DEL #1A AL #6A

A horas del paro, las varias plazas de la Plaza

La Casa Rosada se encuentra convencida de que ganó la guerra por la Plaza. No habría que engañarse con un concepto tan volátil. Leopoldo Galtieri también ganó la guerra de la Plaza a la CGT que había realizado un paro nacional con movilización 48 horas antes del desembarco en islas Malvinas, y luego se quedó con menos que nada. Al respecto, reflexiones de Luis Rizzi.

"No venga a tasarme el campo
con ojos de forastero
porque no es como aparenta
sino como yo lo siento."
José Larralde.


Bien vale traer de la memoria estos versos de Jose Larralde para nuestra Plaza de Mayo que si bien es de todos, no todos la sienten igual.

Recuerdo aquel mediodía del 23 de septiembre de 1955, la Plaza se llenó, quizás por primera vez, por ese vasto arco del “no y anti peronismo” y en la perspectiva del tiempo, nos damos cuenta que no sirvió para nada.

Llenar la Plaza, es sencillo, además poco y nada significa, recordemos que Leopoldo Fortunato Galtieri la llenó fácilmente con la cuestión de Malvinas, la guerra se perdió, el gobierno militar se desplomó en la más cruel de las soledades y los miles que estuvieron luego supimos que no habían ido….

En marzo 2017, en pocos días hubo varias plazas que la gente sintió a su manera, incluida la del #1A.

La cosa no es como las vió el gobierno, podríamos decir “con ojos de forastero” o con alarmante inmadurez cultural, al excluir o menospreciar a los que días antes habían ido por el choripan y los $ 500,00, o llevados en colectivos por la maquinaria gremial. Todos ellos también éramos “nosotros”.

Me parece muy infantil y poco claro el razonamiento de Alejandro Rozitchner, recogido por el diario La Nación: “La imagen que intentaba instalarse de un gobierno débil nunca fue cierta ni nuestra. Pero esto ayuda a que desde afuera se confirme visiblemente esa posición” (sic)

Si esto fuera cierto habría que contar cuánta gente estuvo en cada una de las plazas y es probable que los números no le den al filosofo.

Tampoco la fortaleza de un gobierno viene de afuera. La fortaleza se la da su legitimidad de origen y su legitimidad de ejercicio, su prestigio es consecuencia de su mérito.

Recuerdo que no hace mucho me llegó una encuesta de una tarjeta de crédito y la primera pregunta era si su tenencia me daba prestigio… (sic) (No menciono la tarjeta por una cuestión de caridad hacia sus ceos).

Hay que ser muy poca cosa para creer o insinuar que el prestigio personal proviene de tener tal o cual tarjeta de crédito. Pero también es ser muy poca cosa hacernos creer eso. Con esa forma de pensar excluimos a uno de cada tres argentinos a los que además agredimos al considerarlos “desprestigiados”.

Es cierto no había puestos de comida, no había colectivos naranjas y de los otros estacionados, no había punteros repartiendo dinero, es cierto fue el que quiso y porque quiso. Pero no se nos ocurrió pensar que muy probablemente querría haber ido gente que no podía pagar el transporte, porque con ese gasto comía una noche o tampoco.

Es cierto también había muchos autos estacionados en el centro y otra cosa que me llamó la atención no vi trapitos.

Estas diferentes plazas de La plaza, mostraron y es lo que nos debe preocupar que nuestra sociedad está desvertebrada y el esfuerzo cultural político esencial debe tender a vertebrarnos.

Todo esto pone en evidencia que seguimos siendo incultos y por tanto habrá diferentes plazas en una sola, lo que contraria el principio de no contradicción, pero los argentinos hasta eso podemos….

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