ELECCIONES EN USA 2016

Hillary, resignada a que no confíen en ella, apela al pragmatismo

Hillary Rodham Clinton ha cumplido su ambición de ser la candidata a Presidente por el Partido Demócrata, objetivo que le había arrebatado Barack Obama. Ahora intentará alcanzar la Casa Blanca, camino en el que se interpone Donald Trump. Cuando comenzó toda esta historia, las primarias de los demócratas parecían fáciles para Hillary porque la mayoría de los líderes partidarios, incluyendo a la ex senadora por Nueva York y ex secretaria de Estado, subestimó al senador por Vermont, Bernard Sanders, quien resultó un 'hueso durísimo de roer'. De hecho, Sanders ha logrado controlar la agenda de los demócratas, imponiéndole cambios al temario de prioridades que propiciaba Clinton. A su vez, la precandidatura de Trump parecía conveniente para Hillary porque se suponía que era un disparate para el electorado estadounidense. Otro error de apreciación: Trump destrozó a los rivales republicanos y ahora se plantó ante Clinton. Sería difícil, en especial porque el carisma personal de la mujer de William Jefferson Clinton tiene alguna rispidez con sectores de la opinión pública estadounidense. Por ese motivo es probable que se apele a Obama, a Bill Clinton y al propio Sanders como 'anabólicos' de la candidata.

La Convención Republicana que nominó a Donald Trump (entre el 18/07 y el 21/07) como candidato a la Presidencia de USA por el Partido Republicano, fue un festival de odio contra Hillary Clinton. La Convención Demócrata -que tuvo lugar entre el lunes 25/07 y el jueves 28/07 y la nominó a ella como la candidata a la Presidencia de ese partido-, no fue precisamente un festival de amor a la ex secretaria de Estado, ya que los seguidores de su ex rival Bernie Sanders no pararon de vociferar su nombre durante todos los discursos.

La Convención Nacional Demócrata comenzó con el pie izquierdo debido a que el viernes 22/07, WikiLeaks reveló 20.000 emails que muestran a las más altas autoridades del Partido Demócrata torciendo las cosas en favor de Hillary. Los correos van desde enero de 2015 hasta mayo de 2016, y vienen de las casillas de correo de 7 personalidades del Comité Nacional Demócrata (CND).

En su mayoría revelan cómo las autoridades del partido pretendieron detener la creciente popularidad de Bernie Sanders. Otra vez los emails llegaron para amenazar los planes de quien quiere ser la primera Presidente mujer de Estados Unidos. Ya hacia el final de la Convención, en el discurso de una hora que dio para aceptar la nominación, Hillary Clinton, vestida de traje blanco –el color elegido tiene el peso simbólico de haber representado al movimiento feminista en Estados Unidos durante décadas- se dio por vencida en apelar a la confianza de los norteamericanos y en cambio hizo un llamado mucho más modesto pero realista: pidió que tengan fe pragmática en ella y su capacidad de gobernar. Especialmente teniendo en cuenta quién está del otro lado.

“Él pierde la calma a la mínima provocación”, dijo en relación a Donald Trump. “Imagínenlo en la Oficina Oval enfrentando una crisis de verdad. Un hombre que puede ser atormentado con un tuit no es un hombre a quien se le pueda confiar con armas nucleares”, dijo Clinton.

También se dirigió a los fieles seguidores de Sanders: “Quiero que sepan que los he escuchado. Su causa es nuestra causa.”

Pero la clave del discurso de Hillary, escribió Michael Barbaro del diario estadounidense The New York Times, fue el pedido de fe en su capacidad, en lugar de solicitarles confianza a los votantes. Tras décadas de escándalos y acusaciones –fundadas e infundadas- de deshonestidad y complicidad con los gigantes de Wall Street, la ex secretaria de Estado parece haberse dado por vencida en pretender que los estadounidenses confíen en ella.

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Spot de Hillary y el monstruo de las galletas

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“La confianza del electorado americano permanece fuera de su alcance. Su afecto todavía la elude. Por eso tras 40 años en la vida pública, Hillary Clinton buscó algo menos ostentoso pero más asequible aquí el jueves a la noche: un reconocimiento incuestionable a su preparación para el trabajo”, escribió Barbaro.

