GALAXY NOTE 7

Ni Nicky Caputo se salvó de que la falla de Samsung le incendiara el rancho

Paradójicamente no ha sido este primer año de gobierno de Mauricio Macri una panacea para la empresa que fundara hace 33 años en Ushuaia el actual Presidente en sociedad con su entrañable amigo Nicolás Caputo, quien desde la vicepresidencia de la Bolsa de Comercio vio desplomarse en 2016 las acciones de su fueguina Mirgor, una de las animadoras del panel principal. Sobre llovido mojado, la seguidilla de incendios del modelo Galaxy Note7 que tuvo a uno de sus principales aliados estratégicos, Samsung, como protagonista en el mundo, los puso en la obligación de hacer un plan canje con los que tuvieran el dispositivo interdicto en el mundo por los ensamblados en el país, como los S7 Edge, y pagar la diferencia que hubiera. Es difícil que Nicky Caputo se resigne a perder plata al pegarle en la cara el chubasco Samsung. Algo se les ocurrirá para imputarles a las desgravaciones la incidencia de la merma en ese negocio. Siempre el tigre admite una manchita más...

 

Pese a que en Argentina no había sido lanzado aún el Galaxy Note7, de Samsung, cuya producción se detuvo en el mundo por los reiterados casos de dispositivos  incendiados, la filial local invitó a todos aquellos usuarios que posean ese modelo de "phablets" -denominado así dado que por su tamaño se ubica entre un smartphone y una tablet- a “apagar el dispositivo, detener su uso y comunicarse con el servicio de atención al cliente: 0800 – 555 - 7267" para que le sea cambiado por un Galaxy S7 edge, o cualquier otro Galaxy, más el reembolso por la diferencia, o bien podrá pedir "el reembolso completo".

La decisión fue tomada en coincidencia con las filiales de otros países, de modo que "para el beneficio de la seguridad de los consumidores, paramos las ventas y reemplazos del Galaxy Note 7 por el mismo modelo, y consecuentemente, hemos decidido parar la producción", señaló la empresa en un comunicado.

El problema de los persistentes casos de equipos incendiados se originó a partir de modificaciones al procesador con miras a acelerar el tiempo de carga de la batería.

El accidente significó una caída de US$ 19.000 millones en el valor de mercado de la compañía surcoreana y todavía nadie ha mensurado el daño a la imagen y la reputación de la compañía.

Ya están sintiendo, también, el efecto contagio. Las ventas de la semana pasada del S7 cayeron  porque la credibilidad de Samsung está dañada.

Para quienes lo vivieron y comprobaron cómo les explotaba el teléfono, será un recuerdo imborrable. Para los demás, recordarán las fotografías de teléfonos totalmente inutilizados. Algo nunca visto desde que aparecieron celulares.

De ahí que la representación en el país haya resuelto plegarse a esta suerte de plan canje ofrecido por la compañía surcoreana por más que acá no haya vendido ni un celular de ese modelo, con lo cual alcanzará a viajeros al exterior que lo ingresaron al país con el equipaje, o sea que no pagaron los impuestos de la importación.

La oficina instalada por Samsung en la Argentina tiene convenio de producción de los dispositivos de la marca con plantas fueguinas que se dedican al armado final y embalado de los modelos Galaxy y Edge. Uno de los principales acuerdos se firmó con una de las firmas de Mirgor, uno de los mayores grupos empresarios que desde hace tres décadas se benefician con el régimen de promoción fiscal y aduanera que favorece a Tierra del Fuego. Fue fundado por el actual presidente Macri junto a su ex socio, ex compañero de colegio y amigo personal Nicolás Caputo.

Desde 1972, las empresas radicadas en Ushuaia y Río Grande están exentas de pagar IVA, Ganancias y Derechos de Importación, 3s gravámenes federales que, sólo en 2016, le costarán al Estado nacional $30.114 millones, que es lo que las arcas públicas dejarán de percibir.

El boom de los celulares protegidos

Samsung suscribió en junio de 2014 un acuerdo de fabricación con una de las tres unidades de negocios que integran el Grupo Mirgor, la Industria Austral de Tecnología (IATEC), que empezó con la producción de equipos de aire acondicionado para automóviles, una actividad que transformó a la empresa de Macri y Caputo en la mayor proveedora de esos aparatos en el país.

Luego sumó la producción de cajas de dirección para autos, el desarrollo de artefactos electrónicos de consumo y luego vinieron los celulares.

IATEC logró alcanzar los niveles de calidad para los teléfonos celulares de la marca Samsung, que fueron fijados el anteaño pasado, cuando se inició la actividad.

A partir de estos buenos resultados se determinó la necesidad de ampliar la capacidad productiva, para lo cual se aprobó una inversión adicional aproximada de $60 millones, que acompañan la estrategia de lanzamientos de la marca, liderados por los modelos S6 y S6 Edge que han sido muy exitosos en todos los mercados en los que fueron presentados recientemente.

Así, con una inversión de US$7,5 millones, Samsung y Mirgor comenzaron la construcción de la sede en el sur del país en donde se ensamblarán piezas del Galaxy S5, producirá tabletas con 3G, televisores y accesorios inteligentes.

A la planta, con capacidad para 200 puestos de trabajo, se destinaron US$20 millones a la producción de tabletas con tecnología 3G. El año pasado se confirmó que la fábrica tendrá como objetivo la creación de los accesorios inteligentes que se vinculan con los smartphones y smartwatches, por lo que estimaban que la inversión seguiría creciendo para lograr una producción de más de 800 mil celulares.

