SE TRATARÁ EN EL SENADO

Ganancias: El plan de Macri para conseguir "un parate" del proyecto opositor

El Presidente ya comenzó a mandar señales a los gobernadores para que produzcan el freno de la iniciativa opositora que se aprobó en Diputados. En principio, el plan tiene 2 patas: una económica y otra política. La primera es instalar entre los mandatarios que el proyecto del massimo y el kirchnerismo es letal para sus cuentas públicas. La 2da apela a que no pueden esperar inversiones o recursos, pero al mismo tiempo apoyar leyes que atentan contra ellos. La Cámara Alta trataría la reforma del impuesto en los últimos días del año.

En poco más de una hora, el presidente Mauricio Macri dio este miércoles 2 conferencias de prensa. Estaba en Mendoza, para hablar de la reinauguración de un aereopuerto en la localidad de El Plumerillo. Pero el tema insoslayable que marcó las ruedas de prensa fue la aprobación por parte de la oposición de un proyecto de reforma del impuesto a las Ganancias. Una iniciativa alternativa a la presentada por la Casa Rosada en el Congreso, que no prosperó.

Macri fue indagado sobre este revés que sufrió el oficialismo. Acusó de "irresponsables" a sus promotores, apuntando directamente a Sergio Massa y al kirchnerismo, y dijo que medidas como esta "sólo traen pobreza". Esta afirmación se corresponde con la creencia del Presidente de que un aumento aumento del déficit , producto del aumento del gasto sin respaldo, decanta inexorablemente en una disparada de la inflación que compromete los ingresos, sobre todo, de los sectores más postergados.

"Un déficit como el que tiene la Argentina es insostenible en el tiempo", dijo el Presidente aludiendo al impacto que sufrirán las arcas del Estado tras prescindir de una importante masa de recursos, independientemente de las alternativas de financiamiento que incluye el proyecto opositor.

Macri estudia por estas horas la posibilidad de vetar la iniciativa. Pero para eso, primero debe convertirse en ley. El proyecto irá ahora al Senado y el Presidente apuesta a que allí se produzca "un parate". Así lo dijo él mismo. En síntesis, Macri apuesta a que los gobernadores peronista dispongan que sus senadores -que constituyen una mayoría- rechacen el proyecto o que incluyan en él modificaciones que lo vuelvan, en términos fiscales, más viable.

En principio, los recursos que el Estado deja de percibir por el aumento del mínimo no imponible salen de la masa coparticipable. De lo que se reparte entre las provincias. Sobre ese punto machacará el Presidente: menos recursos para el Estado Nacional, menos para los Estados provinciales. Ese era el espíritu de un cuadro que circuló y que mostraba cuál era el impacto en las provincias según que proyecto se aprobara. El que impulsaron Massa y el kirchnerismo deja menos para repartir.

Macri le recordó a Massa que no tiene senadores. Fue una chicana, pero interpreta que en la Cámara Alta sus posibilidades están mermadas, a pesar de que se habla de un aval de Miguel Pichetto para convertir el proyecto en ley. Algunos sostienen que ese aval no existe. En principio, el jefe de la bancada del Frente para la Victoria convocará a una ronda de consultas con los gobernadores.

Macri también operará por el costado político a los mandatarios provinciales. Dijo que "hay una sola Argentina" por lo que  " no puede haber 2 criterios". Que no se puede esperar inversiones o recursos, pero al mismo tiempo apoyar leyes que los condicionan. Ahí salió perdiendo Juan Manzur, a quien el Presidente escrachó cuando dijo que el gobernador de Tucumán lo felicitaba "por el boom de inversión" en su provincia por políticas del Gobierno Nacional, pero cuando buscó respaldo para la reforma política, con la boleta electrónica, la respuesta fue "yo quiero seguir con el sistema tramposo con la boleta de ahora porque a nosotros nos sirve". Macri dixit.

Destacó en cambio la "coherencia" de Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y sentado al lado de Macri, quien antes había calificado la aprobación en Diputados como una "demogia" con la que "no se baja el déficit fiscal".

Macri también cosechó el apoyo de la neuquina LucilaCrexell, quien también criticó la "demagogia" y el "oportunismo" de quienes impulsaron el proyecto. "Ultimamente hay mucho oportunismo. Se dice lo que conviene y no lo que realmente necesita el país. Hay que encarar los temas de manera estructural y no buscar un rédito político. La situación del país es lo suficientemente grave como para buscar beneficio personal", dijo Crexell, senadora del Movimiento Popular Neuquino.

Hacia fin de año el Senado tratará el proyecto que se aprobó en Diputados. En ese entonces se sabrá qué tan efectiva fue la estrategia de presión del Presidente para con los gobernadores. 

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