PENSANDO DESPUÉS DE LA CASA BLANCA

Barack Obama, 1er. Presidente high tech, busca trabajo futurista

En octubre, la Casa Blanca abrió sus puertas a un par de miles de personas con quienes celebró el “South by South Lawn” (Al sur pasando por el suroeste), un evento de toda la descripto como “un festival de ideas, arte y acción”. Tanto el evento como su nombre fueron un gesto para “South By Southwest” o SXSW, el festival anual de tecnología y música que sucede durante 10 días en Austin, Texas, donde Barak Obama y Michelle Obama se presentaron como oradores principales de sorpresa a principios de año. Les gustó tanto que decidieron celebrar una pequeña versión en la Casa Blanca el 03/10 aglutinando a creadores, innovadores y organizadores que trabajan “para mejorar las vidas de sus conciudadanos estadounidenses y de personas en todo el mundo”. El nombre que la Casa Blanca dio a su festival fue un juego de palabras con la idea original del festival de Austin y el “Jardín Sur” de la Casa Blanca, su “patio trasero”, una gran explanada conocida como “South Lawn”. David Adjaye, el diseñador británico de origen ghanés del nuevo Museo Nacional de la Historia y la Cultura Afroestadounidenses, inauguró el evento junto con James Turrell, quien pasó los últimos 39 años convirtiendo el interior de un cráter en Arizona en una obra de arte. Y Leonardo DiCaprio exhibió su nuevo documental sobre el cambio climático: “Before the Flood” (Antes de la inundación).

La historia cuenta que los Obama estaban tan impresionados por su experiencia en “South By Southwest”, que decidieron crear su propio festival antes de irse de la Casa Blanca; agasajando a quienes se describen a sí mismo en las biografías de Twitter como “creadores” o “innovadores”.

Se solicitó indumentaria “casual”, como para un picnic. El DJ Beverly Bond, de Black Girls Rock, arremetió con el himno de Public Enemy, “Fight the Power”; y el de Parliament, “Flash Light”, mientras voluntarios entregaban sábanas a los presentes para que pudieran estirarse en el suelo.

El evento se sintió como el ‘canto del cisne’ del Presidente que parece haber entendido el valor de la cultura start-up. Megan Rose Dickey, quien cubrió el evento para TechCrunch, escribió que ella quedó “optimista de que, tal vez, nuestro país pueda cambiar y aprender a hacer lo correcto”.

En muchas formas, Obama es el 1er. Presidente verdaderamente digital de USA. Su campaña de 2008 tuvo como eje a las redes sociales. Sus esfuerzos fueron, en parte, dirigidos por el cofundador de Facebook, Chris Hughes —compañero de cuarto de Mark Zuckerberg, Dustin Moskovitz y Eduardo Saverin—, quien creyó tanto en la campaña del senador por Illinois que dejó la por entonces nueva empresa para unirse al equipo de estrategas de Obama.

Después de ser elegido, Obama creó posiciones ejecutivas en su administración moldeada en las mejores prácticas corporativas: Jefe Oficial en Tecnología, Jefe de Datos Científicos, Jefe Oficial de Rendimiento...

Él se sentó a una sesión de preguntas y respuestas en Reddit, publicó una lista de reproducción de sus canciones favoritas en Spotify, y utilizó a Twitter con frecuencia, incluso una vez hizo bromas con Bill Clinton. Obama alimentó conexiones profundas y significativas con decenas de empresarios en Silicon Valley: desde Steve Jobs a Bill Gates y el mencionado Zuckerberg.

Una anécdota

El presidente Obama explicó, durante su intervención en el programa nocturno de televisón Jimmy Kimmel Live!: "Una noche estábamos cenando y yo había leído que Snapchat se estaba haciendo muy popular entre la gente de la edad de Sasha así que le pedí que me contara cómo es".

