AÑO DE ELECCIONES

CFK 2017: Por ahora, un tercio es poder

Cristina Fernández de Kirchner sigue en libertad, y es un dato insoslayable porque muchos de sus críticos apostaron por su detención durante 2016. También ha mejorado su imagen pública durante el 2do. semestre, aunque lejos está de provocar euforia. Mauricio Macri se debate en una contradicción: la necesita para dividir al peronismo y acotar a Sergio Massa, pero no tanto como para que ponga en peligro a Cambiemos.

Resulta inexplicable que Cristina Fernández de Kirchner no tomara sus recaudos luego de la paliza que recibió 2 veces en 2013. Al menos se trataba de emprolijar su futura situación judicial, en parte heredada de su complicado marido Néstor, quien no soportó la derrota 2009 y su ansiedad hizo el resto para enviudarla.

Pero más incomprensible aún resulta que CFK prefiriese a Mauricio Macri antes que a Daniel Scioli como futuro Presidente de la Nación, y menospreciara la importancia territorial de la Provincia de Buenos Aires al límite que no le resultara fundamental convencer personalmente a Florencio Randazzo para que fuese el candidato a gobernador 2015, y no Aníbal Fernández.

Es muy difícil aceptar que CFK estaba bien dispuesta a atravesar el via-crucis judicial previsible de 2016. Mucho menos que tenga tolerancia para la inhibición de sus hijos.

El ocaso 2013/2015 de CFK tiene similitudes con el 1997/1999 de Carlos Menem, quien consideró que Fernando De la Rúa le otorgaba más garantías que Eduardo Duhalde, intentando desconocer la enorme cobardía hacia el poder pasado que hay en Comodoro Py y territorios aledaños.

Pareciera que hay un momento en la gestión de los gobernantes en que o el ego o la genuflexión que los rodea los convierte en suicidas.

Hay un dato aún más preocupante en el caso de CFK respecto de Menem: conociendo el acompañamiento judicial que lograron los K para demonizar los años '90, Cristina no reflexionó sobre cómo sería su propia demonización, ganara Macri o Scioli. 

En ese contexto, CFK debería considerarse afortunada: ella pudo concluir 2016 en libertad, cuando muchos apostaron a que lo pasaría en la celda de un penal federal.

Hay una pregunta inevitable: ¿2016 fue el peor año judicial de Cristina o 2017 puede resultar más dramático para ella? Mucho de la estrategia futura de CFK depende la respuesta que consiga quien sigue siendo para muchos argentinos su líder preferido.

No es un dato menor cuando hasta se reabrió la causa judicial por la denuncia del fiscal Alberto Nisman, quien en vida nunca habría obtenido el respeto logrado con su muerte dudosa: entre la tormenta de denuncias judiciales contra CFK, que gozaron de una considerable y permanente difusión mediática, con el multimedios Clarín como abanderado (ah, el placer de la venganza... ), la imagen pública de la ex Presidenta de la Nación esbozó una cierta recuperación durante el 2do. semestre de 2016.

No fue una gran recuperación pero sí la suficiente como

> para intranquilizar a Sergio Massa porque  reinstala el escenario electoral de 3 tercios en el GBA, y

> recordarle a Mauricio Macri el elevado costo que puede pagar si la economía doméstica no se activa lo suficiente en un plazo relativamente breve.

El peor semestre de Macri activó la melancolía por CFK en el Gran Buenos Aires, el territorio electoral decisivo, al punto tal que detuvo las gestiones que había iniciado la gobernadora María Eugenia Vidal para sumar peronistas a la alianza Cambiemos.

Desde 2008 a la fecha, CFK demostró que no es una dirigente política ingeniosa ni lo suficientemente flexible para reaccionar antes de las crisis. Sin embargo, ella logró consolidar un nicho en una sociedad dividida en tercios. Y, hasta la fecha, ella consigue mantener su tercio.

De todos modos, controlando otro tercio, Massa ha demostrado más iniciativa que CFK, afirman algunos. Otros les retrucan que la lealtad que exuda CFK no la consigue Massa y por eso es un caudal de votos dificil de trasladar.

En cualquiere caso, mientras Cambiemos continúe expulsando electores porque la economía no arranca para todos y todas, CFK es un referente que no consiguen superar los otros peronistas que ambicionan apropiarse del espacio nacional & popular.

CFK, procesada y embargada, tiene más intención de voto que Elisa Carrió, su ética denunciante tradicional.

No es suficiente para convertirse en una presidenciable con posibilidades en 2019 pero ¿quién sabe lo que ocurrirá en la Argentina en los próximos meses?

Hay un dato a considerar: la emergencia que le provocaron a Macri con la reforma del Impuesto a las Ganancias los del Frente para la Victoria + el Frente Renovador, alianza transitoria que dejó en minoría a Cambiemos.

El dato siguiente consiste en la preocupación que le provocó a Massa la denuncia de Cambiemos de la kirchnerización de los renovadores, apostando a condicionarlo en su relación con Stolbizer, denunciante de CFK.

Quedó la sensación de que no será fácil repetir un acuerdo similar, y menos durante el electoral 2017, a menos que el FpV, con CFK a la cabeza, expíen algunos de sus muchos pecados.

Pero tampoco está claro que CFK se encuentre realmente interesada en regresa a la política full-time. 

Es posible que ella se encuentra interesada en liderar sólo una transición, y su verdadera preocupación consista en resolver procesos judiciales y distribución de patrimonios. Al menos ésta fue la certeza de Mauricio Macri en diciembre de 2015, motivo por el cual Jaime Durán Barba insistió tanto con la no persecución del pasado reciente.

Luego todo se complicó en la economía y Cambiemos tuvo que desandar ese argumento...

Al fin de cuentas, muchos odios permanecen, la grieta que con esmero construyeron los K es atractiva para gente de ambos lados, la realidad en blanco/negro es más embriagante que la paleta de los grises, y los clichés y estereotipos son más fáciles de asimilar que los análisis y reflexiones.

Por todo esto, CFK intentará competir en 2017, probablemente la única forma de seguir peleando por su libertad y por mantener algo de su legado.

Entonces, sería un error considerable de sus rivales incurrir en algo que parezca una victimización. Ni hablar de intentar proscribirla.

Lo mejor que podrían hacer ellos es lograr que la economía arranque de una buena vez, única manera de empezar a dejar atrás los más de 12 años K.

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