EDITORIAL DE FOREIGN POLICY

“Trump es el peor candidato que alguna vez tuvo USA”

“Hillary Clinton para presidente de los Estados Unidos” se tituló un editorial de la tan prestigiosa como influyente revista Foreign Policy que, por 1ra. vez en su historia, anticipó su voto en forma pública. Los motivos son terribles aunque realistas: “Una Presidencia de Donald Trump sería una de las mayores amenazas que enfrentaría USA, y el abanderado republicano es el peor candidato del partido para desempeñar ese trabajo en toda la historia estadounidense.” Aquí el contenido que ayuda a entender qué opina de Trump la élite que influye, en forma decisiva, en las relaciones de USA con el resto del mundo:

N. de la R.: Foreign Policy fue fundada en 1970 por Samuel P. Huntington y Warren Demian Manshel como una revista trimestral. Bajo la dirección de su redactor-jefe, Moisés Naím, y durante el periodo 1996-2009, Foreign Policy pasó de publicación académica a revista bimestral orientada al público general. El 29/09/2008, Washington Post Co. anunció la compra de Foreign Policy a Carnegie Endowment for International Peace. Desde 2009, la publicación cuenta como editor en jefe a Susan Glasser.

 

WASHINGTON DC (Foreign Policy). En el casi medio siglo de vida de Foreign Policy, los editores de esta publicación nunca se han expresado acerca de un candidato al oficio de político. Nosotros apreciamos y protegemos ferozmente la independencia de esta publicación y la reputación de su objetividad, y valoramos profundamente nuestra relación con todos nuestros lectores, sin importar su orientación política.

Por todas estas razones, los editores de FP están rompiendo con sus tradiciones y avalan a Hillary Clinton para el siguiente mandato presidencial de USA.

Nuestros lectores dependen de FP para una perspectiva y análisis de temas de seguridad nacional y política exterior. Nosotros sentimos que nuestra obligación a nuestros lectores ahora se extiende a dejar en claro de la gran magnitud de la amenaza que representa para USA una Presidencia de Donald Trump. Los peligros que Trump presenta como Presidente van más allá de USA, hacia la economía mundial, la seguridad global, los aliados de USA, como también a incontables inocentes de todos lados quienes serían víctimas de su inexperiencia, su perversa visión política, y la profunda condición impropia de su temperamento para el oficio que él busca.

La letanía de motivos por los que Trump resulta una amenaza es tan larga que es, de hecho, shockeante que él haya resultado el principal candidato del Partido Republicano para la Presidencia. El reciente fervor sobre su vil comportamiento con las mujeres ilustra la extraordinaria naturaleza de su falta de adecuación, como también el repudio de muchos miembros de su partido, quienes muchas razones para apoyar su candidato por reflejo.

Aparte de esto, sin embargo, en las áreas en las cuales nosotros, en FP, nos especializamos, él ha repetidamente demostrado su ignorancia acerca de los hechos más básicos de los asuntos internacionales, sin mencionar las cruciales responsabilidades inherentes a la agenda diplomática cotidiana de la Presidencia de USA.

Trump no solo ha promovido el liderazgo y la amenaza de un tirano como Vladimir Putin, sino que le ha dado la bienvenida a la intrusión de Rusia en las actuales elecciones de USA. Él, en forma alternativa, ha perdonado y después defendido la invasión rusa a Crimea y utilizado consejeros con vínculos cercanos al Presidente ruso y sus compinches.

Trump ha hablado en forma tan arrogante sobre el uso de armamento nuclear, incluyendo su repetida voluntad de usarlas contra los terroristas, que se ha vuelto claro que él entiendo poco, si es que entiende algo, de la política nuclear de USA; sin mencionar las consecuencias morales, legales y humanas emergentes de tales acciones.

Él ha abrazado el uso de la tortura y la violación de las leyes internacionales. Él ha sugerido que deberíamos ignorar los tratados que obligan a USA y que solamente deberíamos apoyar a los aliados en condición de necesidad. Él ha repetidamente insultado a México y propuesto políticas que inflamarían o dañarían una de las relaciones de comercio más vitales de USA, que son con ese país.

Trump ha jugado en las manos de los terroristas con su amor al miedo, con su imponente e injustificada denigración de los musulmanes, y por amplificar la amenaza que representan. Ha prometido tomar acciones punitivas contra los aliados comerciales de USA en el Pacifico, que serían devastadoras para la economía global y una violación de nuestras obligaciones legales.

Él ha rechazado el conocimiento científico en el cambio climático y negado su acechante y peligrosa realidad. Él ha promovido una visión delirante y narcisista del mundo, un enfoque en que él parece creer que el poder de su personalidad en las negociaciones puede redirigir el curso de otras naciones, rehacer o suplantar tratados, y contener a los tiranos que no abraza.