"Ella empezó a explicarme: ‘puedes poner caritas en tus fotos’ y esto y lo otro. Al final de todo, allí sentados con Michelle, dije: 'Qué interesante'". Y comencé a hablar con Michelle sobre las implicaciones de las redes sociales y todo lo que eso significa. Después me entero de que Sasha lo estaba grabando todo y se lo envió a sus amigos diciendo: 'Este es mi papá dándonos un sermón sobre el significado de las redes sociales'. Y se tomó una fotografía en la que se la ve con cara de aburrimiento", contó el Presidente, quien añadió que a su esposa, que se unió a Snapchat en junio, y a su hija mayor, Malia, les gustó la publicación de Sasha.

Obama indicó que espera que la tecnología preocupe a quien le suceda en la Casa Blanca.

"Uno de los desafíos más grandes será ver cómo continuamos obteniendo los beneficios de estar en el ciberespacio pero protegiendo nuestras finanzas y privacidad".

"Los ciudadanos esperan que el gobierno monitoree la situación lo suficiente para protegerlos de los criminales", agregó.

"Pero les preocupa esto: si el gobierno interviene demasiado, entonces ¿quién los protege a ellos del gobierno?".

"Este va a ser un gran e importante debate que durará mucho tiempo", concluyó.

Obama, rutinariamente, empujó la política hacia la tecnología, incluso se esforzó por impedir a los proveedores de banda ancha favorecer a grandes compañías de la web en desmedro de los individuos.

Incluso sus errores tecnológicos no estropearon su performance. Ni siquiera iniciativas tales como HealthCare.gov/, que costo más de US$ 600 millones y se estrelló casi inmediatamente después de que salió en vivo. La Administración Obama presionó a las compañías de Silicon Valley para que ayudaran a sus esfuerzos de seguridad cibernética. Y Obama utilizó sus vínculos con la tecnología para fomentar la diplomacia: en 2015, invitó a Brian Chesky, el director de Airbnb, a acompañarlo a Cuba como un respaldo de la potencia revolucionaria de las start-ups al cambio del mundo.

South by South Lawn presentó una imagen de USA como una start-up y la tecnología como una industria de emprendedores, repleta de soñadores e inventores.

Un relato

Jenna Wortham, de The New York Times Magazine, fue invitada a moderar, en ese evento en los jardines de la Casa Blanca, un panel titulado “¿Cómo arreglamos problemas reales con la tecnología?”. Ella:

“Por mucho que disfruté nuestra conversación, la premisa se siente errónea. “Arreglar” problemas con la tecnología generalmente crea más problemas, debido principalmente a que la tecnología no es desarrollada de una forma neutral: Encarna los valores y prejuicios de las personas que lo crean. El programa sobre tendencias criminales, felicitado cuando fue introducido en los departamentos de policía en todo el país, resultó que sólo reforzó la política de discriminación. Facebook fue recientemente acusado de suprimir noticias conservadoras de sus temas centrales. La compañía negó una tendencia, pero anunció proyectos de entrenar a sus empleados para neutralizar las tendencias políticas, raciales, de género y de edad, que pueda influenciar a sus usuarios. Varios estudios encontraron que Airbnb ha empeorado la crisis de la vivienda en algunas ciudades donde opera. En enero, un reporte del Banco Mundial declaró que las compañías tecnológicas estaban ampliando la desigualdad de ingresos y la disparidad de riquezas, no mejorándolas.

Para bien o para mal, los últimos 8 años han sido menos definidos por el auge de pequeñas compañías de tecnologías que por la expansión de grandes firmas tecnológicas. Hemos visto el 2do. boom de Silicon Valley, con compañías valuadas en miles de millones, incluyendo a Facebook, Uber, Snapchat, Palantir, Dropbox. Compañías ya establecidas como Amazon, Apple y Google han expandido su alcance e influencia a través del mundo. Y mientras muchos países han regulado esa expansión, nuestro gobierno esencialmente los ha dejado solos.

En agosto, por ejemplo, WhatsApp anunció que empezaría a compartir datos de usuarios con Facebook, su compañía controlante, una noticia que no impactó en USA pero resultó que los reguladores alemanes sí intervinieron en nombre de sus ciudadanos.

