ALERTA AMARILLA

Inocencia peligrosa: El proyecto de Presupuesto no contempla el riesgo de un shock externo

El economista argentino pero con gran parte de su trayectoria en universidades estadounidenses y organismos multilaterales, Guillermo Calvo, alertó al gobierno de Mauricio Macri sobre el riesgo de que se produzca el año que viene un shock externo, como consecuencia del estancamiento de la economía mundial que ni USA ni la Unión Europea logran resolver. Él advirtió que el proyecto de Presupuesto Nacional para 2017 no contiene ninguna previsión para neutralizar los efectos que esa crisis podría causar a la economía nacional y que el gasto del sector público tendría que adaptarse a la meta de inflación del BCRA. Calvo recomendó financiar el tarifazo con organismos internacionales o sea, que no haya gradualismo en la búsqueda del equilibrio fiscal. Se manifestó en contra de haber fijado una paridad cambiaria en 18 pesos, que nadie cree, y alertó que con tipo de cambio flexible contrapuesto a altas tasas de interés se podría profundizar la recesión y el desempleo.

La laxitud fiscal que caracteriza al proyecto de presupuesto para 2017 preocupa a analistas internacionales, como el economista argentino residente en Nueva York, Guillermo Calvo, quien en su paso por Ciudad de Buenos Aires se extrañó de que el gobierno no hayan tomado resguardos ante la posibilidad de un shock externo, dado el mal momento financiero que vive el mundo y las dificultades de Europa y USA para salir de la crisis.

El economista argentino de mayor prestigio internacional en la actualidad es quizás el experto que más contribuciones científicas hizo para comprender las crisis económicas de la región en general y de la Argentina en particular.

Célebre por haber anticipado la crisis del Tequila a principios de los '90 -por entonces, el The New York Times llegó a bautizarlo el profeta de la ruina financiera-, desde entonces el profesor Economía y de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia (USA) escapa al rótulo de pronosticador financiero y se refugia en el respeto de sus colegas en la comunidad científica internacional.

Volviendo a los supuestos macroeconómicos en los que se basó la iniciativa presentada al Congreso, corrigen los dibujados sucesivamente en anteriores ejercicios, como sincerar el PIB y la inflación proyectados para este año, pero el gradualismo con que se busca priorizar la recuperación económica por sobre la situación fiscal, aprovechando el bajo nivel de endeudamiento actual, genera dudas.

La Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) expone que, si bien se prevé que los ingresos suban por encima de los gastos, estos disminuyen levemente la participación respecto del PIB: de 24,5% de 2016 al 24,2% en 2017, con lo cual aconseja definir con claridad un sendero de reducción del déficit, aunque sea gradual para ordenar las expectativas y reducir las necesidades de financiamiento a mediano plazo. Pide explicitar el valor que se tomó para las tarifas de los servicios públicos, que determinan los subsidios, la pauta de movilidad jubilatoria y las decisiones respecto a la baja de las retenciones a la exportación de soja y ajuste del impuesto a las ganancias.

Pero un dato llamativo del proyecto de Presupuesto resulta ser el aumento de la presión fiscal, que va de 25,33% a 25,97% del PBI en 2017; si bien representa menos de 1 punto, lo magnifica la queja de los propios potenciales inversores internacionales durante el foro realizado días atrás en el CCK, avalada por el propio presidente Macri cuando reconoció que “los argentinos no pueden pagar más impuestos”.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), constituido por economistas y politólogos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), señaló que la presión fiscal del Presupuesto 2017 “expresa la intencionalidad manifiesta de reducir la presión fiscal sobre los sectores concentrados. Aumenta en general, pero se reduce para los que deben tributar el impuesto a los Bienes Personales”, cuya recaudación bajará en un 41%.

En un encuentro reservado con Calvo, economistas del oficialismo le expusieron una visión confidencial para 2017, no hecha pública: con sólo que el PBI no caiga más a partir de fin de año, el efecto comparativo estadístico con los peores meses del 2016 le daría un piso del crecimiento estadístico del 2%. El campo, a lo sumo, le puede dar un 1% más por trigo y maíz; más 0,5% de obra pública. El total asegura 3,5% de crecimiento.

La hipótesis de inflación del 17% inspira más dudas que certezas, a menos que el Central mantenga la tasa de interés alta, con lo cual se les caería el crecimiento. El tipo de cambio a 18 pesos despierta desconfianza por el atraso que arrastra, y encima se viene un revalúo de los inmuebles tanto en el campo cuanto en los centros urbanos, que puso en estado de alerta a los contribuyentes rurales y urbanos. A todo esto hay que agregar el aumento de las tarifas, las naftas, peajes, etc.

La puerta abierta que deja el presupuesto sería mejorar estas alternativas con un financiamiento externo mayor al previsto. En ese sentido, se discutió hasta adonde, en un año electoral, estos números, aparentemente favorables, serán percibidos la gente.

En consecuencia, al gobierno la única arma que le quedaría para ganar el comicio sería dividir al peronismo.

