LA TECNOLOGÍA INVADE AL LADRILLO

Constructores, con recelo: "Demora más de lo que se pensaba" (y en el 1er. Mundo va mejor)

La industria de la construcción nacional aspira aunque sea a la clásica mezcla de cemento, cal y arena en el balde para salir del pozo del 20% abajo que la mantiene alertargada, y no le llama la atención, en consecuencia, que en otras latitudes sus colegas no aprovechen las nuevas tecnologías en las inversiones, que por ahí abundan, como data & analytics, movilidad, automatización y robótica, déficit al que apunta el informe mundial anual “Building a technology advantage – Global Construction Survey 2016” realizado por KPMG International, que acaba de ser presentado en Toronto, Canadá. En el país apenas se ven alguno que otro edificio inteligente y materiales innovadores, pero aún ni siquiera entró en el radar de los estudios de arquitectura más aggiornados una de las mayores preocupaciones que esgrime el gobierno actual: el uso de energías renovables que reemplacen a la electricidad y gas de matriz hidrocarburífera que se distribuye por redes. Macri dio el ejemplo haciéndose instalar un calentador solar término en Olivos. En Holanda, por ejemplo, más de la mitad de los edificios se abastecen de energías limpias.

La industria argentina de la construcción deshoja la margarita para adivinar cuál será el momento de revertir la curva negativa actual y emprender una senda de crecimiento. "Está tardando más de lo que se pensaba, pero estoy seguro de que va a mejorar. Eso sí, va a llevar más tiempo", explicó Juan Chediack, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), cuando llegó a sus manos la última edición del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que elabora el INdEC.

Poner en marcha la rueda, sea con la obra pública, el plan Procrear, el blanqueo o que se desentumezca el aparato industrial, se ha convertido en una obsesión tal para el sector, que ven como de otro planeta el relevamiento sobre el estado de la industria de la construcción que realizó KPMG International, titulado “Building a technology advantage – Global Construction Survey 2016”.

Chediack, que le saca la punta al lápiz para presupuestar costos y aguza la vista para detectar capitales que se traduzcan en obras pero que aun así se muestran esquivos, se impacienta cuando recibe noticias de Toronto de que el sector de la construcción en el mundo, a pesar de las importantes inversiones que ha tenido, está luchando por obtener los beneficios de las nuevas tecnologías que incluyen data & analytics, movilidad, automatización y robótica.    

Los desarrolladores inmobiliarios le ponen fichas al régimen de exteriorización y se proponen estar a pleno para marzo. Algunos tienen a los arquitectos a full con los planos y el análisis de los materiales más modernos para cuando llegue el momento.

Pero por ahora todas son pálidas, con caídas estadísticas del 19,6% a mitad de año, que acumulan más de 6 consecutivas.

"La obra pública va despacio, pero cada día hay un poco más de licitaciones y se están reactivando. No todas, pero se están reactivando. El Gobierno quiere hacer todo muy prolijo, y eso lleva tiempo", intenta insuflar optimismo el titular de CAC.

Desde diciembre la obra pública está frenada por las auditorías que impulsó la gestión de Mauricio Macri. Varios analistas creyeron que el decreto 691, de fines de mayo, sobre la redeterminación periódica de precios de contratos para obras públicas, en el Ministerio del Interior, iba a ser el puntapié inicial.

Pero hasta junio la obra pública no mostraba una recuperación significativa. Por caso, el asfalto, principal insumo para los trabajos de vialidad, reflejó una caída del 27% en junio con respecto al mismo mes del año pasado, según el INdEC.

"Los metros cuadrados autorizados crecen, las ventas de los inmuebles también y el tipo de cambio está estable. Nos acercamos a un piso de estabilización, aunque es probable que veamos algunas caídas más, pero más graduales. Ya hay brotes verdes", afirmó Polo.

Expectativas moderadas

En la encuesta de expectativas que realiza el INdEC, un 60,9% de las empresas que construye obras privadas cree que el nivel de actividad del sector no cambiará, mientras que 21,7% estimó que aumentará y 17,4% ve una baja.

Los que ven una suba del nivel de actividad en el 3er. trimestre la atribuyeron a los nuevos planes de obras públicas (25%), al reinicio de esas obras (25%), a la estabilidad de precios (18,3%) y al crecimiento de la actividad económica (13,3%).

