FILIPINAS

Duterte decreta ley marcial en el sur para luchar contra grupo afiliado a ISIS

El Presidente filipino declaró anoche la ley marcial en Mindanao (23/5) y según reportes, estaría ahora contemplando ampliarla al país entero, para luchar contra un grupo islamista afiliado al ISIS que decapitó a un policía en la ciudad de Marawi y mantendría de rehenes a un sacerdote católico y sus fieles, secuestrados de una Iglesia. En Marawi flamean banderas negras muy parecidas a las del Estado Islámico.

Ayer, 23/5, el Presidente filipino, Rodrigo Duterte, declaró la ley marcial en la isla entera de Mindanao, al sur de su país, por 60 días. Se dio en el contexto de enfrentamientos en la ciudad de Marawi entre tropas gubernamentales y alrededor de 100 militantes del grupo Maute, afiliados al Estado Islámico. El ISIS busca desde hace tiempo aumentar su presencia en Asia.

21 personas ya han muerto en los enfrentamientos, dijeron oficiales según ABC News. Incluidos 2 soldados y un 1 policía. Y al menos 12 personas resultaron heridas por la violencia, en la que los militantes Maute prendieron fuego una escuela, una Iglesia y una prisión, según The Independent. Los residentes de Marawi publicaron fotos que muestran banderas negras, similares a las del Estado Islámico, flameando en las calles de Marawi.

Duterte, quien se hizo mundialmente conocido por su sangriento combate contra el narcotráfico que ha matado a miles -él mismo se ha jactado de asesinatos extrajudiciales-, se encontraba en Moscú cuando hizo el anuncio. Se suponía que se encontraría con el Presidente ruso, Vladimir Putin, y el Primer Ministro, Dmitri Medvedev, pero esas reuniones fueron pospuestas para que Duterte pudiese retornar a Manila antes, explicó el secretario de Asuntos Exteriores de Filipinas, Alan Peter Cayetano.

Sin embargo, Duterte alcanzó a decirle a Putin que necesitaba su apoyo para luchar contra el Estado Islámico, reportó Emily Tamkin de la revista Foreign Policy. No está del todo claro por qué la ley marcial fue dictada en la isla entera de Mindanao, y no sólamente en la ciudad de Marawi. Según ABC News, Duterte estaría contemplando ampliar la ley marcial al país entero. Por lo pronto, los 22 millones de residentes de Mindanao estarán bajo mando militar hasta por 1 año, si fuera necesario.

Los militantes Maute, vinculados al ISIS, decapitaron a un jefe de policía, declaró hoy (24/5) Duterte. El oficial policial habría sido detenido en un puesto de control que fue armado por los militantes, y luego asesinado. "Estamos en un estado de emergencia", dijo Duterte tras arribar a Manila. "Tengo un problema serio en Mindanao, y las huellas de ISIS están por todas partes."

Mientras tanto, el grupo habría tomado rehenes que incluyen a un sacerdote católico. Los detalles de los eventos en Marawi siguen siendo borrosos, explica The Independent, dado que los militantes cortaron la electricidad, pero se cree que hombres armados irrumpieron en una catedral y se llevaron al reverendo Chito Suganob y a una docena de miembros de su congregación. El arzobispo Socratas Villegas, presidente de las Conferencia de Obispos de Filipinas, dijo que los atacantes habían amenazado con matar a los rehenes "si las fuerzas del Gobierno que se desplegaron contra ellos no son retiradas", reportó AFP. Estas informaciones aún deben ser verificadas, dijo un portavoz regional del Ejército.

Los combates en Marawi se desataron tras un ataque de las fuerzas de seguridad contra el supuesto escondite de Isnilon Hapilon, considerado como el jefe de ISIS en Filipinas. Hapilon lidera un grupo llamado Abu Sayyaf y, al verse cercado, habría pedido ayuda de otro grupo islamista afincado en Filipinas que también juró lealtad al Estado Islámico (Maute). Y así, un centenar de combatientes islamistas respondieron incendiando edificios y otras maniobras de distracción, según el ministro de Defensa, Delfin Lorenzana.

Duterte había repetido varias advertencias respecto de que Mindanao, una región empobrecida y acosada por décadas de disturbios provocados por grupos separatistas y guerrillas marxistas, estaba en riesgo de "contaminación" por los militantes de ISIS echados de Siria e Irak. "Aunque el Gobierno todavía debe especificar qué viene después con exactitud, la declaración de la ley marcial en la isla sureña de Mindanao parecería que va a remoldear la agenda doméstica de Duterte, ampliando su foco de las drogas al terrorismo, y renovando las preguntas sobre su nostalgia por el pasado de autoritarismo de Filipinas", escribieron Vincent Bevins y Emily Rauhala de The Washington Post.

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