El CND contra Sanders: dibujando encuestas y desprestigiando su campaña

Si bien la revelación de WikiLeaks no manchó directamente a Hillary Clinton sino a algunas de las máximas autoridades del CND como la presidenta del Comité, Debbie Wasserman Schultz (quien ya renunció), el secretario de prensa del CND, Mark Paustenback, el director de comunicaciones del Comité, Luis Miranda, y el vicedirector de comunicaciones del CDN, Eric Walker, puso en cuestión la legitimidad de la victoria de Hillary en la interna demócrata.

Sanders se había pasado la campaña denunciando un boicot interno en su contra. En mayo, su manager de campaña, Jeff Weaver, le había dicho a CNN que “podríamos tener una larga conversación sobre cómo Debbie Wasserman Schultz ha estado ensombreciendo la campaña de Sanders desde el principio.”

La falta de honestidad es el principal cuestionamiento que tienen los norteamericanos para con la ex secretaria de Estado, por lo que el hecho no es menor. Los emails filtrados muestran cómo el Comité Nacional Demócrata estuvo buscando todo el tiempo formas para acabar con la popularidad de Sanders, cuando él se convirtió en un riesgo para la candidatura de su rival. En uno de los emails 'filtrados', Eric Walker dice a varios miembros del personal del Comité que Sanders está repuntando en algunos estados e incita a hacer encuestas en las que salga que Clinton está ganando.

En otro, Mark Paustenback y Luis Miranda hablan sobre cómo engañar a los medios de comunicación para que piensen que la campaña de Sanders es un “desastre”. En otro email filtrado, varios miembros del CND discuten la posibilidad de usar las creencias religiosas del demócrata en su contra. “¿Podemos hacer que alguien le pregunte a Bernie sobre sus creencias? ¿Cree en Dios? Ha evadido decir que tiene herencia judía. Creo que leí en algún lugar que es ateo. Esto podría suponer una diferencia importante con mi gente. Mi gente bautista del sur sabrá diferenciar muy bien si es judío o si es ateo”, escribió Brad Marshall, otro miembro importante del CND en uno de los emails.

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Obama apoya a Hillary

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"Esos correos ponen de relieve cómo el Comité Demócrata estuvo detrás de darle a la campaña de Sanders la apariencia de ser violenta y desorganizada", señaló WikiLeaks.

Sanders: “Debemos elegir a Hillary Clinton”

Sanders, por su parte, dijo a sus seguidores en un discurso que si bien nadie estaba más desilusionado que él por el resultado de la interna, era hora de brindar su apoyo a Hillary Clinton. Pero la revolución política que intentó encender el socialdemócrata no es fácil de apagar.

Sanders fue abucheado por su propia gente cuando pronunció su apoyo a Clinton. “Te amo, Bernie”, le gritaba uno de sus seguidores en la Convención en Filadelfia, mientras el socialdemócrata solicitaba a sus seguidores: “Debemos vencer a Donald Trump y debemos elegir a Hillary Clinton”, y ellos le respondían “No, no, no”.

“Este es el mundo real en el que vivimos”, intenta Sanders hacer entrar a razón a sus partidarios, y continúa diciendo que Trump es un demagogo y un peligro para el futuro del país y debe ser derrotado. “¡Queremos a Bernie, queremos a Bernie!”, chilla el público. Aparentemente los seguidores de Sanders se dividen en 3:

> Aquellos que resignadamente votarán a Hillary (según analistas, es la amplia mayoría silenciosa),

> Aquellos que elegirán a Trump (el ganador de 3 Premios Pullitzer, Thomas Friedman, tiene una explicación muy esclarecedora respecto de por qué los discursos de estos 2 candidatos, en apariencia opuestos, tienen coincidencias y áreas en las que se superponen, que está traducido más abajo en esta nota),

> Y aquellos que, dado que su candidato no resultó nominado, no irán a las urnas en noviembre. Estos últimos se autodenominan el movimiento “Bernie or Bust” (Bernie o el colapso).

