OLEODUCTO POLÉMICO

Los indios sioux probarán en Dakota del Norte a Trump, el contaminador

Donald Trump designó, al frente de la emblemática autoridad reguladora Agencia de Protección del Medio Ambiente (US Environmental Protection Agency), a un militante de las industrias contaminantes, Scott Pruitt. Basta el ejemplo para definir los acontecimientos. La EPA estuvo en el centro de los esfuerzos del gobierno de Barack Obama para atacar el cambio climático y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Pruitt, quien en su biografía oficial se autodenomina "uno de los principales opositores a la agenda activista de la EPA", ha trabajado para oponerse a esas normas. Como fiscal general de Oklahoma, Pruitt creó en su oficina una "unidad federalista" cuyo objetivo era combatir la Ley de Cuidado de Salud Accesible (el llamado Obamacare), y las regulaciones ambientales. En 2014, Pruitt se alió con los fiscales de otros estados para combatir las normas ambientales, concretando una demanda conjunta de 28 estados. Al mismo tiempo, según The New York Times, Pruitt trabajó con algunas de las compañías de petróleo y gas para intentar revertir las normas creadas por el gobierno federal sobre contaminación del aire y del agua, así como sobre especies animales en peligro. Ya hay un tema para estrenar cuanto antes la gestión de Pruitt.

El papa Francisco le rogó a los líderes mundiales que no abandonen el Pacto de Cambio Climático de Paris, y Donald Trump respondió designando al frente de la política ambiental a un negador del cambio climático y promotor de la emisión de gases de efecto invernadero: Scott Pruitt.

“Nunca antes hubo una necesidad más clara de que la ciencia esté al servicio del nuevo equilibrio global económico”, dijo el pontífice católico apostólico romano, dirigiéndose a la Academia de Ciencias del Vaticano.

Francisco habló del mundo “Amenazado… por un colapso climático” y la necesidad de “desarrollar un modelo cultural el cual pueda enfrentar estas crisis de cambios climáticos y sus consecuencias sociales”.

En cambio Trump, quien ha llamado al cambio climático “una broma pesada muy costosa”, ha jurado durante su campaña dar un paso atrás en las promesas ambientales que realizó Barack Obama para detener al enfermizo sector de carbón estadounidense, y su futuro jefe de personal en la Casa Blanca, Reince Priebus, dijo por Fox News que Trump “tendrá una mente abierta sobre el tema pero mantiene su posición de que casi todo lo que se escucha al respecto es un montón de mierda”.

Se avecinan eventos definitivos en esta agenda. Tras varios meses de manifestaciones por parte de la tribu sioux y otros activistas, el domingo 04/12, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos le negó a Energy Transfer Partners el permiso para continuar con la construcción del gasoducto Dakota Access, que uniría a Dakota del Norte con Illinois, un proyecto que debe atravesar el río Missouri y el lago artificial Oahe, fuentes de agua potable para la tribu Standing Rock Sioux.

El gasoducto ya se encuentra concluído excepto el tramo que pasa por abajo del lago Oahe, para lo que se necesitaba el permiso de las autoridades federales. La tribu manifiesta que el caño de 1.200 millas (1.931 Km.) para llevar el hidrocarburo desde Dakota del Norte a través de Iowa hasta un punto de embarque en Illinois, pone en riesgo sus reservas naturales y sitios de valor cultural.

Mientras los activistas festejaban la decisión de los uniformados, eran conscientes de que podría tratarse de una victoria solamente temporal, teniendo en cuenta que el próximo Presidente de USA, Donald Trump, ha despreciado, en reiteradas ocasiones, a la ciencia y sus advertencias respecto al cambio climático. Por ejemplo en 2012, él twitteó que “el concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos, con el objetivo de hacer a las industrias estadounidenses no-competitivas.”

Si bien fue el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos el que se negó a permitir que continúe la construcción del oleoducto, Juliet Eilperin, de The Washington Post, considera que el Presidente Obama dio una fuerte señal en noviembre cuando dijo durante una entrevista con el portal Now This News que existían formas de recalcular la ruta del oleoducto. “Mi visión es que hay una forma de acomodarnos a las tierras sagradas de los nativos estadounidenses”, dijo Obama en relación a la posibilidad de que el Dakota Access Pipeline evite pasar por los sitios en cuestión.

Trump y la Energy Transfer Partners, una relación financiera ida y vuelta

Charlotte Bad Cob, de 30 años, de la Reserva Pine Ridge de Dakota del Sur, dijo a la agencia Reuters, tras conocerse la decisión del Ejército de USA: “Es una celebración temporal. Creo que es solo un descanso. Con un nuevo gobierno podría cambiar y comenzar de nuevo.”

