PRONÓSTICOS 2017

A lo K, el Presupuesto de Prat-Gay se hace cada vez menos creíble

Los reclamos de Edenor y Edesur, los pronósticos del FMI, las críticas de la oposición, los informes económicos, todos coinciden en algo: el presupuesto 2017 presentado por el ministro Prat-Gay lleva la peor cuota K, la de su nula credibilidad.

El proyecto de ley de Presupuesto 2017 presentado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, fue bienvenido y halagado en primera instancia por estar elaborado en base a números de un Indec creíble.

Sin embargo, pronto comenzaron a surgir muchas inconsistencias como la inflación. Ocurre que el Congreso está discutiendo el presupuesto apoyándose en tres supuestos cruciales: inflación anual del 17%, dólar a $18 a fines de diciembre de 2017 y crecimiento económico del 3,5%.

El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, anticipó al presentar el programa de Metas de Inflación que el año que viene que la misma estará debajo del 17% y encima del 12%, cuando en 2016 la inflación cerrará cercana al 45% anual.

Y cuando se conoce que las dos distribuidoras eléctricas más importantes del país, Edenor y Edesur, ya pidieron y presentaron su propuesta de aumento de tarifas para el año próximo del 25%.

En el marco de la Renegociación Tarifaria Integral (RTI) que llevará a cabo el ENRE (el ente que regula al sector) a fin de mes, según publica hoy el diario 'La Nación', si bien el pedido de las distribuidoras contempla variaciones de todo tipo con respecto al cuadro actual, a tal punto que si bien la tarifa para algunos hogares aumentará por encima del 30%, en otros casos anotará una baja en torno al 10%, según se desprende del entramado de números y fórmulas que se presentaron ante el organismo regulador, y si bien incluye también bonificaciones para quienes ahorren energía, y una tarifa social que varía según la cantidad de consumo, en promedio, las subas que reclaman las empresas rondan el 25% (ese sería el impacto en la factura).

Además, para hacer sus cálculos, tanto Edenor como Edesur tomaron como base diciembre del año pasado, de manera que si se actualiza el número a partir de una fórmula que propusieron al ente, el aumento podría ser mayor.

En el caso de Edenor, el aumento más importante se dará en el cargo fijo, un ítem que deben pagar todos los hogares, incluso si no consumieron electricidad ese mes. Hoy ronda los $14,43 por bimestre para un usuario denominado R1, con un consumo menor a 300 kWh, que según la empresa con el nuevo cuadro debería pagar $76 mensuales, con un aumento del 426%.

El incremento en términos porcentuales disminuye considerablemente en el caso de usuarios que consumen algo más de electricidad. Por caso, la categoría siguiente sufriría un incremento de 39%, debido a que hoy paga por ese ítem $54.

Con respecto al costo específico del consumo eléctrico, que en las facturas se encuentra bajo la fórmula "cargo variable", hay diferencias sustanciales según el cliente. Un usuario de bajo consumo podría llegar a tener una rebaja en esa parte de la factura cercana al 11%, mientras que los grandes consumidores (por encima de los 1600 kWh bimestrales) sufrirán un aumento de 31,14% en comparación con el precio actual.

Según fuentes al tanto de la propuesta, el incremento promedio para los clientes de Edenor sería del 24%, de acuerdo con la propuesta de la empresa.

Pero no sólo los reclamos de las eléctricas tiran por la borda el optimismo del Gobierno. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) tampoco son tan buenas. El organismo estima que en 2017 registrará un incremento anual de 23,2%, más de 6 puntos porcentuales que lo previsto por la administración macrista. A su vez este año estima el Fondo que la inflación cierre en 40%.

Seis meses atrás, en su Informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI estimaba que el Indice de Precios al Consumidor iba a aumentar un 19,9% en 2017, porcentaje que ahora lo elevó hasta el 23,2%.

