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El 'sciolista' Cáffaro acumula quejas en Zárate

Durante 10 años vinculado al Frente para la Victoria, en especial a Julio De Vido, el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, no consigue reubicarse en los nuevos tiempos, en especial ante la necesidad de generar empleo privado con inversiones en vez de sólo depender de lo público. Ahí aparecen grietas considerables. Algo decepcionado Cáffaro se refugia en Daniel Scioli.

Zárate es un municipio estratégico para la integración con Brasil, ya sea vía fluvial (tiene puerto sobre la Hidrovía) como vial (el puente Zárate-Campana y la ruta del Mercour). También el ferrocarril, aunque es un transporte en problemas hace tiempo, al menos para las largas distancias (desde el Plan Belgrano al que va a Rosario, el proyecto mentiroso del Tren de los Pueblos Libres a Uruguay, y el que va a Paso de los Libres -si anduviera con regularidad).

Zárate tiene una ubicación estratégica que debería garantizarle prosperidad, pero su intendente Osvaldo Cáffaro está ahuyendo las inversiones directas. Por algún motivo, los empresarios acumulan quejas y afirman que Cáffaro no consigue generar condiciones que amplíen la oferta de empleo.

Ejecutivos molineros y también automotrices enumeran todo lo que Cáffaro podría hacer por Zárate, y no hace.

Es uno de los lugares donde Cambiemos confía en obtener un triunfo en el comicio 2017, existiendo un importante trabajo de campo de colaboradores del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.

Cáffaro se refugia en el supuesto éxito electoral que le provocarán las tareas de ampliación en el Hospital Intermedio Municipal de Zárate, licitadas y financiadas por el Municipio, y las nuevas dependencias tendrán un ingreso independiente al de la guardia.

También exhibe orgullo por la construcción de la Escuela Municipal de Arte, un acuerdo con el ministro Rogelio Frigerio.

Y el supuesto éxito del viaje que organizó a islas Malvinas para veteranos de guerra, encabezados por el titular del Concejo Deliberante, Miguel Ríos.

Pero en la localidad provocó más impacto la fulminante denuncia del concejal del bloque PJ-FpV, Leonardo Lignazzi, cuando acusó a Cáffaro:

“Siempre supe y acepte que cuando uno toma decisiones debe ser responsable y aceptar las consecuencias. Pero también supe que las cuestiones cuando son políticas tienen un cierto límite y ese límite es no meterse en el terreno personal. Esto es, no personalizar. Yo nunca lo hice ni lo haría. Desde lo político siempre me banque y voy a seguir bancandome todo tipo de situaciones desde mi rol de militante político, concejal, desde la función pública representativa que me toque, como la actual. Pero esta vez, luego de los acontecimientos políticos de público conocimiento en el HCD de Zárate, el Intendente Caffaro y el presidente del Concejo, Rios, no sólo decidieron echar a todos los trabajadores del Concejo Deliberante que tenían función política representando algunos al concejo y otros a los bloques del PJ FPV, FR y Cambiemos, sino que lo más grave es que el Intendente Caffaro traspasó ese límite de la política metiéndose con mi familia. El viernes tomaron la decisión de desafectar a mi mamá Maria Carmen Hernandez de la jefatura de departamento que se le había dado hace un año atrás, obligandola en su momento a firmar la renuncia tambien. Y no sólo eso, también le comunicaron que a partir de este Lunes ya no vaya más al palacio municipal, su lugar de trabajo. porque la iban a trasladar al corralon. (...) El político soy yo. No mezclen, no personalice. Es lamentable la decisión que ordenó el Intendente. Es peligroso y preocupante los métodos cuasi extorsivos que utilizan para un eventual disciplinamiento a favor de los intereses de un Intendente que cuando los mismos concejales que hoy ataca hemos acompañado un sinfín de proyectos en beneficio del vecino y a su pedido, no pensaba igual. Intendente, quiero que sepa que lo respeto y Yo acepto las reglas del juego pero de ninguna manera aceptaré ni dejare de hacer lo que deba hacer desde lo político por su decisión de personalizar la discusión política. Creo que se excedió. Por último le pido que recapacite en la actitud adoptada, no haga abuso de su poder, respete usted las instituciones y no se entrometa en las tareas propias del Concejo Deliberante, que a nosotros también nos eligió la gente con su voto, y ocupese de resolver los graves problemas de la ciudad, para el cual lo votaron que son más importantes que nosotros y nuestras familias. (...)".