Mientras que la presidencia de Obama se va terminando, Silicon Valley y Washington DC parecen acercarse. Sólo un par de días después de South by South Lawn, The Washington Post reportó que Facebook estaba hablando tranquilamente con los oficiales de la Casa Blanca sobre el despliegue de una aplicación polémica llamada “Free Basics”. En la superficie, “Free Basics” suena fantástica: promete internet móvil gratuito para aquellos que no pueden pagar planes de datos caros. Pero sólo Facebook y servicios aprobados por Facebook estarían disponibles a través de la aplicación, que puede recoger datos de aquellos que se suscriben, los necesarios para incrementar el número de usuarios de la compañía y mantener el crecimiento necesario para impresionar a los accionistas. El mismo servicio generó una indignación cuando Facebook intentó introducirlo en India en 2015, ya que los funcionarios objetaron que crearía un injusto mercado y un potencial de prácticas discriminatorias.

Fusion reportó recientemente que Twitter, Facebook e Instagram le dieron a una compañía llamada Geofeedia acceso a información que ayudó a las agencias de policías a monitorear y rastrear a activistas menores. Los vínculos cercanos entre nuestro gobierno y las compañías tecnológicas ha provocado cambios que Farhad Manjoo, el columnista tecnológico de The New York Times, me contó que “tendrá grandes efectos por un largo tiempo, y nosotros diremos que comenzaron bajo Obama”.

Nada de esto fue mencionado en South by South Lawn. En su lugar, los oradores anunciaron el poder de la comunidad de la tecnología. John Lewis, el congresista y líder de los derechos civiles, dio una charla entusiasta e imploró a los oyentes a “meterse en problemas, buenos problemas. Métanse en el medio y hagan algo de ruido”.

Clay Dumas, jefe de personal de la Oficina de Estrategia Digital de la Casa Blanca, me contó por e-mail que el evento puede ser considerado como parte de un legado para inspirar el cambio y el activismo social a través de la tecnología. “En sus últimos meses en la Oficina Oval”, el escribió, “el presidente Obama quiere empoderar a la generación de personas que lo ayudó a lanzar su candidatura y cuyos esfuerzos lo llevaron a la Casa Blanca”.

Sin embargo, a no subestimarlo. A pocas semanas de que termine su mandato, Obama llevó sus ideas a la Frontiers Conference celebrada en Pittsburgh sobre política y tecnología, donde dijo que estaban equivocados quienes piensan que liderar un gobierno es similar a dirigir una compañía tecnológica.

Obama le dijo a aquellos que apuestan porque el gobierno adopte los métodos de las startups, que "un gobierno nunca podrá regirse por las misma reglas que Silicon Valley porque la democracia es un caos".

"Si estuviese haciendo simplemente una app o un widget y no tuviese que preocuparme de que la gente con menos recursos pueda acceder a ellos, las sugerencias me parecerían fantásticas", explicó él.

Sin embargo, "este es un país muy grande con diversos intereses y puntos de vista muy diferentes y parte del trabajo de los gobiernos es tratar esos problemas con los que nadie quiere lidiar".

Editor en Jefe

Obama fue invitado a asumir, durante una edición, como Jefe de Redacción de la revista acerca de la vida digital Wired (Condé Nast Publications). El resultado es el contenido de Wired en noviembre, ya consultable en su versión online.

Los editores habituales señalaron que era la primera vez que un Presidente en ejercicio editaba una revista. Pero Obama, años atrás, fue el primer editor afroamericano de la revista de la Escuela de Leyes de Harvard.

En la edición, Obama explora 5 fronteras de la ciencia y la tecnología: la personal, la local, la nacional, la internacional y la interplanetaria.

Funcionarios allegados a Obama han visitado en repetidas ocasiones centros de desarrollo de alta tecnología localizados en Silicon Valley (California, USA), posiblemente para ayudar al mandatario a "trazar sus próximos pasos".

