DISCREPANCIAS EN CAMBIEMOS

La UCR puede provocarle un duro revés a Arribas/Macri

Una diputada del FPV solicitó a la presidencia de la Bicameral de Inteligencia que convoque a la comisión y que cite al jefe de la AFI a que dé "explicaciones" sobre las sospechas que hay en su contra. El titular de esa comisión es el senador radical Juan Carlos Marino. Desde la UCR ya se manifestaron en forma crítica por la situación de Arribas, pidieron que se presente ante la Justicia y hasta hubo una solicitud para que sea apartado. Estas posiciones, a contramano del plan de la Casa Rosada de bajarle el tono al tema, podrían ser indicios de una eventual decisión afirmativa de Marino.

La diputada nacional Teresa García (Frente para la Victoria) anunció este martes que le pidió al presidente de la Bicameral de Inteligencia del Congreso que "convoque con carácter de urgencia" a dicha comisión para que el titular de la AFI, Gustavo Arribas, brinde "explicaciones" sobre la denuncia en su contra por la transferencia a su cuenta en Suiza en 2013 de US$600 mil por parte de un operador vinculado con las coimas del caso 'Lava Jato', que se sigue en Brasil. 
 
Según contó en declaraciones radiales, García emitió una nota al senador Juan Carlos Marino para tratar de manera urgente el caso de Arribas, quien debería presentarse ante la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia en caso de que sea convocada. 
 
Tal iniciativa deberá ser impulsada por Marino. "Si el presidente de la Bicameral no quiere convocarla no lo hará. Yo voy a insistir dentro de 72 horas con otra convocatoria dirigida al presidente de la Cámara de Diputados (Emilio Monzó)", dijo la legisladora en declaraciones a Radio 10. 
 
Marino, senador por La Pampa, es un histórico dirigente del radicalismo. Desde la UCR, integrante de Cambiemos, ya expresaron una posición crítica respecto del caso de Arribas, alejada de los paños fríos que intentan poner desde el macrismo. Mario Negri, presidente del interbloque Cambiemos en Diputados, reclamó el miércoles que el jefe de la AFI se presente a la justicia a dar explicaciones. 
 
Más duro fue el diputado Jorge D’Agostino, quien consideró que Arribas  “debe separarse de sus funciones hasta aclarar en la Justicia la denuncia por supuesta coima en Oderbrecht”
 
Estas posiciones, más el perfil institucionalista que tiene la UCR,  podrían ser indicios de una eventual decisión afirmativa de Marino respecto del pedido de la diputada García, que considera el hecho de "extrema gravedad". A ello se suma la denuncia que otra aliada de Mauricio Macri, Elisa Carrió, hizo ante la justicia federal para determinar si Arribas cometió un delito. Carrió además sirve como antecedente: aún siendo un fervorosa aliada del Gobierno, no dudó en convocar a autoridades de la Cancillería a dar explicaciones sobre los acuerdos con el Reino Unido en cuanto a las Islas Malvinas ante la comisión de Relaciones Exteriores que ella dirige. 
 
La posición de la UCR va en contra mano del plan de no 'hacer olas' del Gobierno. En la Casa Rosada relativizan la denuncia y esgrimen que en 2013 Arribas era un empresario del mundo del fútbol. El ministro de Justicia, Germán Garavano, minimizó la cuestión y dijo este jueves que lo que hay sobre el tema "son un cúmulo de insinuaciones" que no ameritan apartar al jefe de la AFI. 
 
La bicameral de Inteligencia está integrada actualmente por 14 miembros y su finalidad es "fiscalizar" que el "funcionamiento" de los organismos de Inteligencia " se ajuste estrictamente a las normas constitucionales legales y reglamentarias vigentes...". Sobre sus alcances, la ley que la creó sostiene que "la comisión tiene amplias facultades para controlar e investigar de oficio..." los temas concernientes a los organismos de Inteligencia. 
 
Anteriormente, su vicepresidente fue Silvia Majdalani, actual N°2 de la Agencia Federal de Inteligencia. 
 
La comisión no tiene la facultad de remover al jefe de la AFI, lo que es una atribución del Presidente de la Nación. No obstante, que se convoque y cite a Arribas podría tener un fuerte efecto político cuado la Casa Rosada intenta todo el tiempo bajarle el tono a la cuestión. 

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