G-20 EN ALEMANIA

Encuentro "raro" en Bonn con reclamo de USA por Crimea

La Administración Trump inició su participación en temas globales. El secretario de Defensa, Jim Mattis, llegó a Europa a la conferencia anual de Seguridad de Múnich (Alemania): "Todos vemos a nuestra comunidad de naciones bajo la amenaza de múltiples frentes, mientras que un arco de inestabilidad se extiende en la periferia de la OTAN y más allá". En tanto, en Bonn, se realizó la cumbre del G20, donde estuvo Rex Tillerson, secretario de Estado, quien se reunió con el canciller ruso, Serguéi Lavrov; y su par chino, Wang Yi. Aquí algunos conceptos a tener en cuenta.

El jueves 16/2 comenzó en la ciudad alemana de Bonn el encuentro de ministros de exterior de los países G20. El encuentro en Bonn, que trató temas de desarrollo, prevención de conflictos y la consolidación de la paz en las regiones inestables, fue el preámbulo de la cumbre principal del G20 que será el 7 y 8 de julio en Hamburgo, explica la cadena Deutsche Welle. La reunión representa el primer viaje del secretario de estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, desde que asumiera el cargo, y significó una oportunidad de exponer la política del nuevo Gobierno de Trump ante sus pares.

Tillerson además protagonizó una reunión bilateral con el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en un momento de alta tensión en la relación entre USA y Rusia, debido a las sospechas sobre el Gobierno de Trump por sus vínculos con el régimen de Vladimir Putin. Tillerson se reunió también con su par chino, Wang Yi, el viernes 17/02. Dos encuentros clave que marcan cómo enfocará el nuevo Gobierno su relación con las 2 otras máximas potencias que existen en el mundo hoy.

El encuentro entre Tillerson y Lavrov fue calificado de "raro"

Según Nick Wadhams, Patrick Donahue e Ilya Arkhipov, de la agencia Bloomberg, el encuentro entre Tillerson y su par ruso fue "raro".

"El protocolo dicta que los 2 se darían la mano, intercambiarían charla trivial frente a las cámaras y quizás responderían alguna pregunta espontánea antes de retirarse para hablar en privado", explican los autores de la nota. Así comenzó todo: el ministro ruso se dirigió a Tillerson, "Señor secretario de estado, le agradezco por esta oportunidad por tener el primer contacto luego de que usted asumiera el cargo y me gustaría felicitarlo una vez más por eso".

Lavrov respondió una pregunta sobre el lío en Washington tras la renuncia del ex asesor de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn: "Deberías saber que no interferimos en los asuntos domésticos de otros países", respondió Lavrov ante una pregunta sobre el tema (probablemente haciendo alusión a la acusación contra el Kremlin de haber interferido en las elecciones norteamericanas filtrando información privada del comité del Partido Demócrata). A partir de allí es que las cosas se salieron de guión, explica Bloomberg.

"Mientras que Tillerson comenzó a hablar, los periodistas recibieron una señal rápida para salir de la habitación. El episodio irritó a Lavrov, quien se preguntó abiertamente por qué ayudantes estadounidenses empujaban a periodistas rusos y estadounidenses sin permitirles escuchar el resto de las observaciones introductorias. '¿Por qué los expulsaste?', dijo Lavrov. El estilo agresivo contra la prensa no es exclusivo de Donald Trump: también es emulado por su secretario de Estado."

USA pide a Rusia que devuelva Crimea

"El momento raro, explica Bloomberg, refleja cómo Tillerson está aún acostumbrándose a lo que conlleva la vida pública, tras años de responderle únicamente a los shareholders de ExxonMobil cuando era CEO de la empresa". Luego de la reunión, Tilleron leyó ante los medios un comunicado en el que prometió seguir trabajando con Rusia en las áreas en las que ambos países pueden encontrar causa común pero pararse a defender los valores de USA y sus aliados.

En ese sentido, él le pidió a Rusia cumplir sus compromisos del Protocolo de Minsk, un acuerdo que buscó poner fin a la guerra en el este de Ucrania. La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, había dicho a periodistas el miércoles 15/2, que Rusia ni piensa en devolver Crimea -territorio que considera parte de la Federación Rusa- a Ucrania.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, había dicho el día anterior que Trump había comenzado a tomar una línea dura contra Rusia y que esperaba que Moscú se retirara de la región, ocupada luego de una invasión a gran escala en 2014. Recordemos que Tillerson está bajo ataque de los demócratas en USA por considerarlo demasiado cercano a Moscú. La compañía que dirigió durante años, ExxonMobil, tiene millones de dólares invertidos en negocios en Rusia que solo podrán avanzar si USA le levanta las sanciones.

Trump concilia con China

La otra reunión clave de Tillerson fue la que mantuvo con su contraparte chino, Wang Yi. Es la primera reunión de alto nivel entre China y USA luego de que la elección de Trump tironeara sobre la relación entre los 2 países.

"Trump provocó la ira de Beijing cuando pareció poner en duda la política de 4 décadas de Washington, Una Sola China, pero una llamada conciliatoria reiterando la posición allanó el camino para que Wang y Tillerson se encontraran en el banquillo de la reunión G20 en Bonn, Alemania", publicó el diario South China Morning Post en base a información de la agencia France-Presse. Según Reuters, Tillerson llamó a China a hacer todo lo posible por moderar la conducta desestabilizadora de Corea del Norte tras el ensayo de un misil balístico de Pyongyang el domingo pasado, dijo su portavoz Mark Toner.

"El secretario Tillerson también remarcó la creciente amenaza que suponen los programas nuclear y de misiles de Corea del Norte e instó a China a usar todas las herramientas disponibles para moderar la conducta desestabilizadora de Corea del Norte", comentó Toner en un comunicado. Además agregó que ambos discutieron sobre la necesidad de crear un campo de juego nivelado para el comercio y la inversión. Recordemos que Trump hizo campaña amenazando con imponer una tasa del 45% a todas las importaciones chinas.

Otra de las reuniones de Tillerson fue con la canciller argentina, Susana Malcorra, quien ya se había encontrado antes con su par alemán, Sigmar Gabriel. (Luego de Tillerson y Gabriel, Malcorra se reunió también con el canciller británico, Boris Johnson).

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