EL TEMA DE FONDO, MÁS ALLÁ DE LA SALADA

Al final era que los inversores desconfiaban de un Macri fronterizo

Morgan Stanley Capital International (MSCI) analizó con los propios inversores si era el momento de que Argentina regresara al club de "mercados emergentes" del que se había ausentado desde 2009. Reconoció que el mercado local ya se maneja con muchos de los "criterios de accesibilidad" que se le requieren, pero juzgó que debe ser evaluada aún la "irreversibilidad" de los cambios que introdujo en la economía. Unos lo interpretaron como una alusión al resultado que tenga para el oficialismo la próxima elección parlamentaria y otros, a probar si realmente hay decisión política del gobierno de practicar reformas pendientes, como la fiscal, la previsional y la laboral. En uno y el otro caso se finca el anuncio de que el año próximo sea subida la calificación a la Argentina como parte de la revisión anual de 2018. La Casa Rosada se había ilusionado con que le serviría como espaldarazo político, junto con la colocación del bono a 100 años previa al feriado, y a ello se atribuye el silencio de Mauricio Macri ante la postergación hasta 2018 de un avance en la calificación financiera. Lo que sí hubo fue un cambio en las previsiones de precios de activos y también del dólar, cuando el índice Merval de acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires había acumulado una ganancia de 28% en pesos y 26% medido en dólares en menos de 6 meses transcurridos en 2017, un rendimiento incomparable en los parámetros globales. Los analistas discuten ahora si se tocó un techo y viene el desinfle o si se consolida un piso a partir del cual los valores volverán a trepar a la espera de 2018. La paridad local tocó su máximo histórico a $16,70 pero habrá que ver cómo sigue.

Permanecer en la calificación de “fronterizo” es toda una definición de la gestión de Mauricio Macri que siguió a las primeras medidas de su gobierno, como salir del cepo y del default de la deuda, brindada ayer (20/06) por Morgan Stanley Capital International, cuando se había creado una desmesurada expectativa de que sería elevada a emergentes.

El fundamento de la prórroga hasta 2018 (o sea después de las elecciones de término medio en Argentina) que consta en el comunicado de la entidad lo dice todo: "A pesar de que el mercado de acciones argentinas cumple con la mayoría de los requisitos de un mercado emergente, la irreversibilidad de los cambios económicos recientes aún no son seguros".

El economista José Luis Espert aplicó sentido común puro para explicar lo sucedido: "¿Gradualismo para corregir desequilibrios? Entonces gradualismo para recibir inversiones, para crecer y volver a ser emergentes", expresó.

El ex titular del Banco Nación, Carlos Melconián, seguramente recordó el proceso que culminó en su renuncia y suscribió la síntesis del colega José Luis Espert.

La administración de Mauricio Macri pasó para después de las elecciones las reformas estructurales de fondo más importantes en dirección de una mejora en la competitividad, que es lo que le reclaman los inversores al país: la fiscal, la previsional y la laboral.

Ahora, nuestra competitividad se encuentra en el lugar 138 del ránking global que sigue el Foro de la Economía Mundial: 137,4. Está encima de Bolivia (83,7), Tajikistan (81,8), Italia (75,8), Algeria (72,7), Mauritania (71,2), Colombia (69,7), Brasil (69,2), China (67,8) y Venezuela (65).

Gonzalo Javier Bardin, en Carta Financiera, interpreta que “el pánico se adueñó de los inversores que esperaban la decisión en su mayoría comprados y veíamos cómo algunas horas después los ADR argentinos se desplomaban en el After Market Americano”.

No lo cree demasiado importante ya que aduce que “los ADR argentinos no tienen volúmenes significativos fuera del horario bursátil, con lo cual dichos precios no son representativos. Y, aunque lo fueran, tampoco son garantía de nada. Para comprobarlo basta remontarnos al triunfo de Trump, en el cual los mercados caían -5% en el After Market y cerraron de forma positiva al día siguiente”.

El “silencio stampa” (como decía el ex técnico de Boca, Alfio Basile, cuando no quería hacer declaraciones) del presidente Mauricio Macri luego del revés sufrido a raíz de la decisión de ayer del MSCI, que para su gobierno era inesperada, puede tener que ver con que unos días antes el Ministerio de Finanzas, que conduce Luis Caputo, había colocado en el mercado internacional, por primera vez en la historia, un bono a 100 años en dólares por US$ 2.750 millones, que abonará un cupón de interés del 7,125% e incluirá una tasa de rendimiento del 7,9%. En América latina, el único antecedente es México, con un bono a 100 años emitido en dólares, euros y libras esterlinas.



¿Un esbozo de megacanje?

Sugestiva fue el comunicado firmado por Luis Caputo hace sólo un par de días: "A pesar de la incertidumbre actual en los mercados internacionales, el Gobierno demostró la capacidad de obtener financiamiento a muy largo plazo y a las tasas nominales más baja de la historia argentina".

El título público fue colocado por los bancos HSBC y Citibank, Santander y Nomura, y entre los compradores hay fondos institucionales de Nueva York, Boston, Los Angeles y Londres. Según el ex ministro de Economía y diputado K, Axel Kicillof, “tiene un olor a megacanje que voltea”, en relación al mecanismo de refinanciación lanzado por Domingo Cavallo en las convulsionadas postrimerías de la gestión de Fernando de la Rúa.

¿Se adelantó para intentar incluir en la suba de la calificación finalmente no concretada? ¿Fue un plan B porque se temía que la decisión sería negativa? ¿Había exceso de optimismo de que los bonos argentinos subirían a emergentes y que la colocación a tan largo plazo con apoyo de bancos de primer nivel redondearía un frente financiero sólido para relanzar al país en los mercados internacionales?

