EL CASO NAHED HATTAR

“En nombre de Alá”: Otra muerte por los fanatismos religiosos

Medio Oriente es testigo de los peores enfrentamientos religiosos que se pueden dar en el mundo. Esta vez fue en Jordania y el turno fue del escritor y político jordano Nahed Hattar quien fue asesinado en Amán, capital del país. Todo pasó porque difundió una caricatura a través de su cuenta de Facebook y fue acusado de "provocar un conflicto sectario e insultar los sentimientos y creencias religiosas".

El escritor jordano Nahed Hattar, de 56 años, murió de 3 balazos en la cabeza que recibió por parte de un extremista del Islam cuando estaba yendo a una sesión del juicio el 25/9 alrededor de las 9:30 de la mañana. Murió en las escalinatas del Palacio de Justicia ubicado en el barrio Abdali de Amán, acompañado de familiares y amigos. Según testigos, el asesino apareció con barba y enfundado en una túnica tradicional.

En agosto había sido arrestado por la caricatura que representa a un musulmán que se encuentra acompañado de dos mujeres mientras es atendido por Alá a quien le pide que le sirva vino. El 8/9 había sido puesto en libertad bajo fianza pero continuaba su juicio por incitación sectaria y blasfemia contra el Islam.

Después de la difusión de la caricatura, el gobierno de Jordania había decidido tomar medidas legales contra el escritor por las amenazas que empezaron a circular.

Hattar en un primer momento había elegido esconderse pero se terminó entregando a la justicia diciendo que su caricatura representaba el comportamiento de los terroristas de ISIS.

"El dibujo sacrílego del Todopoderoso solo aumentará el odio y sembrará la discordia en el país", fue lo que afirmó el organismo del estado encargado de emitir dictados religiosos en Jordania.

El gobierno de Jordania ya aclaró que este crimen va a ser investigado y castigado. Así lo expresó el vocero del Gobierno jordano, Mohamed Momani.

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Además, el principal partido opositor Frente de Acción Islámica (FAI) exigió justicia y criticó a los que hacen justicia por mano propia. Los cristianos se manifestaron en la localidad de Fuheis, donde son mayoría, pidiendo la dimisión del primer ministro, Hani al Mulqui, y el titular de Interior, Salameh Hamad. Y esto es porque el escritor pertenecía a la religión cristina que solo representa el 5% de la población de Jordania.

Pero no era la primera vez que Hattar había sido arrestado. Otras veces fueron en 1977, 1979 y 1996. En 1998 sobrevivió a un intento de asesinato por lo debió sufrir varias cirugías y decidió instalarse en el Líbano para resguardar su seguridad pero años más tarde regresó.

El escritor asesinado había militado en el Partido Comunista hasta la década del 80 cuando fue arrestado por 2 años pero desde el periodismo siguió siendo defensor de las ideas marxistas aunque alejado de la política.

Siendo un intelectual de izquierda, apoyaba al presidente sirio Bashar Asad, que gobierna desde el 2000 y pertenece al Partido Baath Árabe Socialista, y también a sus aliados del grupo libanés chií Hezbolá, quienes luchan en Siria contra facciones islamistas y grupos extremistas.

Un caso similar fue el atentado el 7/1/2015 en el semanario satírico francés de izquierda Charlie Hebdo. 

Dos hombres entraron en las oficinas del semanario matando a 12 personas y lo hicieron en nombre de Mahoma por las reiteradas tapas que la revista hacía en alusión al Islam. Y fue Al Quaeda quien se adjudicó el atentado. La diferencia es que en Francia solo el 6% de su población es musulmana y en Jordania representa el 95%. Claro está que no todos los musulmanes pertenecen a la facción más extremista de la religión y muy pocos son los que reaccionarían de esa manera.

En el caso de Palestina, Nahed Hattar ya se había entregado y estaba enfrentando el juicio correspondiente por la caricatura que había publicado. Pero la justicia por mano propia es un recurso que cada vez eligen más personas en el mundo y que en este caso eligió el asesino.

En nombre de sus creencias y su fe, decidió quitarle la vida a una persona que practicaba su libertad de expresión, tanto en lo político como en lo periodístico.
¿Por qué un escritor, desde su libertad de expresión y sus opiniones puede ser considerado un blasfemo al punto de ser asesinado?

Los organismos internacionales se hacen cargo de la situación que se vive producto de las diferencias religiosas y la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, se expresó por el asesinato del jordano. “Condeno el asesinato de Nahed Hattar. Este crimen constituye un grave ataque contra la libertad de expresión que afecta a la sociedad jordana en su conjunto”, fueron sus palabras.

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