Así, según publica el diario 'El Cronista' esta mañana, el Fondo no se muestra muy optimista sobre la posibilidad de controlar la suba de precios y pronostica que la inflación va a seguir siendo elevada en los próximos años en la Argentina. Llegará recién a ser de un dígito en 2021, dos años después de lo que estima el Gobierno. De todas formas, se ubicará bastante por encima de la previsión oficial para 2019, año en el que tiene como objetivo que la inflación se ubique en torno a 5%, según las metas presentadas semanas atrás por Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central.

Para el FMI, en 2018 se ubicará en 19%; en 2019, en 15%; en 2020, se reducirá hasta los 11,4% y, en 2021 disminuirá en 5 años a 9,7%, según los datos explicitados en las previsiones actualizadas ayer.

La semana pasada concluyó una misión del Fondo que estuvo en el país durante 10 días en los que evaluó la economía argentina. Lo hizo en el marco del Artículo IV, tras 10 años en los que el gobierno kirchnerista (tras haber cancelado la deuda con el organismo internacional) no permitió que los técnicos del FMI auditara la economía.

Tras el cierre de esta misión, desde el FMI enviaron un comunicado en el que felicitaron al Gobierno por el "compromiso en bajar la inflación a niveles de un dígito", según firmó el italiano Roberto Cardarelli, que fue quien lideró esta visita. Elogió también la "la adopción de un esquema moderno de metas de inflación". Pero de todos modos, el organismo no cree que se pueda morigerar la suba de precios con la misma celeridad que lo estimado desde el BCRA y desde el Ministerio de Hacienda a cargo de Prat-Gay.

Desde la oposición, Fabián Medina del Frente Renovador, dijo "no debemos olvidarnos que existen las paritarias salariales, las cuales se van a encontrar en el orden del 25% al 28%", agregó el especialista en temas económicos.

Para Medina, aunque cree que el dólar puede estar por encima de $18, la cotización del presupuesto no es sería ilógica, pero no considera que el crecimiento del 3,5% sea probable. "Los datos que estamos previendo son casi los mismos que tuvimos en el año 2015; y, si la situación es cuasi similar, con el agravante que caería el consumo interno, el crecimiento no debería ser mayor al 1,8% aunque incluso podría encontrarse en el orden del 1%. Con todas estas estimaciones podemos decir que lo que poseemos hoy en la economía no es más que un tibio efecto rebote y que cuando el consumo pueda mejorar aunque sea un poco se trasladará a precios y con ello a inflación", pronosticó el referente del FR.

La consultora 'Economía&Regiones' que fundó y dirigió Frigerio hasta su llegada al Gobierno, apuntó duro directamente contra la gestión de Prat-Gay y aseguró que "sin credibilidad, las expectativas de inflación no bajan lo suficiente y en consecuencia la inflación observada queda por encima de la meta" y remarcó que "el problema es que en el futuro, la falta de coordinación con la política fiscal, la inconsistencia del Presupuesto 2017, que no baja ni el déficit fiscal, ni las necesidades financieras, y la baja credibilidad de Hacienda podrían amenazar el cumplimiento de las metas de inflación 2018 y 2019".

La consultora sostuvo que "la política fiscal de Hacienda no sólo es inconsistente, sino que también es poco creíble, y en consecuencia amenaza el cumplimiento de las metas de inflación de mediano y largo plazo".

En ese sentido, remarcó que "el déficit fiscal total del sector público nacional ascendería a 7% y las necesidades de financiamiento bruto total por 13 puntos porcentuales del PBI en 2017. Para peor, el Presupuesto 2017 también sube la presión tributaria y el peso del gasto en la economía; o sea más Estado y menor sector privado, lo cual implica menos crecimiento futuro".

El informe aseguró que "la política fiscal de Hacienda no tiene credibilidad porque ya subió su meta de déficit primario 2017 de 3.3% a 4.2% del PBI; y continúa computando como ingresos las utilidades del Banco Central y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)".

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