En la actualidad, de IATEC salen en su caja de presentación los teléfonos móviles Samsung & Microsoft.

La alianza de Samsung con Mirgor para llegar a la Argentina no es inocente, ya que esta compañía local se dedica a la producción de televisores, aires acondicionados, microondas, y otros productos para LG y Nokia. La marca surcoreana se incorporaría a su cartera de inversores potenciando la introducción de productos con parte de la fabricación a nivel nacional.

La historia de 33 años de Mirgor habla por sí sola. Fundada por Mauricio Macri y Nicolás Caputo, en octubre de 1983, instala su primera planta en Río Grande, Tierra del Fuego, destinada a proveer sistemas de climatización para la industria automotriz.

Como una decisión estratégica de integración vertical, en 1995 adquiere Interclima, su principal proveedor de intercambiadores de calor. En 2004 se inicia el proceso de diversificación con la producción de aire acondicionado domiciliario (equipos split y ventana).

Continúa el crecimiento con la adquisición de IATEC en 2009, la empresa más joven del Grupo, reafirmando así el crecimiento en la industria de electrónica de consumo con la producción de aire acondicionado domiciliario y microondas.

El hólding Mirgor

El dolor de cabeza de Samsung se convirtió en una pesadilla desde principios de septiembre cuando surgieron reportes de los teléfonos que se explotaban o incendiaban. La empresa actuó con celeridad al llamar al retiro mundial del dispositivo. Y, a finales de septiembre, reanudó las ventas y los intercambios del teléfono por unidades de reemplazo "seguras" y desprovistas del problema de la batería que los había afligido. Pero no pasó siquiera una semana cuando nuevamente empezaron a surgir reportes de incendios y explosiones originados de un Note 7 "seguro". Incluso, se evacuó un avión de Southwest Airlines porque un supuesto Note 7 de reemplazo se incendió en el avión.

De allí, todo fue en picada para Samsung: las operadoras empezaron a detener las ventas y el intercambio del dispositivo, la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPCS, por sus siglas en inglés) le pidió a los consumidores que apagasen el teléfono; Samsung, subsecuentemente, se unió a este llamado. Y, el martes 11/10, Samsung declaró la muerte definitiva del teléfono insignia que lanzó por adelantado para competir con el iPhone 7 y 7 Plus.

Como empresa madre, Mirgor reúne desde el punto de vista formal a cuatro empresas que consolidan en ella sus balances pero la evolución y crecimiento de las actividades llevaron a redefinir la organización para lograr el mejor aprovechamiento de las habilidades, las inversiones y las estrategias del conjunto.

En algún momento, hasta negociaron con la cadena de artículos para el hogar Garbarino, que le fabricaba una gama de productos en su planta de Río Grande, Tierra del Fuego, ampliarla y comenzar a hacer unos 50 mil teléfonos celulares Samsung en su planta Digital Fueguina.

El gerente general de la empresa, Carlos García, explicaba entonces que existía una alianza muy fuerte con Samsung, a la que ya le fabricaban televisores de LCD y LED, acondicionadores de aire de todas las frigocalorías y hornos microondas.

El jefe de Estado, Mauricio Macri, arrancó el segundo semestre de su gestión con el lanzamiento del “Plan Nacional de Acceso a Internet Móvil”, una iniciativa estatal que comenzó como un “plan canje” de celulares viejos por nuevos aparatos con servicio 4G. Finalmente se concretó mediante la salida a la venta en 12 cuotas sin interés de unos 300 mil aparatos fabricados en Tierra del Fuego, por cinco empresas beneficiadas por su régimen provincial de promoción industrial.

Las 5 empresas que facturarían los $420 millones en cuestión a partir de este nuevo negocio fueron: Newsan, BGH, Brightstar, Solnic y Mirgor.

La electrónica riograndense es un cúmulo de problemas desde hace varios años, y todas estas firmas atravesaron procesos de ajuste en su negocio a partir de la salida del cepo y de la caída de las ventas, aunque la venta nacional de celulares por el plan canje diga absolutamente lo contrario.

Brightstar, por ejemplo, otra de las que trabaja para Samsung, ocupó de nuevo el centro de la tormenta, cuando no renovó 40 contratos de los denominados PPD. Allí trabajaban 120 pero los 80 restantes quedaron en la más absoluta incertidumbre, con un futuro nada promisorio. El principal argumento es la caída de la producción.

La firma es manejada por un multimillonario boliviano que mide casi dos metros, Marcelo Claure, quien construyó un distribuidor global de teléfonos celulares de la nada y contrató a Jennifer López para que cantara en la celebración de su cuadragésimo cumpleaños. Ahora, se muda de Miami a un suburbio de Kansas City para enderezar el rumbo de una empresa que cuenta con 38 mil empleados y que ha perdido dinero y clientes durante la mayor parte de los últimos 10 años.

El empresario boliviano fue la persona elegida como indicada para empuñar el timón por el presidente de la junta directiva de Sprint, el japonés Masayoshi Son, quien también se desempeña como presidente ejecutivo de SoftBank, la matriz de Sprint, ya que forjó un negocio global con una facturación anual de más de US$10.000 millones y le gusta competir con los grandes grupos que dominan el sector. SoftBank pagó US$1.300 millones por 57% de Brightstar e instaló a Claure en la junta directiva de Sprint. Son se dispuso así a adquirir el resto.

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