HURGANDO EL FUTURO

Curiosas invitaciones a Olivos cursa Macri a economistas varios

El inicio del 2do. semestre con noticias diferentes a que le prometían sus asesores, sumada a las diferencia entre parte de su equipo económico, el BCRA y miembros de la Jefatura de Gabinete, ha llevado al Presidente a consultar a otros economistas. Mauricio Macri ha convocado a economistas que opinan bien diferente al rumbo elegido por el Presidente. La situación es llamativa, y vale le pena investigar qué está sucediendo.

Mauricio Macri ha comenzado a entrevistar a economistas, buscando conocer qué opinan acerca del rumbo del consumo, la inversión y el empleo.

Si bien ha funcionado el operativo de la Casa Rosada para neutralizar la difusión de encuestas de opinión pública con resultado negativo para la imagen presidencial, el Presidente necesita otra performance para la economía del electoral año 2017 y pregunta cuáles son las expectativas.

Su grupo cercano le insiste en que en 2017 habrá un consistente crecimiento económico, aunque es posible que en su fuero íntimo él haya comenzado a dudar de algunas de las opiniones de esos edecanes 'ad-hoc' que ya erraron cuando le prometieron que lloverían dólares apenas se abandonara el default, y gracias a ese dinero se evitaría el torniquete fiscal. Todo lo que se ha conseguido es iniciar un endeudamiento público a tasa de interés muy elevada, según los parámetros internacionales.

Todos conocen, y también Macri, que en el gabinete económico plural que creó Macri (fragmentado porque, desconfiado, él se resistía a concederle todo el poder al recomendado por Elisa Carrió y algunos líderes de la UCR, Alfonso Prat-Gay), conviven enfoques y egos contrapuestos. En un inicio todo fue armonía a causa del éxito de la reunificación del tipo de cambio. Luego, Prat-Gay hizo diferencia con el abandono del default. Sin embargo, es la hora de Federico Sturzenegger porque su apretón monetario se supone que doblegará la inflación.

Hay un grupo de pensamiento económico creado en el ámbito de la Universidad Di Tella que afirma que la paridad cambiaria a $15 es correcta y el pedido devaluatorio es una presión de la Unión Industrial Argentina, en la que, agregan, abrevan economistas varios menos Ricardo López Murphy y los de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. Los integrantes de esta corriente sostienen que con la baja a menos de 2% mensual de la tasa de inflación, esta vez sí lloverán los dólares. Sólo hay que sostener el apretón monetario, y para juntar fuerzas Sturzenegger viajó a Uruguay, al encuentro con economistas de otras latitudes.

No es la opinión de los otros economistas que pasaron por la Quinta de Olivos, algunos de ellos consultores de los adversarios de Macri en la campaña electoral 2015, tanto de Daniel Scioli como de Sergio Massa, y quienes le ratificaron 'in pectore' que no hubieran elegido el rumbo que decidió el Presidente.

Ante ellos, Macri repitió el libreto de la paridad cambiaria conveniente de $15, y que la inflación a menos del 2% mensual es garantía del arribo de dinero extranjero que será convertido en préstamos a tasa de interés "accesible" para fortalecer el consumo de viviendas, vehículos, electrodomésticos y otros bienes, la estrategia central para ganar los comicios 2017.

Sus intelocutores -por ejemplo, dicen, Miguel Bein; no hay coincidencia acerca de la fecha en que concurrió Roberto Lavagna. Claudio Chiaruttini, en su informe En Coordenadas la ubicó en fecha reciente pero Sergio Massa sostiene que fue consultado en otra ocasión- le insistieron en que si no declina las tasas de interés y la suba de las tarifas de servicios públicos, habrá una profundización de la recesión durante las próximas semanas.

La conclusión, durante un encuentro posterior que mantuvieron entre ellos, fue que Prat-Gay no aparece en el futuro del Ministerio de Hacienda y Finanzas porque Macri lo responsabilizará por lo que ellos creen inevitable: mayor conflictividad social e imagen negativa del Presidente y sus ministros.

El egreso de la Quinta de Olivos fue con decepción mutua:

> los visitantes creen que Macri se ha aferrado al cumplimiento de la promesa, y

> el Presidente opina que ellos son parte de "la Vieja Argentina" que no entiende el cambio que él propone.

Macri insistió en que tiene 3 pilares en su enfoque de la economía:

> el campo,
> la infraestructura
(obra pública), y
> la energía.

Por este motivo, el Presidente se dijo decidido a avanzar en el ajuste tarifario. No lo dijo el Presidente pero fue la conclusión de sus interlocutores, que el Ejecutivo Nacional mantendrá la presión sobre el Poder Judicial para obtener la aprobación de las subas anunciadas.

Macri afirma que mientras no se recompongan los precios de los hidrocarburos, habrá que hacer atractivo el país para esos inversores, vía tarifas. Él confía en que los precios 2017 tanto de la energía como del cambpo, serán propicios, y entonces las subas serán menos fuertes.

Los economistas le acotaron que el enfoque presidencial acerca del arribo de capitales no contempla la suba de las tasas de interés en USA, ya anticipada por varios directores de la Junta de la Reserva Federal.

"El adversario también juega aunque no se note en el pizarrón", murmuró uno de los presentes, con lenguaje futbolero. Macri no le prestó atención, quizá porque él sabe que su visitante es simpatizante de River Plate.

Los visitantes del Presidente se marcharon coincidiendo en que Macri los invitó para intentar inyectarles su voluntarismo, y se desencantó con la reprobación colectiva de la economía gubernamental 2016. Pero también dijeron que, detrás de esa profesión de fe que hizo Macri, había muchísima inquietud sobre el margen de duda posible.

Dato: ninguno de los presentes se manifestó, en diálogo entre ellos, interesado en la poltrona de Prat-Gay, y no sólo a causa del discurso presidencial sino que el esquema del colectivo económico es menospreciado, en especial por quien ya fue ministro de Economía.

Ellos sospechan que la excepción sería Javier González Fraga, ex jefe de Prat-Gay, y quien le hizo el lobby ante los líderes de la UCR.

Sin embargo, Macri parece no simpatizar con el ex presidente del BCRA en los años '90, y los de la UCR no quieren incrementar, al menos por ahora, su compromiso con la suerte de la economía argentina.

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