Las prioridades son más básicas que las que movilizaron en la ciudad fabril canadiense a más de 200 ejecutivos líderes de compañías del sector de ingeniería y construcción e importantes responsables de proyectos del sector. Se fustigaron porque la industria no utiliza las tecnologías de punta para afrontar los nuevos desafíos y las complejidades del negocio.

La encuesta abarca empresas privadas y reparticiones gubernamentales, con responsables de proyectos de diversas industrias, incluso recursos naturales y de  energía, tecnología y salud.

Apenas 8% de las compañías de los ejecutivos líderes que participaron en la encuesta está catalogado como “visionario en tecnología de avanzada”, mientras que el 64% de los contratistas y el 73% de los responsables de proyectos están clasificados como “seguidores de la industria” o “rezagados” en materia de tecnología.

“Las respuestas de la encuesta reflejan que la industria es netamente conservadora en cuanto a la tecnología, y que la mayoría de las empresas se contentan con seguir las nuevas tendencias, en lugar de liderar”, dijo Geno Armstrong, líder del Sector Internacional, Ingeniería y Construcción, KPMG en EE.UU.

“A muchas empresas les falta una estrategia clara en términos de tecnología, ya que adoptan la tecnología de manera no sistemática, o directamente no la adoptan”.

Innovación discursiva

Dos tercios de los encuestados creen que están aumentando los riesgos del proyecto. Según Armstrong, esta es una industria preparada para la innovación.

Sin embargo, menos del 20% de los encuestados reconocieron estar innovando en sus modelos de negocios enérgicamente.

“Los proyectos en todo el mundo son cada vez más grandes, más audaces y más complejos, y la complejidad viene de la mano del riesgo”, advierte Armstrong.

“Las innovaciones como el monitoreo remoto, la automatización y la visualización tienen un enorme potencial para acelerar el avance del proyecto, mejorar la exactitud y la seguridad”, agregó.

Según la encuesta, las firmas de ingeniería y construcción, y los responsables del proyecto, no están aprovechando al máximo los volúmenes de datos a su alcance: casi dos tercios de los encuestados no utiliza la técnica de data & analytics para la estimación relacionada con el proyecto y el monitoreo del desempeño.

Asimismo, únicamente un cuarto de los encuestados sostuvo que para obtener toda la información sobre el proyecto les basta con “apretar un botón”.

Son todavía menos aquellos que cuentan con un sistema de información para la gestión integrada de proyectos (PMIS por sus siglas en ingles) en toda la empresa.

“La emisión de informes sobre proyectos en tiempo real e integrada es aún un mito, más que una realidad”, según Armstrong de KPMG.

“Esto se debe principalmente a que las firmas tienden a utilizar múltiples plataformas de software que son monitoreadas y desconectadas manualmente, lo cual afecta su efectividad”, agrega.

La movilidad es otro tipo de tecnología con un gran potencial para analizar y rastrear el desempeño a través de dispositivos portátiles para grandes proyectos de construcción.

Una gran mayoría de encuestados usa el monitoreo remoto para los proyectos; no obstante, menos del 30% dijo utilizar dispositivos portátiles rutinariamente en todos sus proyectos, mientras que un número similar no hace uso de ninguna plataforma móvil. 

Minoría robotizada

Asimismo, solamente un tercio dijo usar la robótica y la automatización.

El hecho de que más de dos tercios de los encuestados considera que los controles sobre sus proyectos son “optimizados” o “monitoreados” sugiere que los procesos se encuentran implementados, pero no necesariamente producen los resultados esperados.

Únicamente un 27% de los encuestados cree que sus controles son globalmente consistentes.

Son pocos, asimismo, los que están aprovechando en su totalidad los beneficios de la Gestión del Valor Ganado para medir costos y programar la ejecución. Más del 40% ni siquiera utiliza dicha técnica.

Para explotar el verdadero potencial de la tecnología, las compañías del sector de la construcción y los responsables de proyectos deben tener una visión y estrategia más claras en términos de tecnología. 

Armstrong opina que “los desafíos en materia de infraestructura para la próxima década, en constante cambio, requieren que los responsables de proyectos y las firmas de ingeniería y construcción implementen la tecnología de manera más estratégica y más rápidamente que en el pasado”, concluyó.

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