LONGEVIDAD

¿Qué papel juega la genética?: Claves para prolongar la vida

El caso de los 4 hermanos longevos de USA planteó la posibilidad de que una extensa vida se pueda relacionar con la genética. “Los hermanos Kahn demuestran que tenemos la capacidad como especie de vivir hasta los 110 años de manera saludable. Los cuatro tuvieron salud hasta el final de su vida. Y también muestran que existe un factor genético", indicó el médico Nir Barzila.

El caso de los 4 hermanos longevos de USA planteó la posibilidad de que una extensa vida se pueda relacionar con la genética.

Nir Barzilai, director del Instituto para la Investigación del Envejecimiento de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York (USA) indicó: “Los hermanos Kahn demuestran que tenemos la capacidad como especie de vivir hasta los 110 años de manera saludable. Los cuatro tuvieron salud hasta el final de su vida. Y también muestran que existe un factor genético".

Helen Kahn fumó durante casi 95 años y murió semanas antes de cumplir 110 años; Irving Kahn trabajó como analista financiero hasta poco antes de morir a los 109 años; Peter Kahn murió a los 103; y Lee Kahn a los 101.

Barzilai dirige el Proyecto de los Genes de la Longevidad, un estudio para investigar el material genético de 670 personas que vivieron cerca de 100 años o más. Todas las personas estudiadas son judíos asquenazíes, es decir, los judíos que se ubicaron en Europa Central y Oriental. La investigación empezó en 1998 y la mayoría de los participantes ya murieron. Sin embargo, su ADN aún puede estudiarse.

“El 60% de nuestros hombres centenarios y el 30% de nuestras mujeres fumaron durante un largo periodo de tiempo. Casi el 50% eran obesos durante su vida y menos del 50% hacían ejercicio. No hacen nada saludable. Tienen genes que los protegen. Y los tenemos que encontrar”, explicó a El País de España.

Barzilai aclaró que los hermanos Kahn tenían una mutación en un gen vinculada a niveles más altos de colesterol bueno. “Y hay más proporción de personas con esta mutación entre los centenarios que en cualquier otro rango de edad”, indicó. Asimismo, las personas que presentan esta mutación tienen menos probabilidades de sufrir alzhéimer.

“Los ponis viven más que el resto de los caballos. Y los perros pequeños viven más que los grandes. Yo pensaba que esto no iba a ocurrir en los humanos, pero estaba equivocado. Más de la mitad de mis centenarios no tienen una actividad correcta de la hormona del crecimiento, por varias razones”, explicó en el Congreso Interdisciplinar de Genética Humana en Madrid. Indicó que sus hallazgos serán publicados en la revista Science Advances.

“Una cantidad baja de hormona del crecimiento las protege de morir. Incluso las mujeres de 100 años, si tienen muy poca hormona del crecimiento, vivirán el doble de tiempo más que las mujeres de 100 años con niveles más altos”, agregó.

El médico comenzará un estudio que costará 70 millones de dólares y analizará a 3.000 personas de entre 65 y 80 años. Él considera que las enfermedades asociadas al envejecimiento como el cáncer, el alzhéimer, los ataques cerebrales y los problemas cardiovasculares se pueden retrasar en bloque.

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La mitad de los participantes deberá tomar metformina, un medicamento utilizado para controlar la cantidad de azúcar en sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Sin embargo, aquellos que lo tomarán no sufren de esta enfermedad. La otra mitad no tomará nada.

Barzilai y su equipo consideran que la metformina retrasará las enfermedades del envejecimiento, en comparación al grupo de control. La metformina está vinculada a una mayor longevidad y a menos casos de cáncer, alzhéimer y enfermedades cardiovasculares.

Otro estudio que vincula la longevidad con la genética fue realizado por investigadores de la Universidad de Boston (USA). Identificaron nuevas variantes genéticas poco frecuentes que podrían vincularse con la longevidad y con un menor riesgo cardiovascular y de Alzheimer. El trabajo fue publicado en la revista 'Journals of Gerontology: Biological Sciences'.

Analizaron 4 estudios genéticos, lo que permitió recopilar una muestra de 2.070 personas para conocer la extensa vida de aquellos que habían nacido en el año 1900. Los investigadores observaron las variantes genéticas vinculadas a la longevidad para reconocer aquellas que podían estar ligadas a una vejez extrema.

Se identificaron nuevas variantes de promoción de la longevidad extrema en los cromosomas 4 y 7. También se ratificó la existencia de otras variantes en polimorfismos de un solo nucleótido, que ya se habían vinculado con la longevidad.

Asimismo, descubrieron ciertos alelos -cada una de las maneras en que puede manifestarse un carácter o un gen- de longevidad que también se vinculan con una disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular e hipertensión.

Paola Sebastiani, autora principal de la investigación manifestó: "Los datos y el análisis de supervivencia proporcionan un apoyo para la hipótesis de que la composición genética de la longevidad extrema se basa en una combinación de variantes comunes y raras".

Sin embargo, los especialistas aclararon que aún faltan variantes genéticas por descubrir en las personas longevas. Es necesario contar con estudios más grandes para vincular la variabilidad en los genes con una vida más prolongada.

A pesar de que muchos investigadores sostienen que la longevidad está vinculada con la genética, existen algunas recomendaciones para extender la vida y vivir de manera más saludable. 

-Reducir la ingesta de calorías diarias
-Realizar actividad física
-Tener un buen descanso
-Cuidarse del sol
-Tener vida social

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