VIRUS MUTANTES

El Ébola aprende de los humanos antes del próximo ataque

El virus del Ébola adoptó una mutación genética durante el brote en el oeste de Africa, el cual dejó más de 11.000 muertos entre 2013 y 2016, que parece permitirle contagiar mejor a los humanos, indicaron 2 equipos de investigadores independientes. Antes se creía que el ébola circulaba en una población animal no identificada y que sólo en raras ocasiones contagiaba a los humanos y causaba un brote devastador. Los científicos consideraban que el virus tenía pocas oportunidades de adaptarse genéticamente a los huéspedes humanos, según los estudios publicados en la revista estadounidense Cell. "Se creía que, en esencia, el virus del Ébola nunca cambiaba", indicó en una declaración Kristian Andersen, uno de los autores de uno de los artículos y director de genómica de enfermedades contagiosas del Instituto de Ciencias de Transferencia Scripps. "Pero este estudio nos dice que una mutación natural del virus del Ébola, ocurrido durante un brote, modificó su capacidad de infectar las células humanas". Durante el reciente brote de roturas de récords, el virus adopto una mutación que lo hace más eficiente al infectar células humanas.

Comencemos por lo que se sabe:

1. La enfermedad por el virus del Ébola (EVE), antes llamada fiebre hemorrágica del Ébola, es un enfermedad grave, a menudo mortal en el ser humano.

2. El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona.

3. El virus se detectó inicialmente en 1976 en 2 brotes simultáneos ocurridos en Nzara (hoy Sudán del Sur) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el 2do. de ellos está situada cerca del río Ébola, que da nombre al virus.

4. El más reciente brote de Ébola en África Occidental (primeros casos notificados en marzo de 2014) es el más extenso y complejo que se produce desde que se descubrió el virus. Empezó en Guinea y después se propagó a través de las fronteras terrestres a Sierra Leona y Liberia, por vía aérea a Nigeria y a los Estados Unidos de América (1 viajero), y por tierra a Senegal (1 viajero) y Malí (2 viajeros). Los brotes tuvieron una tasa de letalidad de 50%. Los países más afectados (Guinea, Liberia y Sierra Leona) disponen de sistemas de salud muy frágiles, carecen de recursos humanos e infraestructurales, y han salido recientemente de largos periodos de conflicto e inestabilidad.

5. Los primeros brotes de EVE se produjeron principalmente en aldeas remotas de África central y occidental, cerca de la selva tropical. Pero el más reciente brote en el oeste de África ha afectado a grandes centros urbanos, así como las zonas rurales

6. La participación de la comunidad es fundamental para el éxito del control de los brotes. Un buen control de los brotes depende de la aplicación de diferentes intervenciones, como la atención a los casos, la vigilancia y el rastreo de los casos, los entierros en condiciones de seguridad o la movilización social.

7. El tratamiento de apoyo precoz con rehidratación y el tratamiento sintomático mejoran la supervivencia. Todavía no hay ningún tratamiento aprobado que neutralice el virus de forma demostrada, pero están en fase de desarrollo diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia.

8. Los virus se reproducen a través de células huésped. El virus inyecta su ADN o ARN en ésta, habilitando la capacidad del virus para darle instrucciones a la célula de producir más células. Esos virus se propagan en el organismo. Pero en ese momento es cuando el sistema inmunológico de los organismos huéspedes, incluyendo a los humanos, interviene. Cuando el mismo virus intenta sujetarse a la célula huésped una vez mas, ésta puede estar bloqueada y el virus muta para poder continuar replicándose. Los virus pueden cambiar las proteína que las recubren, como una especie de disfraz, para que las células huésped las dejen sujetarse a ellas otra vez.

9. La cantidad de tiempo que toma el proceso depende en gran medida tanto del material genético del virus como de si contiene ADN o ARN. Los virus ADN, como la viruela, mutan lentamente porque incluyen una especie de "corrector de lectura" del material genético que copian. Pero los virus ARN, cómo la influenza, el VIH y Ébola se saltan ese paso.

10. Hay mucha preocupación por anticipar los próximos brotes. Por ejemplo, 25 organizaciones líderes de investigación y salud pública de América Latina, América del Norte, África, Asia y Europa se reunieron en Recife (Brasil) para el lanzamiento de ZikaPLAN (Red Latinoamericana de Preparación para el Zika), iniciativa global, con financiación de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, para abordar la epidemia del virus de zika.

Volviendo al Ébola, aquí un recorte de Ed Yong en el semanario estadounidense The Atlantic:



En diciembre de 2013, en una pequeña villa en Guinea, el virus del Ébola dejo a su huésped tradicional -probablemente un murciélago- e infectó a un joven niño. Ese salto desencadenó lo que después se convirtió en el brote de Ébola más grande de la historia.