Por más que este último grupo hace mucho ruido, lo cierto es que la mayoría de los partidarios del socialdemócrata han aceptado votar a la ex secretaria de Estado, y a cambio ella ha incorporado buena parte de la plataforma de Sanders. En una editorial del diario estadounidense The New York Times, se plantea que la plataforma demócrata de hoy hubiese sido inimaginable en 1992, cuando el marido de Hillary se encontraba en plena campaña presidencial.

El Partido Demócrata de 2016 condena, por primera vez, de manera unívoca la pena de muerte; aboga por un salario mínimo de US$ 15 la hora así como por la expansión de la Seguridad Social y por medidas más duras contra el comportamiento ilegal de los bancos de Wall Street (todos conceptos tomados de la campaña de Bernie). Sanders hasta consiguió que Hillary se diera vuelta en cuanto al TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica), que ella misma había impulsado; aunque se cree que esto último volverá a revertirlo si es Presidenta, para no hacer trizas el legado del actual Presidente, Barack Obama.

Los seguidores de Sanders no renuncian a su “revolución política”

“Las revoluciones rara vez han terminado silenciosamente. Es una lección que Sanders pareció absorber en vivo en la televisión nacional, con su rostro serio y su dedo agitado pidiendo paz, mientras sus seguidores gritaban sobre su voz en la Convención el lunes por la tarde. ‘¡Queremos a Bernie!’, gritaban, cuando él explicaba su apoyo a Clinton. Sanders apeló a la unidad, mencionando el nombre de Clinton 15 veces en su discurso el lunes, y declarando que ‘Hillary Clinton debe convertirse en la próxima Presidente de Estados Unidos’. Pero sus seguidores más leales tenían hambre de más combate”, escribieron Michael Barbaro y Yamiche Alcindor, del diario estadounidense The New York Times.

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La agenda de Bernie

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“Las muestras desafiantes de desobediencia revelaron las fisuras en el movimiento de Sanders, que se ha dividido en dos campos implacables. Están los verdaderos creyentes, que corean ‘Bernie or Bust’. Están los votantes desilusionados que están gravitando hacia Trump. Y están los pragmáticos que se han resignado en la lucha y apoyarán a Clinton.”

La actriz que apoya a Hillary desde hace décadas, Meryl Streep, la comediante Sarah Silverman (una seguidora de Sanders que dijo que hay que aceptar la derrota y votar a Hillary en noviembre y llamó al movimiento “Bernie or Bust”, ridículo), un maravilloso discurso de la actual primera dama, Michelle Obama, que centró su apoyo a Hillary en el hecho de que es mujer, y un emotivo discurso de su marido y expresidente William Jefferson Clinton, entre otros políticos y artistas, intentaron traer dulzura a una convención por lo demás amarga.

La victoria de Hillary quedó con gusto a poco dada la revelación de WikiLeaks unos pocos días antes de comenzada la Convención; y los seguidores de Bernie que no aceptan a Hillary (y la acusan de ser una mentirosa y una criminal al igual que los republicanos en su Convención) opacaron fiesta de los demócratas. Esto la hizo bajar a Hillary en las encuestas a nivel nacional.

Hasta el jueves 21/07, la mayoría de las encuestas mostraba una ventaja de Hillary por entre 1 y 7 puntos, pero aquellas realizadas entre el 25 y 26 de julio (tras la revelación escandalosa de WikiLeaks y con la Convención en plena marcha), mostraban a Trump imponiéndose sobre Hillary por entre 1 y 7 puntos.

Mientras tanto, Trump se ríe por twitter: “¡La invención del email ha demostrado ser una muy mala cosa para la torcida Hillary porque ha revelado que ella es tanto incompetente como mentirosa!”

Elecciones de años anteriores muestran que si un candidato no cobra fuerza en la Convención, luego le es muy difícil volver a subirse al primer puesto del podio, ya que de julio a noviembre los candidatos entran como en una especie de meseta. Por lo tanto, habrá que esperar a que salgan a la luz las encuestas posteriores al discurso de aceptación de la nominación que dio Hillary el jueves, para saber si consiguió conmover a algunos votantes de Bernie indecisos o no.