Pero la cuestión es el empleo, y es posible que en días más las protestas por las trabas que impone Cáffaro a quienes arriesgan dinero en proyectos empresariales, acerque novedades importantes desde Zárate.

Disputas

Osvaldo Cáffaro se presenta como maestro mayor de obras capacitado en España pero lo cierto es que veinteañero ya era empleado público: si nació en 1960 pero se afilió al socialismo a los a los 22 y consiguió conchabo político en la Dirección de Viviendas Sociales un par de años después, siempre vivió de 'la teta del Estado'. No está mal pero, probablemente, eso influye en su corta visión de lo que es la inversión directa de riesgo.

Concejal, diputado provincial, es el alcalde de Zárate desde 2007: 10 años, al frente de su propio partido, Nuevo Zárate, aliado del Frente para la Victoria -mejor expresado: de Julio De Vido-, con el orgullo de haberle ganado a Cambiemos en 2015.

Pero todo indica que Cáffaro -de gestión declinante y quejas crecientes- camina en soledad: en el Concejo Deliberante enfrente a Cambiemos, el Frente Renovador y 3 concejales del Frente para la Victoria a quienes acusó de intentar "un golpe a la democracia" y de "desestabilizar el poder" porque, supuestamente, querían desplazar a Ariel Ríos de la presidencia del legislativo.

Uno de los concejales de Cáffaro, Pablo Giménez, se quejó: “Tenemos claro que primero van por Ariel Ríos y después van por el Intendente Caffaro”.

También acusó: “¿Como puede ser que hayan comprometido a (Sebastián) Galmarini, (Cristian) Ritondo, (Matías) Ranzzini (N. de la R.: subsecretario de Ritondo, zarateño), al que sea del Frente del para la Victoria, para meterlos en esta rosca abandonando la soberanía que las cosas de Zárate las decide la gente de Zárate.”

En verdad, la frase sólo expone la soledad de Cáffaro y sus limitaciones para reinsertarse luego del kirchnerismo al que adhirió.

Cáffaro es de los intendentes que se queja que María Eugenia Vidal no le concede importancia a la Policía Local, tal como sí lo hacían Daniel Scili/Alejandro Granados. Enfrentado a Ritondo/Ranzzini, intenta reforzar sus fuerzas municipales, sin mucha efectividad, según la inseguridad prevaleciente en la comarca.

Para rememorar tiempos pasados, Cáffaro acaba de recibir la visita de Daniel Scioli, una evidencia de cómo espera enfrentar los comicios 2017.

“Institucionalmente tenemos una buena relación con el gobierno actual, pero el tema es hacia dónde vamos, son políticas que no están beneficiando a la gente, y vemos cómo se desmanteló el Estado, estoy de acuerdo en que había cosas por mejorar, pero no había que desmantelarlo”, dijo Cáffaro explicando por qué motivo Scioli le provoca más alegría que Vidal.

Cáffaro anticipó que Scioli “va a seguir haciendo política”. Luego agregó. “Hablamos de la reforma política para que las ciudades tengan más autonomía. Si tenemos municipios fuertes habrá provincias fuertes y un país grande”.

“Nosotros estuvimos siempre del mismo lado, no es cuestión de acomodarse por intereses circunstanciales, la idea es no parar; detenerse o ajustar sería letal”, finalizó.

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