Al principio, el virus se mantuvo en el borde de Guinea Ecuatorial -uno de los países más pequeños del continente africano. Limita con Camerún al norte, Gabón al sur y al este y el golfo de Guinea al oeste, en cuyas aguas se encuentran más al suroeste las islas de Santo Tomé y Príncipe- y, tal como en todas las anteriores epidemias, afectó a unos miles de personas. Pero en la primavera de 2014, esa gentil cocción a fuego lento se transformó en un hervor descontrolado. Los casos se dispararon mientras el virus se esparció a Sierra Leona, Liberia y otros países. Para cuando se pudo controlar, en 2016, más de 28.000 personas habían sido infectadas y 11.000 de ellas habían muerto.

La escala sin precedente del brote le ofreció al virus amplias oportunidades de adaptarse a su nuevo huésped humano; y tomó ventaja de esto.

2 equipos independientes de científicos han demostrado que, a principios de 2014, el virus del Ébola pasó por una mutación llamada “A 8 2 V”, que lo hacía menos efectivo para infectar células de murciélagos, pero más eficiente en los humanos. Una vez que los virus con esta mutación se esparcieron, rápidamente tomaron el control. Estos fueron los que se esparcieron más allá de Guinea, y fueron los responsables de la mayoría de los casos, llegando inclusive a una sala de emergencia en Texas.

Ambos grupos enfatizan que la mutación puede no haber causado la exponencial expansión del virus. “Su aparición coincide con el despegue del virus, pero otros factores fueron probablemente más importantes, tales como el movimiento de las personas infectadas a áreas urbanas, y la falta de entierros apropiados”, arriesga Jonathan Ball, de la Universidad de Nottingham, quien dirige uno de los equipos. “Si no hubiésemos visto esa mutación, probablemente hubiese sido igual un gran brote”.

Aún así, es claro que el virus se puede adaptar a los humanos si se les da media oportunidad. “Esa mutación pasó varios meses atrás en el brote, y nunca hubiese pasado si hubiésemos detenido al virus a tiempo”, cuenta Pardis Sabeti, de la junta del instituto, quien co-dirige el otro grupo. “Es un recordatorio de la importancia de trabajar rápidamente, y no dejar que estos virus tengan oportunidades de reproducirse en humanos y adaptarse a ellos”.

Hasta hace poco, muchos investigadores dudaban que el Ébola se estuviese siquiera adaptando a las personas. “Lo que se decía en la calle era que no. La conclusión era que el Ébola es Ébola”, cuenta Jeremy Luban, de la Universidad de la Escuela Médica de Massachusetts, quien trabajó con Sabeti. “No había una evidencia obvia de que hubiese algo especial sobre el virus que reciente mente mato a tantas personas”.



Él encontró esta evidencia comparando los genomas de casi 1.500 virus del Ébola que protagonizó el brote. La cepa pertenecía a 2 linajes principales: uno que empezó la epidemia y se quedó dentro de Guinea, y otro que lo reemplazó y se esparció aún más. La última cepa evolucionó de la anterior, y se diferencia de su ancestro por un par de mutaciones. Una de estas, A 8 2 V, parece ser especialmente importante, a causa de que afecta a pequeñas moléculas llamadas glicoproteínas, ubicadas en la superficie del virus.

El Ébola bajo un microscopio exhibe a un largo tubo anudado, cubierto con pequeños espárragos. Esos son glicoproteínas. Encajan en las células de los huéspedes como llave a una cerradura, y al hacer eso, abren la puerta a la infección. Y la mutación A 8 2 V, pareciera haber cambiado la forma de la llave. “Es exactamente la parte de la glicoproteína, que interactúa con la célula huésped”, cuenta Luban. “Esa es una coincidencia extraordinaria. Es difícil de ignorar”.

Para ver cómo esa mutación afectó al virus, el equipo de Luban aisló las glicoproteínas y las fusionó con la cáscara vacía de otro virus. El resultado fue que el virus de mentira se parecía en lo exterior al Ébola, pero no se podía reproducir o esparcir (y por esto fue más fácil trabajarlo). Y cuando estos virus falsos portaron las glicoproteínas mutadas, opuestos a las versiones estándares, se volvieron de 2 a 4 veces más efectivas para infectar células humanas.

Por coincidencia, el equipo de Ball se encontraba haciendo experimentos similares. Ellos observaron un rango más amplio de mutaciones, y usaron su propia marca de virus falsos. Pero su conclusión fue la misma: A 8 2 V duplica la habilidad del Virus del Ébola e infectar células humanas.

