PENNSYLVANIA

Trump teme a un "fraude electoral" que le haga perder la presidencia

“Vamos a vigilar Pennsylvania, vamos a estar en ciertas áreas y vigilar para que la gente no venga a votar cuatro y cinco veces. Si hacemos eso, no vamos a perder. La única forma de que podamos perder, y me refiero a Pensilvania en concreto, es si (las elecciones) son amañadas”, enfatizó el candidato republicano.

El candidato republicano Donald Trump ha admitido la posibilidad de que pueda perder las elecciones presidenciales de noviembre, pero asegura que tiene una explicación para ello: sería víctima de un “fraude electoral”.
 
El presunto fraude, según el magnate inmobiliario, tendría particular incidencia en Pennsylvania, un estado que Trump considera suyo y donde, asegura, los demócratas harán todo lo posible por arrebatárselo. “La única forma en que me podrán ganar, en mi opinión, y digo esto con 100% de certeza, es si hacen trampa en algunas regiones del estado”, dijo Trump en un mitin electoral durante el pasado fin de semana.
 
“Vamos a vigilar Pennsylvania, vamos a estar en ciertas áreas y vigilar para que la gente no venga a votar cuatro y cinco veces. Si hacemos eso, no vamos a perder. La única forma de que podamos perder, y me refiero a Pensilvania en concreto, es si (las elecciones) son amañadas”, enfatizó el candidato republicano.
 
De inmediato, la campaña republicana creó un sitio web donde hace un llamado a sus seguidores a estar vigilantes el día de las elecciones y a participar en el conteo de los votos.
No obstante, Trump fue más lejos y propuso la participación de las autoridades policiales en el proceso electoral. “Tendremos que llamar a las autoridades policiales, y que los alguaciles y jefes de Policía y todo el mundo vigilen [para que vigilen el proceso de conteo]”, agregó, indicando que la dirección del Partido Republicano está preocupada con la posibilidad de un “fraude electoral”.
 
Hasta el momento, ningún dirigente republicano ha adelantado una hipótesis semejante, pero la participación de las autoridades policiales en el proceso de conteo es algo que no sucede en ningún país democrático. En Estados Unidos el conteo es realizado por las comisiones electorales a nivel condal, estatal o federal, y muy raras veces participan delegados de los partidos, ya que el sistema de elección suele ser automático, digital, y el conteo es más una operación mecánica que manual.
 
Sin embargo, en su acusación, Trump ha partido de una realidad que, en otras ocasiones ha abierto las puertas a un fraude, aunque según estadísticas oficiales es de un porcentaje muy bajo, apenas alcanza el 1%. según la Comisión Federal de Elecciones. Es que en Pennsylvania, como en otros estados del país, el elector no tiene que presentar un documento de identificación con una fotografía. Teóricamente, esto permitiría apenas que una persona votara en nombre de otra, pero no la dejaría votar más de una vez, al menos en nombre de ese elector.
 
“Organizar un fraude de esta naturaleza, para ser eficiente, implica crear una maquinaria electoral enorme, donde decenas y decenas de personas tendrían que votar en nombre de otras en muchos círculos electorales y tendría que ser una sola vez en casa precinto para no ser reconocido”, explicó el analista electoral Joseph Arenson, a la cadena CNN.
 
El viernes pasado, al cabo de cuatro años de litigación, un juez de Pennsylvania anuló una ley que obligaba a los electores a enseñar una identificación oficial con fotografía al momento de votar, con el argumento de que lo contrario sería “una carga poco razonable” para los electores y representa una “desconexión legislativa de la realidad”. Pennsylvania aprobó la necesidad de presentar una identificación con imagen el año 2012, pero nunca fue puesta en práctica porque el asunto fue llevado de inmediato a los tribunales por un grupo de activistas que argumentaron de que muchos electores no poseen una identificación con esas características, casi siempre una licencia de manejar.
 
El problema de la identificación electoral con fotografía no es un problema nuevo. Surge en todos los procesos electorales siempre detrás de la posibilidad que puede facilitar un fraude electoral. Pero históricamente, los fraudes electorales más populares son los que se dan con la votación por correos, antes llamada “boleta de ausente”, con la que una tercera persona podría influir, incluso, en algunos casos pagando, a favor de un candidato u otro.

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