HÁGANSE CARGO... Y EL 24/03

Acerca del parcial y mezquino Día de la Memoria

La historia de los '70 y '80 no puede analizarse sin la llamada Teoría de los 2 Demonios, que rechazan los K sin fundamento sólido. Precisamente por ese motivo, el Día de la Memoria carece de relevancia más allá del Mundo K, y eso es lo que explica el columnista, que incorpora un testimonio valioso:

Más bien, diría “hagámonos cargo”, porque si la Argentina está como está, algo hemos hecho mal cada uno de nosotros durante bastante tiempo.

Puede ser que no todos tengamos la misma medida de culpa, puede ser que no todos hayamos tenido las mismas responsabilidades, pero lo que tenemos que dejar de hacer es echar la culpa al otro.

No pretendo ni quiero ser defensor de los “k”, mas diría son políticamente indefendibles, pero nuestros padecimientos tienen una larga antigüedad: 70, 80, 90 años, y como todo proceso de atraso, estancamiento, fracaso, cada vez se agrava más, lo que viene siempre es peor y no escapa a la regla el gobierno de Cambiemos, que si bien ha solucionado algunas cuestiones, aún no ha enfrentado las “cuestiones”, problemas de problemas tal como decía Carlos Floria, que será la única y dolorosa forma de revertir este morboso proceso que afecta a la Argentina.

Debemos reconocer la fuerza de la inercia de esos años de fracasos que también sabemos no se puede detener en solo unos meses, por eso existe en nosotros esta sensación de que todo es lo mismo.

Nuestro himno debería ser “Cambalache”.

Creo que fue el Pepe Mujica quien dijo que los argentinos no nos queremos entre nosotros y ese estado de sentimientos se puso de manifiesto en la celebración del día 24/03, mal llamado “Día Macional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”.

Desde luego que la celebración de ese día es sesgada ya que no se trata de una memoria objetiva por la verdad y la justicia, sino de una verdad y justicia parcializada, y prueba al canto: cuántos presuntos criminales de aquella época gozan de buen nombre y ni siquiera fueron investigados por la llamada “justicia”.

Dejo de lado los agravios e insultos porque esos deben ser analizados por la patología médica.

Personalmente pude haber muerto en el atentado hecho en el bar Ibérico, de Córdoba y Uruguay, que presuntamente se podría haber dirigido contra un ex marino de apellido Ugarte al que conocí durante los dos años de cumplimiento del servicio militar obligatorio, yo era conscripto y Ugarte creo que era capitán de corbeta y luego de retirado terminó la carrera de abogacía.

Esa noche lo encontré cerca de las 23:20 en la barra, a la que me sumé para “cenar” un sándwich y conversar sobre avatares profesionales.

Esa noche tenía que terminar un recurso para presentar en el Banco Central, por ese motivo me había quedado en nuestro estudio sito en el edificio de la calle Córdoba 1417, edificio en el que, de vez en cuando, se alojaba Ricardo Balbín, lo que me facilitó tener alguna conversación circunstancial. La más recordada fue el día que salía para el Congreso para despedir los restos del general Juan Perón, junto con el Dr. Horacio Domingorena, conversamos durante algo más de 20 minutos hasta que lo pasaron a buscar.

Retomando el hilo del atentado, nos retiramos alrededor de las 23:45, Ugarte fue caminando por Uruguay hacia Santa Fe y yo regresé al estudio, la bomba puesta presuntamente por el hijo de un destacado médico, ex ministro de la Nación, estalló minutos después, matando e hiriendo a inocentes.

Si hubiera permanecido segundos más, pudo haber sido seguramente una víctima que hubiera quedado en el olvido el 24/03.

Esa fecha, el 24/03, me excluyo, es una “celebración” parcial, en la que priva una memoria selectiva y se desprecia la verdad histórica, por eso solo hay condenados y procesados de un solo bando.

Tampoco se hace honor a la justicia, ya que no se respetan normas procesales que convierten el cautiverio en un tormento contrariando lo dispuesto por el art. 19 de nuestra Constitución.

A los procesados y condenados por la “justicia” les estamos diciendo hipocritamente “háganse cargo”, pero nosotros no tenemos nada que ver…

Todos nosotros nos debemos hacer cargo para “cambiar”, la duda que tengo es si realmente queremos cambiar o preferimos padecer esta suerte de síndrome de Estocolmo que nos condena al fracaso permanente.

“Háganse cargo” puede ser una buen recurso electoral, pero como sociedad para promover el bien común debemos “hacernos cargo” y para ello debemos tener muy presente que los conflictos que debemos afrontar ahora y en el futuro, se deben resolver, es el modo para que todos salgamos ganando, por el contrario si unos ganan y otros pierden, perderemos todos.

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