Y no solo humanas. El equipo de Luban mostró que los virus mutados también son más efectivos en infiltrarse en células de chimpancés y monos, pero no en la de perros, gatos, ratas y ratones. Mientras tanto, el equipo de Ball mostró que se volvieron peores para infectar células de murciélagos, su huésped típico. Pareciera que, en el transcurso del brote, el Ébola evolucionó de un virus que se especializa en infectar murciélagos en uno que es mejor para infectar humanos.

“Cuando tienes 2 grupos que llegan al mismo descubrimiento, se vuelve difícil argumentar contra eso”, cuenta Lisa Hensley, del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “La mutación, ciertamente parece haber hecho del virus más adaptable a las células humanas”, el menos en los experimentos de los laboratorios.

¿Cómo es eso? Recuerdan que las glicoproteínas son como una llave, la cual encaja en cerraduras moleculares ubicadas en las células del huésped. Ball piensa que la mutación A 8 2 V moldea la forma de la llave, haciendo que ésta encaje mejor en la cerradura de las células humanas. Luban piensa que el A 8 2 V hace que la llave abra más fácil, lo que le permite iniciar más fácilmente el proceso de infección. Ambos están planificando experimentos para ratificar sus respectivas ideas. “Ya apostamos una cerveza por el resultado”, confiesa Ball.



Las pregunta principales:

** ¿Cómo el A 8 2 V influenció el curso de la reciente epidemia?

** ¿Fue que una habilidad mejorada para entrar en las células humanas también cambio la habilidad del virus para propagarse, reproducirse o matar?

** ¿Explicará eso por qué más gente fue infectada y fallecida que en los anteriores brotes?

Ninguna evidencia es conclusiva. Las personas que fueron infectadas con la cepa mutante tenían un 27% más de probabilidades de morir que aquellos con la versión original, pero eso bien podría haber sido provocado por una escasez de atención médica.

La cepa mutante se presentó poco antes de que el brote tuviera su gran propagación, pero también en un momento cuando las personas infectadas se mudaban a áreas urbanas altamente pobladas. “No es posible determinar definitivamente si estas mutaciones son responsables por los cambios en escala y longitud de las epidemias más recientes”, cuenta Anne Rimoin, de la Universidad de California, Los Ángeles.

Hasta ahora, ambos equipos solo han probado sus virus sobre células en platos de laboratorios, y ninguno ha funcionado como el Ébola propiamente. Para ver si el A 8 2 V realmente hace una diferencia, deberán probar las diferentes cepas del virus actual en monos vivos. Eso es un desafío, dice Hensley, y no solo porque tales estudios sólo pueden hacerse en los laboratorios con bioseguridad más estrictos. “El Ébola ya es muy letal”, nos cuenta. "Si la mutación apenas aumenta la letalidad del virus, ¿Seremos capas de notarlo? No lo sabremos hasta que o intentemos”.

También merece recordar que sin la influencia de la mutación A 8 2 V, el Ébola ya era razonablemente adaptable para infectar a los humanos y expandirse entre ellos. Tal vez eso ocurre porque algunas cepas en la población de murciélagos ya tenían mutaciones que los volvían más aptos para saltar a los humanos, cuenta Sara Sawyer de la Universidad de Colorado, Boulder. “Estas adaptaciones específicas para humanos pueden tener efectos que le echen sombra a los que se encontraron en los estudios actuales”.

Para probar esta idea, “tendríamos que comparar Ébola aislados de seres humanos y de los animales del reservorio”, cuenta Sawyer. “Tales estudios no han sido posibles porque no tenemos ningún virus del Ébola de murciélagos provenientes del reservorio”.

Sea cual fuere este reservorio, es ahí donde el Ébola se está escondiendo. El brote masivo ha sido detenido, y la cepa A 8 2 V seguramente ha desaparecido. Tal vez vuelva. Tal vez el siguiente brote se caracterizará por un diferente set de mutaciones que beneficiará al virus mientras se propaga entre los humanos.

De cualquier forma, cuenta Rimoin, “Estos documentos resaltan la necesidad de vigilancia, monitoreo constante de emergentes enfermedades infecciosas, y una rápida respuesta para prevenir la habilidad del virus de adaptarse a los humanos”.

Es una lección que se aplica más allá del Ébola, cuenta Ball. “No podemos ignorar el hecho de que estos virus evolucionan y se vuelven más adaptables para infectar a humanos”, nos cuenta. “Hemos, un poco, ignorado al coronavirus MERS, el cual sigue rondando en la península arábica. Es una endemia en algunas poblaciones de camellos, y hay constantes eventos de derrame hacia humanos. Por el momento, esto no va muy lejos, pero no siempre podés confiar en que te vas a sacar la lotería”.

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