Hasta se llegó a creer que un reposicionamiento en el exterior como éste serviría de trampolín para dar comienzo a la campaña electoral y compensar un contexto económico más que esquivo.

Bardin, en Carta Financiera, describe la trama de la intriga: “Mucho se habló sobre el bono a 100 años emitido justo un día antes de la decisión del MSCI, sin haberlo anunciado previamente, sin road show (presentación del emisor a los inversores del activo) y se habla hasta de un solo comprador. Para algunos economistas, Finanzas preveía la decisión del martes 20/06 y quisieron anticiparse, y para otros fue básicamente una "sobreactuación".

Lo cierto es que los inversores son concretos y, además de variables macroeconómicas favorables y de cumplimiento financiero, los flujos de largo plazo se mueven por perspectivas de rentabilidad, de facturación y estructura de los costos. Y la Casa Rosada no tiene mucho de gestión económica para mostrar.

La ilusión que muchos se habían hecho de que mejoraría el estatus en el influyente índice MSCI, seguido al pie de la letra por los grandes fondos de inversión mundiales, se pinchó con la decisión del banco de inversión Morgan Stanley de mantener en revisión la reclasificación de la Argentina como "mercado emergente".

Jorge Compagnucci, analista de Economía & Finanzas y consultor de Mercado Global, advirtió que "se trata de una expectativa más de frustración para el Gobierno, pero peligrosa para estos momentos que estamos encarando el inicio de un ciclo de dos años, sobre la última etapa del gran derrumbe emergente, que gatillará un marco de tensión hacia la divisa en las próximas semanas".

La debilidad de los indicadores económicos y financieros de Brasil en los últimos años fue prueba de ello. Y eso que el tambaleante gobierno de Michel Temer sacó reformas mucho más profundas que las que Mauricio Macri se atrevería a impulsar.

Tres meses atrás, Compagnucci había señalado, en un comentado tuit alusivo a un simbólico estímulo de Moody´s, que habían dejado como estaba la nota de los bonos argentinos en B3, pero le subió la ponderación cualitativa de estable a positiva, que no cambiaría la perspectiva de los inversores. Asimismo, recordaba que “en 10 semanas consecutivas, el riesgo país de Argentina es el peor de la región. Los inversores no compran el relato de las calificadoras”.

Por eso, descartó que el hecho de que se pusiera al país en la antesala de ser pasado a B2 (emergente) respecto de la deuda soberana fuera vinculante con una lluvia o con un chubasco de capitales que ingresen a generar fuentes de trabajo.

Parece que en El Cronista Comercial siguen creyendo en un proceso de inversiones que estaría siendo interrumpido por los avatares de la calificación que no cumplió con las expectativas. Lo cierto es que ni el año pasado ni este lo hubo.

Sin embargo, subraya Carta Financiera, el ascenso negado o postergado para el mercado argentino no fue el único: sus pares de Arabia Saudita y China, que venía de 3 rechazos consecutivos, también lo sufrieron en carne propia.

La decisión del MSCI implica que la plaza doméstica seguirá militando en la 3ra y última categoría (en términos futboleros, asimilable a la 1ra. B Metropolitana, que está detrás de la 1ra. A y el Nacional B) junto con Nigeria, Kazakhstán, Rumania, Jordania, Vietnam, Pakistán y Kenia, entre otros.



Bolsa local

La respuesta de hoy (miércoles 21/06) del mercado fue el dólar saltó 30 centavos o 1,8% a $16,70 para la venta en el promedio de bancos y casas de cambio de la ciudad, en línea con la escalada que registraba la divisa en el mercado mayorista.

El dólar mayorista trepaba a la zona de $16,35. La moneda estadounidense anotaba máximos históricos en todos los segmentos, incluido en el circuito paralelo donde cotizaba en torno de $16,75.

El gobierno logró entretener a la opinión pública en general con el 'descubrimiento' de que había irregularidades en el shopping para pobres La Salada.

Los papeles líderes profundizaban las pérdidas en la Bolsa de Comercio porteña, donde el índice MERVAL bajó 5,50 %, en una rueda en que el volumen negociado en acciones ascendía a $790 millones.

El índice MERVAL cedía a 20.472,94 puntos en la Bolsa doméstica, con bajas destacadas para Agrometal (-8,30%), Pampa Energía (-8,25%) y Grupo Financiero Galicia (-6,30%).

Las preguntas serían si estas bajas constituyen oportunidad de compra y hasta dónde podrían durar las ventas.

Carta Financiera sostiene que, desde el cambio de Gobierno, los activos argentinos en dólares habían subido por expectativas de una mejora económica y de la posibilidad de volver a ser emergentes.

La 1ra se viene postergando más de lo que algunos preveían y la 2da ha sido descartada. Y como si esto fuera poco, se sigue sumando ruido político brasileño e interno, con el lanzamiento de "Unidad Ciudadana" y la posible participación de Cristina Kirchner (no vista como market friendly) en las próximas elecciones.

En el corto plazo, el mercado parecería haberse quedado sin drivers alcistas, lo que podría generar un ajuste en las acciones hasta el piso del canal, la zona psicológica de los 1.000 puntos y el 38,2% de corrección de la onda 3 (retroceso más probable en mercados alcistas). En dicho caso, será importante no alcanzar los 900 puntos para no solaparse con la onda 1.

En cuanto al Merval en pesos, la caída dependerá de la amortiguación que provoque el dólar en caso de que se deprecie.

En el exterior, el peso de los papeles argentinos no es significativo y la repercusión de los resultados del día después de algún modo ya estaba descontada en el avance que tuvieron las cotizaciones de los principales papeles.

Dejá tu comentario