"No me sorprendería que la tecnología fuera una área clave para él después de la Presidencia", aseguró Steve Case, cofundador de AOL. Hay exasesores de Obama que yase encuentran trabajando en compañías tecnológicas tales como Uber, Amazon y Apple.

The New York Times destacó el conocido interés del mandatario por los temas espaciales, que considera una 2da. opción laboral para él. En varias ocasiones, Obama ha expresado la necesidad de lograr una mayor colaboración entre el Gobierno y la industria espacial para enviar una misión tripulada a Marte en el año 2030.

El verdadero Jefe de Redacción de Wired, Scott Dadich, dijo estar conforme con el trabajo como editor invitado: “Cuando los fundadores redactaron la Declaración de la Independencia y la Constitución, se encontraban a la vanguardia de la filosofía y la tecnología de la Ilustración. Queremos luchar con la idea de cómo la tecnología de hoy puede influenciar el liderazgo político. Y ¿quién mejor que el presidente Obama para ayudarnos a explorar estas ideas?”.

Dadich, quien está encargado de la revista desde 2012, explicó que, después de hablar con Obama, la junta editorial de la revista decidió dividir la edición en secciones de fronteras personales, locales, nacionales e internacionales, “y por supuesto la última frontera, porque resulta que el Presidente es un fanático de Viaje a las Estrellas”.

Obama escribió:

“(...) Hoy sigo maravillándome por nuestro programa espacial tanto como cuando era niño. Representa una parte esencial de nuestro carácter: la curiosidad y la exploración, la innovación y el ingenio, el rebasar los límites de lo posible y hacerlo antes que nadie. Nuestro triunfo en la carrera espacial no solo contribuyó inconmensurablemente a lograr avances importantes en tecnología y medicina, sino que inspiró a una nueva generación de científicos e ingenieros con lo necesario para mantener a Estados Unidos a la vanguardia.

Esa es una de las razones por las que, en mi primer discurso como presidente al pueblo estadounidense, juré que veríamos a dar su merecido lugar a la ciencia. En los primeros meses, mi gobierno hizo la mayor inversión independiente en investigación básica en nuestra historia y fui al Centro Espacial Kennedy a pedir que se renovara y revigorizara nuestro programa espacial para explorar más partes de nuestro Sistema Solar y para escudriñar el universo más profundamente que nunca.

Desde entonces hemos revitalizado la innovación tecnológica en la NASA; hemos extendido la vida de la Estación Espacial Internacional, y hemos ayudado a que algunas empresas estadounidenses creen empleos en el sector privado al capitalizar el potencial virgen de la industria espacial. (...).

Nos hemos impuesto una meta clara y vital para el siguiente capítulo de la historia de Estados Unidos en el espacio: enviar humanos a Marte para la década de 2030 y hacer que regresen a salvo a la Tierra; la máxima ambición es quedarnos allá algún día, por un tiempo prolongado. Llegar a Marte requerirá de la cooperación continua del gobierno y los innovadores privados y ya vamos por buen camino. Dentro de los próximos dos años, las empresas privadas enviarán astronautas a la Estación Espacial Internacional por primera vez.

El siguiente paso es ir más allá de los límites de la órbita terrestre. Me emociona anunciar que estamos trabajando con nuestros socios comerciales para construir hábitats nuevos que puedan sostener y transportar a los astronautas en misiones de larga duración en el espacio profundo. Estas misiones nos ayudarán a aprender cómo los humanos pueden vivir lejos de la Tierra… algo que necesitaremos en el largo viaje a Marte. (...)”.

El futuro

Entrevistado por la revista Wired, Obama habló del rediseño del contrato social y de abrir el diálogo sobre los salarios justos. Él explicó su propuesta sobre el salario básico, considerando que todos los ciudadanos deben recibir un estipendio gubernamental con el fin de cubrir sus gastos esenciales. Es una idea que ha recibido el apoyo de algunos futuristas y economistas, ya que les preocupa que la tecnología elimine empleos y tenga un impacto en los salarios en los próximos años.

"Si el ingreso universal es el modelo correcto o no… ¿lo va a aceptar la gente en general? Ese es el debate que tendremos a lo largo de los próximos 10 o 20 años", dijo Obama.