El lunes 05/12, el portavoz del Presidente electo, Jason Miller, dijo que Donald Trump está a favor de la construcción del oleoducto, aunque dejó en suspenso si revocará la decisión del Ejército. La próxima Administración tiene la facultad de deshacer la movida del Ejército de USA, aunque podría ser políticamente incómodo y doloroso, explica Eilperin. Hay un dato importante a tener en cuenta que podría tener algo que ver con la postura de Trump: el millonario ha invertido personalmente en el oleoducto.

Información financiera divulgada este año muestra que Trump tiene una participación en la Energy Transfer Partners, la compañía basada en Texas, y en Phillips 66, que tendrá un porcentaje del oleoducto una vez que esté completado.

De todos modos, la inversión de Trump en Energy Transfer Partners cayó de entre US$500.000 y US$1.000.000 en 2015, a entre US$1.500 y US$50.000 este año.

En cambio, su participación en Phillips 66 subió de entre US$50.000 y US$100.000 el año pasado a entre US$250.000 y US$500.000 este año. La relación financiera es de ida y vuelta, explica el portal The Huffington Post: la CEO de Energy Transfer Partners, Kelcy Warren, había donado US$100.000 a un comité que apoyaba el proselitismo de Donald Trump.

Científicos versus Trump: Carta abierta para atender al cambio climático

El caso puede ser emblemático acerca del riesgo de que los avances que hubo en los últimos años en materia de ecología y medio ambiente, con Trump se vayan por la borda.

“El Presidente electo Trump ha dicho que el cambio climático es una farsa china, ha prometido desarmar las políticas estadounidenses de clima y energías limpias, y ha nombrado a negadores del cambio climático con lazos a la industria de los combustibles fósiles como miembros de su equipo de transición y gabinete”, escribió Michael D. Lemonick en la revista Scientific American.

En este contexto, más de 800 científicos terrestres y expertos en energía estadounidenses o que trabajan en Estados Unidos escribieron una carta abierta a Trump, urgiéndolo a tomar 6 medidas necesarias para atender al cambio climático y ayudar a proteger la economía, la seguridad nacional y la salud pública en Estados Unidos.

“Nosotros los firmantes, le urgimos a tomar acción inmediata y sostenida contra el cambio climático causado por el hombre. Le escribimos como individuos preocupados, unidos en reconocer que la ciencia es inequívoca y que Estados Unidos debe responder. El cambio climático amenaza a la economía de Estados Unidos, su seguridad nacional y la salud pública. Algunas comunidades ya están experimentando sus impactos, con los grupos de bajos ingresos y minoritarios siendo afectados de manera desproporcional”, comienza la carta.

Los 6 pasos que los científicos solicitan a Trump

Lo que los científicos solicitan a Trump:

1. Hacer a Estados Unidos líder en energías limpias.La vasta mayoría de los estadounidenses –ya sean republicanos, demócratas o independientes- apoyan la investigación en energías renovables y su implementación. Abrace las enormes oportunidades económicas de transicionar hacia una sociedad eficiente en energía y baja en carbono”, solicitan los científicos al Presidente electo.

2. Reducir la contaminación por carbón y la dependencia estadounidense en las combustibles fósiles. Los firmantes piden que se mantengan las políticas que ayudan a recortar la emisión de gases de efecto invernadero, bajar la contaminación del aire y del agua, acelerar el crecimiento de energías limpias, la innovación y el empleo, tales como el Plan de Energía Limpia y los créditos tributarios a la energía renovable.

3. Mejorar la capacidad de resiliencia y preparación climática de Estados Unidos.En los últimos 5 años solamente, las tormentas, las inundaciones, las sequías y los incendios causaron alrededor de US$ 250.000 millones en daños. Mientras que el cambio climático continúa incrementando la frecuencia y severidad de estos eventos extremos, también crece la carga sobre todos los que pagan impuestos de pagar por el alivio y recuperación tras los desastres”, explican los científicos, que piden inversión en energía moderna, resiliente al clima, transporte, construcción e infraestructura acuática.

4. Reconocer públicamente que el cambio climático es real, causado por el ser humano y una amenaza urgente. (Esta pareciera ser la clave para todo lo demás que piden, pero hasta el momento Trump se ha mostrado reacio a este reconocimiento; por el contrario, mantiene una postura opuesta).

5. Proteger la integridad científica en las políticas públicas.Durante su campaña, usted dijo que su ‘administración se asegurará de que habrá transparencia científica y responsabilidad pública sin tendencias políticas’. Mantenga estos estándares al nombrar asesores científicos, miembros del gabinete, y líderes de agencias federales que respetan y confían en la toma de decisiones basada en la ciencia. Esto excluiría a muchos de los nombrados a su gabinete y equipo de transición hasta la fecha, que niegan las realidades científicas del cambio climático causado por el ser humano.”

6. Mantener el compromiso de Estados Unidos con el Acuerdo Climático de Paris (producto de 25 años de negociaciones entre casi cada país de la tierra). Trump ha dicho que se retirará del Acuerdo.

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