La gente de la Pared

El periodista y escritor estadounidense 3 veces ganador del Premio Pullitzer, Thomas Loren Friedman, presentó en el diario estadounidense The New York Times una teoría que explica la inclinación de algunos de los seguidores de Sanders por Trump, ahora que su candidato está afuera de carrera. Para Friedman, en esta elección el enfrentamiento está protagonizado por 2 grupos:

> La gente de la Pared,

> Y la gente de la Red.

La gente de la Pared es un grupo que siente que las cosas que los anclan al mundo y proveen sentido a sus vidas, se están yendo con el viento, y buscan a alguien que detenga esta erosión.

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Michelle emerge en la Convención

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El foco principal de la gente de la Pared es encontrar un Presidente que apague el ventilador y sus “violentos vientos de cambio que ahora están golpeando a cada familia”, escribe Friedman.

Golpeando a cada norteamericano en sus lugares de trabajo, a donde la tecnología está amenazando sus empleos; en sus barrios, a los que tantos inmigrantes de diferentes religiones, razas y culturas se están mudando; y a nivel global, a donde gente poderosa y enojada está matando inocentes con una regularidad perturbadora. Quieren detener todo esto. Su deseo puede ser irrealista, pero no se trata solamente de una cuestión de raza y clase como puede parecer a simple vista, advierte Friedman.

Es también el anhelo por una comunidad, por un “hogar” en el sentido más profundo.

Los 2 candidatos de la gente de la Pared son Bernie Sanders y Donald Trump. Trump promete detener los vientos del cambio con una pared, mientras que Sanders promete detenerlos poniendo fin a los grandes acuerdos globales de comercio. “No veo que el país pueda costear los planes de ninguno de los 2, pero ambos tienen un gran atractivo visceral, y se superponen entre ellos”, escribió el ganador de 3 Pullitzer en The New York Times.

La gente de la Red

La gente de la Red, por otro lado, entiende que tanto el Partido Demócrata como el Partido Republicanos han construido sus plataformas en respuesta a la Revolución Industrial, el New Deal y la Guerra Fría. Pero hoy un partido del siglo 21 necesita reconstruir su plataforma en torno a las aceleraciones de la tecnología, la globalización y el cambio climático, que son las fuerzas que están transformando el lugar de trabajo, la geopolítica y el planeta mismo.

De esta manera, el instinto de la gente de la Red es abrazar el cambio por muy veloz que sea, y concentrarse en preparar a la mayor cantidad de gente posible para competir y colaborar en un mundo sin paredes. La gente de la Red entiende que en tiempos de cambio rápido, los sistemas abiertos son siempre más flexibles, resilientes y propulsivos, y ofrecen la oportunidad de sentir y responder primero al cambio. Así que la gente de la Red favorece la expansión comercial, bajo las líneas del TPP (Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica), y más inmigración que atraiga mentes inteligentes y energéticas.

Debido a que el Partido Republicano está afuera de la Casa Blanca desde hace 8 años, la base y el liderazgo del partido entiende menos el mundo en que estamos viviendo que el Partido Demócrata. Es por eso que el GOP (N de la R: Grand Old Party, como se les llama también a los republicanos en USA), se fracturó primero. Dado que algunos republicanos abrazan la Red, particularmente del mundo de los negocios, votarán por Hillary.

“Habiéndose estado desempeñando como secretaria de Estado, Clinton ha estado tocando el mundo. Ella sabe que Estados Unidos debe construir su futuro en la plataforma de la gente de la Red, que fue articulada primero por Bill Clinton y que, hasta el día de hoy, es articulada por él mejor que nadie. Pero Hillary no siempre ha mostrado tener el coraje o las convicciones de su marido. Entonces, en lugar de hacerle frente a la gente que favorece la Pared dentro de su partido y decirle a Sanders, ‘El socialismo fue la respuesta equivocada a la era industrial, así que seguro que no es la respuesta correcta a la era de la información’ – está virando hacia la gente de la Pared. Está oponiéndose a cosas que ella ayudó a negociar, como el TPP, y ofreciendo más beneficios del Gobierno pero evitando decirle a la gente la verdad más dura: que para ser de clase media, simplemente ya no alcanza con trabajar duro y seguir las reglas. Para tener un trabajo de por vida, debes ser un aprendiz de por vida, levantando tu apuesta constantemente”, explica Friedman.

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