Financiamiento internacional para las tarifas

La diferencia de criterios que se presentó entre Calvo y los asistentes al cónclave privado fue en torno de los aumentos tarifarios. Se pronunció a favor de que se financien con organismos internacionales en lugar de hacerlo mediante bruscas subas, pero los funcionarios locales no quieren que se dé intervención a auditoria alguna de organismos extranegocio.

Otra incógnita que presenta el proyecto de presupuesto es el 14,4% de aumento que se calculó para la inversión.

En la Jornadas Monetarias y Bancarias del BCRA, que contaron con la participación de economistas argentinos y muchos presidentes de bancos centrales internacionales, así como de algunos funcionarios de organismo multilateral, Guillermo Calvo advirtió que "Europa y Estados Unidos no están logrando salir" de la crisis, y puntualizó que en ambas regiones hay dificultad" para reactivar el crédito, "porque las medidas que se aplican para ello no son efectivas". 

En consecuencia, sostuvo que "el contexto global es complejo y no se está entendiendo". En cuanto a la futura estabilización de la Argentina, a lo sumo concedió que el gasto del público del año que viene sea igual a la meta de inflación del 17% que fijó el BCRA, y desestimó que "un plan de Infraestructura solucione el problema macroeconómico, eso no es hacer una buena política fiscal".

Acerca de la política cambiaria, señaló que "con pocas reservas se puede fijar el tipo de cambio”, pero manifestó que "todas nuestras estabilizaciones con tipo de cambio fijo generaron más problemas después, aunque estabilizar con tipo de cambio flotante requiere ser más exigente desde el punto de vista macroeconómico y necesita generar mucha confianza. Lo peor es tener un tipo de cambio que el mercado crea que no es sostenible".

De la inflación, dijo que "es importante calcular la tasa esperada, fijar metas y cumplirlas".

Él alertó que con tipo de cambio flexible contrapuesto a altas tasas de interés se profundiza la recesión y el desempleo, punto que se discutió fuertemente la noche anterior con economistas e inversores extranjeros, que le pidieron su visión del país, ya que dudaban de los números del presupuesto 2017 presentado por el gobierno.

Con respecto a la situación financiera internacional, Calvo manifestó que "el dinero en manos de los bancos dio un salto fenomenal y no se transformó en crédito y ese es el problema".

Calvo planteó que se ha roto el puente entre el ahorro doméstico que antes iba a los bancos y ahora va a la compra de activos.

Y agregó que: "a pesar del esfuerzo por evitar una deflación, la tasa de inflación está cercana a cero en Europa y la economía de la Eurozona está planchada", afirmó.

"En Estados Unidos, el dinero en manos de los bancos saltó de 6% a 15% del PBI, y no hay inflación porque ese dinero no circula", destacó. Este país se recupera pero no vuelve a la tendencia que tenía antes de la crisis. La productividad de los factores se planchó. Es materia de análisis si este problema de oferta es por falta de ideas o si se debe al sistema financiero", apuntó.

Se remitió a los pronósticos de los economistas Paul Krugman y Larry Summers: "Para ambos la mayor preocupación es que el mundo está en un estancamiento", y se refirió a la trampa de liquidez debida a la falta de disposición de los bancos a prestar.

Con respecto a la situación financiera internacional, Calvo manifestó que "el dinero en manos de los bancos dio un salto fenomenal y no se transformó en crédito y ese es el problema".

"El problema es que se ha roto el puente entre el ahorro doméstico que antes iba a los bancos y ahora va a la compra de activos", destacó el experto.

Y agregó que: "a pesar del esfuerzo por evitar una deflación, la tasa de inflación está cercana a cero en Europa y la economía de la Eurozona está planchada", afirmó.

"En Estados Unidos, el dinero en manos de los bancos saltó de 6% a 15% del PBI, y no hay inflación porque ese dinero no circula", destacó. Este país se recupera pero no vuelve a la tendencia que tenía antes de la crisis. La productividad de los factores se planchó. Es materia de análisis si este problema de oferta es por falta de ideas o si se debe al sistema financiero", apuntó.

Guillermo Calvo citó a los economistas Paul Krugman y Larry Summers: "para ambos la mayor preocupación es que el mundo está en un estancamiento", y se refirió a la trampa de liquidez debida a la falta de disposición de los bancos a prestar.

No lo dijo Calvo, pero tampoco la meta de inflación prevista en el presupuesto convence a los argentinos, que esperan 20% para los próximos doce meses, según los resultados de la Encuesta de Expectativas de Inflación (EI) realizada en septiembre por el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella. El relevamiento destacó solo dos registros previos con un promedio de 20% de la expectativa de inflación: en noviembre de 2015 y en enero de 2010.

Aun así “la inflación esperada por la población para los próximos 12 meses cae 5 puntos porcentuales en comparación al registro de agosto y se sitúa en 20%, según la mediana de las respuestas”, explicó Juan José Cruces, director del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT.

Dejá tu comentario