JARED KUSHNER

Escándalo 'Trump-Rusia': El yerno testifica para acallar el "el frenesí mediático"

La investigación sobre los vínculos del equipo de Donald Trump con Rusia durante la campaña electoral, en la que se impuso a la demócrata Hillary Clinton, llegó al círculo más cercano del presidente. Ayer lunes se confirmó que su yerno y asesor, Jared Kushner, testificará ante la comisión investigadora del Senado. Según informó la Casa Blanca, testificará "voluntariamente" sobre sus contactos con funcionarios rusos. Son al menos 4 comisiones del Congreso las que investigan posibles intentos rusos de influir en el voto y cualquier relación entre Moscú y asesores de Trump. En tanto, el director del FBI, James Comey, confirmó la investigación de la agencia la semana pasada. Sin embargo, para la Casa Blanca se trata todo de "noticias falsas". En efecto, el vocero de Kushner aseguró que está "encantado" porque su comparecencia en la comisión le permitirá acallar "el frenesí mediático".

 
 
Jared Kushner, yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y uno de los integrantes de su círculo íntimo, será interrogado en el Senado sobre las reuniones que mantuvo con funcionarios rusos el año último y los vínculos de la campaña del mandatario con el Kremlin.
 
Kushner será el primer miembro de la Casa Blanca que responderá preguntas de los senadores a cargo de una de las investigaciones por la injerencia del Kremlin en la última elección presidencial. 
 
Cabe remarcar que Kushner se ofreció voluntariamente a testificar, en lo que se llama el "Rusiagate", que puso bajo sospecha al Gobierno del norteamericano.
 
Se trata de uno de los asesores más cercanos del presidente, un "diplomático en las sombras" involucrado en la política exterior de la Casa Blanca.
 
La decisión de testificar coincidió con la revelación del banco de desarrollo estatal ruso Vnesheconombank (VEB), que informó que funcionarios de la entidad mantuvieron conversaciones con Kushner durante un road show bancario en 2016, cuando la entidad preparaba una nueva estrategia. Un vocero de Trump confirmó esas reuniones.
 
Según el mandatario del país del norte, todas estas especulaciones sobre su campaña serían "noticias falsas" y que no tienen nada que ver con los rusos ni con Rusia.
 
Cada vez que un periodista preguntó sobre el tema, Trump dijo que era "un chiste" o una "artimaña". Pero, sugestivamente, cuando le preguntaron si alguien de su campaña sí se había reunido con los rusos, Trump respondió que "al menos" en lo que a él le constaba nadie había tenido contactos con Moscú.
 
Sin embargo, Kushner también se reunió con el embajador ruso en Washington, Sergey I. Kislyak, luego de la elección presidencial y antes de que Trump asumiera.
 
Además, Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, admitió ayer que fue a la Casa Blanca para revisar información clasificada un día antes de que la hiciera pública y, luego, volviera a la Casa Blanca para compartirla con Trump y su equipo.
 
El líder de la oposición en el Senado, Chuck Schumer, pidió la renuncia de Nunes al comité, y reiteró el llamado a una investigación independiente, en manos de un fiscal especial, un giro que el oficialismo quiere impedir cueste lo que cueste.
 
El martes último, Nunes se reunió por la noche, en secreto, en el predio de la Casa Blanca, con una fuente que le mostró informes de inteligencia, confesó ayer su vocero. Un día después, Nunes se paró delante de los micrófonos en el Congreso y dijo que Trump y su equipo de transición pudieron haber sido "espiados incidentalmente" tras la elección presidencial.
 
Trump, quien había acusado sin brindar evidencia alguna a su antecesor Barack Obama de "pinchar los teléfonos" de la Torre Trump, dijo que se sentía reivindicado.
 
La revelación de Nunes fue criticada por demócratas, republicanos y expertos en inteligencia y seguridad nacional porque el republicano quebró varios protocolos. Nunes no compartió la información obtenida con el resto de los miembros del Comité de Inteligencia antes de hacerla pública ni de compartirla con la Casa Blanca.
 
El Congreso y el FBI investigan cuál fue el alcance de la interferencia del gobierno de Vladimir Putin en la última elección presidencial y si el Kremlin colaboró de manera directa con la campaña de Trump para ayudarlo a derrotar a la candidata demócrata Hillary Clinton.
 

 

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