ECUADOR Y OTRA PESADA HERENCIA

Lenín le cambió el estilo a la 'Revolución' y Correa abandonó su país

"Cuiden al país" dijo el exmandatario Ecuatoriano, Rafael Correa, antes de partir hacia Bélgica (país de origen de su esposa) por "tiempo indefinido". Enojado con el sucesor, que él mismo designó, por las cambios de "estilo" que ha introducido en su 'Revolución Ciudadana', Correa viajó para radicarse en Europa. Ocurre que desde que asumió el nuevo gobierno el 24 de mayo pasado, no sólo perdió el control de mando de la llamada "revolución ciudadana", sino que además Lenín Moreno nunca se comportó como "gobierno títere", como se había especulado antes de la asunción.

 
"Entiendan compañeros, en lo humano, no son vacaciones, no es que me tomo un descanso (..) uno tiene deberes familiares, entiendan eso", explicó desde el aeropuerto de Quito a los que le pedían no dejar el país.
"He de devolverle a mi familia tanto sacrificio estos años, y no es fácil cuando ustedes están del otro lado, ver todo lo que hemos tenido que aguantar, tanto amargado, tanto difamador… que para la gente de bien eso cansa", señaló entre los vítores de sus seguidores, muchos de ellos con banderas verdes del movimiento y las de Ecuador.
 
Correa, que en las últimas semanas ha mantenido importantes discrepancias con su sucesor, Lenin Moreno, por ciertos cambios de forma de éste último a la hora de gobernar, dijo tener "sentimientos encontrados" por el "dolor de dejar la patria" y la "alegría de poder compartir finalmente" con su familia.
"Yo estoy seguro (..) que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro (de) si venció la Revolución Ciudadana (..) Que no me digan que es cambio de estilo las claudicaciones y el entreguismo", dijo el ex mandatario en un acto en las proximidades del aeropuerto de Tababela, donde también reconocio´que busca "un poco de tranquilidad después de diez años (que) en lo personal (han sido) muy felices pero sin duda muy duros y duro para la familia".
 
Y a continuación instó a los "compañeros" a que "cuiden al país" y la "revolución", "a defender lo ganado", porque no estaba seguro de que en las elecciones presidenciales del pasado 2 de abril hubiera vencido la Revolución ciudadana que él emprendió hace una década.
 
Las medidas "disidentes" de la nueva administración
 
 
Correa no se quedó callado ante las medidas "disidentes" de la actual administración. Cuando Moreno formó una comisión para investigar la corrupción que trabajará con la ayuda de la ONU, el ex jefe de Estado habló de una "claudicación" en la soberanía.
 
Luego, Moreno ordenó a todo el gabinete que agende reuniones periódicas con los medios de prensa, una decisión que Correa calificó de "gravísimo error", y un "sometimiento a los poderes fácticos de la mala prensa".
 
El actual mandatario ordenó también dar marcha atrás con una decisión del anterior gobierno y entregar a los grupos indígenas una disputada sede de la capital ecuatoriana, una medida definida como "desleal y mediocre" por Correa.
 
"Hay que decirlo claramente, Moreno nunca fue el candidato preferido de Correa. Sólo aceptó que encabezara la fórmula porque medía mucho mejor en las encuestas que su vicepresidente Jorge Glas, que finalmente fue el candidato a vice", explicó el politólogo ecuatoriano Simón Pachano, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en Quito, quien al momento de asumir Moreno anticipó que no le sería fácil al nuevo mandatario: "'sobre todo por la situación económica', que llevó al país a la recesión en los últimos trimestres, aunque Correa indicó que la economía está en proceso de recuperación", afirmó entonces.
 
"Lo que más separa a Moreno de Correa, de cara al público, es su acercamiento a la prensa y los grupos indigenistas. Pero en el ámbito interno, es más fuerte la tensión por sus intentos de profundizar en las investigaciones sobre los hechos de corrupción del gobierno anterior", detalló.
 
Además, varios legisladores de la oposición ya anunciaron que convocarán al vicepresidente Glas para que dé explicaciones al Congreso sobre su vinculación con el caso Odebrecht, uno de los temas más conflictivos en los que está involucrada el gobierno de Correa.
 
Apenas se conoció la noticia de la llegada de Correa a Bélgica, el presidente aprovechó para desmentir la famosa frase del ex presidente que decía que en cuestión económica le dejaba "la mesa servida" al próximo gobierno. 
 
"No hay tal mesa servida, esa es la pura y neta verdad", dijo. "Creo que se podía haber sido un poco más mesurado al momento de dejar cuentas en mejores condiciones", agregó Moreno.
 
Ahora se viene el ajuste...
 
 
 

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