Comunicado:
PROCEDIMIENTO DE REESTRUCTURACIÓN PRODUCTIVA
Una oportunidad para la Marina Mercante (reclaman/anhelan)
La clave es conocida pero nunca atendida por los funcionarios a cargo de las políticas de Estado (y en un territorio con semejante litoral marítimo y abundantes caudales fluviales, el transporte naval debería ser una política de Estado). "La Marina Mercante Argentina se encuentra sumida en una profunda crisis. El costo argentino se convirtió en una trampa certera para el desarrollo de la flota de bandera nacional: con una presión tributaria record, con dificultades en el acceso al financiamiento, una burocracia sistémica y un rígido sistema laboral, cuestiones que hacen inviable el futuro del sector", afirma un comunicado que la cámara gremial empresaria envió a las autoridades.
La Federación de Empresas Navieras Argentinas, solicitó al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, la apertura del Procedimiento de Reestructuración Productiva para revertir la profunda crisis de la actividad.
FENA está constituida por casi todas las entidades de primer grado que reúnen a las empresas de transporte por agua: Asociación Cámara Argentina de Empresas Navieras y Armadoras, Cámara Naviera Argentina, Cámara de Armadores de Bandera Argentina y Cámara de Armadores de Remolcadores. La Federación fue fundada en 2015 y es la mayor representante del sector Armatorial de la Marina Mercante Nacional, entre sus asociados cuentan con una flota de alrededor de 300 buques destinados al ámbito marítimo, fluvial y portuario, en las distintas modalidades de transporte por agua, (transporte de hidrocarburos, de contenedores, de carga seca y liquida en general, embarcaciones de apoyo a las plataformas marítimas, remolcadores de empuje, remolque maniobra portuario, etc.). Y son la fuente de trabajo para más de 8.000 trabajadores, que a su vez componen el personal embarcado y administrativo de las mencionadas empresas armadoras; generando indirectamente 80.000 empleos relacionados con talleres navales, proveedores, agencias marítimas y otros rubros.
La Marina Mercante Argentina se encuentra sumida en una profunda crisis. El costo argentino se convirtió en una trampa certera para el desarrollo de la flota de bandera nacional: con una presión tributaria record, con dificultades en el acceso al financiamiento, una burocracia sistémica y un rígido sistema laboral, cuestiones que hacen inviable el futuro del sector.
Consecuencia del estado de los factores señalados, la participación de la flota argentina en todos los tráficos tiende a ser marginal. En el tráfico fluvial de la Hidrovía Paraguay - Paraná la participación dela bandera Argentina es muy baja - el 90 % del total de la carga es transportada por banderas extranjeras - en esta fundamental vía que constituye la columna vertebral de la región. Y sólo algunos de esos buques de bandera argentina están dedicados al tráfico internacional. Incluso el cabotaje nacional (en principio tutelado normativamente) está viendo reducida su actividad porque no puede competir con otro tipo de transportes y porque, por vía de excepciones, se permite operar aunque sea en forma transitoria a buques y artefactos navales extranjeros en desmedro de las empresas armadoras argentinas.
La FENA entiende que se está ante una situación límite, y que si no es revertida rápidamente, este proceso, lamentablemente se profundizará. El mismo diagnóstico fue compartido por el Poder Ejecutivo Nacional y los gremios, evidenciado en los 90 días de trabajo transitados en las Comisiones Tripartitas (Constituidas por las entidades gremiales del sector, FENA y los Organismos Estatales que regulan la actividad naviera nacional).
Todos los actores dialogaron en pos del objetivo de adoptar medidas concretas que propendan a la mejora del sector. Y aunque se arribaron a ciertos consensos en materia de regulaciones administrativas e impositivas, no se concretó ninguna reducción de costos. Y en lo atinente a la Comisión de Asuntos Laborales, sólo hubo expresiones del sector sindical que no sólo son insuficientes sino que se limitan a los eventuales nuevos buques que se incorporen al tráfico en la Hidrovía Paraná-Paraguay (en desmedro de los pocos que aún operan en este tráfico y enarbolan el pabellón nacional) y Mercosur.
La obligación de la Federación, ante esta realidad, es promover que se arbitren los medios necesarios para que se generen las condiciones que devuelvan a la actividad al camino de un desarrollo inteligente y sustentable. Es por eso que FENA solicitó al Ministro de Trabajo, la apertura del “Procedimiento de Reestructuración Productiva” – contemplado en los artículos 95 y 97 de la Ley 24.013 de la Ley Nacional de Empleo - considerando que arribando a consensos con las entidades sindicales que representan al personal embarcado, se permitirá incorporar al sistema de trabajo a bordo: cláusulas de productividad para adecuar los costos, mejorar los rendimientos, y modernizar dicho sistema.
La apertura de este procedimiento tiene como objetivo revertir el proceso de alteración equívoca de la matriz de costos de los últimos años, detener el desmantelamiento de la flota que integra la marina mercante nacional, y establecer mecanismos para mejorar la eficiencia y la competitividad de la flota nacional.
De encauzarse este proceso FENA apuesta a detener la pérdida de fuentes de trabajo y en el mediano plazo, a regresar a un círculo virtuoso donde se incrementen las embarcaciones y el personal, directo e indirecto. Las proyecciones realizadas por FENA indican que, de concretarse un marco adecuado para el sector, en consonancia con el mercado regional y global, en el primer año podrían ingresar al pabellón nacional, alrededor de cincuenta buques, y otros ciento cincuenta los cuatro años subsiguientes, con su correlato directo en el empleo, en aproximadamente cuatro mil empleos directos y quince mil indirectos.
Finalmente, desde FENA confían que en el marco de un diálogo adulto entre las autoridades del Gobierno Nacional, el sector sindical y los empresarios se podrán brindar las soluciones que la Marina Mercante Nacional requiere en forma urgente, para evitar su desaparición.