En un estudio que llevó a cabo la Universidad de Oxford en 2013 se concluyó que 47% de los empleos podrían terminar a cargo de máquinas en un plazo de una década o dos. Algunos expertos temen que sobrevenga un desempleo masivo.

Obama, entrevistado por el titular del Media Lab del MIT, Joi Ito (sucesor de Nicholas Negroponte), y también director de Wired, sobre inteligencia artificial (AI), vehículos autónomos y el impacto de la tecnología en la humanidad.

Obama considera que la AI ya es parte de nuestras vidas hasta el punto de no darnos cuenta. Esto se puede deber a que las personas ven a esa tecnología como se nos muestra en las películas: computadores más inteligentes que nosotros o sistemas que se apoderan de la humanidad. Pero aún estamos lejos de esa situación, y lo que sí pueden hacer nuestras máquinas inteligentes hasta ahora es usar algoritmos para realizar tareas complejas: “Hoy estamos usando AI en muchos aspectos, desde medicina y transporte hasta cómo se distribuye la electricidad, y nos promete crear una economía mucho más productiva y eficiente”.

Ito le preguntó al Presidente qué opina sobre el hecho de que muchos de los científicos e ingenieros detrás de las máquinas de AI creen que los sistemas se ocuparán de todo, y dejen de lado la interacción humana y la importancia de la sociedad y la política. Ito se pregunta cómo se pueden construir valores sociales en la inteligencia artificial.

Obama puso el ejemplo de los vehículos autónomos. “La tecnología está esencialmente aquí. Tenemos máquinas que pueden tomar varias decisiones rápidas que pueden reducir drásticamente las fatalidades de tráfico, mejorar la eficiencia de nuestro sistema de transportes y ayudar a solucionar aspectos como emisiones de carbono que están causando el calentamiento del planeta”, explicó Obama. A pesar de esa tecnología, la parte humana es indispensable porque debemos plasmar valores en los carros para que tomen decisiones morales.

Recordemos que hace unas semanas, el MIT lanzó un proyecto para evaluar cómo decidirían las personas en casos como: si vas en un vehículo y si tomas el camino A matas a 2 ancianos y a 1 perro, o si tomas el camino B matas a 1 abogado y a 1 médico; ¿qué camino elegirías? Ito dijo en la entrevista que la mayoría de personas que hicieron la prueba preferían sacrificar al conductor y a los pasajeros para salvar a más personas.

Sobre este asunto, Obama dijo que hay un aspecto que nos diferencia ampliamente de la AI, y es que somos impredecibles, defectuosos y mutantes. En cambio los sistemas son predecibles y estáticos. El desafío ante esa realidad es “saber cuándo y cómo es apropiado para nosotros tener cosas que trabajen exactamente como se supone que deberían, sin sorpresas” y cuando no. Ahí está la complementariedad de los humanos y las máquinas.

Relacionado con el impacto social y económico de la AI, Obama explicó que muchas personas se preocupan porque sus empleos pueden ser reemplazados por una máquina. Pero el Presidente dice que ve que el asunto por el lado optimista: “...históricamente hemos absorbido nuevas tecnologías, y las personas descubren que nuevos empleos se crean, ellos migran, y nuestros estándares de vida generalmente suben”. Es decir que aunque cambien las dinámicas de empleos y habilidades humanas que se necesitan, todas las personas pueden convivir y aportar diferentes aspectos para mejorar los servicios y los negocios.

En cualquier caso es fascinante que, luego de lidiar con la fenomenal crisis que dejó George W. Bush y su gobierno republicano (desde la economía hundida por el estallido de la burbuja inmobiliaria hasta la delirante y onerosa presencia bélica de USA en Irak y Afganistán, además del descrédito a su imagen global por Guantánamo y otros asuntos de seguridad nacional), Obama haya estado 8 años como 1er. Presidente afroamericano, y ahora pueda marcharse con mucho prestigio y pensando en trabajar en el futuro global.

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