1 A 4 A URUGUAY

Brasil enseñó efectividad en el Centenario y ya aprende ruso

Uruguay sufrió ante Brasil y cayó en el Estadio Centenario por 4-1 en un partido donde los goles de Paulinho y la magia de Neymar fueron demasiado para los hombres de Óscar Tabárez. Iban apenas 5' cuando un escalofrío recorrió el espinazo de los 60.000 espectadores que colmaron el estadio Centenario: Neymar tomó la pelota en campo de Brasil y encaró con la técnica y velocidad con la que deslumbra cada fin de semana en el FC Barcelona. Esta vez no por la banda izquierda sino por el callejón central. Limpió a 3 jugadores en una carrera de 50 metros y dejó solito por la punta derecha a Philippe Coutinho que la puso al 2do. palo. Sebastián Coates falló en el despeje y Roberto Firmino se comió el amague. Uruguay se salvó y Brasil demostró todo su potencial. El partido fue tal como esa jugada.

Las emociones marcaron el inicio del partido. A los 3’, Neymar tomó contacto con la pelota y encaró por el callejón central hacia el área de Uruguay. Descargó para Firmino y este mandó un centro rastrero que nadie pudo conectar.

Uruguay pasó ese asedio y a los 6’, un remate de Matías Vecino tras un rebote de un lateral pasó muy cerca del palo izquierdo de Alisson.

Un minuto después, Marcelo se la dejó corta a Alisson -increíble error de Marcelo que le quiso acercar la pelota a Alisson bajándosela de pecho pero la dejó corta-, Edinson Cavani lo madrugó al arquero rival y el brasileño derribó al salteño. Patricio Lousatu cobró penal y a los 9’, "el Matador” fue implacable en el penal y llegó a su 9no. gol en las Eliminatorias (máximo artillero) siendo fiel a su espectacular temporada en Paris Saint-Germain (38 goles en 38 partidos).

Delirio de todo el Estadio Centenario que veía cómo La Celeste se ponía en ventaja ante el líder de las Eliminatorias Sudamericanas.

Pero de a poco, Brasil empezó a manejar mejor la pelota, a tenerla y a generar peligro hasta que a los 18’, Paulinho recibió al borde del área grande y sacó un derechazo que se metió en el ángulo del arco de Martín Silva para poner el 1-1.

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Brasil letal


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Táctica y estrategia

Óscar Tabárez planteó el partido que se esperaba metiendo mucha pierna en la zona media de Brasil conformada por Paulinho, Casemiro y Renato Augusto en el dibujo de 4-3-3 del rival (o 4-1-4-1 cuando asume una postura más defensiva).

Sin Luis Suárez y Fernando Muslera –suspendidos– la celeste arrancó con un 4-4-2 con Diego Rolan de punta junto al Matador pero con una clara función táctica del jugador de Bordeaux de retroceder a espaldas de Cavani cuando Brasil pasaba de defensa a ataque mediante transiciones muy rápidas.

La misión inicial de Rolan fue entorpecer el armado de Casemiro, el volante central de Brasil que inicia los ataques desde el eje medio con pases cortos y seguros.

Poco pudo hacer Uruguay para sostener su ventaja porque iban 18 minutos cuando Neymar inició otra ofensiva por izquierda y limpió el panorama con pase al medio para la subida de Paulinho.

El volante de Guangzhou Evergrande dio el paso al frente con un poderoso remate de media distancia que se incrustó en el ángulo superior izquierdo del arco de Martín Silva. Llegaron tarde a impedir su adelantamiento Egidio Arévalo Ríos y el Cebolla Rodríguez. Poco pudo hacer Diego Godín para bloquearlo.

Paulinho, como en los minutos finales del duelo de semifinales de la Copa Confederaciones 2013, se volvió verdugo de Uruguay.

Tabárez modificó rápidamente la estructura pasando a jugar 4-1-4-1 con Rolan bajando a la banda derecha y Carlos Sánchez acomplándose al medio junto a Arévalo Ríos y Vecino. El Cebolla permaneció en la izquierda y Cavani quedó solo en la delantera.

Así y todo, Brasil se adueñó de la pelota al límite de intentar 283 pases contra apenas 68 de Uruguay en los primeros 45'. De esos 68 intentos de pase, la celeste falló 20. El reparto de la posesión de la pelota fue muy desigual: 70% a 30% a favor de la visita.

Neymar encaró y siguió generando riesgo. Coates lo tuvo que bajar al borde del área y tras un tiro libre que dio en la barrera estuvo cerca el segundo en una jugada donde Godín quedó habilitando a un pueblo.

En el tramo final, Maximiliano Pereira –amonestado por dura entrada a Neymar– le dio oxígeno a Uruguay con su salida por derecha y así el local pudo alejar el peligro para cerrar el primer tiempo empatado a uno.

En el complemento, Brasil siguió con la misma tónica. Silva salvó un tiro libre de Neymar y una media vuelta de Roberto Firmino pero en el rebote del remate del centrodelantero apareció otra vez Paulinho para poner el 2-1.

La carta de cambio para salir del sometimiento que ejerció Brasil fue Cristhian Stuani.

Y reaccionó Uruguay. Generó dos tiros libres al borde del área, uno muy bien atajado por Alisson a Cavani. Un córner donde Stuani quedó solo y no le pudo dar la mejor dirección.

Pero en cada contra, latía el tercer gol de Brasil. Por Neymar. Y llegó en una corrida donde Coates no lo pudo frenar y donde el 10 definió como si fuera un poeta. Y lo es, solo que en vez de andar escribiendo versos va pateando una pelota. A su ritmo, Brasil terminó goleando 4 a 1.

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