DÉFICITS TRIGEMELOS

El CENE coincide con Broda en ver un dólar bien arriba de $ 22

Con Roberto Lavagna como ministro, Néstor Kirchner consolidó su poder en la elección de término medio de 2005 con 2 cartas ganadoras: los superávits fiscal y comercial gemelos. Y 12 años más tarde, Mauricio Macri enfrenta su primer test electoral como Presidente con una trilogía de signo opuesto, en la que agrega a ambos ingredientes el sobreendeudamiento interno y externo. El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano traza la ecuación: en la gestión actual el gasto primario excede al ingreso en 20/30%, necesita financiarlo y genera inflación interna, encarece la tasa de interés e incrementa la deuda en el exterior, que atrasa el tipo de cambio 26,5% y favorece las importaciones, con lo cual la balanza del comercio exterior arroja pérdida en época de liquidación de cosecha. Apela a colocar Lebacs para esterilizar emisión, con lo cual absorbe recursos que podrían afectarse a la economía real. Cambiemos verá cómo le va en los comicios de octubre (sin creer que será un paseo como el de los K, hasta 2013) y después tendrá que decidir cómo arreglar el entuerto.

Becki-Jo Allen se llama la madre británica que confirmó la excepción a la regla. De su vientre nacieron trigemelos (Román, Rocco y Rohan), que son trillizos idénticos que comparten el mismo óvulo. Constituyen el caso cada 200 millones, según la publicación “Muy Interesante”.

Hay otros trigemelos para inscribir como récord gestados por el gobierno de Mauricio Macri, un antónimo mejorado de los superávits gemelos de Néstor Kirchner. Son los déficits trigemelos, el fiscal, el cambiario y el sobreendeudamiento del BCRA, que señala el Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano en su último reporte. 

Esta conversación en torno de los Guinness de la genética económica habrá tenido lugar en Hamburgo (Alemania), cuando los ministros de Finanzas de Argentina, Nicolás Dujovne; y del Reino Unido, Philip Hammond, que se reunieron en una reunión bilateral, en el marco de la 12da. Cumbre de Líderes del G-20, para desarrollar una agenda sobre “las oportunidades de inversión que ofrece la Argentina, y "cómo las inversiones están liderando un nuevo proceso de crecimiento económico sostenible en el país", temáticas en las que no había demasiada tela para cortar.

Víctor Beker, director del CENE, analizó la relación entre el desequilibrio fiscal y la deuda pública total recordando que “el gasto primario excede a los ingresos primarios en un 20% a 30% mensual”, a lo que suma el pago de intereses, con lo que estima que el déficit total representará en 2017 entre 7 y 8% del PBI.

“Este bache se cubre con emisión monetaria, pero mayormente con colocación de deuda. Es así como, a lo largo de 2016, la deuda pública total creció en US$34.458,6 millones”, redondea.

Deuda emitida en el exterior

La explicación que hilvana es que “como buena parte de esta deuda se emite en el exterior, los dólares así obtenidos son vendidos para conseguir los pesos con que pagar los gastos gubernamentales”.

Atribuye al sobreendeudamiento una presión de oferta en el mercado cambiario que mantiene deprimida la cotización del dólar, generando el atraso cambiario, del que CENE viene informando mensualmente, el que alcanza a 26,1%. O sea que “el actual tipo de cambio está, en términos reales, un 26,1% por debajo del alcanzado en diciembre de 2015”, continúa Beker.

Prosigue el razonamiento: “Para neutralizar la emisión de pesos que el Banco Central lleva a cabo, tanto con el fin de financiar el déficit fiscal cuanto con el propósito de la compra de divisas, ese organismo coloca LEBACs. Como consecuencia, su stock pasó de $345.000 millones a fines de 2015 a 874.000 millones a fines de mayo pasado, monto que excede a la base monetaria”.

Calcula que para que el Banco Central pueda hacer frente a sus pasivos monetarios y financieros en pesos con las reservas internacionales de que dispone, se requeriría de un tipo de cambio cercano a $40. "Esto da una idea del nivel de sobreendeudamiento del organismo”, insiste el economista.

De ahí que señala el triple desafío que enfrenta la economía argentina: "mientras exista ahorro excedente a escala internacional en busca de oportunidades de colocación, el país podrá seguir manteniendo este esquema. Pero los desequilibrios se irán agravando con el paso del tiempo y la corrección necesaria será cada vez más profunda”, completa.

Simultáneamente, la consultora Ecolatina advirtió que “el deterioro de los principales componentes de la cuenta corriente produjo una profundización del déficit de la balanza comercial en el 1er trimestre, período en el cual el desequilibrio creció 40% interanual” ya que alcanzó poco más de US$ 6.800 millones. Empeoraron su resultado el saldo de bienes, de servicios y de rentas.

La persistente inflación en un contexto de dólar planchado profundizó el atraso cambiario en los 1ros. meses del año, lo que tuvo impacto en el saldo de la cuenta corriente, consecuencia de un mayor ritmo de expansión de la inversión y del consumo (importaciones) respecto de la oferta local, que trepó 26% interanual en el acumulado de los 1ros. 5 meses del año, los automóviles también aumentaron 26% interanual, mientras que de bienes de capital e intermedios lo hizo en un 6,5% interanual.

"El uso de los recursos que hoy se obtienen del exterior parecen dirigirse más a la adquisición de bienes y servicios de consumo que a la de aquellos que potencian la capacidad de repago de la economía", remarcó la consultora y explicó que "a esto se suma un creciente pago de intereses que surge del financiamiento externo del déficit del sector público".

De manera similar, los pagos de los residentes por viajes al exterior aumentaron cerca de 21% interanual, que crecieron en US$ 670 millones, prácticamente lo mismo que aumentó el déficit de servicios.

A su vez, la consultora precisó que el saldo de la cuenta corriente en la última década pasó de un superávit de 2,8% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2006 a un déficit de 2,7% del PBI en 2016.

Finalmente, Ecolatina puntualizó que "el endeudamiento no es malo ni bueno per se, la clave es para qué se utiliza".

No obstante, "lo que sí es nocivo es aumentar las colocaciones de deuda en el exterior sin generar un salto exportador (de bienes y/o servicios)", concluyó.

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