que el tipo de cambio real se siga apreciando un poco más si el blanqueo es exitoso y si siguen entrando capitales. En este contexto, la inflación podría dar más ganancia que el tipo de cambio", reconoció Jorge Viñas, head portfolio manager de AdCap, al diario El Cronista Comercial.

Según explicó Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, el Boncer se regirá por la inflación total, mientras que las tasas del BCRA estarán sujetas a la inflación core o núcleo (la que no considera ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar). El diferencial es la ganancia del prestamista al Estado.

Esto es bastante diferente al mensaje que envía Prat-Gay desde la Jefatura de Gabinete de Ministros, o sea Marcos Peña: Marcela Pagano, en el diario Clarín afirmó: "Desde que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, reconoció que el objetivo planteado a comienzos de 2016 de 25% de inflación se alcanzaría recién en marzo del año que viene, la apuesta oficial ahora es hablar del 1,5% mensual en el último trimestre."

Y agrega el comentario de Luciano Cohan, economista jefe de la consultora Elypsis: “Es un objetivo muy ambicioso el 1,5%% mensual. Después de lo que fue el 1er. semestre, la meta viable es una inflación mensual que no supere 2%”.

Es evidente que Macri, por motivos del año electoral que se avecina, y Prat-Gay, para recuperar credibilidad, precisan de un descenso más inmediato de la tasa de inflación, que el mercado cree que demandará de más tiempo, en especial porque el déficit fiscal sigue elevado por una decisión política compartida tanto por el Presidente como por el ministro.

Otra vez Espert: "Aunque se hayan hechos las cosas mejor que las hizo Cambiemos, la inflación de 2016 iba a ser más alta que en 2015. Tener un 40% de inflación con un tarifazo y la devaluación era totalmente esperable. La Argentina tiene en un mes la inflación que un país desarrollado tiene en 2 años. En lugar de vender humo y prometer el paraíso en el 2do. semestre, Cambiemos debería haberse dedicado a enseñar un pueblo que pasó acá, donde nos quedamos sin carne, trigo ni energía. A la larga, lo de Cambiemos no se sostiene, tiene que haber un Estado pagable para no tener 10 millones de personas en una situación de esclavitud impositiva y un gasto público pagable que debe reducirse. Hasta ahora, Cambiemos no cambió nada."

La Administración que había apostado al 2do. semestre, ahora trasladó el cumplimiento de su promesa al 1er. trimestre de 2017, por impacto de la próxima campaña agrícola y el ingreso de capitales 'blanqueados' que, en teoría, se volcarían a la reproducción de capital. Pero la Administración ya ha prometido alcanzar otros objetivos que luego no pudo cumplir en tiempo y forma.

Con un año electoral que se aproxima, Prat-Gay está en problemas. Todos lo comentan en la Administración Macri. El 2do. semestre va a tener menos inflación que el 1ro. Y la actividad económica caerá menos en el 2do. semestre y el año que viene crecerá algo y la tasa de inflación será más baja que la de este año. Pero ¿alcanza para las necesidades electorales de Macri/Cambiemos?

Del atraso cambiario, mejor ni hablar... al menos en esta nota.

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