Él ha denigrado repetidamente a los militares de USA; su liderazgo, tanto a los miembros en servicio, como a los veteranos y las familias de quienes están detrás de ellos. Él también ha ridiculizado a la comunidad de inteligencia. Muchos de los especialistas republicanos más prominentes en temas de seguridad nacional y políticas exterior lo han repudiado públicamente.

De hecho, él no es visto simplemente como un candidato peligroso para el Partido Democrático, sino que prácticamente ni un solo asesor de política exterior creíble del GOP (Partido Republicano) se ha incorporado a su equipo. Esto es porque Trump o ha debilitado o se ha posicionado a sí mismo en contra de las mejores tradiciones de política exterior del Partido Republicano y los estándares e ideales de todas las administraciones del GOP en la historia moderna.

Hay otras razones para oponerse a Trump. Él ha demostrado repetidas veces una completa ignorancia acerca de los valores más importantes de USA, desde la tolerancia al respeto por el alcance de la ley.

Él ha tratado a la prensa con burla, denigrando a reporteros individuales, y su campaña ha empleado políticas excluyentes orientadas a específicas organizaciones de noticias, sugiriendo un completo desprecio por la 1ra. Enmienda de la Constitución de USA.

Él ha mostrado un completo desprecio por la verdad de manera tal que él, posiblemente, haya hecho más que cualquier otro individuo para procurar dar un paso hacia una nueva era no deseada en el debate político estadounidense. Esto no solamente es odioso sino que, si se volviese más aceptado, podría comprometer y dañar la gobernabilidad de USA en las siguientes generaciones.

Sus propuestas políticas acerca de inmigración y la relación con los musulmanes en USA muestran un desprecio por la 4ta. Enmienda. Basado en una vida de declaraciones y acciones, Donald Trump se ha revelado a sí mismo como un racista, una y otra vez, y un misógino. A través de su elección él ha abrazado cínicamente el apoyo de las supremacías blancas y de los anti-semitas.

Él, entonces, pondría en riesgo nuestra forma de vivir, nuestra libertad y nuestras alianzas. Su imprudente comportamiento ya ha socavado el prestigio internacional de USA. Su propuesta de respaldo de algunos malos actores y sus provocaciones hacia los demás, su peligrosa visión en el uso de armas de destrucción masiva, su fracaso en entender cómo funciona la economía global, su falta de apreciación de la importancia de los aliados, y sus defectos temperamentales, todo sugiere que si él fuese a la Oficina Oval, sería una fuerza desestabilizadora que debilitaría el liderazgo de USA, en forma instantánea y por generaciones venideras.

Su irregular trayectoria como hombre de negocios profundiza estos defectos aún más.

De hecho, no somos los primeros en decirlo, pero Trump es el peor candidato de un partido fuerte que esta república jamás haya producido.

Afortunadamente, no solo se trata de que Trump se enfrenta a un candidato digno, sino que su oponente es, en política exterior y temas de seguridad nacional -todas áreas que cubrimos en FP- uno de los candidatos mejor calificados que este país haya producido desde la 2da. Guerra Mundial.

Como primera dama, senadora por New York, y secretaria de Estado, Hillary Clinton regularmente se ha distinguido por su inteligencia, una tenaz ética del trabajo, capacidad para desempeñarse a través de todo el espectro político, y liderazgo en temas difíciles.

Ella ha entregado toda su vida al servicio público, y se ha vuelto una poderosa y efectiva defensora de las mujeres, niños y aquellos en situación de necesidad, tanto en el territorio nacional como en el extranjero.

Ya sea que estés de acuerdo con todas las posturas políticas de su campaña o no, una visión imparcial concluiría que sus propuestas acerca del cambio climático, el combate al terrorismo, y los derechos humanos son reflexivas y comprensivas; y, en última instancia, dignas de consideración.

Hillary Clinton es una candidata de calidad quien está, incuestionablemente, bien preparada para dirigir este país. Es más: nosotros no creemos que sea algo menor que su elección corrija un profundo mal que ha estado comprometiendo la democracia de USA desde su principio: la exclusión de las mujeres de los oficios más altos.

Si ella fuese elegida como la 1ra. Presidenta de este país, no solo sería histórico y enviaría una señal importante acerca de la inclusividad y el compromiso estadounidense de elegir a sus candidatos, quienes se han distinguido a sí mismo por sus méritos, sino que entraría a la Oficina Oval habiendo superado una gran amenaza para USA; la grotesca y profundamente preocupante perspectiva de una Presidencia de Trump.

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