Photonic Fence fue desarrollado en 2009 por el Intellectual Venture Lab o IVL, de Seattle (Washington, USA), pero exhibe mejoras que lo hacen más eficiente.
CERCA ELECTRÓNICA
Comenzando por los más chiquitos: Rayo laser para matar mosquitos
Hay un insecto bueno y un insecto malo. Los mosquitos hembras integran el listado de los insectos malos. Photonic Fence reconoce quiénes son los malos y les funde las alas con sus rayos láser: Notable avance de la industria. Pero los españoles de Tragsa también andan por ese rumbo.
Photonic Fence puede reconocer un mosquito macho de uno hembra solo con su forma de volar.
Usando un completo sistema de reconocimiento basado en cámaras y lentes ópticas poderosas, Photonic Fence escanea en una área de 30 metros (de ancho, 3 de alto) en la búsqueda de insectos ya sea evaluando la velocidad de movimiento y aceleración, o bien la frecuencia de batida de las alas.
Una vez identificado un insecto en la lista de “insectos malos” se le dispara con el láser. La operación dura unos 25 milisegundos. Según IVL, su creación puede acabar con hasta 20 criaturas por segundo.
Así se comienza... un día llegará a los de mayor tamaño.
Entonces, el dispositivo mata a las plagas y deja a los otros ilesos.
Es una cerca fotónica, instalada recientemente en un predio del Departamento de la Agricultura de USA para su 1ra. prueba del mundo real. Si todo va bien, IVL iniciará la comercialización del producto.
Esto supone competir con la empresa pública española Tragsa (Empresa de Transformación Agraria S. A.) consigue eliminar con absoluta precisión y en poco tiempo a los mosquitos hembras, cuyo tamaño es mayor que el de los machos.
La máquina desarrollada en Valencia es capaz de separar de forma automática, con ayuda de un láser, a las pupas de mosquitos machos de las hembras, un proceso clave para reducir la población de insectos con tecnología nuclear.
La pupa es el estado que viven algunos insectos durante la transformación de larva a adulto. La llamada técnica del insecto estéril (TIE) consiste en esterilizar con radiación ionizada a los mosquitos machos.
Solo las hembras pican a los humanos y trasmiten enfermedades. Los machos esterilizados son liberados en zonas de riesgo para que se apareen con las hembras, que así dejan de reproducirse, por lo tanto se reduce la población de mosquitos peligrosos.
Una de las dificultades de esta técnica es la separación de sexos, un complicado y costoso proceso, que se realiza ahora de forma manual, con el uso masivo de agua y con un porcentaje de error que asciende hasta a un 6 %, según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Pero la nueva tecnología, desarrollada por científicos de la empresa pública española Tragsa consigue eliminar con absoluta precisión y en poco tiempo a los mosquitos hembras, cuyo tamaño es mayor que el de los machos.
El biólogo Carles Tur, uno de los responsable de este método, que está a punto de ser completado para su comercialización, expresó que esperan "poder conseguir con nuestra máquina un millón de mosquitos machos por día".
Según el OIEA, para poder combatir con la TIE enfermedades como el zika se necesitan decenas de millones de mosquitos esterilizados.
El nuevo método de selección de sexos consiste en colocar a los insectos sobre un platillo transparente que gira como un tocadiscos; luego una cámara de vídeo registra en cuestión de milisegundos el tamaño de cada uno de los insectos y envía la información a un láser, que enseguida dispara contra las pupas más grandes.