ARGENTINA ABSURDA

Aranguren defenderá un tarifazo que no propuso ante un De Vido que quiso hacerlo

Gustavo Lopetegui y Mario Quintana tendrían que defender en el Congreso el tarifazo que ordenó Mauricio Macri, y no Juan José Aranguren, quien tenía una idea diferente a la que promulgó y publicó en el Boletín Oficial el Presidente de la Nación. Es apenas una parte del absurdo que coprotagoniza, provoca y padece la sociedad argentina.

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, llegará hoy (martes 16/08) a las 14:00 al recinto anexo de la Cámara de Diputados de la Nación para enfrentar un plenario de comisiones de la Cámara Baja: Energía, Presupuesto, Obras Públicas, Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia.

La presidencia de la Comisión de Energía corresponde al diputado Julio de Vido, exministro de Planificación en los días K, acusado por el actual oficialismo como corresponsable del desastre “heredado”.

Aranguren hablará ante las comisiones gracias a un nuevo acuerdo entre el Frente Renovador, de Sergio Massa; y Cambiemos(o sea el PRO, los otros socios de la alianza están 'pintados').

En una presentación anterior del ministro Aranguren ante el Senado, él dijo que el Gobierno estaba "aprendiendo sobre la marcha". El viernes 12/08, Aranguren reforzó la presión para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación respalde la suba de tarifas de gas, porque de lo contrario "los pobres seguirán subsidiando a los ricos, tal como ocurrió en los últimos años".

Sin embargo, tal como recordó el periodista Roberto García (en La Mirada, por Canal 26), el cuadro tarifario tan polémico no fue promovido por Aranguren, quien alentaba otro esquema para la aprobación presidencial.

En verdad, habrían sido Gustavo Lopetegui y Mario Quintana los promotores del tarifazo, convenciendo a Mauricio Macri, quien lo firmó y mandó a publicar en el Boletín Oficial.

Ambos ingresaron a la Administración Macri desde el sector privado: Lopetegui era ejecutivo de la aerolíneas LAN Argentina, del Grupo Latam; y Quintana era el presidente y accionista principal del fondo de inversión Pegasus, que controla las cadenas Farmacity y Freddo, entre otros negocios.

Lopetegui y Quintana diagnosticaron que reduciendo el subsidio a los usuarios de servicios públicos se podría achicar en forma significativa el déficit fiscal y, a la vez, financiar un programa de estímulo a la producción de gas. Ni ellos ni el presidente Macri valoraron el impacto social de sus decisiones, ni realizaron ejercicios de simulación para conocer cómo afectarían las nuevas tarifas el poder adquisitivo de las familias promedio.

Sin embargo, ni Lopetegui ni Quintana han sido vapuleados, tal como sí ocurre con Aranguren, por el tarifazo. En cuanto al Presidente, sí se hizo responsable de la medida, e inició las gestiones ante los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que respalde su decisión.

Otra paradoja

Con el ex ministro De Vido, hoy diputado nacional, también ocurre una situación muy curiosa, recordó García: De Vido le propuso a Néstor Kirchner iniciar el reajuste de las tarifas de servicios públicos.

García no lo dijo pero Urgente24 lo recuerda que, en verdad, fueron el entonces vicepresidente Daniel Scioli y el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, quienes iniciaron el pedido a Kirchner para ajustar las tarifas. Scioli terminó 'domesticado' por el entonces Presidente, y Lavagna resultó despedido. Luego de todo eso sucedió la propuesta de De Vido, que Néstor Kirchner aceptó, mandó a Carlos Zannini -por entonces secretario Legal y Técnico de la Presidencia- a preparar un decreto, que luego firmó.

Entonces comenzaron las dudas acerca del costo político para Kirchner de esa actualización tarifaria. El Presidente comenzó a temer las críticas, y nunca hizo publicar en el Boletín Oficial el decreto respectivo, por lo que no ocurrió un nuevo cuadro tarifario.

Ya en días de Cristina Fernández de Kirchner, el largo conflicto con el campo (2008), el año electoral (2009) y la derrota electoral (2009), postergaron cualquier decisión.

Luego del triunfo electoral 2011, con el famoso 54,11%, Cristina creyó que era todopoderosa ("Vamos por todo"), y decidió olvidarse del problema tarifario, justificando su decisión en que había que crear más capacidad de compra en las familias para multiplicar la demanda agregada y así mantener el consumo doméstico.

Y después de la derrota electoral 2013, que detuvo los anhelos de re-reelección, los Kirchner decidieron acumular problemas a sus herederos, y el atraso tarifario fue fundamental al respecto.

Cabe preguntarse cuál fue la posición del entonces jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, sobre el ajuste tarifario que negoció De Vido con Néstor Kirchner. Fernández siempre se autoatribuyó un rol de cofundador del kirchnerismo, integrante de una suerte de trípode con los Kirchner. Entonces, ¿Qué pasó con el ajuste tarifario?

Todo mentira

Durante el programa televisivo La Mirada, el politólogo amigo de los PRO, Sergio Berensztein, explicó que faltó una apreciación adecuada sobre el problema tarifario porque Macri no tenía experiencia en la gestión pública.

García le recordó que durante 8 años previos Macri fue jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Berenzstein respondió con un lacónico: "No es lo mismo la Ciudad que la Nación".

El argumento permitiría abrir una polémica al respecto. Sin embargo, más interesante fue lo que sucedió después.

Berenzstein consideró que los funcionarios involucrados no diagnosticaron con precisión acerca del problema tarifario, y mencionó trabajos realizados en la Fundación Pensar, la autotitulada "Usina de Ideas del PRO". El supuesto centro de estudios prometía: "Nuestro fin es armar los planes de gobierno y preparar a los equipos técnicos del partido para el gobierno de Mauricio Macri en el 2015." ¿¿??

Hasta la fecha, se desconoce qué aporte valioso pudo concretar la Fundación Pensar en la Administración Macri. Ha resultado uno de los fraudes intelectuales más rutilantes y onerosos de los años recientes.

Esto lleva a una pregunta de fondo: si PRO/Cambiemos carecía de un diagnóstico preciso, ¿qué seriedad tenían sus críticas a la política de atraso tarifario de la Administración K? Sería importante conocerlo para que no quede cuestionada la credibilidad de los actuales funcionarios.

Por lo demás, todo el asunto es increíble: casi toda la sociedad residente en el Área Metropolitana Buenos Aires conocía que pagaba barata la energía eléctrica, el gas y el agua, pero a 8 meses de iniciado el Gobierno Macri, no se consigue resolver una política de ajuste y su cronograma. Y a sus problemas, los funcionarios le atribuyen problemas de comunicación y no de escasa creatividad y poca comprensión político-social.

Acerca del reclamo a la Corte Suprema para que resuelva lo que los funcionarios del Ejecutivo no quieren/no pueden/no desean emprolijar, se sumó Alfonso Prat-Gay, afirmando que de no concretarse el ajuste habría que suspender el plan de obras públicas. Resulta notable que todo el ajuste fiscal del ministro descansa en el esfuerzo privado que supondría pagar el nuevo cuadro tarifario.

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